Aspectos generales


Himno

Continente: Europa

Superficie: 356.854 km2

Población: 80.219.605 hab.

Población urbana: 74 %

Densidad: 233 hab./km2

División política: 16 estados denominados Länder y de forma no oficial Bundesländer

Capital: Berlín

Idioma: Alemán

Moneda: Euro

Religión: Cristianismo

Forma de gobierno: República federal parlamentaria

Presidente(a) / Jefe(a) de Estado: Frank-Walter Steinmeier

Canciller: Olaf Scholz

Ciudades principales (según último censo):

Berlín (cap.) - 3.292.365 hab.
Hamburgo - 1.706.696 hab.
Múnich - 1.348.335 hab.
Colonia - 1.005.775 hab.
Fráncfort - 667.925 hab.
Düsseldorf - 586.291 hab.
Stuttgart - 585.890 hab.
Dortmund - 571.143 hab.
Essen - 566.201 hab.
Bremen - 542.707 hab.


Límites:

Al norte limita con el mar del Norte, Dinamarca y el mar Báltico, al sur lo hace con Suiza y Austria, al este con Polonia y la República Checa y al oeste con Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo y Francia.


Clima:

El clima es de transición entre el oceánico y el continental, con inviernos fríos y veranos frescos. En el norte las temperaturas son moderadas y las precipitaciones son abundantes. En el sector central del país se acentúan los rasgos continentales del clima germano. Por último, en las regiones montañosas del sur los inviernos son muy rigurosos, mientras que los veranos son suaves y húmedos.


Acerca de:

Este estado de Europa central posee un territorio el cual presenta tres unidades estructurales de relieve con características propias: al norte la llanura, parte integrante de la Gran Llanura del Norte de Europa, que se extiende desde Países Bajos hasta Rusia, en la que aparece un paisaje característico de colinas y lagos; en el centro, el Mittelgebirge, la región de los viejos macizos hercinianos, como los montes Metálicos, espesos bosques, como la Selva de Turingia, y fértiles y poblados valles, como los del Rin y sus afluentes; por último, al sur se encuentra el sector más montañoso del país, la Selva Negra, los Alpes, la Selva de Baviera, donde se eleva el pico más alto de Alemania, el Zugspitze de 2963 m, en los Alpes Bávaros.

Alemania cuenta asimismo con algunas posesiones insulares en el mar del Norte, Frisias orientales, islas Föhk, Amrun y Pellworm, y en el mar Báltico, islas Rügen, Poel y Usedom.

Estados

Nombre Abrev. ISO 31662 Población Sup. (km2) Bandera
Baden-Wurtemberg DE-BW 10.486.660 35.752
Baviera DE-BY 12.397.614 70.552
Berlín DE-BE 3.292.365 892
Brandeburgo DE-BB 2.455.780 29.479
Bremen DE-HB 650.863 419
Hamburgo DE-HH 1.706.696 755
Hesse DE-HE 5.971.816 21.115
Baja Sajonia DE-NI 7.777.992 47.609
Mecklemburgo-Pomerania Occidental  DE-MV 1.609.982 23.180
Renania del Norte-Westfalia DE-NW 17.538.251 34.085
Renania-Palatinado DE-RP 3.989.808 19.853
Sarre DE-SL 999.623 2.569
Sajonia DE-SN 4.056.799 18.416
Sajonia-Anhalt DE-ST 2.287.040 20.446
Schleswig-Holstein DE-SH 2.800.119 15.799
Turingia DE-TH 2.188.589 16.172

Historia

ORÍGENES

República Federal de Alemania (Bundesrepublik Deutschland) es un país centroeuropeo que el 3 de octubre de 1990 logró su reunificación tras haber permanecido dividido, desde 1949, en dos estados: la República Democrática Alemana (república socialista) y la República Federal de Alemania (república federal parlamentaria).


Parlamento en Berlín.

Alemania apareció como reino independiente con el tratado de Verdún (843). Otón I restauró el Imperio (962) con la denominación de Sacro Imperio Romano Germánico. La elección de los Habsburgo como monarcas marcó una época de reorganización política, frustrada por la Reforma luterana. Los electores de Hesse y Sajonia, partidarios de la Reforma, formaron contra Carlos V la Liga de Esmalcalda y, aunque fueron derrotados en Mühlberg (1547), continuaron la lucha hasta la abdicación de Carlos V y la paz de Augsburgo (1555). La guerra de los Treinta Años (1618-1648) dejó el país fragmentado en numerosos estados.


Imperio Carolingio y su partición por el Tratado de Verdún en el 843. En rosa el reinado de Carlos el Calvo; en verde el reinado de Lothaire y en amarillo el reinado de Luis el Germano.

En el s. XVIII Prusia se convirtió en un estado poderoso, que venció a Austria y Francia en la Guerra de los Siete Años. Napoleón formó en 1806 la Confederación del Rin, con los estados alemanes de Baviera, Württemberg, Baden, Hesse-Darmstadt, Nassau, Berg y otros menores, que se separaron del Imperio Romano Germánico. Después de la ocupación francesa, estalló la guerra. Las derrotas prusianas en Jena y Auerstedt obligaron a firmar con Francia la paz de Tilsit (1807), que dejó mermado el territorio prusiano. A la caída de Napoleón (1815), se creó la Confederación Germánica, dirigida por Austria y Prusia. Después de la guerra franco-prusiana (1870), victoriosa para Prusia, se constituyó el Segundo Imperio Alemán, con Guillermo I de Prusia y Bismarck a la cabeza.


Monarcas de los Estados miembros de la Confederación Germánica, Fráncfort del Meno, 1863.

La Primera Guerra Mundial supuso la caída del Imperio, estableciéndose en 1918 la República de Weimar. En 1933 Adolf Hitler accedió a la cancillería e implantó el Tercer Reich (Tercer Imperio). Su enfrentamiento con las potencias mundiales originó la Segunda Guerra Mundial, que acabó con la derrota de Alemania. Su capital fue dividida en cuatro zonas de ocupación (francesa, británica, norteamericana y soviética). En 1949 las discrepancias entre las potencias ocupantes motivaron la creación de dos Repúblicas.


Mapa del Tercer Reich o República de Weimar.

El muro de Berlín, construido en 1961 por la República Democrática Alemana, materializó la división de las dos Alemanias. La República Federal Alemana gobernada por los democristianos en la posguerra (Konrad Adenauer, 1949-1963; Ludwig Erhard, 1963-1966; Kurt Kiesinger, 1966-1969), experimentó una rápida recuperación económica. Este proceso tuvo continuidad con los gobiernos socialdemócratas de Willy Brandt (1969-1974) y Helmut Schmidt (1974-1982), consolidando a Alemania como la primera potencia europea. En 1982 se inició el largo mandato del canciller democristiano Helmut Kohl, bajo cuyo gobierno se produjo la unificación de ambas Alemanias en octubre de 1990.


Restos del Muro de Berlín.

Como primer canciller de la Alemania unificada, Kohl, reelegido en 1994, afrontó en el interior los desequilibrios estructurales entre el Este y el Oeste, y lideró en el exterior el proceso de unificación europea. En 1998, tras 16 años de gobierno, Helmut Kohl cedió la cancillería al socialdemócrata Gerhard Schröder, vencedor en las elecciones celebradas en septiembre de ese mismo año. Schröder gobernó en coalición con Los Verdes, formación ecologista con la que renovó la alianza tras las elecciones generales de septiembre de 2002, en las que el partido socialdemócrata obtuvo una ajustada victoria frente a los democristianos. En 2003 Alemania atravesó una grave crisis económica, y al año siguiente Schröder tuvo que hacer frente a importantes huelgas y movilizaciones por todo el país, en especial en el este de Alemania, en contra de las reformas laborales de su gabinete.


Alemania.

GUERRAS

954 – 955: Guerra Magiar

A fines de siglo IX, los húngaros, pueblo nómada que proveía desde Asia occidental, se estableció finalmente en la región de Europa Oriental, precisamente en la zona que actualmente abarca su nación. Sin embargo, este no fue el final de su camino, ya que continuaron sobre el continente, en diversas direcciones, en los siguientes años, sobre todo hacia el oeste. En ese trayecto, los húngaros arrasaron a germánicos, italianos y francos, derrotándolos en varios combates. Luego, los magiares atravesaron el río Rin y atacaron Burgundia. Pero, tiempo más tarde, el rey alemán Enrique I les infringió su primer gran derrota en la Batalla de Merseburgo. Sin embargo, en los siguientes años, los guerreros húngaros necesitarán pactar la paz con el Imperio Bizantino, a cambio de alimentos y dinero para continuar su campaña. Realizado estos, los magiares se dirigieron hacia la península ibérica, donde obtuvieron un importante fracaso y, por ello, debieron regresar a Constantinopla. Allí, nuevamente, arreglaron la paz con los bizantinos. Hasta ese momento, la organización de los húngaros se basaba en sistema de tribus, cada una estas poseía un jefe que decidía sus destinos. Pero, a mediados de siglo, la unidad de los magiares empezó a declinar, ya que cada grupo había comenzado a emprender acciones en solitario, que no eran coordinadas.


Los magiares se dirigieron hacia la península ibérica, donde obtuvieron un importante fracaso y, por ello, debieron regresar a Constantinopla.

Para el año 950, acompañando este proceso, los magiares eran sistemáticamente diezmados por las fuerzas bávaras. Por ese entonces, el dominio alemán, ejercido principalmente sobre el norte de Italia, consistía una barrera inquebrantable para el ingreso de los húngaros a las riquezas del valle del Po. Igualmente, poco tiempo después, los conflictos internos que se suscitaron en Alemania fueron ampliamente aprovechados por los húngaros, quienes intentaron enderezar el rumbo de su campaña por Europa central. En el año 954, los magiares atravesaron el Rin, facilitados por su alianza con las huestes del duque Conrado de Lotaringia, quien se había rebelado contra su soberano, el rey alemán Otón I. Conrado recién descubrió las intenciones de los húngaros cuando éstos comenzaron a saquear los poblados del norte de Francia y, posteriormente, cuando asediaron Baviera, en del año 955 Paralelamente, por esos meses, Otón había terminado con la resistencia germánica y, rápidamente, se encaminó a derrotar a los intrusos. Pero, el rey debió dejar buena parte de los soldados sajones en su lugar de origen, debido a que los eslavos del Bajo Elba empezaban a molestar al reino.


Mangiares.

Con inusitada rapidez, los alemanes, liderados por Otón, se desplegaron hacia el Danubio. De esa forma, los germánicos debieron desistir en la incorporación masiva de soldados a sus huestes, ya que, de hacerlo, no podrían llevar a cabo el movimiento sorpresa que su jefe había ideado. En tanto, los magiares permanecieron en Augsburgo, lo que indicaba que estaban aguardando la llegada del enemigo, debido a que, si no hubiese forzado un choque entre las tropas, los húngaros habrían apelado su capacidad de desplazamiento para evadir el cruce. Además, contaban con la ventaja que Otón quería batallar a toda costa, con el propósito de asegurar su autoridad sobre la zona. Los magiares superaban notoriamente en número a los alemanes y, en agosto, un rebelde bávaro les informó acerca de la llegada de los enemigos por el noreste. A los dos días, los húngaros cercaron la posición de los alemanes y trataron de atacarlos por la retaguardia. Los jefes magiares sabían que debían evitar el combate a campo abierto, ya que no estaban preparados para afrontarlo. Luego, los arqueros magiares dispararon un arsenal de flechas sobre las tropas bohemias, provocando la huída de los suabos. Ante ello, Otón mandó hacia la retaguardia a los soldados francos, encabezados por el nuevamente aliado Conrado. Con el orden repuesto en esa parte de formación, los alemanes lanzaron un embate frontal, a cargo de la caballería loricata.


Arqueros magiares.

Sólo los jefes magiares, y sus comitivas, pudieron resistir parcialmente este movimiento, debido a que eran quienes mejor equipados estaban. Sin embargo, al momento en que el grueso de las fuerzas había emprendido la fuga del campo de batalla, sus esfuerzos fueron fácilmente doblegados. Así, Otón concretó otra victoria militar. En tanto, la victoria alemana en Lechfeld terminó influyendo de manera decisiva en los acontecimientos políticos y bélicos que se sucedieron en los siguientes años. Desde allí, Otón dirigió sus fuerzas para apoderarse de los recursos, en primer lugar, del mundo eslavo occidental y, luego, de Italia. Al culminar el enfrentamiento, el duque de Baviera, Enrique I, ordenó que los caudillos húngaros Bulcsú, Súr y Lehel fuesen ahorcados en Ratisbona. Además, luego de la muerte de los más importantes jefes militares húngaros, así como también de Falicsi, el Gran Príncipe magiar, el Principado de Hungría comenzó a ser regido por Taksony. Este mismo mandatario fue quien introdujo la forma de vida sedentaria al pueblo húngaro, ya que se vieron imposibilitados de continuar su camino hacia el este, a causa de las restricciones impuestas por los alemanes. Asimismo, Taksony empezaría a incorporar los hábitos de vida occidentales a su pueblo, al que llevaría hasta la conversión al catolicismo.


Victoria alemana.

1756 - 1763: Guerra de los Siete Años

Con la firma del Tratado de Aquisgrán, en 1748, la Guerra de Sucesión Austríaca se daba por finalizada. Sin embargo, los países europeos, sobre todo las potencias continentales, demostrarían que sus conflictos no habían acabado con los términos derivados del documento de pacificación. María Teresa I había quedado al frente del Sacro Imperio Romano Germánico, junto a su esposo, Francisco I. Ambos, miembros de la Casa de Habsburgo, habían quedado disconformes con los repartos territoriales al término de la Guerra de Sucesión Austríaca. Además, desde comienzos de siglo XVIII, los austríacos habían evidenciado el enorme avance y progreso de Prusia, que se había convertido en un poderoso reino dentro del imperio, con vista a consolidarse como una potencia continental. Por ello, los emperadores germánicos habían planeado, durante varios años, la recuperación de Silesia, región que había sido concedida a Prusia. Pero, el inconveniente para los austríacos radicaba en que no tenían las fuerzas militares, y recursos económicos, suficientes para derrotar al gran ejército que había conformado el rey Federico II de Prusia. En ese orden, María Teresa I, archiduquesa de Austria, y reina de Bohemia y Hungría, consiguió el apoyo militar de Francia, Rusia y Sajonia. Así, los austríacos, en 1755, los austríacos le declararon la guerra a Prusia y comenzaron a alistar sus fuerzas para atacar. Además, por esos meses, Inglaterra estaba preocupada por la situación de Hannover, que era un dominio de la corona en el territorio germánico.


Guerra de los Siete Años.

Para asegurar su integridad, el rey inglés Jorge II realizó un pacto con Rusia. Jorge II le garantizó auxilio financiero a los rusos, a cambio que el ejército de la zarina Isabel I invadiese Prusia oriental, a fin apartar a Hannover del eje del conflicto. Pero, al descubrir que los franceses se hallaban en la misma coalición, Inglaterra decidió romper el acuerdo con Rusia y pactar con Prusia. A comienzos de 1756, Jorge II y Federico II firmaron el Tratado de Westminster, mediante el que los ingleses convinieron efectuar un aporte económico a la campaña bélica de Prusia. En tanto, los prusianos le garantizaron a sus aliados la defensa de Hannover ante las acciones de sus enemigos. Lejos del frente europeo, los enfrentamientos entre Francia e Inglaterra continuaban en sus asentamientos coloniales en América y Asia. El reparto territorial estipulado en el Tratado de Aquisgrán no acabó con las disputas entre ambos reinos. Por lo contrario, entre 1748 y 1754, la contienda asiática volvió desatarse, originando la Segunda Guerra de Carnatic, donde los franceses estaban claramente en desventaja frente a sus enemigos, aunque se encontraban extendiéndose sobre India. En tanto, las disputas más fuertes entre las ambiciones expansionistas de Jorge II y Luís XV tuvieron su escenario principal en América del Norte. Luego de la Guerra de sucesión Austriaca, Francia había obtenido algunos terrenos en la región canadiense de Terranova, cedidos por los ingleses. Además, los galos habían experimentado una notable extensión de sus dominios en el continente, apropiándose de una extensa franja de sur a norte. Ésta iba en paralelo a la cadena montañosa de los Apalaches y, luego, acaparaba la zona de los grandes lagos, para extenderse hacia el este – Québec – y al oeste. En tanto, Inglaterra poseía sus conquistas norteamericanas a lo largo de la costa este del territorio, abarcándola casi en su totalidad de norte a sur.


Luis XV.

A su vez, España poseía varios terrenos en sur de Norteamérica, dejándole una porción de tierra a los franceses. A las ansias por expandirse territorialmente, los enfrentamientos religiosos se adhirieron a la disputa entre ingleses y franceses en América de Norte, ya que hasta allí se trasladaron las diferencias entre protestantes – anglicanos – y cristianos, respectivamente. En este contexto, a partir de 1754, los dos ejércitos empezaron a librar combates a lo largo del territorio en disputa. Durante los primeros tres años de enfrentamientos entre Francia e Inglaterra en América, la ventaja fue para los soldados franceses. Los galos no sólo pudieron mantener sus posesiones en el continente, sino que también comenzaron a diezmar la resistencia de las tropas a lo largo de gran parte del territorio habitado. Ante la situación angustiante que vivían sus fuerzas, en 1757, el primer ministro inglés, William Pitt, tomó la decisión de relevar al jefe del ejército en América, reemplazándolo por el general James Wolfe. A principios del 1756, Inglaterra y Francia reanudaron las hostilidades en Asia, mediante el comienzo de la Tercera Guerra de Carnatic. En ese momento, las colonias inglesas en la región vio demasiado amenazante la expansión francesa sobre sus dominios en la India. Por ello, ambas fuerzas reiniciar sus disputas. También, las luchas se manifestaron en Dakar, un punto clave para el tráfico de esclavos en la costa oeste de África, que estaba controlada por los franceses. Por su parte, a mediados de ese mismo año, en Europa, se produjo el hecho que desencadenó formalmente el inicio de la Guerra de los Siete Años. Sin mediar declaración alguna sobre las hostilidades, y al verse rodeado por la numerosa alianza bélica en su contra, Federico II de Prusia ordenó que su ejército invadiese Sajonia. En poco tiempo, este territorio germano fue tomado y, luego, las fuerzas prusianas se dirigieron a la conquista del reino de Bohemia, propiedad de María Teresa I.


El General James Wolfe.

A lo largo de 1757, Europa se convirtió en el centro de la escena bélica. Si bien, algunas batallas se habían desarrollado en el frente americano y asiáticos, éstas no tuvieron relevancia alguna en el transcurso de la guerra. En tanto, luego de continuar su avance hasta Praga, la capital de Bohemia, los prusianos fueron duramente derrotados por los austríacos en Kolin. Allí, el ejército de Federico II sufrió una gran cantidad de bajas y, para continuar en la guerra, debió ser reorganizado rápidamente. Alentada por el envió anímico de la victoria en Bohemia, las tropas austríaca fueron nuevamente a combatir al diezmado ejército prusianos. En su camino hacia Silesia, las fuerzas imperiales vencieron a sus enemigos en Hastenbeck, donde obligaron a el duque de Cumberland capitulase, cediéndoles Hannover. Sin embargo, el rey Jorge II rechazó el documento y, junto a Prusia, continuaron la guerra.


La Zarina Isabel I.

Cerca de fin de año, en Rossbach, las rearmadas tropas de Federico II vencieron al ejército austríaco, restableciendo su posición en el conflicto con la recuperación de Hannover. Por un parte, este resultado, sumado a la derrota austríaca en Leuthen, fue desastroso para María Teresa I y Francisco I, ya que habían perdido cerca de 40 mil hombres en el combate. En tanto, los emperadores eran consientes de la continuidad del conflicto, a la espera de los refuerzos franceses y rusos. En 1758, el ejército de Prusia logró algunas victorias más en serie. A mediados de año, Federico II tomó la decisión de enfrentar al ejército ruso, que había tomado Prusia oriental. En ese momento, la zarina Isabel I había ordenado la movilización de una gran cantidad de soldados hacia la zona, a fin debilitar a los prusianos. Por entonces, las tropas de Federico II no estaban rearmadas por completo y, en caso de una derrota, Prusia corría el riesgo de una fuerte fracaso militar. No obstante, el rey envió a sus hombres al combate contra los rusos, en Zorndorf. Allí, Prusia consiguió una importante victoria, en medio de una sangrienta batalla, que diezmó ambas fuerzas militares – murieron cerca de 30 mil soldados, de los cuales 18 mil eran rusos y 12 mil eran prusianos -. Mientras que en el frente asiático la contienda se desarrollaba con una relativa paridad, donde había una poco significativa ventaja inglesa, las disputas en América del Norte mostraron un cambio que resultaría significativo para el curso de las restantes acciones. Con la asunción de Wolfe al frente de las tropas de Inglaterra, el ejército inglés, que contaba con la presencia del mayor George Washington, venció la resistencia de los frentes en varias batallas. Esta tendencia sería irreversible y se mantendría por el resto de la guerra en este frente.


Batalla de Zorndorf.

Sin mayores novedades en el frente asiático, los franceses vieron como las derrotas en América del Norte lo llevaban hacia su irremediable pérdida en esa zona. En primer lugar, las tribus indígenas que estaban aliadas con las tropas francesas declararon su neutralidad en el combate, ya que éstas habían evidenciado el poderoso avance de las renovadas fuerzas inglesas. En tanto, 1759 fue llamado por Inglaterra como “El año de las Victorias”. Ese mismo año no hubo una gran cantidad de luchas, aunque las batallas ganadas por Inglaterra resultaron, sobre todo, decisivas, Los ingleses pudieron avanzar aún más sobre los dominios enemigos, quedándose con el control de buena parte de los mismo. Para finalizar el año, los ingleses, a costa de la muerte de Wolfe, consiguieron tomar Quebec, la capital colonial francesa en América. Desde entonces, con la caída de la capital enemiga, el triunfo estaba asegurado, aunque todavía quedaban grupos franceses que darían pelea en el continente. Mientras tanto, en Europa, también ocurrieron algunas modificaciones en el curso de las hostilidades. El ejército de Prusia no podía terminar de rearmarse antes las pérdidas de hombres sufridas durante la guerra. Ante ello, austríacos y prusianos alternaron triunfos en las siguientes batallas. A mediados de año, la unión de las fuerzas imperiales de Austria y Rusia le infringió un terrible derrota, considerada como la peor de la campaña, a las huestes de Federico II, en Kunersdorf. Las bajas que tuvieron las tropas prusianas eran inmensas y, además, hicieron más grave aún la pobre situación militar del reino. En ese momento, Federico II llegó a pensar que la derrota estaba al caer. Sin embargo, Austria y Rusia no efectuaron ninguna acción con rapidez luego de la victoria, otorgándole a Federico II un importante período para reorganizar sus tropas, a pesar de la mala situación económica y militar que atravesaba Prusia. De esa manera, con extrema urgencia, el rey prusiano envió a su ejército al combate, que sería a todo o nada, ya que Federico II había destinado a este rearmado sus últimos recursos financieros y humanos.


Muerte de Wolfe.

Al año siguiente, en 1760, los prusianos derrotaron a los aliados en un par de batallas, aunque no sabía hasta cuándo podrían resistir, ante la inminente llegada de una numerosa tropa enemiga. En tanto, la apuesta de Federico II constaba en estrategias defensivas, las cuales, con el correr del tiempo fueran diezmando la resistencia de los rivales. Igualmente, a esa altura del conflicto, Silesia seguía bajo el dominio de Prusia. Ese año, la Tercera Guerra de Carnatic tuvo algunos momentos que desembocarían en su decisión final. Las fuerzas inglesas, que habían demostrado ser ligeramente superiores a lo largo de toda la contienda, derrotaron a las tropas francesas en el sur de India. A partir de entonces, la actuación de Francia en la zona fue en picada, siéndoles quitado gran parte del apoyo económico por parte de la metrópoli. Por su parte, los combates en América volvieron a hacerse más duros en 1760. Ante el imparable avance de los ingleses sobre los dominios enemigos, los franceses intentaron recobrar parte de terrenos perdido, especialmente su capital colonial, Québec. Los soldados galos rodearon allí a sus enemigos, quienes esperaban refuerzos para contestar con un contraataque pero, los franceses lograron derrotarlos, infligiéndoles una significativa cantidad de bajas a las tropas inglesas. A pesar de ello, los galos no pudieron reconquistar la ciudad, que continuó ocupada por sus enemigos, a causa de la falta de refuerzos para sus disminuidas fuerzas. Entonces, el curso de las acciones viró por completo, ya que los franceses dejaron Quebec, con destino a Montreal, al ver la llegada de más soldados británicos. Posteriormente, las numerosas tropas inglesas se dirigieron hacia Montreal, ciudad que conquistaron rápidamente luego de doblegar la resistencia de los soldados diezmados franceses. Esa victoria sería definitiva, dado que, desde entonces, Francia quedó sin un punto de referencia en sus colonias. Así, las disminuidas y desorganizadas fuerzas francesas en América del Norte sucumbieron sucesivamente ante las embestidas de los enemigos. En 1759, los ingleses también habían trasladado los combates hacia el Caribe, donde se apropiaron de la isla de Guadalupe, la cual, hasta entonces, era una posesión francesa. Por ello, el rey Luís XV de Francia recurrió a la auxilio militar del rey Carlos III de España. Estos dos mandatarios, pertenecientes a la Casa de Borbón, firmaron el Tercer Pacto de Familia, por el cual se comprometieron a combatir a los ingleses en el Caribe, a fin de defender sus territorios en la región. La aceptación de España a ingresar en la contienda se debió que, en los últimos años, sus dominios en América, así como también sus embarcaciones y ciudadanos, habían sufrido gran perjuicios, sobre todo económicos, a manos de los ingleses. Por ello, en 1761, los españoles se lanzaron al ataque. Su campaña fue exitosa en Europa, con la toma de las regiones del norte de Portugal – aliado de Inglaterra -, y en América del Sur, con la conquista de la población portuguesa de Colonia de Sacramento, por parte de los colonos españoles asentados en la desembocadura del Río de la Plata.


Río de La Plata.

Sin embargo, la suerte de la flota franco – española en las islas fue paupérrima. Al igual que el curso de los combates en Asia y en América del Norte durante este mismo año, los aliados terminaron siendo sistemáticamente vencidos en cada una de las peleas que libraron en las islas caribeñas. Para esa altura del conflicto, el triunfo de Inglaterra estaba muy próximo estos tres frentes de batalla. En 1761, el ejército de Prusia estaba al borde del colapso. Pese a que había podido mantener el dominio de Silesia y les había garantizado a los ingleses el control de Hannover durante gran parte de la guerra, su situación era desesperante. Militarmente disminuidos y económicamente agotadas, las reducidas tropas de Federico II sabían que deberían afrontar aún más batallas contra las fuerzas aliadas de Francia, Austria y Rusia. Este último imperio poseía el control sobre Prusia oriental.Igualmente, ese mismo año, el ejército unido de Prusia, Inglaterra y Hannover derrotó a las tropas rusas, en lo que significó un éxito importante para su campaña defensiva. El reino de Federico II pudo soportar el resto del año sin que alguna acción bélica entorpeciese el rearmado de su ejército. A principio de 1762, un hecho cambió radicalmente el frente europeo de la guerra. La zarina Isabel I de Rusia murió, dejando en el trono al zar Pedro III. El nuevo emperador se manifestó como admirador de Federico II, por ello, Pedro III se acercó al Prusia, con quien firmó un tratado de paz. Así, Rusia se retiró de la guerra, abandonando Prusia oriental, que volvió a formar parte del reino de Federico II. Igualmente, seis meses más tarde, Catalina II se erigió como zarina de Rusia, luego de derrocar a su marido, Pedro III. Sin embargo, Catalina optó por declararse neutral en la contienda, sin tener incidencia alguna en el desenlace de las hostilidades.


Pedro III.

Ante la salida de Rusia de la contienda, Suecia siguió el mismo camino, devolviéndoles la Pomerania a los prusianos. Con Francia y España totalmente enfocado en la guerra en América, Austria quedó como el único enemigo de Prusia en Europa. Ese año, el ejército de Federico II venció a las tropas imperiales de María Teresa I, en Burkersdorf, lo que se considera el último combate de importancia en el frente europeo durante el conflicto. Luego de haber derrotado completamente a Francia en América del Norte y Asia, los ingleses dedicaron sus acciones de 1762 a conquistar las posesiones españolas, Por un lado, en el Caribe, Inglaterra venció claramente a la flota franco – española, quedándose con varias islas franceses y con La Habana, punto clave para el comercio naval de España. En tanto, en el Pacífico, los ingleses hostigaron los dominios españoles en Filipinas, apropiándose de su capital, y punto comercial clave, Manila. Cerca de fin año, las definiciones sobre las instancias militares de la guerra, sumada al agotamiento de los recursos humanos y económicos de los reinos, hicieron que los mandatarios de los países beligerantes comiencen a entablar negociaciones de paz. Por un lado, Francia y España acordaron la cesión del territorio norteamericano de Luisiana a los españoles, mediante el Tratado secreto de Fontainebleau. Igualmente, las próximas negociaciones modificarían este pacto.


El tratado secreto de Fontainebleau.

En febrero de 1763, los conflictos en todos los frentes que abarcó la guerra quedarían terminados mediante la lubricación de otros documentos. En primer lugar, Inglaterra, Portugal Francia y España acordaron la pacificación y la repartición territorial correspondiente mediante el Tratado de París. Allí, Inglaterra consolidó su posición de potencia marítima mundial, debido a que consiguió la cesión de amplios territorios, en detrimento de la casi nula presencia de Francia en América y Asia. En América, los ingleses se quedaron con la región española de Florida, gran parte de Nueva Francia – sobre todo los territorios canadienses – y una porción de Luisiana, así como la posibilidad de navegar libremente el río Misisipi. Por parte, luego de hacer grandes concesiones territoriales, Francia pudo conservar varias islas del Caribe, alguna de estas les fueron devueltas por Inglaterra. Así, los galos lograron mantener el control de varios puntos claves de la región, donde se encontraba la producción azucarera más grande del mundo. Además, los franceses consiguieron los derechos de pesca sobre Terranova. En tanto, a pesar de la pérdida de Florida, España logró obtener buena parte del territorio de Luisiana, con el agregado de su capital, Nueva Orleans. Además, Inglaterra desocupó La Habana y Manila, dos sitios de importancia para el comercio español. Igualmente, España debió hacer lo propio con el norte de Portugal y las posesiones de éstos en el Río de la Plata. Días más tarde, Austria, Sajonia y Prusia firmaron la Paz de Hubertusburgo. Allí, las potencias militares acordaron que el control de Silesia fuese confirmado a Prusia. Así, sumado a las conquistas que habían efectuado durante el conflicto, el reino de Federico II se convirtió indiscutidamente en una potencia continental.


Río Misisispi.

1778 – 1779: Guerra de Sucesión de Baviera

Desde la finalización de la Guerra de los Siete Años (1756 – 1763), el proceso de decadencia del Sacro Imperio Romano Germánico se había agravado. En los siguientes años, la estructura central del imperio, derivada exclusivamente de los miembros de la Casa de Habsburgo – Ducado de Austria y reino de Hungría – había comenzado a disminuir su influencia sobre el resto del terreno imperial. Esto se produjo, principalmente, debido a las injerencias externas de las potencias europeas – Reino de Francia, Imperio Ruso, reino de Inglaterra - así como también, en las cuestiones internas, al crecimiento del reino de Prusia, que aún se mantenía dentro del imperio, aunque poseía un poder mucho mayor que los dominios germánicos en su conjunto. Por su parte, a lo largo del siglo XVIII, el ducado de Prusia se había transformado en un reino, adquiriendo gran importancia en las acciones bélicas y territoriales del continente. Mediante la anexión de varios terrenos, Prusia había consolidado una posición sumamente relevante, la cual, aún siendo parte del Sacro Imperio Romano Germánico, lo catapultó hacia el lugar de potencia europea. Durante el mandato del rey Federico II, Prusia emprendió sus mayores conquistas de tierra, que fueron acompañadas por resonantes éxitos militares. En este marco de conflicto, en 1777, murió el elector de Baviera, Maximiliano José, quien no había dejado ningún descendiente directo en el trono. Maximiliano José pertenecía a la Casa de Wittelsbach y, por ello, se decidió que su heredero fuese Carlos Teodoro, que era elector del Palatinado y también miembro de la dinastía Wittelsbach. Pocos meses más tarde, luego del nombramiento de Carlos Teodoro al frente de Baviera, los intereses territoriales de Austria y Prusia entraron en juego dentro de la cuestión sucesoria. En esta oportunidad, los dominios conjuntos de Baviera y el Palatinado representaban un enorme objeto de anhela para las ambiciones de expansión de ambos estados. Por un parte, los mandatarios de austríacos, el emperador José II y su madre, María Teresa I, quería incorporar los terrenos del Alto Palatinado y de Baja Baviera – cerca de un tercio de la superficie total de los dominios del electorado -. Igualmente, los reclamos efectuados por el emperador fueron disfrazados con un pedido sobre los derechos hereditarios de aquellas regiones. Sin embargo, Carlos Teodoro también sacó ventaja de la situación. En el más profundo de los secretos, el elector de Baviera pactó con José II la entrega de los terrenos que deseaba. A cambio, Carlos Teodoro, quien tampoco poseía descendencia, le pidió al emperador que lo eleve a él, así como también a sucesores, al grado de príncipes del Sacro Imperio Romano Germánico.


Carlos Teodoro.

Finalmente, a comienzos de 1778, las tropas imperiales tomaron los dominios bávaros que estaban, aparentemente, en disputa. Este hecho provocó un notable crecimiento de las extensiones austríacas, que chocaba decididamente con el proceso de amplia expansión territorial que venía afrontando Prusia. Ante la posibilidad de un resurgimiento de la influencia de Austria, su principal oponente dentro del imperio, el rey Federico II de Prusia tomó cartas en el asunto. Además, por entonces, el monarca prusiano vio amenazada sus intenciones de incorporar los margraviatos de Ansbach y Bayreuth dentro de su reino. En ese marco, Federico II apoyó las protestas de Carlos II, duque de Zweibrücken, quien también poseía derechos en la línea de sucesión del trono de Baviera. Por otra parte, Federico II también respaldó las demandas Federico Augusto III, elector de Sajonia, quien pretendía una porción de los dominios bávaros, cuyo elector había distribuido anteriormente. Pese a los requerimientos de los diversos nobles germanos, el emperador José II se mantuvo firme en su postura y no abandonó ninguno de los dominios en disputa. Por ello, a mediados de año, las fuerzas de Prusia y Sajonia invadieron el reino de Bohemia, propiedad de la Casa de Habsburgo. Ante ello, y para evitar una ocupación del corazón de los terrenos imperiales, los emperadores ordenaron a gran parte de su ejército que se ubicase en la frontera entre Silesia – dominios de Prusia – y Austria. Sin embargo, esta guerra no presentó grandes batallas, ni siquiera alguna significativa para el resultado de la contienda. Durante lo que duró el conflicto, las tropas enemigas desarrollaron sólo combates poco relevantes, cortos y escasos en número de participantes. Además, en ese lapso, el rey de Prusia y la emperatriz austríaca, Federico II y María Teresa I, respectivamente, habían estado negociando incesantemente el cese de las hostilidades. Por ello, las fuerzas en conflicto eran limitadas. Las tratativas de paz entre el imperio y Prusia se mantuvieron poco menos de un año, bajo la mediación del rey de Francia, Luís XVI, y de la zarina de Rusia, Catalina II. Esta última fue crucial para el desenlace de la guerra, ya que sus constantes presiones ante los austríacos terminaron por cercar las ambiciones imperiales de expansión. En mayo de 1779, los estados germanos firmaron el Tratado de Teschen, con el que se concretó el fin de la guerra. En cuanto a Baviera, el elector Carlos Teodoro fue ratificado en el trono. Además, casi la totalidad de los terrenos bávaros que los austríacos habían ocupado debieron ser devueltos. En tanto, Austria se quedó con el control de Innviertel, región situada en la Baja Baviera. A su vez, Federico Augusto III debió ser resarcido económicamente ante la imposibilidad de acceder al control de los territorios de Baviera que había demandado. Además, Carlos II de Zweibrücken había sido designado como siguiente en la línea sucesoria del electorado. Por último, y como ocurrió en las anteriores contiendas, Prusia fue la principal ganadora con este reparto. Luego de afirmar su posición como potencia germana, avala por Rusia, el reino de Federico II consiguió el permiso para anexar, a fututo, los margraviatos de Ansbach y Bayreuth. De esta manera, el territorio y la influencia prusiana seguía su expansión en el imperio, donde ya los austríacos se encontraban a su altura.


Teschen.

1864 – 1871: Guerras de la unificación alemana

Al darse el problema de cómo se unirían los diferentes estados alemanes - 38 en total -, Prusia y Austria se disputaron la hegemonía. Prusia estaba gobernada por la dinastía Hohenzollern, y era un país industrial y desarrollado, con población más homogénea que la austríaca. Con la Revolución Industrial, había cobrado mucha importancia una nueva clase social: la burguesía. Por su parte, Austria, bajo el reinado de los Habsburgo, era un país con características particulares: escaso desarrollo industrial, conservador, proteccionista y empobrecido por los gastos militares. Se encontraba conformada por pueblos de distintas culturas, con lenguas y religiones diversas (aquí podemos encontrar a los croatas, serbios, húngaros y eslavos). Cabe mencionar que ya había fracasado un proyecto unificador cuando se realizo la Confederación Germana, donde se habían juntado otros pueblos. En 1815, para luchar contra el liberalismo que enfrentaba a sus monarquías, firmaron junto a Rusia la Santa Alianza, por la cual se juntaban bajo el denominador común de la religión: el Cristianismo. Al ingresar Inglaterra se conformó la Cuádruple Alianza, que se transformaría en Quíntuple al unirse Francia. En el año 1834, se creó el Zollverein, sin la participación austríaca, que era un mercado económico único donde se eliminaban las barreras aduaneras. Ya para el año 1861 el poder real de Prusia se situó en Guillermo I, que marcó el servicio militar obligatorio por el tiempo de tres años, con el objetivo de armar un ejército de gran tamaño. Su canciller, el príncipe Otto von Bismarck, se destacó por su política agresiva que primero se dirigió hacia Dinamarca en 1863. En 1864, el canciller Bismarck convenció a Guillermo I para que no asistiese a una conferencia de príncipes alemanes. Este encuentro había sido organizado por el representante austriaco, el emperador Francisco José l, a fin de reformar la Confederación Germánica. Además, los austríacos proponían que su ejército podía actuar en cualquier estado sin la aprobación de los distintos mandatarios germanos. De esta manera, implícitamente, la Casa de Austria poseería el control total de las fuerzas militares de la Confederación. Por ello, se produjo la ausencia de los prusianos a dicha reunión, generando el inicio del enfrentamiento entre ambos territorios.


Conferencia de Príncipes alemanes.

Guerra de los Ducados: por esos meses, se produjo otra ruptura diplomática en la región, dando comienzo a la Guerra de los Ducados. En esa oportunidad, el rey de Dinamarca, Cristian IX, incorporó a sus dominios los ducados de Schleswigh y Holstein, que anteriormente eran sólo administrados por los daneses. Además, Cristian IX confeccionó una nueva constitución, en la que incluyó a los dos estados recientemente adheridos a su reino. Este movimiento de Dinamarca halló la resistencia de Austria y Prusia, que no estaban dispuestos a aceptar la anexión de los ducados, ya que los consideraban estados alemanes. Por ello, Guillermo I y Francisco José I acordaron la conformación de una alianza militar y, pese a que no habían determinado la futura organización de los terrenos en disputa, le declararon la guerra a Cristian IX rey Danés. En el transcurso de 1864, estalló la guerra. Igualmente, sólo unos pocos meses más tarde, austriacos y prusianos alcanzaron fácilmente la victoria. Por ese motivo, Dinamarca debió devolver los ducados a la confederación germana. Al año siguiente, Prusia y Austria firmaron el acuerdo de Gastein, por medio del que se repartieron los ducados. Por un lado, Austria quedó con el dominio de Holstein, mientras que, por el otro, Prusia tomó el control de Schleswigh. Sin embargo, la tregua que se había suscitado entre los estados alemanes más importantes era de carácter sumamente transitorio, debido a que la idea del canciller prusiano era la de entrar en batalla contra los austríacos. Al mismo tiempo, Bismarck comenzó a buscar aliados dentro de la Confederación Germánica, prometiéndole a cada uno que, de vencer a sus enemigos, se encargaría de garantizar elecciones por sufragio universal. Contando con el apoyo internacional y la simpatía de gran parte del pueblo alemán, sólo una parte de la opinión pública se encontraba en contra de los prusianos. Este sector no veía con buenos ojos la guerra, ya que los austriacos también eran parte de su territorio. Finalmente, en 1866, Prusia rompió el acuerdo de Gastein, lo que supuso que Austria le declarase la guerra. Este conflicto, por su parte, tenía un fuerte antecedente, suscitado durante las Guerras Napoleónicas. Entonces, las tropas francesas ingresaron al reino de Baviera, a fin liberarlo de control de Austria y, luego, anexarlo a su territorio. En tanto, Prusia decidió avalar el debilitamiento de los austríacos, mediante su neutralidad. Sin embargo, para perjuicio de los prusianos, el avance de Napoleón llegó hasta la cuenca del Rin. Por ello, ambos territorios sufrieron grandes pérdidas de extensión y, para recuperar algo de superficie, la situación estaba completamente encaminada para Austria y Prusia decidieran esta cuestión por medio de una guerra. Pero, la mediación de Rusia y Gran Bretaña fue crucial para que ambos dominios desistiesen de emprender la incursión bélica. En 1814, al finalizar la guerra, la situación empeoró, ya que los estados que antes se ubicaban en la esfera de Prusia pasaron al ámbito austriaco, y viceversa. En 1821, el territorio actual de Alemania era un mosaico de influencias austriacas y prusianas, donde la frontera entre Hesse - Darmstadt y Bavaria representaba el límite de poderes. Esta crítica situación se mantuvo vigente entre 1825 y 1865.


Austriacos y prusianos alcanzaron fácilmente la victoria.

1864 – 1871: Guerra austro - prusiana

Las tropas bávaras, bajo el mando de Casmir Ultrich, invadieron el territorio de Sajonia - Coburgo - Gotha y, así, desencadenaron el inicio del conflicto militar. Por su parte, la embajada de Prusia en esos territorios le envió un ultimátum al gobierno austríaco para que retiraran las tropas, aunque esta correspondencia nunca fue contestada. El mariscal prusiano, Feodor Malteck, pasó la frontera y tomó la ciudad de Kaiserlautern, ubicada en el oeste de Baviera. Austria respondió de forma rápida, por medio del ataque a la ciudad prusiana de Koslin, que se hallaba en la frontera entre ambos territorios, cerca de la localidad austriaca de Troppau. Esta ciudad fue tomada por un ejército de diez mil austríacos, a cargo del conde de Sulstenschen, Adalbertch von Klapaus. En marzo se dio el primer choque entre ambas fuerzas. En Rasauss, localizado en el este de Silesia, 12 mil prusianos, valiéndose principalmente de los beneficios que les otorgó su artillería, vencieron a las tropas de Austria, que eran superiores en número. Poco después, en los bosques de Neuen-Lauten, tendría lugar la batalla que decidió la guerra. Allí, 22 mil prusianos, encabezadas por Malteck, derrotaron al ejército austriaco, sensiblemente inferior en cantidad respecto que sus enemigos. Tras la derrota en Neuen-Lauten, que incluyó la rendición masiva de sus tropas, Austria pidió rápidamente un acuerdo de paz y, al concretarse, los estados se convocaron a una reunión en Beiserlh. Allí, Prusia exigió la anexión del territorio de Tronski, aunque los austríacos se negaron rotundamente. Días después, en la ciudad sajona de Meiningen, los dos estados llegaron a un acuerdo, donde Austrian debió cederles algunos de sus dominios a los prusianos. Desde 1868, el reino de España estaba sin autoridades, debido a la abdicación de la reina Isabel II, en ocasión de la Revolución de 1868 - Revolución Gloriosa "La septembrina" -. Entonces, el parlamento español le ofreció la corona al príncipe Leopoldo de Hohenzollern - Sigmaringen, primo de Guillermo I. Esto provocó la desaprobación del Imperio Francés, donde se temió acerca de la conformación de un cerco de la Dinastía Hohenzollern en España y Prusia. Por ello, el emperador Napoleón III al rey de Prusia para que impidiese la asunción de Leopoldo en la corona española. Mientras tanto, Bismarck y sus generales se interesaron en una guerra contra Francia, ya que el imperio representaba el último obstáculo para la integración de los estados alemanes del sur de Alemania dentro de la formación de un nuevo país, dominado por Prusia. Por eso, Bismarck se encargó de armar un poderoso ejército.


Choque entre ambas fuerzas en Rasauss.

Guerra franco – prusiana (1870)

En tanto, el canciller de Prusia conocía la precaria situación del ejército francés y, además, tenía en cuenta que, si fuese atacado por los franceses, tendría el apoyo de los estados alemanes del sur. Por último, Bismarck era consciente que, derrotado Francia, ya no habría ningún impedimento para la Unificación Alemana. Por su parte, los consejeros de Napoleón III le habían confirmado que las tropas francesas serían capaces de derrotar a los prusianos. De esa forma, el emperador podría restaurar su declinante popularidad. Antes del enfrentamiento, Napoleón III obligó a que Guillermo I le pidiese al príncipe Leopoldo su renuncia al trono español. Al acceder a su pedido, el francés le exigió al rey de Prusia la garantía que jamás un miembro de su familia – Dinastía Hohenzollern - ocuparía la corona de España. A pesar que Guillermo I Hohenzollern aceptó todas las condiciones impuestas Napoleón III, el emperador insistió en la forma en que debía llevarse a cabo la negociación.


En 1870, Francia y Prusia entraron en guerra.

Sin embargo, Guillermo I consideró que las actitudes del francés habían resultado ofensivas para el orgullo prusiano. Luego, en 1870, ambos estados Francia y Prusia entraron en guerra. Esto se produjo porque el canciller Bismarck inteligentemente insultó a Francia y, además, modificó un mensaje de su Rey - Telegrama de Ems – hacia Napoleón III, donde se buscaba acabar con la crisis entre ambos territorios. Con el apoyo militar de los estados germanos del sur, las tropas de Prusia, unidas bajo el mando supremo de Guillermo I, fueron comandadas por el gran estratega prusiano Helmuth von Moltke. Por otro lado, al frente del ejército francés se encontraba el mariscal Patrice Mac-Mahon. En ese marco, los prusianos, contando con efectivas ofensivas, avanzaron hacia Francia, favorecidos por la ineficiencia de la movilización enemiga. Así, los franceses fueron expulsados de Alsacia y, por ello, debieron replegarse hacia Metz. Liderados Napoleón III y el general Patrice Mac-Mahon, los franceses intentaron liberar al general François Bazaine en Metz. Pero, las tropas fracasaron en su misión y, además, en Sedan, fueron cercadas por los germanos. Ante ello, todo el ejército francés optó por rendirse. Napoleón III quedó prisionero de los prusianos, lo que significó la caída del Segundo Imperio Francés. Poco tiempo después, un gobierno provisional, encarnado por la Asamblea Legislativa y denominado Defensa Nacional, asumió el poder en Francia. Entre sus acciones, se destacan la destitución del emperador, además, el restablecimiento de la República. Igualmente, Bismarck se negó a firmar la paz y, en ese orden, comenzó un sitio a París. Sin embargo, el nuevo gobierno francés demostró interés en negociar con Bismarck, aunque las tratativas fueron suspendidas cuando los alemanes los obligaron a que les entregasen los territorios de Alsacia y Lorena. El principal líder del gobierno, León Gambetia, huyó de Paris en globo aerostático, a fin de conformar un gobierno provisional en Tours. Desde allí, se quiso reorganizar el ejército en el interior, pero todas las incursiones militares terminaron en fracasos. En tanto, se considera a la victoria de Sedan de gran importancia para el nacionalismo en el sur de Alemania, así como también para los estados germanos al sur del río Meno - Hesse, Baden, Baviera y Wurtemberg-, que se sumaron a la Confederación Alemana. A éstos se les garantizaron ciertas autonomías, como el ejército propio en tiempos de paz. Con la integración de esos estados al nuevo Reich, se completo la última etapa para la Unificación Alemana. Finalmente, en mayo de 1871, el gobierno francés firmó el Tratado de Frankfurt, poniendo fin a la guerra con Prusia. Además, en el documento, se acordó la cesión de Alsacia y Lorena a los alemanes. También, a causa de los daños causados a Prusia, Francia fue forzada a pagar una gran indemnización y, asimismo, a financiar los costos de ocupación de las tropas alemanas en las provincias del norte de Francia.


Batalla de Sedán.

1914 – 1918: La Primera Guerra Mundial

Luego de la unificación de Alemania e Italia, Europa vivió un largo período de paz, que abarcó cerca del último tercio del siglo XIX y poco más de la primera década del Siglo XX. Sin embargo, desde 1871, lejos estuvieron de apaciguarse las rivalidades entre los estados del continente, aunque sí desistieron de emprender enfrentamientos militares.


Soldados.

Durante ese lapso, se produjo la expansión europea sobre territorios de África – Conferencia de Berlín - y Asia. El control político y económico de los mismos – proceso que se denominó Imperialismo – pasó a aumentar las cuentas de los estados de Europa. Además de solventar sus campañas militares con estos ingresos, las ganancias obtenidas sirvieron para respaldar los avances tecnológicos que las industrias de las potencias – Reino Unido, Francia, Alemania y Rusia – estaban experimentando. Por entonces, la Revolución Industrial no cesaba y, en esos años, la producción se basó fuertemente en transportes, herramientas de comunicación y, principalmente, armamentos y máquinas de guerra. Por su parte, una de las disputas más importantes de la región era la que poseían el recién conformado Imperio Alemán – Inauguró el Segundo Reich – y la Tercera República Francesa. Al término de la Guerra Franco – Prusiana, los alemanes se habían quedado con las provincias de Alsacia y Lorena. Estas poseían gran cantidad de recursos naturales y minerales, vitales para la proliferación de las industrias.


Guerra contra Bulgaria.

A principio de siglo, los austro-húngaros hicieron lo propio, con idénticas intenciones. En 1908, este imperio incorporó a Bosnia - Herzegovina. En 1912, Grecia, Serbia, Bulgaria y Montenegro conformaron la Liga Balcánica. El objetivo de esta unidad fue que los otomanos se retirasen del continente, aunque manteniendo únicamente la posesión de Estambul. Este escenario fue propicio para el surgimiento del nacionalismo en los diferentes pueblos del continente, particularmente en los recién conformado estados de Alemania e Italia y, también, en los grupos balcánicos. En poco tiempo, los balcánicos vencieron a los turcos, que perdieron casi todos sus dominios en el continente. Además, Albania, que seguía bajo el manto otomano, se rebeló y declaró su independencia. Pero, meses después, las ganancias territoriales de Bulgaria generaron la ira de sus aliados. Por ello, Grecia y Serbia, secundados por Rumania y los turcos, iniciaron una guerra contra los búlgaros. Así, Bulgaria fue derrotada y debió ceder gran cantidad de terrenos a sus enemigos, incluida Turquía. Para 1914, las tensiones se situaron dentro del Imperio Austro-húngaro. Esta unidad acaparaba gran cantidad de etnias de la región en su interior – checos, croatas, eslovacos, eslovenos, italianos, polacos, rumanos, serbios y ucranianos -. Por ello, empezaron a producirse enfrentamientos entre las autoridades imperiales y los distintos pueblos. El 28 de junio, el nacionalista serbio Gavrilo Princip mató al heredero al trono, el archiduque Francisco Fernando de Austria, y a la condesa Sofía Chotek, esposa del noble. Este episodio, conocido como el Atentado de Sarajevo – Bosnia -, marcó el inicio de la Primera Guerra Mundial. Ante ello, los austrohúngaros le declararon la guerra a los serbios. En defensa de Serbia, el ejército ruso avanzó hacia la región. Ante ello, los alemanes promulgaron las hostilidades contra Rusia y, acto seguido, Francia hizo lo propio contra los germanos. Cuando los alemanes se lanzaron a la conquista de Bélgica – maniobra que les permitiría, en teoría, un paso rápido hacia Francia -, los ingleses decidieron intervenir en el conflicto, en defensa de los franceses, rusos y serbios. Luego de haberse declarado el inicio de las hostilidades, las tropas alemanas se desplegaron por distintos frentes. Por un lado, varias delegaciones, comandadas por el general Helmuth von Moltke, partieron hacia Bélgica y Luxemburgo, donde enfrentarían a los franceses. A su vez, otras divisiones hicieron lo propio con destino a Polonia, que contaba con la protección de las fuerzas rusas. En tanto, el ejército ruso invadió las tierras nororientales germanas. En esa región se desarrollaron las primeras grandes batallas del conflicto. En agosto, las tropas alemanas, encabezadas por los generales Erich Ludendorff y Paul von Hindenburg, vencieron a los rusos en Tannenberg. Días después, el resultado se repitió en los Lagos Masurianos. Por ello, la tropa rusa debió retroceder a sus dominios, a fin de reacondicionarse. Luego, los alemanes siguieron hacia Polonia, aunque la defensa rusa se impuso.


Tropas alemanas.

Mientras tanto, las batallas en el Frente Occidental no eran tan beneficiosas para los germanos. Luego de varios triunfos sobre los franceses en la frontera con Bélgica, el trámite se tornó más arduo para Alemania, a causa de la llegada de los refuerzos ingleses. En septiembre, ocurrió la Primera Batalla de Marne, desarrollada en las cercanías de París. Allí, las tropas británicas y francesas detuvieron el avance de los germanos, que hasta entonces parecía incontenible. Desde ese momento, ambos bandos establecieron posiciones firmes. Se delimitó una frontera, por medio de una línea que recorría desde la costa del mar Norte hasta Suiza. La paridad de fuerzas en la región no permitió el avance de ninguna de las dos tropas en los siguientes meses. Además, los germanos encontraron una situación cómoda, ya que su posición estable en el oeste le permitía desviar fuerzas y recursos para su expansión en el este. En el Frente Oriental, las fuerzas rusas en el sur de Polonia generaron el retroceso del ejército austrohúngaro, aunque la dureza de los combates diezmó ambas tropas. Antes de finalizar el año, el movimiento bélico más importante fue el ingreso del Imperio Otomano a la contienda, dentro de la Triple Alianza. Además, Bulgaria también respaldó el accionar de alemanes, austrohúngaros y turcos. En 1915, el ejército austrohúngaro intensificó su ofensiva sobre el territorio serbio, cuyas tropas no podían resistir el avance enemigo. En algunos meses, los aliados se apoderaron de Serbia y, también, de Montenegro. Ante ello, los serbios se replegaron hacia Macedonia. Justamente hacia allí desplazaron el escenario militar las Potencias Centrales, deseosas de concretar la conquista de la región. Para ese momento, ya se habían producido algunos otros movimientos. Desde el inicio del conflicto, los aliados habían persuadido a Italia para que abandonase a las Potencias Centrales. En abril, por medio del Tratado de Londres, Italia ratificó su ingreso a la Triple Entente. A cambio, los italianos obtendrían ganancias territoriales en los Balcanes y, además, en varias regiones del Imperio Austrohúngaro.


Armas químicas.

En el Frente Oriental, alemanes y austrohúngaros persistían en su ofensiva a Polonia. Mientras tanto, en el Frente Occidental, las acciones estaban lejos de ser significativas o, siquiera, significantes para la contienda. Sin embargo, allí fue el sitio donde se evidenciaron los adelantes tecnológicos que los países beligerantes habían estado desarrollando en los últimos 45 años. En las batallas, comenzaron a hacerse comunes los intercambios de armas químicas y gases de distintos tipos, muchos de los cuales poseían efectos letales. Los enfrentamientos navales contaban con menor importancia que en conflictos anteriores. Pero, las innovaciones tecnológicas, sobre todo con los submarinos, mantuvieron la tensión en los mares. A su vez, la aparición de aeroplanos, dotados de material armamentístico, generó un nuevo frente de combate entre los bandos: el aéreo. En este marco, se destacó la actuación del piloto alemán Manfred von Richthofen, reconocido como el Barón Rojo. Para entonces, la confrontación había adoptado la forma de una Guerra de Trincheras. Esto fue propiciado, principalmente, al desarrollo armamentístico, que hizo que los desplazamientos de fuerzas no fuesen necesarios para arremeter sobre las posiciones enemigas. Además, en la línea de cada tropa, se había implementado un circuito de caminos y refugios, construidos y cavados en la superficie. El ejemplo más claro de ello fue la línea de frontera en el Frente Occidental. En abril, en el Frente Occidental, se desarrolló la Segunda Batalla de Ypres. Lejos de haber sido decisiva, su importancia radica en que allí se usaron por primera vez gases letales, que mataron a miles de soldados. En mayo, las ofensivas continuaron, aunque la situación se mantuvo estable. Como parte del escenario bélico, las tropas de los bandos asentadas en las colonias africanas comenzaron a batallar. Otro sitio de combate se incorporó a la guerra: el Frente Italiano. Las fuerzas de la Triple Alianza se encaminaron a la conquista de la nación que había abandonado su bando. Desde junio, italianos y austrohúngaros combatieron en la frontera oeste de ambos países. Como en el Frente Occidental, los límites eran rígidos y, en los primeros meses, no se registraron grandes cambios en la situación.


Segunda batalla de Ypres.

En el Frente Oriental, los otomanos pasaron a ser los actores más importantes. Primero, Rusia, Francia y Gran Bretaña organizaron una excursión militar a la península de Galípoli, a fin diezmar las posibilidades de los turcos. Sin embargo, y pese al arribo de casi 80 mil soldados de la Triple Entente, los otomanos desbarataron la maniobra enemiga. Por ello, la lucha entre los bandos se prolongó durante varios meses, siendo los turcos quienes tuvieron la ventaja sobre sus enemigos. También, el Imperio Otomano se dedicó a hostigar otras regiones cercanas a su extensión. Los turcos se dedicaron a combatir a las fuerzas rusas en el Cáucaso. Pero, pese a la ausencia de resultados determinantes, la campaña no fue favorable. Sucede que Rusia poseía el apoyo de las fuerzas militares armenias. Por entonces, la actual extensión de Armenia se hallaba dividida en dos partes. Una de estas se encontraba bajo el dominio ruso – Armenia Rusa – y, la otra, era controlada por los otomanos – Armenia Turca -.


Soldados rezando.

Hasta entonces, los armenios – cristianos – no habían tenido problemas de convivencia con los turcos – musulmanes -. Sin embargo, estos acontecimientos llevaron a que los otomanos emprendiesen una ofensiva sobre el pueblo enemigo. Los soldados turcos comenzaron a ejecutar a gran cantidad de hombres armenios. Además, otros eran sacados de sus hogares y deportados hacia países de Asia. Los armenios debían soportar a pie el exilio, bajo la mirada de los otomanos, quienes no les permitían consumir agua o comidas. Asimismo, los prisioneros eran reclutados en numerosos campos de concentración, ubicados en distintos países de Medio Oriente, donde serían fustigados. De esta manera, gran cantidad de armenios murieron por los efectos devastadores que le provocaba esta marcha. En tanto, miles de mujeres y niños fueron torturados, violados y asesinados en Armenia. Este proceso, que se extendió hasta mediados de 1917, causó más de un millón y medio de muertes. Fue denominado Genocidio Armenio, siendo considerado una de las etapas más crueles de la Primera Guerra Mundial y, también, uno de los genocidios más atroces de la historia universal. En tanto, la actividad bélica se activó en Asia. Allí, Japón ocupó varias islas del océano Pacífico, cuyo propietaria era Alemania. Al no haber un acuerdo al respecto, los japoneses intensificaron su ofensiva en la zona. Además, Japón, que era la principal potencia militar de la región, instó a China, país que se hallaba en plena decadencia, a realizar algunas concesiones territoriales y comerciales en su favor. Cerca de fin de año, los ataque franceses y británicos se incrementaron en el Frente Occidental. El ejército de la Triple Entente lanzó una feroz y prolongada ofensiva sobre los alemanes. Pero, estas fuerzas estaban bien preparadas, por lo que la acción no les revistió mayores inconvenientes. En el Frente, la disputa por el dominio de Polonia, emprendida por rusos y alemanes, se hallaba estancada.


Los ataques franceses y británicos se incrementaron en el frente occidental.

En tanto, 1916 fue un año que estaría marcado por la estabilidad de las acciones. Las batallas en Asia seguían siendo dominadas por los japoneses, mientras que en Medio Oriente la paridad entre las fuerzas había frenado la embestida turca. En tanto, los otomanos continuaban con las prácticas crueles contra Armenia. Para marzo, las tropas austrohúngaras ingresaron sobre Italia, luego de vencer a las tropas locales en la línea fronteriza impuesta. Por su parte, Macedonia y Bulgaria eran los sitios donde se desarrollaban las hostilidades en los Balcanes. Sin embargo, los aliados dirigieron una ofensiva sobre Rumania, país que había incrementado su actividad militar a favor de la Triple Entente. En el Frente Oriental, el ejército ruso pudo concretar su avance sobre territorio alemán y austrohúngaro. Esta maniobra fue favorecida por la atención que ambos imperios habían estado posando en otros lugares. A su vez, alemanes intensificaron el volumen de hostilidad en los mares, por medio de una ofensiva submarina. El objetivo de estas acciones consistió en cortar la línea de suministro y comunicaciones navales entre los aliados franceses y británicos. Por su parte, los ataques alemanes Francia se intensificaron. A fines de febrero, se inició la Batalla de Verdún, ciudad que Alemania pretendía tomar debido a que era un punto clave en las comunicaciones con París. Pero, luego de varios ataques certeros de los germanos, la lucha se estancó, dado que ninguna fuerza podía sacar ventaja. Durante meses, los alemanes quedaron estancados en los pocos kilómetros que habían tomado. A fin de desviar la atención alemana en Verdún, británicos y franceses emprendieron una ofensiva contra sus enemigos a lo largo de la frontera, marcada por el río Somme. Allí, desde julio y a lo largo de meses, se desató la batalla más encarnizada de toda la contienda. Finalmente, las hostilidades en Somme acabaron vencedor, aunque ambas tropas habían perdido, en suma, casi 20 mil soldados en combate. En diciembre, los franceses generaron el retroceso enemigo en Verdún, pero esto significó el restablecimiento de las posiciones que ambos bandos habían ostentado a comienzos de año.


Telegrama a Heinrich von Eckardt.

Los hechos más significativos de la guerra ocurrirían en 1917. En enero, Arthur Zimmermann, ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, le mandó un telegrama a Heinrich von Eckardt, embajador en México. En este documento, Zimmermann estableció condiciones para que México, desde América, se sumase a la Triple Alianza. Los alemanes pretendían que México, auxiliada económica y militarmente, atacase Estados Unidos en caso que abandonase su neutralidad. A cambio, se le ofrecía la devolución de los estados de Arizona, Nuevo México y Texas, que habían sido de su propiedad en el pasado. Sin embargo, los británicos interceptaron dicho mensaje, por lo que conocieron las intenciones de sus enemigos. Inmediatamente, les avisaron a Estados Unidos. Luego, varios submarinos alemanes atacaron naves estadounidenses. Esta cuestión fue suficiente para que el presidente Thomas Wilson decidiera ingresar a la contienda en el bando de la Triple Entente. Por su parte, México desistió de tomar parte de la misma. Esto se debió a que el estado no poseía los recursos necesarios para combatir a Estados Unidos y, además, el presidente Venustiano Carranza quería acabar con la Guerra Civil Mexicana. Mientras tanto, el Imperio Ruso atravesaba una situación límite. En medio de la guerra, la sociedad se hallaba al borde del colapso. Las desigualdades económicas eran cada vez más grandes entre la pudiente nobleza, liderada por el zar Nicolás II, y las capas populares. Además, en el Imperio escaseaban los alimentos, siendo los campesinos y obreros los principales damnificados. Por su parte, el pueblo no poseía libertades ni derechos y, también, el zar manejaba la nación bajo un régimen feudal. Estos factores, sumados a la ineficacia de zar para administrar Rusia, generaron las condiciones propicias para la concreción de un estallido social. En marzo - según el Calendario Juliano, que era usado en Rusia, aún era febrero -, Nicolás II ordenó reprimir una protesta en una fábrica de Petrogrado. Pero, los manifestantes encontraron la adhesión de los ciudadanos y, además, de gran parte de los militares. La rebelión generó tal presión sobre el zar que debió dejar su cargo días más tarde, estableciéndose un gobierno provisorio. Con la intromisión de Estados Unidos en la contienda, los aliados, y especialmente Alemania, afrontaron la llegada un nuevo enemigo y, en consecuencia, de más frentes de combate. Por su parte, los rusos mantuvieron sus posiciones en la guerra, aunque con menor intensidad, ya que su administración debía ponderar los asuntos internos. Ante ello, las luchas en el Frente Occidental se habían estancado por completo, debido a que la rigidez de las fronteras no podía ser quebrada por ninguno de los bandos. Ante la estabilidad en tierra, los mares pasaron a poseer una intensa actividad militar. Los océanos Pacíficos y Atlántico, sumados al mar Mediterráneo, fueron los si


Tropas norteamericanas.

Por su parte, los otomanos acabaron el Genocidio Armenia. Esta conclusión obedecía a dos razones. La primera era que los combates frente a Rusia se habían estancado en la región – Pocos meses después, finalizarían definidamente -. En tanto, los turcos partieron hacia el este y el sur de sus terrenos, donde las tropas británicas habían incrementado su ofensiva. Para entonces, el daño que se le había producido al pueblo armenio era enorme. Cerca de fin de año, alemanes y austrohúngaros ganaron gran cantidad de terrenos en el Frente Italiano. Ante ello, las tropas locales se replegaron. En el Frente Occidental, fuerzas estadounidenses y canadienses llegaron a Francia para reforzar al ejército de la Triple Entente. Meses después, luego de varias batallas, no hubo cambios territoriales significativos en la contienda. Pese a ello, la moral de los alemanes iba en picada, ya que veían que no podrían sostener su posición durante mucho más tiempo. Para noviembre - según el Calendario Juliano, aún era octubre -, las condiciones denigrantes a la que estaba sometido el pueblo ruso se habían agradado. Además, el gobierno provisional no daba respuestas a las necesidades más urgentes del pueblo. Entonces, los líderes del Partido Bolchevique, Vladímir Ilich Uliánov, reconocido como Lenin, y Lev Davídovich Bronstein, reconocido como León Trotski, encabezaron una nueva rebelión popular contra el gobierno provisorio de Rusia.


Lenin y Trotski.

Para ello, se contó con el decisivo apoyo de los sóviets – numerosos comités de obreros -, que funcionario como fuerzas de choque y presión ante las fuerzas imperiales. En algunos pocos días, y con la adhesión de la Guardia Roja, los bolcheviques tomaron el poder. Este movimiento fue denominado la Revolución de Octubre, o Revolución Bolchevique. Desde entonces, en su rol de líder, Lenin promulgó numerosas reformas para solucionar las demandas del pueblo. En tanto, en 1918, los sectores opositores se levantaron en armas, dando inicio así a la Guerra Civil Rusa. Ante ello, los líderes rusos, territorio que pasaría a llamarse República Socialista Federativa Soviética de Rusia, efectuaron negociaciones para acabar con su participación en la guerra, a fin de dedicarse a la pacificación del territorio nacional. Luego de meses de tratativas, en marzo, los soviéticos establecieron su salida de la Triple Entente mediante la firma del Tratado de Brest-Litovsk. Allí, además haber asumido cuantiosas concesiones económicas, Rusia perdió gran cantidad de territorios a causa de su apuro por salir de la contienda. El Imperio Otomano recuperó extensiones que había perdido durante el siglo XIX. En tanto, Ucrania, Finlandia, Letonia y Estonia obtuvieron su independencia. Por su parte, el Imperio Alemán incorporó Lituania, Polonia y un sector de Bielorrusia. En esa porción cedida, Rusia poseía una buena parte de su espacio industrial y, también, de sus tierras cultivables. Por ello, Trotski, quien fue el encargado de realizar este pacto, renunció a su cargo. Sin la preocupación que causaban las tropas rusas en el este, las fuerzas alemanas fueron colocadas en el Frente Occidental, a fin de combatir a la reforzada Triple Entente. No obstante, los recursos alemanes comenzaban a escasear y, además, la situación militar de los austrohúngaros y otomanos estaba cerca del colapso. Sólo una rápida y certera ofensiva de los Aliados en el oeste podía llegar a salvar la guerra. En ese contexto, las fuerzas alemanas se adentraron en terreno francés. En pocas semanas, avanzaron grandes extensiones, estando cerca de quebrar las líneas de comunicaciones terrestres entre los ejércitos enemigos. Pero, los aliados pudieron reorganizarse e unificar sus tropas. Esto, sumado al auxilio militar de Estados Unidos, permitió emprender una embestida sobre las posiciones enemigas. Así, se retornó a la situación fronteriza de comienzos de año.


Auxilio militar de Estados Unidos.

A partir de julio, una serie de victorias de los aliados dejó al borde de la ruina a las fuerzas alemanas. Por entonces, el Imperio atravesaba una severa crisis económica y, además, la sociedad había comenzado a manifestar su descontento por la situación de la nación. En los siguientes meses, se concretaron las derrotas en Bulgaria, Rumania y Macedonia. Además, los otomanos cayeron frente a sus enemigos en Medio Oriente y el Cáucaso. Asimismo, el Imperio Austrohúngaro, vencido por Italia – nación que se encaminó libremente a la conquista del norte de los Balcanes - tampoco contaba con la fortaleza necesaria para continuar la asistencia a Alemania. Ante la catástrofe militar, los comandantes del ejército alemán, Hindenburg y Ludendorff, abandonaron el mando. A principios de noviembre, un grupo de marineros alemanes se rebeló ante sus superiores. Con el correr de las jornadas, este movimiento sumó gran cantidad de adeptos, por lo que se prolongó en todo el país. Días más tarde, la presión fue tan grande que el Kaiser Guillermo II debió dejar el trono y partir al exilio. Así, Alemania emprendió el camino para la conformación de un régimen democrático y constitucional – esto se lograría meses más tarde, con la integración de los territorios germanos bajo la República de Weimar -. De esta manera, la Triple Entente y Estados Unidos, el bando vencedor de la Primera Guerra Mundial, accedieron a la negociación de paz. Además, los términos impuestos en el Tratado de Brest-Litovsk fueron abortados, ya que todo lo acordado por el Imperio Alemán carecía de validez. Entre fines de 1918 y comienzos de 1919, los países beligerantes emprendieron tratativas de paz. Mediante el Tratado de Batum, el Imperio Otomano reconoció a la República Democrática de Armenia. Meses después, los otomanos y los países de la Triple Entente firmaron el Armisticio de Mudros, por medio del que culminó la actividad militar en Medio Oriente y en el Cáucaso. En tanto, los representantes de Francia, Estados Unidos, Reino Unido e Italia usaron la Conferencia de París para acordar los términos de finalización de la guerra. Estos países establecieron las condiciones que Alemania debía aceptar para acabar con la contienda. Igualmente, en caso que los germanos no estuviesen de acuerdo con lo estipulado, la contienda hubiese seguido hasta la destrucción alemana.


La Triple Entente.

En julio de 1919, las naciones involucradas en la guerra suscribieron al Tratado de Versalles. Allí, se estipuló que Alemania había sido el único estado culpable de las hostilidades, por lo que tuvo que encarar un proceso de desarme total. Además, los germanos fueron castigados con duras penas económicas. Entre ellas, Alemania debió otorgar buena parte de sus recursos minerales, industriales y agropecuarios. También, fue sancionada con el pago de 31.400 millones de dólares a sus enemigos.


Palacio de Versalles, 1919.

En septiembre, los vencedores de la guerra establecieron el Tratado de Saint-Germain-en Laye. Allí, se estableció la disolución del Imperio Austrohúngaro en varios estados – Reino de Hungría, la República de Austria y el Reino de Yugoslavia -. A su vez, Italia se apoderó de varias regiones próximas a su territorio. En agosto de 1920, el Imperio Otomano – pasaría a ser la República de Turquía – redujo su territorio, tanto en Europa como en Asia. Gran cantidad de los estados que ocupaban los turcos en Medio Oriente y el norte de África consiguieron independizarse, mientras que otros pasaron bajo influencia inglesa o francesa. En tanto, Grecia adquirió una buena cantidad de regiones que habían estado en poder de los turcos. A su vez, los búlgaros también debieron cederle a Grecia y Yugoslavia parte de su extensión.


Fin de la guerra.

1939 – 1945: Segunda Guerra Mundial

Tras la Primera Guerra Mundial, los conflictos bélicos en Europa se detuvieron, aunque el continente poseía un complejo escenario. Los imperios – Alemán, Otomano, Austrohúngaro y Ruso – habían caído y fueron reemplazados por repúblicas democráticas. En 1919, avalados por el Tratado de Versalles, Reino Unido, Francia y Estados Unidos se consolidaron como potencias mundiales. Esto se debió, en parte, a las ganancias económicas derivadas del pacto. Por este, Alemania cargó con la responsabilidad sobre el conflicto y debió afrontar grandes resarcimientos financieros – indemnizaciones y suministro de materias primas, como productores agroganaderos, minerales y petrolíferos -. Asimismo, serían cruciales las vicisitudes políticas, económicas y sociales de Alemania. Días más tarde, los socialdemócratas y los socialistas independientes acordaron el armado de un gobierno provisional. Para respaldarlo, pactaron con el ejército. Así, se creó un poderoso bloque para contrarrestar el movimiento marxista. En enero, la Liga Espartaquista intentó implantar el bolchevismo en Alemania, pero fue derrotada por las tropas. Además, Liebknecht y Luxemburg fueron ejecutados. En los siguientes meses, los revolucionarios serían exterminados. Luego, los socialdemócratas ganaron las elecciones y conformaron un nuevo gobierno – Apoyado por todos los partidos -, conocido como la República de Weimar. La denominación se debe a que la Constitución – estipulaba la forma de gobierno republicana y otorgaba garantías y derechos para ciudadanos y trabajadores – se sancionó en la ciudad homónima. Pero, la República estaba sostenida por agrupaciones nacionalistas y de extrema derecha, por lo que su equilibrio corría constante peligro. Además, los socialdemócratas quisieron emprender reformas para mejorar la calidad de vida de obreros y campesinos, pero nunca llegaron a consumarse. Ese año, Karl Harrer y Anton Drexler fundaron el Partido Nacionalsocialista Alemán de los Trabajadores, reconocido como el Partido Nazi.


De izquierda a derecha, Vittorio Orlando de Italia, David Lloyd George de Gran Bretaña, Georges Clemenceau de Francia y el Presidente Woodrow Wilson de los Estados Unidos.

En marzo de 1920, grupos de derecha se alzaron contra el régimen. Pero, el ejército los venció. En tanto, los comunistas alemanes se manifestaban en varios sectores del país, alterando el orden público. En el Partido Nazi, se agigantaba la figura de uno de sus miembros. Al principio, se lo reconoció como un gran orador, cuyos efusivos discursos contra los enemigos de la nación – Según los nazis, comunistas y judíos – eran vitoreados. En los siguientes meses, el austríaco Adolf Hitler tomaría el liderazgo de la facción. En junio, la inestabilidad política y social, sumada a los problemas económicos – Necesidad de pagar los resarcimientos del Tratado de Versalles -, llevaron al gobierno a convocar a elecciones. Una coalición de partidos burgueses antirrepublicanos ganó los comicios. Pese a ello, la extrema derecha continuó generando caos en el país. En Rusia, los socialistas, liderados por Lenin, estaban instalados en la dirección nacional. Para 1922, los bolcheviques, representados por el Ejército Rojo, derrotaron a los zaristas y conservadores. Meses después, con la anexión de Bielorrusia, Ucrania y Transcaucásica – Armenia, Georgia y Azerbaiyán -, los rusos fundaron Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas – URSS -. Desde el este, los soviéticos tenían la idea de promulgar la Revolución por toda Europa.


Bolcheviques.

Pero, encontrarían oposición en Europa, donde proliferaron numerosos grupos ultranacionalistas. En Italia, el Fascismo, encabezado por Benito Mussolini, llegó al poder en 1922. Esto se consumó cuando sus miembros y grupos de choque ingresaron a la capital –archa sobre Roma -, sin haber sido detenidos por las fuerzas de seguridad. Además, para combatir al comunismo, grupos paramilitares fascistas implantaron violencia en todo el país. En Alemania, la crisis devastaba las finanzas. A causa del atraso en el pago de indemnizaciones, el país sufrió una grave depresión. La moneda se devaluó y numerosas empresas quebraron. La hiperinflación provocó la ruina de las clases sociales baja y media, aumentando la miseria y la desocupación. A su vez, los espectáculos – cine, teatro – y medios de comunicación – radio, diarios – ganaron espacio entre las clases populares. En 1923, el ejército francés ocupó la región de Ruhr, donde se hallaba concentrada la producción alemana de carbón. Con ello, Francia accedió a materias primas con las que no contaba. En ese contexto, asumió el canciller Gustav Stresemann. En noviembre, los nazis fracasaron al intentar un golpe de estado. Por ello, varios miembros, entre ellos Hitler, fueron encarcelados. En ese período, Hitler se dio cuenta que sólo podría alcanzar el poder si su partido lograba apoyo de las descontentas masas. Además, comenzó a escribir su libro Mein Kampf – Mi Lucha -.


Benito Mussolini.

El gobierno socialdemócrata encauzó la economía alemana a fines de 1923. La implementación de una nueva moneda - Rentenmark – y el cese de la emisión de dinero calmaron las finanzas. Pero, las consecuencias de la crisis – desocupación, hambruna, quiebre de empresas, caída en la producción – se expresaban en el disgusto de la población hacia el régimen democrático. En tanto, la doctrina nazi sumaba seguidores. Hitler pregonaba que el pueblo debía delegar todo el poder y decisiones en el jefe supremo – Führer -. Además, los nazis conformaron grupos de choque para diseminar el terror sobre sus enemigos. Uno de estos fueron las Juventudes Hitlerianas – Sólo admitían jóvenes entre 14 y 18 años -, mientras que las fuerzas de choque evolucionaron hasta convertirse en la Sturmabteilung – SA – y la Schutzstaff el – SS. A su vez, Hitler reforzó la carga racista. El líder nazi apuntó contra socialistas, comunistas – Soviéticos –, judíos y extranjeros – Imposición del Tratado de Versalles - de los males que el país atravesaba. Hitler argumentaba que los alemanes pertenecían a una raza superior – Aria -, que había sido deteriorada por la mezcla con otras etnias, inferiores en su teoría – judíos, gitanos, eslavos -. Además, la sociedad alemana señalaba a los banqueros como responsables, en parte, del paupérrimo estado del país. Curiosamente, la mayoría de estos eran judíos. En adelante, la República de Weimar no sostuvo su crecimiento, a causa de las constantes crisis financieras y del pago de indemnizaciones. Con ello, aumentó el descontento popular y, así como el Fascismo se había consolidado en Italia, el Nazismo sumaba más popularidad. Por ello, empresarios y políticos de derecha fueron seducidos por Hitler. Luego de la Primera Guerra Mundial, y ayudado por la crisis de los países europeos, Estados Unidos se convirtió en potencia. Por entonces, su industria un aumentó su producción, siendo acompañada por el incremento de la oferta. Con los productos exentes, los estadounidenses abarcaron las demandas de los países europeos, cuyo circuito productivo estaba en ruinas. Pero, esta situación se tornó insostenible. Hasta fines de la década de 1920, la Bolsa de New York se había convertido el sitio para realizar inversiones seguras. En el mercado de valores, empresarios y ciudadanos compraron acciones, que fueron respaldadas por la toma de créditos bancarios.


New York, década de 1920.

Estas operaciones generaron un constante aumento de los precios. Para 1929, los valores se inflaron tanto – burbuja financiera – que se hizo imposible sostenerlos. Ante ello, los accionistas retiraron masivamente sus capitales, lo que provocó una crisis en el mercado. Luego, los bancos quisieron cobrar los créditos, pero los deudores no contaban con el dinero para abonar. Desde entonces, Estados Unidos y, luego, el mundo, cayeron en la Gran Depresión. Las actividades comerciales y productivas, así como también los ingresos fiscales e impositivos, disminuyeron en más del 50 %. Las actividades primarias – agroganaderas - fueron las más perjudicadas. Las poblaciones rurales sufrieron un grave perjuicio, lo que llevó a que grandes masas migraran del campo a las periferias de los grandes centros urbanos. Por ello, Alemania no pudo seguir sustentando su actividad productiva. Sin dinero, los problemas resurgieron. En poco tiempo, el desempleo alcanzó al 50 % de la población. También, numerosas fábricas y bancos quebraron, conduciendo al país a una crisis de pobreza y hambruna. Días antes del Crack del 29, Stresemann murió. En ese contexto, la crisis determinó que Estados Unidos no brindase más créditos a los países europeos que se estaban recuperando de la guerra. Además, los bancos estadounidenses necesitaban que estas naciones abonasen los montos prestados.


Masas migrando.

Ante ello, el Partido Nazi escaló hacia los principales lugares de la política nacional. En marzo de 1930, tras la caída del régimen socialdemócrata, el presidente alemán, Paul von Hindenburg, convocó a elecciones parlamentarias. Meses después, disolvió el nuevo congreso a causa de una serie de desacuerdos entre las partes. En noviembre, el Partido Nazi quedó como el segundo con más representantes en el Reichstag – Parlamento -. En 1931, ante el ascenso de los nazis, el canciller Heinrich Brüning ideó instaurar una monarquía republicana al término del mandato de Hindenburg. Con ello, hubiese evitado que los nazis llegasen al mando, algo que acontecería de continuar el régimen democrático. Pero, su movida fracasó y, en octubre, fue reemplazo por el conservador Franz von Papen. En 1932, Hindenburg se presentó a la reelección. Para entonces, el mandatario gobernaba por medio de decretos, ya que no tenía respaldo en el Parlamento. Además, Hindenburg recurrió a la Socialdemocracia para encarar su campaña. Sus históricos grupos de apoyo – Conservadores y nacionalistas –habían adherido al nazismo. En abril, Hindenburg ganó los comicios, aunque los nazis consiguieron preeminencia en el Reichstag. En febrero de 1933, Hindenburg designó canciller a Adolf Hitler, quien debía conformar el nuevo gobierno. Pero, la elección del gabinete fue condicionada por el presidente. En ese marco, varios sectores políticos creyeron que el nazi tendría poco poder.


De izquierda a derecha: Paul von Hindenburg, Heinrich Brüning, Franz von Papen.

A fines de mes, ocurrió un hecho que acrecentó la influencia de Hitler. La noche del 27, el edificio del Reichstag fue incendiado. Por ello, los servicios de inteligencia nazis encarcelaron a un comunista. Hitler responsabilizó a sus enemigos políticos de haber intentado un golpe de estado y, rápidamente, inició una campaña de persecución contra las fuerzas opositoras. Al día siguiente, Hindenburg firmó el Decreto del Incendio del Reichstag. Allí, se recortaron las libertades y derechos establecidos por la Constitución de 1919. Además, el gobierno le quitó autoridad a las administraciones regionales, centralizando la organización nacional. Por último, se proscribió a los comunistas alemanes y, también, se prohibió a los partidos opositores al nazismo, persiguiendo a líderes políticos disidentes. En marzo, con apoyo de nacionalistas, la extrema derecha y los industriales, el Partido Nazi obtuvo la mayoría en el Parlamento.


Edificio del Reichstag.

A mediados de mes, Hitler promulgó la Ley Habilitante, que le dio facultades dictatoriales al canciller. Ante ello, los socialdemócratas declararon su oposición al régimen, por lo que fueron prohibidos. Poco después, los partidos políticos fueron desintegrados, quedando sólo el Partido Nazi quedó como único ocupante del Reichstag. Con el apoyo popular, de conservadores, industriales y la extrema derecha, Hitler disolvió la República de Weimar. El 31 de marzo, promulgó el Tercer Reich – Tercer Imperio Alemán o Alemania Nazi -, con las mismas autoridades que la república. En abril, los nazis crearon la Gestapo, una fuerza policial secreta al servicio del canciller. En mayo, Hitler proscribió los sindicatos, aunque controlaría a todas las agrupaciones por medio del Frente Alemán del Trabajo. Entre el 30 de junio y el 2 de julio de 1934, se produjo la Noche de los Cuchillos Largos. En esa oportunidad, el ejército y los grupos de choque nazi secuestraron, encarcelaron y asesinaron a cerca de cien líderes políticos alemanes, a quienes Hitler consideraba opositores. Entre ello, fueron ejecutados dos antiguos colaboradores del canciller: Gregor Strasser y el comandante Ernst Röhm, quien era homosexual. Estos crímenes fueron avalados por el Parlamento y el presidente. Luego, aumentó la persecución de disidentes y “enemigos” del pueblo alemán – Judíos, gitanos, comunistas, criminales, homosexuales, individuos con deficiencias mentales y/o físicas -. Los prisioneros, sea por cuestiones políticas, raciales, religiosos o sexuales, eran trasladados a campos de concentración, donde eran forzados a realizar trabajos para el Reich. De lo contrario, serían exterminados. En agosto, murió Hindenburg. Ante ello, Hitler unificó los títulos de presidente y canciller bajo el cargo de Führer. Con ello, el líder concentró todo el poder del imperio. Para legitimarlo, Hitler convocó al pueblo a un plebiscito, donde obtuvo más del 90 % del apoyo. En adelante, Alemania estaría representada exclusivamente bajo su figura.


Ernst Röhm.

En buena parte de Europa se gestaba un movimiento similar. Gobiernos democráticos, que perdieron prestigio a causa de los perjuicios de la crisis económica, fueron reemplazados por dictaduras. En Italia, Austria, Checoslovaquia, Hungría, Polonia y Rumania surgieron regímenes totalitarios, de tinte anti semitas. En España, partidos políticos, parte de la población y del ejército estaban influenciados por el fascismo y el nazismo. En la URSS, tras la muerte de Lenin – 1924 - y el exilio de León Trotsky - 1925 -, el general Josif Stalin había quedado al mando. Luego de años de miseria, el país avanzaba en el desarrollo de industrial, potenciado por las mejoras de las producciones agroganadera. En ese momento, los opositores habían sido derrotados, por medio de represiones y persecuciones. En tanto, el comunismo continuaba expandiéndose por Europa. En Estados Unidos, la asunción del presidente Franklin Roosevelt – 1933 – y el desarrollo de planes económicos, denominados New Deal, sirvieron para reactivar el circuito financiero. Estas implementaciones – Basadas en la teoría del economista británico John Keynes – llevaron a que, mediante la intervención del estado en la economía, se reactivase la actividad bancaria, industrial y productiva en menos de cinco años.


León Trotski.

Para afianzar el crecimiento de Alemania, su parte, primero, Hitler demostró que varias cláusulas del Tratado de Versalles que no se cumplían – Sobre las relacionadas con el desarme militar -. En 1935, el Imperio rearmó sus tropas terrestres, marinas y submarinas, que fue alentado por la imposición del servicio militar. La provisión de armamento al ejército alemán se derivó de la reactivación industrial. Así, se crearon numerosos puestos de trabajo, que hicieron bajar las cifras de desempleo. Además, se ejecutaron grandes cantidades de obras en comunicaciones, carreteras e infraestructura. Por su parte, el sector agrícola formó parte del incremento en la actividad financiera germana. Por su parte, el régimen difundió su doctrina en todos los estratos de la población. La educación, especialmente en los primeros años, fue esencial para inculcarles a los jóvenes las concepciones culturales nazis. Además, la utilización de los medios de comunicación, encabezada por el ministro de Propaganda e Información, Joseph Goebbels, fue trascendental para diseminar la propaganda nazi.


Franco y Hitler.

A su vez, Hitler se ocupó de incrementar el territorio, a fin de garantizar las necesidades de la población. Esto se remite a el concepto de Lebensraum – espacio vital -, en el que se contemplaba la expansión de la nación. Además, como imperio, Alemania buscaba la anexión de territorios, en detrimento de las vecinas “razas inferiores”. En ese orden, se hizo más violenta la represión contra los judíos que habitaban el Imperio. Primero, se les restringieron los pocos derechos civiles que les quedaban y, además, se le quitó la ciudadanía alemana. Asimismo, se les confiscaron bienes y, también, su condición de judíos fue señalada públicamente por medio de diversas identificaciones. En 1936, el Imperio Alemán usó los Juegos Olímpicos de Berlín para difundir su desarrollo. Por entonces, los nazis le dieron su apoyo a las fuerzas nacionalistas, lideradas por el general Francisco Franco, en la Guerra Civil Española. En octubre, el Führer Hitler y el Duce Mussolini estrecharon lazos de amistad. Esta unidad fue llamada Eje Berlín – Roma. También, en la lucha contra el avance del comunismo, Hitler pactó su colaboración con emperador japonés Hirohito.


El Duce Mussolini y el Führer Hitler.

En 1937, el avance de los nacionalistas de Franco empezó a definir la guerra. Por su parte, Francia y Reino Unido decidieron, al igual que otros países del continente, no intervenir en España, a fin de evitar una nueva guerra a nivel continental que los enfrentara contra Alemania. Mientras tanto, los japoneses controlaban cada vez más terreno en China y, además, preveían invadir el sureste de Asia. En tanto, Hitler daría el primer paso para conquistar el Espacio Vital. En Austria regía un gobierno dictatorial que simpatizaba con los nazis. El canciller Kurt Schuschnigg se encontró con diplomáticos alemanes, que pretendían anexar Austria. En marzo de 1938, grupos nazis en Austria realizaron destrozos en la vía pública. Días más tarde, Schuschnigg dejó su cargo y partió al exilio. Entonces, Hitler pretendía que el presidente austríaco, Wilhelm Miklas, nombrase un canciller nazi. Con el escenario propicio, las tropas alemanas - Wehrmacht - invadirían Austria para incorporarla al Tercer Reich. Sin respuesta, el Führer invadió Austria para deponer a Miklas. Finalmente, el presidente fue arrestado por los nazis, que impusieron a un canciller.


Kurt Schuschnigg.

Días después, Alemania anexó Austria. Luego, Hitler se dirigió a Checoslovaquia, donde se hallaba la región de Sudetes, que tenía más del 30 % de residentes germanos. El Führer denunció que los alemanes eran perseguidos. Ante ello, Partido Alemán de Sudetes, vinculado al nazismo, reclamó la anexión del territorio a Alemania. Entonces, Francia y la URSS se prepararon para combatir en Checoslovaquia. En tanto, Inglaterra e Italia mediaron para no llegar a un conflicto. En septiembre, sin la aceptación del presidente checoslovaco, Edvard Beneš, Alemania, Francia, Reino Unido e Italia firmaron los Acuerdos de Munich. Así, Sudetes fue incorporada al Tercer Reich. Además, los checos residentes fueron expulsados, mientras que, ante la amenaza expansionista nazi, Beneš dejó su puesto. Meses después, Checoslovaquia se fragmentó. Hungría y Polonia obtuvieron regiones. En marzo de 1939, Hitler convenció al religioso Jozef Tiso para que declarase la independencia de Eslovaquia, aunque bajo tutela del nazismo. En noviembre, un judío asesinó a un funcionario alemán en París. En represalia, la SS destrozó viviendas, comercios y sinagogas en todo el Imperio. Más de 30 mil judíos fueron arrestados. Muchos fueron trasladados a campos de concentración – golpeados y torturados, murió una pequeña cantidad de estos -. Para ese momento, los judíos habían sido desplazados de la vida política y social alemana. Días después, el Führer se reunió con el presidente checo, Emil Hácha. Allí acordaron la incorporación del territorio checo al Imperio Alemán. De lo contrario, Hitler hubiese invadido el país y aniquilado su capital, Praga. A su vez, fue creado el Protectorado de Bohemia y Moravia, un gobierno títere de Alemania. A fin de mes, los nacionalistas ganaron la Guerra Civil Española y, por ello, Franco instaló una dictadura.


Hitler convenció al religioso Jozef Tiso para que declarase la independencia de Eslovaquia.

El próximo objetivo de la política expansionista alemana fue Polonia. Hitler quería anexar la ciudad – estado de Dánzig y, también, el Corredor Polaco – Cedido a Polonia, por el Tratado de Versalles para que el país tuviese salida al mar Báltico -. En agosto, el Imperio Alemán y la URSS negociaron un pacto de no agresión, por medio del Pacto Ribbentrop-Molotov. Allí, determinaron la cooperación económica y comercial – Alimentos y petróleo -. Además, Alemania y la URSS también acordaron – Sólo altos mandos conocían este detalle – el reparto de Europa. El límite entre ambos sería Polonia, estado que se dividirían en posesión – Los nazis obtendrían el oeste del continente, y los soviéticos, el este -. Con esta incorporación, el Imperio podría unir sus dominios con Prusia Oriental. En mayo, Francia, Reino Unidos y Polonia firmaron una alianza militar defensiva. En tanto, Estados Unidos se pronunció neutral ante cualquier contienda. Por ello, los estadounidenses no podían vender armamento ni otorgarles créditos a países beligerantes. Mientras tanto, Japón seguía avanzando sobre China, el sureste de Asia y las islas del océano Pacífico. Gracias al pacto, Hitler evitó combatir contra la URSS. Con la posesión de Austria y la alianza militar con Italia, el Imperio lucharía sólo en el este. Por ello, la toma de la mitad de Polonia no le reportaría mayores inconvenientes a la Wehrmacht. Igualmente, las fuerzas británicas y francesas – Integraban el bando de los Aliados – los enfrentarían en Polonia.


Japón seguía avanzando sobre China.

Para entonces, Mussolini había realizado conquistas en África y en la península Balcánica. Pero, se negó a apoyar la campaña en Polonia. Pese a ello, el ejército alemán ingresó en terreno polaco el 1 de septiembre. Días después, Francia, Polonia y Reino Unido le declararon la guerra a Hitler. Así, empezó la Segunda Guerra Mundial. En Polonia, la conquista alemana y soviética se efectuó rápido. Esto fue posible, además del poderío militar, por la ausencia de refuerzos franceses y británicos. A su vez, desde el este, la URSS invadió Polonia. A fin de mes, los nazis tomaron Varsovia, capital del país. En octubre, Polonia cayó. Por su parte, el ejército italiano había tomado Albania. Al llegar el invierno, los nazis detuvieron su ofensiva. Sin embargo, los soviéticos se lanzaron hacia Escandinavia. En noviembre, intentaron tomar Finlandia, aunque las condiciones naturales, sumadas a las complicaciones climáticas, hicieron que la incursión se prolongase. Durante meses, los fineses mantuvieron a los soviéticos fuera de su territorio, ya que no se había podido vulnerar la línea defensiva - Línea Mannerheim -. Pero, a mediados de febrero, las tropas de la URSS doblegaron las defensas enemigas. A fin de mes, Finlandia negoció la paz con los soviéticos. La URSS ocupó parte del terreno finlandés, donde fundó la República Socialista Soviética Carelo-Finesa.


Los nazis tomaron Varsovia.

En Alemania, la represión contra los judíos se hizo más intensa. Al traslado masivo a guetos, donde eran identificados por los nazis, creció la cantidad de individuos llevados hacia campos de concentración. Por entonces, se ordenó la construcción de más unidades. Entre estas, se destacó el campo de Auschwitz – Polonia -, donde se marcaría el paso hacia la implementación campos de extermino – Se exterminaban prisioneros -. En los siguientes años, recrudecería tortura de enemigos y “razas inferiores”. Los guetos, campos de concentración y exterminio colapsarían, debido al avance nazi sobre el continente. Además de las atrocidades cometidas, científicos del nazismo realizaban experimentos sobre los prisioneros, para intentar el desarrollo y ampliación de la raza aria sobre Europa. En abril, los nazis invadieron Dinamarca y Noruega. El primero de estos fue tomado en pocas horas. Mientras que, en Noruega, los alemanes afrontaron una dura batalla naval contra la flota local, auxiliada por británicos y franceses. Días más tarde, Alemania concretó su dominio. Por entonces, las fuerzas nazis se habían asentado en Rumania, donde defendían pozos de petróleo. A su vez, la URSS le exigía a las autoridades rumanas la cesión de algunas regiones. En mayo, Hitler se lanzó a la conquista de Francia. Sus tropas partieron hacia los Países Bajos. Luxemburgo, cuyos gobernantes habían huido, fue tomado rápidamente. Por medio de ofensivas aéreas, se doblegaron fuertes y ciudades de Bélgica. Luego, el ejército del Eje atacó Rótterdam. En pocas horas, Holanda se rindió ante el bombardeo enemigo. Estas victorias le permitieron a los nazis continuar hacia Francia. Durante todo el mes, las fuerzas francesas e inglesas intentaron detener la embestida, pero no fue posible. Ante ello, militares y población fueron evacuadas del territorio, lo que dejó al país a merced del Eje. En junio, Italia le declaró la guerra a británicos y franceses.


Niños en campo de concentración y exterminio.

Cuando los ingleses retiraron toda la flota de la costa francesa, dejaron Europa continental. Frente a llegada de los nazis a la capital, el gobierno se trasladó a Bordeaux. A mediados de mes, los alemanes ocuparon París. Días después, Hitler firmó el cese de hostilidades y, también, anexó más de la mitad de Francia – Incluidas Alsacia y Lorena -. En el resto del territorio, se estableció la Francia de Vichy, un gobierno controlado por los nazis. Ante ello, los franceses en el exilio, liderados por el general Charles De Gaulle, proclamaron Francia Libre, continuando su lucha contra el Eje. En tanto, el Ejército Rojo tomó Estonia, Letonia y Lituania. Por su parte, Rumania le otorgó a los soviéticos el control de algunas de sus regiones. En julio, las fuerzas navales y aéreas alemanas atacaron Inglaterra. La cúpula nazi creyó que, derrotados los franceses, los británicos serían vencidos. Para ello, Hitler había planeado para invadir las costas del sur de la isla – Operación León Marino -. Pero, esta estrategia nunca se materializó. En ese marco, el Canal de la Mancha, que separaba Europa continental de Inglaterra, fue el sitio donde se efectuaron los primeros combates.


Charles De Gaulle.

Pero, la superioridad de los aviones británicos obligó a Hitler a cambiar su táctica. Esta vez, ordenó que el bombardeo se efectuase sobre establecimientos y fabricas militares. Entonces, se produjo un hecho significativo: El aeropuerto de Londres fue atacado. Hasta el momento, nunca se había bombardeado a la población civil. Ante ello, Hitler le pidió disculpas a Churchill, pero no fue suficiente. En agosto, el británico ordenó una ofensiva aérea sobre Berlín. Nuevamente, los nazis cambiaron su estrategia. En adelante, implementaron una duradera ofensiva sobre Inglaterra. En septiembre, los aviones alemanes atacaron ciudades a lo largo del terreno inglés. Esta fase de la guerra – Blitz - se mantuvo durante meses. Pero, este plan no surtiría el efecto deseado y, por ello, el Reino Unido se mantendría en combate. Por esos días, Alemania, Italia, Japón, Eslovaca, Hungría, Rumania, Bulgaria y Yugoslavia firmaron el Pacto Tripartito, un acuerdo ofensivo–defensivo –España, había optado por no formar parte de la guerra -.


Bombardeo sobre establecimientos y fabricas militares.

En tanto, las batallas se intensificaban en el norte de África. Desde Italia y Libia, los italianos partieron a la conquista de Egipto. Pero, con ayuda de los ingleses – Años antes, Egipto se había independizado de Gran Bretaña -, los locales resistieron la embestida. Ante la derrota, los italianos dejaron Egipto, aunque las tropas del Eje retornarían al ataque en 1941. También, los Balcanes y el mar Mediterráneo constituyeron frentes de batalla. En octubre, desde Albania, los italianos se lanzaron a la conquista de Grecia. Pero, el ejército griego impidió el éxito de las huestes de Mussolini. Además, las fuerzas de Grecia contraatacaron a sus enemigos, a quienes les arrebataron parte del terreno albanés. Mientras tanto, desde Etiopía, las tropas de Italia vencieron a la delegación del ejército inglés en el Cuerno de África, por lo que conquistaron la región. Entonces, los italianos intentaron anexar Sudán. Por su parte, los Aliados derrotaron a la Francia de Vichy en Senegal y Gabón – Ambos terrenos formaban parte de la África Occidental Francesa -. En tanto, Japón continuaba sus campañas militares por Asia y el Pacífico. Por un lado, el ejército nipón avanzaba sobre China. Además, el ejército japonés invadió la península de Indochina. Allí, debió combatir contra las fuerzas coloniales francesas, para lo que tuvo el apoyo de las milicias revolucionarias vietnamitas, que buscaban su independencia. Paralelamente, las flotas de Alemania y Reino Unido se enfrentaban en el océano Atlántico. Pese a que los ingleses eran superiores, los nazis emparejaron el curso de la batalla en poco tiempo. Los desarrollos tecnológicos del Tercer Reich fueron claves para ello. A fines de 1940, Alemania tenía clara ventaja en la disputa marítima.


Ejército Nipón.

Entre enero y marzo de 1941, mientras los italianos intentaban tomar Sudán, los Aliados contraatacaron. Británicos y franceses recuperaron anti guas posesiones inglesas y, luego, tomaron el control de Eritrea y Somalia. En abril, Etiopía fue recuperada y su antiguo emperador, Haile Selassie I, recobró su lugar. Ante ello, Italia se retiró de la región. En el norte de África, los nazis, liderados por el general Edwin Rommel, reforzaron a los italianos en hacia Libia. La aviación alemana atacó a la flota y las bases británicas en el Mediterráneo. Desde allí, el Eje lanzó la Operación Sonnenblume. En Grecia, los italianos realizaron ataques, pero estos, reforzados por los británicos, anularon las ofensivas. Desde Bulgaria, los alemanes acudieron en auxilio de Italia. En ese marco, las fuerzas del Eje, junto a Bulgaria, Hungría y Rumania, se lanzaron a la conquista de Grecia y Yugoslavia – Un golpe de estado había depuesto al gobierno que ratificó el Pacto Tripartito -. En abril, cayó Yugoslavia, cuyo ejército no pudo afrontar el embate enemigo. Rápidamente, los nazis dividieron el territorio. Alemania tomó Serbia, Italia controló Montenegro y Armenia y, también, Hungría y Bulgaria adquirieron parte del terreno. En lugar de Yugoslavia, se formó el Estado Independiente de Croacia. Esta unidad cristiana fue hostil ante serbios y judíos, aunque aceptó a los musulmanes. Luego, las fuerzas del Eje partieron hacia Macedonia – Rápidamente vencida – y Grecia. Ante ello, griegas y Aliados no pudieron resistir. En mayo, alemanes e italianos instaron a Grecia a rendirse, que intentó continuar la contienda, hasta que fue derrotada en junio, en Creta. Entonces, búlgaros e italianos ocuparon regiones de Grecia, mientras que Alemania hizo lo propio allí y en Macedonia. La mayor parte del país quedó a de los nazis. Así, el Eje había asegurado el dominio de los Balcanes. Aunque, Italia no podría vencer a los británicos en el Mediterráneo.


Pacto Tripartito.

En mayo, Hitler suspendió los bombardeos sobre Inglaterra, ya que el Reino Unido no había podido ser vencido. En adelante, los Aliados atacarían los centros industriales más importantes del Eje – Acción que se prolongaría hasta el fin de la contienda -. En este escenario, Hitler buscó un nuevo objetivo para continuar la guerra. Desde meses atrás, la relación entre Alemania y la URSS se había deteriorado. Por ello, los nazis habían aguardado el momento para invadir terreno soviético. Pero, las campañas en el Reino Unido y los Balcanes retrasaron la ofensiva. Además, las diferencias ideológicas entre el nazismo y el comunismo habían dejado a los dos estados fuera de cualquier conciliación a futuro. En junio, se desarrollaron numerosas tareas de inteligencia. Pero, llegado el momento del combate, ni Stalin sabía qué día atacarían los nazis, ni Hitler tenía conocimiento sobre el estado del gobierno ruso. A mitad de mes, más de cuatro millones de soldados del Eje se instalaron en la frontera con la URSS. Por su parte, el Ejército Rojo, que había sufrido la remoción de gran parte de sus autoridades – Gran Purga -, contaba con aproximadamente siete millones de hombres. El 21 de junio, los alemanes lanzaron la Operación Barbarroja – Denominada así en homenaje a Federico I, Barbarroja, emperador germano -. El avance de los nazis cubrió un frente de más de 1.600 Km., que significó el movimiento militar terrestre más grande de la historia. El Führer pretendía tomar la URSS en pocos meses, antes del invierno. En ese marco, los soviéticos no pudieron frenar la embestida enemiga, ya que no estaban ordenadas para soportar semejante movimiento. En pocos días, el Eje avanzó cerca de 200 km. Un mes más tarde, los alemanes habían dominado puntos recientemente adquiridos por sus enemigos, como Bielorrusia – En la batalla de Minsk, el Ejército Rojo perdió más de 400 mil soldados -, parte de Ucrania, Finlandia y otras regiones del Báltico.


Batalla de Minsk.

A fin de emprender una leva masiva, Stalin invocó al pueblo en una campaña propagandística. El líder soviético llamó Gran Guerra Patria al conflicto contra los nazis, aunque los resultados tardarían en materializarse. En tanto, las tropas finesas, aliadas con los nazis, se lanzaron a la reconquistas de sus terrenos. Ante ello, sabiendo de la inferioridad del Ejército Rojo, Stalin consensuó los pasos a seguir con sus generales. A su vez, aparecieron discrepancias entre el Führer y sus jefes militares. En septiembre, Hitler ordenó que el ejército tomase Kiev –Ucrania – y Leningrado – San Petersburgo -. Pero, sus generales le habían aconsejado que debieran partir hacia Moscú, capital de la URSS. En septiembre, las tropas del Eje tomaron Kiev, asegurándose el dominio de Ucrania. A su vez, las bajas soviéticas se incrementaron - En Kiev murieron cerca de 300 mil hombres -. Además, los nazis cercaron Leningrado, uno de los principales focos industriales de la URSS – Esta acción duraría más de dos años -. Además, los alemanes controlaban gran parte de Crimea, aunque no habían tomado Sebastopol, su puerto más importante. Luego de Kiev, Hitler ordenó la conquista de Moscú - Operación Tifón -. Pero, los alemanes no estaban en buenas condiciones, ya que habían perdido el 10 % de sus tropas en el Este. Además, para encarar la batalla de Moscú, las tropas, dispersas por todo el frente, debían agruparse cerca de la ciudad. Pese a que las divisiones avanzaron hacia Moscú, batiendo incluso la resistencia enemiga, el reagrupamiento consumió semanas. Igualmente, las condiciones climáticas jugarían un rol clave en la defensa de Moscú. El avance nazi se hizo más lento y, además, los soldados del Eje sintieron las consecuencias de las bajas temperaturas. En tanto, el Ejército Rojo pudo rearmarse y, para concentrar todas sus tropas en el este de la URSS, Stalin firmó un pacto de neutralidad con Japón. Por ello, se destinaron las fuerzas de Manchuria hacia el oeste. En octubre, se iniciaron las hostilidades en Moscú. En principio, la batalla era pareja. Pero, en noviembre, las tropas del Eje avanzaron hacia Moscú. Ante ello, el Ejército Rojo fue reforzado con numerosas unidades civiles, incluso batallones de mujeres. Para diciembre, los nazis se situaron a 50 km. de Moscú, aunque la situación se les complicaría. Con la cercanía del invierno, la hostilidad del terreno diezmó a las fuerzas del Eje y, también, la rigurosidad del frío recortó sus posibilidades. Los vehículos y armamentos nazis fueron descartados, ya que no estaban preparados para ser utilizados a tan bajas temperaturas. Además, los soldados no poseían vestimentas adecuadas para resistir el gélido clima. Este escenario se repetía en otros sitios de conflicto. Pese a ello, Hitler ordenó continuar la campaña. Días después, una ofensiva enemiga arremetió contra los nazis. Con defensas instaladas en Moscú – El gobierno había sido llevado a la ciudad de Kuybyshev, al sudeste de Moscú -, el Ejército Rojo contraatacó. En pocos meses, los soviéticos hicieron replegar a los nazis, contrarrestando gran parte del avance que habían efectuado en la Operación Tifón.


Hitler ordenó la conquista de Moscú.

En los siguientes meses, alentado por la victoria y las pérdidas de las fuerzas del Eje – Más de 250 mil hombres -, el Ejército Rojo fortaleció su posición en la región. Mientras que, los nazis verían dificultades para avanzar en la URSS. Ante la imposibilidad de tomar Moscú, Hitler desvió sus tropas hacia el Cáucaso, donde había yacimientos y pozos de petróleo soviéticos. En tanto, la continuidad de la Operación Barbarroja fue supeditada a la batalla de Leningrado. En julio, la cúpula del Tercer Reich promovió “La Solución Final al problema judío”. Así, se intensificó el traslado de prisioneros – judíos, disidentes políticos, soldados enemigos y personas pertenecientes a otros pueblos o etnias – hacia los centros de exterminio, que se habían multiplicado. En adelante, se efectuaría un aumento en la cantidad de ejecuciones, manteniendo ese ritmo hasta mediados de 1944. A su vez, en el Atlántico, los británicos vencían a los alemanes, cuyos navíos fueron hundidos. Por ello, la lucha se centró en la actividad submarina. En tanto, emergieron movimientos nacionalistas en la sociedad yugoslava. Luego de la toma del territorio, nazis y croatas persiguieron a los nativos. En respuesta, los yugoslavos, encabezados por comunistas, se organizaron para combatirlos. En primera instancia, los Partisanos lo hicieron en forma de guerrilla. Pero, en poco tiempo, liderados por Josip Broz – Reconocido como el Mariscal Tito -, se convirtieron en una fuerza militar. En septiembre, los Partisanos controlaban parte de Serbia y, también, habían recobrado Montenegro. Pero, en ese momento, surgieron diferencias en la organización. Ante ello, antes de fin de año, el Eje recobró el dominio, expulsando a los Partisanos hacia Bosnia. En tanto, Japón había incrementado sus conquistas en China e Indochina. Además, los nipones se lanzaron a la conquista de las islas en el océano Pacífico. En ese marco, el ataque japonés a posesiones francesas generó la ruptura de relaciones con Estados Unidos y el Reino Unido, que cortaron sus intercambios comerciales con los asiáticos. En ese marco, Japón sufrió la carencia de petróleo, ya que los estadounidenses eran quienes lo abastecían. Por ello, Japón priorizó su campaña en el Pacífico, donde había numerosos pozos petrolíferos.


Izquierda: Josip Broz (Mariscal Tito). Derecha: Indochina.

A mediados de 1941, los japoneses se lanzaron a la conquista de terrenos enemigos en el Pacífico - Operación Z -. Mediante este movimiento, la flota marina y aérea de Japón atacaría, en diciembre, la base estadounidense en la isla de Hawai. Además, arremeterían también contra unidades británicas en la región. En la mañana del 7 de diciembre, Japón bombardeó la base militar de Pearl Harbor. Los daños causados fueron tan perjudiciales sobre recursos – Aviones, portaviones, buques – como en pérdidas humanas – Más de tres mil soldados muertos -. Curiosamente, la declaración de guerra de Japón se efectuó horas más tarde de la culminación de los bombardeos. Ante ello, el presidente Roosevelt, reticente a ingresar en la contienda, cambió de parecer. Hasta el momento, Estados Unidos sólo había vendido armamentos y, también, otorgado créditos financieros a los Aliados. Pero, recuperados de la Gran Depresión, Roosevelt le declaró la guerra a Japón y, por ende, al Eje. Además de destinar sus tropas al Pacífico, Estados Unidos envió gran cantidad de refuerzos a combatir tanto en el Atlántico como en Europa.


Pearl Harbor.

Por su parte, Japón invadió Tailandia, a fin de llegar otros estados del sudeste asiático – Birmania y Malasia, que era colonia inglesa -. Días más tarde, los tailandeses se aliaron con los nipones, que tuvieron acceso al interior de Indochina. Ayudado por nacionalistas locales e indios, Japón se lanzó a la conquista de Birmania. En tanto, la flota japonesa tomó bases enemigas en el Pacífico, donde se destacó la invasión a Singapur, importante colonia británica. Mientras tanto, los nazis se recuperaban en el Atlántico. Desde enero de 1942, la flota estadounidense había reforzó a los británicos, pero no pudieron contrarrestar el poderío de los submarinos alemanes. En tanto, miles de soldados de Estados Unidos y Canadá partieron a Europa Occidental, donde esperaban el momento para reiniciar las hostilidades. Días más tarde, los tailandeses se aliaron con los nipones, que tuvieron acceso al interior de Indochina. Ayudado por nacionalistas locales e indios, Japón se lanzó a la conquista de Birmania. En tanto, la flota japonesa tomó bases enemigas en el Pacífico, donde se destacó la invasión a Singapur, importante colonia británica.


Roosevelt, Presidente de Estados Unidos.

En tanto, Finlandia detuvo sus ataques contra los soviéticos. Los fineses rompieron su alianza con los nazis y, a su vez, iniciaron negociaciones de neutralidad con la URSS. Por su parte, los nazis se hallaban cerca del Cáucaso, mientras continuaban los ataques a Leningrado y Stalingrado. En tanto, las fuerzas de Rommel realizaron una rápida incursión en el norte de África, donde recobraron parte de los terrenos que ingleses les habían arrebatado. Para junio, los nazis tomaron Tobruk, donde había combustible y comida. En las semanas siguientes, el Eje penetró en Egipto. En mayo, Japón había rediseñado sus metas en el Pacífico. Con gran parte del sudeste asiático bajo control, los nipones optaron por conquistar Nueva Guinea, ya que los Aliados poseían bases en la isla. De concretar la toma, los japoneses tendrían vía libre en el camino al dominio de Australia, Samoa y Fiji, los puntos centrales de Oceanía. Entonces, se realizó la batalla del Mar del Coral. Allí, la flota japonesa no pudo apoderarse de Nueva Guinea. Además, varias de embarcaciones fueron gravemente dañadas, por lo que no estarían disponibles para las próximas batallas. En junio, Estados Unidos y Japón se enfrentaron en las islas Midway, propiedad de los americanos. La flota japonesa efectuó un movimiento sorpresa para embestir contra la base enemiga. Pero, los estadounidenses interceptaron las comunicaciones y descubrieron los planes enemigos. Al momento de la batalla, los asiáticos fueron aniquilados. Este combate marcó un quiebre en el Pacífico, ya que el mando de Japón entró en crisis y, también, se perdieron las embarcaciones más poderosas. En tanto, Estados Unidos destinó sus esfuerzos a la conquista del Pacífico. Hasta mayo, en el Este, el Ejército Rojo había reconquistado grandes extensiones que habían sido invadidas por sus enemigos. En tanto, mientras parte de los alemanes se dirigía al Cáucaso – Operación Azul -, otra porción retrocedía hacia el oeste. En ese marco, los nazis engrosaron las filas de su ejército, al tiempo que el empuje de los rusos, lejos de sus bases, perdió impulso. Pero, en Harkov, los nazis derrotaron a los soviéticos, que tuvieron más de 150 mil bajas. En la ruta el Cáucaso, los nazis batallaron cerca en la región del río Volga. Allí, Hitler ordenó la destrucción de las bases e industrias de Stalingrado para diezmar la capacidad bélica del Ejército Rojo. Pero, el Führer cometería errores determinantes. Primero, el líder dividió su ejército, por lo que una parte se dirigió hacia Stalingrado y, la restante hacia el Cáucaso. Luego, los germanos se fragmentaron en varias delegaciones, por lo que perderían poder de acción. En julio, los alemanes habían tomado varias ciudades en la región. Ante el avance enemigo, Stalin estipuló que no aceptaría rendición ni deserción de sus hombres. De lo contrario, serían fusilados por una línea de tiradores ubicada en las formaciones de combate. Además, se organizaron divisiones de mujeres para que combatiesen.


Los nazis tomaron Tobruk.

En agosto, los nazis bombardearon Stalingrado. Durante varias semanas, hubo gran cantidad de civiles muertos, aunque la resistencia rusa se mantuvo. En ese marco, los soviéticos entendieron que la principal intención del Eje era tomar el Cáucaso. Por ello, Stalin envió grandes contingentes hacia la zona, liderados por el mariscal Georgui Zhúkov. En el norte de África, las fuerzas del Eje atacaron El Alamein. Entonces, los alemanes habían dejado la región, debido a que habían sido trasladados hacia la URSS. En tanto, los británicos obtuvieron gran cantidad de refuerzos para defender Egipto. A su vez, Reino Unido y Estados Unidos planificaban un desembarco en Marruecos y Argelia. En el Pacífico, la contienda se trasladó hacia las islas Salomón, protectorado británico al este de Nueva Guinea. La flota japonesa había invadido esta zona a fin de cortar las rutas entre las bases aliadas en Oceanía. Ante ello, Estados Unidos y Reino Unido se lanzaron a la reconquista de las islas de Florida, Guadacanal y Tulagi. En agosto, los Aliados invadieron Guadacanal. Semanas más tarde, los japoneses atacaron, pero fueron derrotados. Allí, Japón tomó conciencia que los Aliados eran superiores, por lo que, en adelante, desistirían de emprender movimientos ofensivos. Ayudados por su ubicación de El Alamein, los Aliados resistieron la embestida enemiga. Hasta octubre, el ejército del Eje intentó doblegar las defensas británicas, pero no lo logró. En tanto, ambos bandos reforzaban sus filas. Los nazis recibían tropas de la Francia de Vichy, provenientes de las colonias en la región – Argelia, Marruecos y Túnez -. Mientras tanto, estadounidenses e ingleses aumentaron el número de los Aliados.


Izquierda: Georgui Zhúkov. Derecha: El Alamein, norte de África.

Desde septiembre, el Ejército Rojo generó el repliegue de los nazis. Mientras se prolongaban los ataques a Stalingrado y Leningrado, la Operación Azul y la conquista de Cáucaso se tornaron más complicadas. Esto se debió a la llegada de numerosas divisiones soviéticas a la región y, también, a que los nazis no contaban con suministros para movilizarse. En adelante, la defensa de Stalingrado fue reorganizada, por lo que se aplacarían los daños del ataque alemán. En tanto, los Partisanos batallaban contra los nazis, aunque no tuvieron avances en 1942, debido a la fuerte represión. A fines de octubre, empezó la Segunda Batalla de El Alamein. La iniciativa fue tomada por los Aliados y, en noviembre, Rommel decidió retirar sus fuerzas hacia terreno seguro, ya que el ataque enemigo era incontenible. Ante ello, Hitler ordenó que combatiesen en El Alamein. Entonces, las tropas del Eje se situaron cerca de la ciudad, aunque por pocos días. Cuando Rommel conoció acerca del desembarco aliado en Marruecos y Argelia, los soldados del Eje partieron a defender sus posesiones esas regiones. En pocos días, los Aliados tomaron la zona y, luego, partieron a Túnez. En Madagascar – Territorio que pertenecía a la Francia de Vichy -, los británicos habían expulsado a los nazis. Así, sólo quedaba en África la resistencia de las tropas de Rommel. En el Pacífico, los Aliados continuaron su avance, pese a la resistencia enemiga. A fines de octubre, los japoneses lanzaron otro ataque sobre los estadounidenses en Guadacanal, aunque fueron vencidos. En noviembre, el mando japonés trató de recobrar el dominio sobre Guadacanal. Pero, la flota aliada se impuso nuevamente, por lo que las esperanzas niponas de continuar su avance por el Pacífico se vieron frustradas.


Defensa de Stalingrado.

En Stalingrado, pese a que los nazis controlaban la mayor parte de la casi destruida ciudad, la URSS mantenía firme su defensa. A su vez, los alemanes tomaron Sebastopol, que les dio el dominio de Crimea. Días después, los soviéticos aniquilaron a las tropas del Eje en el Cáucaso. Luego, Stalin ordenó el inicio de la Operación Urano. Así, se reforzó al ejército en Stalingrado y, por otra parte, se enviaron tropas para eliminar a los nazis de los alrededores del río Volga. En algunas semanas, los rusos cercaron a sus enemigos en Stalingrado - 250 mil alemanes, que no podían obtener refuerzos -. En diciembre, los soviéti cos emprendieron la Operación Saturno, a fin de expulsar a los nazis del Cáucaso y la zona norte de esta región. Ante la ofensiva, los alemanes se replegaron y se retiraron hacia el oeste. En enero de 1943, 200 mil germanos estaban varados en Stalingrado. A fin de mes, el mariscal de campo Friederich Paulus se rindió ante el soviético Vasili Chuikov. Paulus fue el primer líder militar alemán atrapado con vida junto a su tropa en la historia. En Stalingrado murieron cerca de un millón y medio de personas – más de 300 mil alemanes y, el resto, soldados y civiles soviéticos -. A su vez, cerca de 100 mil nazis fueron aprisionados – Años después, menos de seis mil recobrarían la libertad -. La ciudad fue destruida, mientras que el Eje no volvería a situarse en esa región. En el Pacífico, la situación de Japón era desesperante. Al avance de los Aliados, se le sumó la gran cantidad de bajas sufridas, debido a las muertes en combate y a la proliferación del hambre y enfermedades. En enero, se desplegó la Operación Ke, por medio de la que se retiraron de Guadacanal, al tiempo que combatían contra los estadounidenses. En febrero, Japón le cedió a Estados Unidos. Desde entonces, los nipones adoptarían una estrategia defensiva. En tanto, la resistencia de revolucionarios nacionalistas y comunistas generaba el retroceso nipón en China e Indochina.


Arriba: (izq.) Joseph Stalin, (der.) Friederich Paulus. Abajo: (izq.) Erwin Rommel, (der.) Vasili Chuikov.

En los meses siguientes, las fuerzas del Eje contraatacaron en la URSS. En principio, los germanos avanzaron cerca de 500 km., aunque no contaban con tropas suficientes para respaldar las conquistas. Por su parte, la embestida soviética continuaba. En marzo, la URSS intentó recuperar Jarkóv, pero los nazis retuvieron el dominio de la ciudad. En tanto, luego de la caída de la Francia de Vichy en Marruecos y Argelia, los Aliados avanzaron hacia Túnez. A su vez, la derrota en Egipto hizo imposible la toma de la región, por lo que los nazis no podrían conquistar su real objetivo, el Canal de Suez. Abandonando Egipto y Libia, los germanos retrocedieron hacia Túnez. Desde noviembre de 1942, los alemanes combatieron a los Aliados, aunque serían derrotados en mayo. Así, culminaron las campañas en África. En tanto, Roosevelt y Churchill se reunieron en Marruecos. Allí, instaron a que concurriese De Gaulle, ya que, de lo contrario, no lo reconocerían como líder de Francia Libre. En la Conferencia de Casablanca, los Aliados trazaron el rumbo a seguir en el resto de la guerra, cuyo objetivo era conseguir la rendición de todos los miembros del Eje. En el Atlántico, los submarinos nazis poseían la ventaja. En un año, los alemanes habían provocado el hundimiento de numerosos barcos, de guerra o comerciales, británicos y estadounidenses. Por ello, Alemania aumentó la producción de submarinos. Ante este escenario, Roosevelt ordenó exterminar a la flota enemigas. Desde mayo, esta estrategia dio sus frutos. Los submarinos alemanes fueron constantemente abatidos, por lo que se retiraron del Atlántico. Hasta comienzos de 1944, los nazis batallaron contra la flota enemiga, que los exterminó. Por ello, Hitler resignó ese frente.


Conferencia en la Casa Blanca, a la izquierda Roosevelt, a la derecha Churchill.

Ante el retroceso del Eje, surgieron conflictos acerca del liderazgo militar del Tercer Reich. Varios generales señalaron que las malas decisiones tomadas en soledad por Hitler habían sido determinantes para el repliegue. Pese a ello, con el paso del tiempo, el Führer profundizó su postura. En tanto, luego de la victoria en Jarkóv, el Führer dispuso que sus tropas realizasen una rápida ofensiva para generar la caída de la URSS – Operación Ciudadela -. Para ello, los nazis debían tomar Kursk. En caso de ganar, el Eje tendría fácil acceso a varios puntos importantes para el ejército soviético. Pero, la preparación se alargó durante meses, debido al traslado de hombres y maquinarias. Conocedores de los planes enemigos, los soviéticos se organizaron. En julio, comenzó el combate de Kursk, uno de las más grandes de la historia. Allí, se enfrentaron más de un millón 300 mil soviéticos, que contaban con casi de cinco mil tanques y vehículos de guerra, contra más de 900 mil nazis, que poseían más de dos mil tanques y máquinas de guerra. En pocos días, los nazis fueron derrotados en Kursk, lo que representó un duro golpe para sus ambiciones. Desde entonces, el Eje no sólo no pudieron prolongar sus conquistas hacia el este, sino que debieron resistir ante la ofensiva de la URSS. En agosto, el ejército nazi se replegó hacia su territorio. Ante ello, Stalin ordenó el inicio de la Operación Rumyantsev, a fin de eliminar a los alemanes del terreno soviético. A fin de mes, el Ejército Rojo recuperó Jarkóv.


Los nazis debían tomar Kursk.

Luego de triunfado en África, los Aliados atacaron el sur de Europa, donde abrieron dos focos de conflicto. Una división ingresó a las filas de los Partisanos. Por su parte, la otra delegación fue destinada hacia el sur de Italia. Previamente, los británicos habían contactado a Tito para coordinar el arribo aliado a los Balcanes. Hasta entonces, los ingleses habían apoyado a los Chetniks, guerrilleros nacionalistas serbios. Pero, cuando los Aliados descubrieron que los Chetniks habían colaborado con los nazis, optaron por volcar su favor hacia los Partisanos. Hasta el momento, los Partisanos tenían grandes dificultades. A inicios de año, los nazis desarrollaron la Operación Weiss, cuyo fin era el exterminio de los nacionalistas yugoslavos. Pese a la gran cantidad de bajas, los líderes parti sanos sobrevivieron. En mayo, el Eje lanzó la Operación Schwarz. Nuevamente, los nacionalistas tuvieron un elevado número de muertos, aunque no fueron vencidos. La llegada de refuerzos propició la organización de los nacionalistas en parte del territorio, hecho que respaldó aún más la lucha. En junio, la fl ota aliada se lanzó a la conquista de la isla italiana de Sicilia. Este movimiento había sido propuesto por Churchill en Casablanca. La idea era que los Aliados ingresasen desde el sur a la península itálica, considerada el punto débil del Eje en Europa Central. Por su parte, los generales de Estados Unidos pretendían invadir directamente el norte de Francia por medio de un desembarco en las costas. Pero, Roosevelt optó por la iniciativa británica. En pocas semanas, se cumplió la Operación Husky.


Chetniks.

Los Aliados dominaron el sur de Italia, mientras que la campaña les posibilitó el control del Mediterráneo. En agosto, los Aliados invadieron el sur de Italia continental, desde donde avanzaron rápidamente. Para entonces, la política italiana había sufrido cambios. Después de la invasión aliada, el Gran Consejo Fascista, entidad que regía el gobierno, depuso a Mussolini como Primer Ministro. En su lugar, con el aval del rey Víctor Manuel III, fue designado Pietro Badoglio, militar que colaboraba con el régimen. Esto se debió a que el monarca quería pactar la rendición de Italia con los Aliados, a fin de evitar los perjuicios de la derrota militar. Argumentando razones de seguridad, Víctor Manuel III y Badoglio confinaron a Mussolini en prisión. Además, le habían asegurado al Duce que continuarían combatiendo en el bando del Eje. Pero, al enterarse de estos hechos, Hitler ordenó liberar a Mussolini. En septiembre, soldados nazis sacaron de la prisión al Duce, que fue llevado a un encuentro con el Führer. Ambos planearon la recuperación del territorio. En el norte y centro de la península, el Eje fundó la República Social Italiana, un estado controlado por el Tercer Reich, cuyo regente sería Mussolini. En el sur, se construyó la Línea Gustav, conformada por fortificaciones militares, a fin de detener el avance de los aliados. En octubre, el sur de Italia fue tomado los Aliados, que se asentaron, días más tarde, en la Línea Gustav. Entonces, el Tercer Reich había perdido gran parte del territorio conquistado en Europa, considerado por Hitler como Espacio Vital. En el Pacífico, Estados Unidos aseguró el dominio del norte de Oceanía, mediante el triunfo obtenido en Tarawa. En noviembre, en El Cairo, Churchill y Roosevelt se reunieron con el presidente de China, Chiang Kai-shek. Allí, se comprometieron a derrotar a Japón, que debería resignar los terrenos que habían tomado en Asia y Oceanía. En diciembre, se reunieron los líderes de los Aliados: Churchill, Roosevelt y Stalin. En la Conferencia de Teherán, se acordaron los lineamientos a seguir. Estados Unidos y Reino Unido pactaron el auxilio militar a soviéticos y a Partisanos. Además, los Aliados confirmaron que realizarían una incursión sobre la Francia de Vichy.


Izquierda: Chiang Kai-shek, presidente de China. Derecha: Churchill, Roosevelt y Stalin, líderes Aliados.

A principios de 1944, luego de más de dos años de lucha, el Ejército Rojo venció a los nazis en Leningrado. Finalmente, la ciudad quedó en ruinas y, además, la mayor parte de la población murió durante el sitio – las causas más comunes fueron frío, hambre o enfermedades -. Entre civiles y soldados, la cifra de muertos sobrepasó los dos millones. Días más tarde, los soviéticos cortaron las comunicaciones entre las divisiones Norte y Sur de las fuerzas del Eje. Pese a esto, con sus tropas en Crimea, Hitler no quería resignar su posición. Con el norte y el centro de la frontera liberada, la ofensiva se dirigió hacia el sur. En abril, la URSS recuperó Crimea, gran parte de Ucrania y regiones de Bielorrusia. En enero, los Aliados atacaron la Línea Gustav, donde la ofensiva se centraría en Montecassino. En febrero, los Aliados bombardearon la zona, pero la defensa nazi no permitiría el paso. Ante ello, los Aliados abrieron otro frente para desgastar a sus enemigos. Cerca de Montecassino, comenzó la batalla de Anzio. En principio, los Aliados conquistaron territorios, aunque, con el paso de los días, los nazis los neutralizaron. En marzo, el frente estaba estabilizado. Los intercambios se mantuvieron hasta mediados de mayo, cuando los Aliados tomaron una colina de Cassino. Por ello, alemanes e italianos evacuaron la Línea Gustav, conquistada por los Aliados. En junio, los invasores tomaron Roma y, luego, partieron hacia el norte. Entonces, la frontera de la República Social Italiana fue retraída hacia el norte, donde los nazis construyeron la Línea Gótica. Allí, pese a las ofensivas aliadas, los nazis resistirían allí hasta abril. En los Balcanes, con refuerzos soviéticos y aliados, los Partisanos conformaron un fuerte ejército. Allí, pese a las ofensivas aliadas, los nazis resistirían allí hasta abril. En los Balcanes, con refuerzos soviéticos y aliados, los Partisanos conformaron un fuerte ejército. En adelante, los nacionalistas yugoslavos generaron el retroceso de las tropas del Eje, al punto de lograr el control de la mitad del estado croata a mitad de año. Además, emergieron movimientos de liberación en Hungría y Eslovaquia. Como se había acordado en El Cairo, los Aliados se prepararon para la reapertura del Frente Occidental. Para ello, primero, los Aliados confundieron a los nazis acerca del sitio donde desembarcarían. Por ello, Hitler envío unidades hacia Calais, en el noreste de Francia, ya que creía que el señalamiento de Normandía se trataba de una distracción. Así, la flota aliada contó con libertad para efectuar su arribo a las costas francesas. En junio, las fuerzas de Estados Unidos, Reino Unido y Francia Libre estaban en la costa sur de las islas británicas, a espera de la movilización.


Desembarco en Normandía.

El 6 de junio, históricamente conocido como el Día D, se inició la Operación Overlord, que debía culminar con la toma de París. Esa jornada, en las costas de Normandía, las tropas aliadas – Cerca de 150 mil soldados - se apoderaron de las cinco playas combatieron. Allí, los Aliados se fortificaron y, luego, se expandieron hacia otros frentes. Días después, en Caen, una división aliada vencería a los nazis, liderados por Rommel. A pesar de ello, pasaron semanas para que el ataque aliado surtiera efecto. Hasta fin de julio, los nazis habían resistido, pero el despliegue aliado - Operación Cobra - generó el retroceso de los nazis. Así, se aumentó el número aliados en Europa, mientras se acercaban a París. En cuanto a Rommel, fue encarcelado. En julio, un grupo de oficiales del ejército nazi, encabezados por el coronel Claus von Stauffenberg, intentó asesinar al Führer, aunque fallaron. Cuando se hallaron evidencias sobre la planificación del atentado, se encontró una relación entre los autores y Rommel. Meses más tarde, en prisión, Hitler le sugirió que se suicidase, ya que, de lo contrario, ordenaría represalias contra su familia. Ante ello, Rommel se disparó. En agosto, los nazis contraatacaron, pero los Aliados anularon el movimiento. Entonces, mientras los aliados continuaban rumbo a la capital, los alemanes retiraron sus tropas, ya que la ofensiva enemiga era incontenible. El 25 de agosto los Aliados recuperaron París. Esto marcó el fin de la Francia de Vichy. Por su parte, De Gaulle instaló el Gobierno Provisional de la República Francesa, que lo tendría como jefe hasta la conformación de un nuevo estado. En el sur de Francia, los Aliados conquistaron las ciudades más importantes. Así, los Aliados controlaron Francia. En los siguientes meses, avanzaron sobre el Imperio Alemán. En principio, dominaron Bélgica, Luxemburgo y parte de Holanda. Pero, la resistencia nazi se endureció.


Izquierda: Adolf Hitler. Derecha: Claus von Stauffenberg.

En septiembre, fracasó la Operación Market Garden, cuando los alemanes frustraron el intento aliado por tomar Holanda. Además, los nazis retuvieron el control de Alsacia y Lorena. En los últimos meses, los Partisanos habían concentrado más poder. Además, los Chetniks que no se les unieron fueron derrotados. En ese marco, Tito se pronunció favorable hacia los soviéticos, por lo que los estadounidenses y británicos dejaron la región. En octubre, los Parti sanos ocuparon Belgrado. Con ello, lograron el apoyo de la realeza y el pueblo yugoslavo. En adelante, Partisanos y soviéticos se lanzaron a la guerra contra el Eje y Croacia. En tanto, luego de haber ocupado gran parte de Ucrania y Bielorrusia, Stalin inició la Operación Bagration, para lograr la conquista ambos estados y, también, recuperar el control del Báltico. En septiembre, la URSS detuvo los combates, ya que el Ejército Rojo había restablecido la línea fronteriza que la URSS y el Tercer Reich poseían en junio de 1941. Bielorrusia, Ucrania y parte de los Balcanes habían sido anexados al estado soviético – Meses después tarde, la URSS dominaría Estonia, Letonia y Lituania -, que reagruparía sus fuerzas para lanzarse sobre Polonia. En tanto, los nazis habían quedado al borde de la ruina, debido a la gran cantidad soldados muertos y equipamiento militar perdido. En Rumania, junto a los soviéticos, los rebeldes depusieron al régimen nazi. En Bulgaria, el gobierno rompió relaciones con Alemania y, en consecuencia, se asoció a los Aliados. En Grecia, los nazis abandonaron el país para evitar un desastre militar. En tanto, tras su alianza con Finlandia, la URSS obtuvo territorios que había perdido a comienzos de la guerra. Luego, se inició el enfrentamiento entre finlandeses y germanos en el norte de Europa – Guerra de Laponia -.


Partisanos.

En el Pacífico, Japón no podía oponerse ante los estadounidenses. A mitad de año, Estados Unidos se hallaba al norte de las islas del sudeste asiático. A su vez, los nipones cedieron terrenos en el este de India y Birmania, a raíz de la ofensiva aliada. Pero, Japón se había afianzado en China e Indochina, donde los europeos habían experimentado retrocesos. Entonces, los combates se situaron cerca de las Islas Marianas. En julio, los estadounidenses triunfaron en Saipán, con la que se aseguraron el control de la región. Desde allí, Estados Unidos partió a la toma de Filipinas. En octubre, Japón fue vencido en el Golfo de Leyte, donde aniquilaron gran parte de su flota y arsenales de guerra. Además, parte de la aviación incurrió en tácticas desesperadas para detener a sus enemigos. Allí, aparecieron los kamikazes, pilotos que estrellaban sus naves contra navíos americanos. Pero, sus acciones fueron en vano. Pese a la situación favorable, Estados Unidos tenía dificultades para apoderarse del territorio. La distancia entre las Islas Marianas y Filipinas con Japón era demasiado extensa para movilizar su flota aérea. Por ello, el mariscal Douglas MacArthur decidió invadir la isla de Iwo Jima. Desde allí, podrían atacar Japón. En tanto, diplomáticos nipones negociaron una salida al conflicto. Pero, Roosevelt ordenó que sólo admitiría una rendición completa de sus enemigos. En Europa, la ofensiva enemiga había encerrado a los nazis con avances desde el sur, el oeste y el este. Además, el Führer estaba en decadencia y, también, el estado se había deteriorado. Pese a ello, Hitler siguió decidiendo el rumbo de la guerra en soledad. En diciembre, el Führer movilizó sus tropas hacia el oeste, a fin de cortar las líneas de comunicación y abastecimiento entre estadounidenses y británicos. Luego de vencerlos, Hitler pretendía recobrar Francia. Pero, el líder subestimó el número de aliados y, además, no pensó en el rápido avance soviético al este.


Los combates se situaron cerca de las Islas Marianas.

A mitad de mes, los alemanes atacaron a los Aliados en Ardenas, frontera entre Francia, Bélgica y Luxemburgo. En principio, los nazis lograron avances, aunque no realizaron conquistas. Para enero de 1945, pese a la gran cantidad de bajas, los Aliados continuaron sin problemas, debido a sus grandes reservas. En tanto, los nazis habían agotado sus hombres en el oeste. Ante ello, divisiones del este fueron trasladadas hacia Ardenas. A fines de enero, los nazis se quedaron sin reservas ni provisiones en el oeste. Por ello, Hitler ordenó que las tropas se replegasen, aunque defendiendo sus posesiones. Así, los Aliados accedieron a terreno imperial. A su vez, en el este, los soviéticos se sumaron a los levantamientos civiles en Eslovaquia y Polonia, aunque estos fueron reprimidos por los nazis. En tanto, en el marco de la Ofensiva del Oder-Vístula – Avance sobre Polonia, el Báltico y el este de Alemania -, el Ejército Rojo llegó a Varsovia. A su vez, se desarrolló una revuelta para derrocar al régimen nazi en Hungría. En febrero, los soviéticos tomaron Bucarest y meses después, liberarían Austria. Por entonces, Churchill, Roosevelt y Stalin asistieron a la Conferencia de Yalta, en la URSS. Allí, se trazaron lineamientos a seguir en la contienda. Si bien no se llegó a un acuerdo, se respaldaron determinaciones a efectuarse al acabar la guerra. Entre estas, se destacaron: la creación de Naciones Unidas – Versión mejorada de la Sociedad de Naciones -; el desarme y el reparto de Alemania entre los Aliados; imposición de elecciones democráticas en Europa. Rumbo a Berlín, el Ejército Rojo ingresó a Alemania con facilidad, ya que las tropas nazis estaban al borde de la ruina. En ese momento, los alemanes combatían en Italia, Finlandia, Eslovaquia y Croacia, aunque era cuestión de tiempo para que cayesen derrotados. En los Balcanes, luego de la liberación de Belgrano, los yugoslavos habían retomado el control de la región - Los nazis habían sido vencidos Montenegro, Albania, Serbia, Macedonia y Dalmasia -. A su paso, los Aliados y los soviéticos clausuraron gran parte de los campos de concentración y exterminio. Para febrero, habían cerrado, entre otros, los campos de Chelmno, Gross-Rosen, Varsovia y Auschwitz. Por su parte, los soviéticos, que batallaban en Königsberg – Prusia Oriental –, estaban en el río Oder, cerca de Berlín. En tanto, cerca del río Rín, británicos y estadounidenses hallaron defensas alemanas. Allí, el mariscal británico Bernard Montgomery y el general estadounidense Dwight Eisenhower lanzaron sus tropas a la conquista del Rín - Operación Veritable -. Pero, la resistencia nazi los obligó a luchar en varios frentes. Ante ello, los Aliados se expandieron, vulnerando a sus enemigos. A mediados de marzo, los Aliados tomaron el Rín y, entonces, partieron hacia Berlín.


Mussolini y Hitler.

En abril, mientras sus fuerzas avanzaban hacia Berlín, parte de los aliados y soviéticos combatían en terreno imperial. A mitad de mes, la URSS controló Königsberg y, días más tarde, los Aliados se apoderaron de Ruhr. En adelante, ambas fuerzas sólo tenían un objetivo: la toma de Berlín, ciudad débilmente defendida, donde se hallaba el Führer. En tanto, los Aliados reanudaron sus ataques sobre la República Social Italiana. Primero, rompieron la Línea Gótica y tomaron grandes ciudades cercanas, como Bolonia y Parma. Esto se sumó al avance de los Partisanos por el este, donde habían tomado varias urbes. Los generales en Italia quisieron replegarse sobre Alemania, pero Hitler les ordenó que resistiesen allí. En pocos días, numerosas regiones cayeron en poder de los Aliados. El 25 de abril, los partisanos italianos – opuestos al régimen fascista - tomaron los centros más importantes del país. Ante ello, atrincherado en Saló, Mussolini desintegró la república y partió hacia el exilio en Suiza. En ese contexto, el Comité de Liberación Nacional, órgano que poseía el poder político en Italia, proclamó la pena de muerte para los líderes fascistas y nazis. El 27, cuando la delegación de Mussolini se trasladaba hacia Como, cerca de Suiza, una división de partisanos italianos los detuvo. El Duce fue reconocido y, junto al resto de los italianos presentes, fue capturado. Este grupo quería evitar la entrega del líder a los Aliados, que pretendían juzgarlo en tribunales. Al día siguiente, los partisanos italianos ejecutaron a Mussolini, su amante, Clara Petacci, y otros jerarcas fascistas. El 29, los restos de los fusilados fueron colgados en una plaza de Milán, donde la multitud los golpeó, desmembró y mutiló. Luego, los cuerpos fueron enterrados en tumbas anónimas. En adelante, el Comité de Liberación Nacional administraría la política italiana. Por su parte, a medida que sus enemigos avanzaban, los nazis se replegaban hacia la capital. Pero, las fuerzas aliadas y soviéticas alrededor de Berlín superaban en cantidad al total de las tropas germanas. El 22 de abril, los soviéticos sitiaron Berlín, acorralando los últimos rastros del Tercer Reich. Ante ello, los generales le advirtieron al Führer acerca de la situación. Furioso, Hitler los acusó de traidores y tuvo un ataque de nervios, que complicó su deteriorada salud – desde hacía meses atrás, su mano derecha no dejaba de temblarle -. Pese a que el Führer sabía que el Imperio estaba a punto de colapsar, ordenó continuar la defensa. Además, Hitler resistiría en el bunker de la Cancillería hasta el final. En los días siguientes, la ofensiva soviética se instaló en Berlín. Los pocos y mal acondicionados defensores fueron perdiendo unidades y terreno. A partir del 28, los alemanes se establecieron en los alrededores del Reichstag y la Cancillería. En la madrugada del 29, Hitler contrajo matrimonio con su novia, Eva Braun. Luego, se reunió con su secretaria, Traudl Junge, a quien le dictó su testamento. La inminente caída del Imperio y el deterioro de su salud genero que el Führer evaluase suicidarse junto con su esposa, por lo que averiguó métodos certeros. Por recomendación médica, Hitler optó por morder una cápsula de cianuro y dispararse en la cabeza.


Adolf Hitler junto a Eva Braun.

A la mañana del 30 de abril, los alemanes sabían que sólo podrían resistir un par de días más. Entonces, Hitler renunció a su cargo de Führer. En su lugar, escogió a Karl Dönitz como presidente y a Goebells como canciller. Horas más tarde, ordenó que, luego de su muerte, incinerasen los cadáveres, ya que no quería que ocurriese lo mismo que con Mussolini. A la tarde, Hitler ingirió el veneno y se disparó, mientras que Braun sólo alcanzó a tomar el cianuro. Pese a que los soviéticos dominaban la ciudad, los nazis continuaron. Esa noche, soldados de la URSS colgaron su bandera en la terraza del Reichstag, símbolo de la derrota germana – Fotografía reconocida como “Levantamiento de la bandera sobre el Reichstag” -. En adelante, los soviéticos aniquilaron a los enemigos en la ciudad y sus alrededores. El 1 de mayo, Goebells y su esposa envenenaron a sus seis hijos y, luego, se suicidaron. En los días siguientes, Dönitz negoció una salida al conflicto, aunque sus enemigos sólo aceptarían la rendición incondicional. El 9 de mayo, los nazis capitularon, determinando su derrota. Dönitz fue encarcelado, mientras que Stalin ordenó a sus hombres que buscasen el cuerpo de Hitler. Al encontrar sus restos incinerados, los trasladó a territorio soviético. Finalmente, su cuerpo fue enterrado en Magdenburgo. Por su parte, Heinrich Himmler, líder de las SS, cambió su aspecto e intentó escapar de los Aliados. Pero, fue encarcelado y descubierto. Días después, se suicidó.


Levantamiento de la bandera sobre el Reichstag.

En paralelo a la guerra, Estados Unidos desarrolló grandes estudios científicos, en medio de una carrera armamentística contra la URSS y Alemania. Desde 1941, Roosevelt había destinado fondos para la creación de una bomba nuclear – Proyecto Manhattan -. En julio, se realizó una prueba en Alamogordo, Nuevo México, donde se comprobaron los efectos de una de las bombas. En agosto, los Aliados afirmaron que sólo aceptarían la rendición incondicional de Japón. En tanto, Estados Unidos sabía que la toma de Japón le llevaría meses y, además, costaría miles de vidas de soldados. Por ello motivo, se aprobó el lanzamiento de las bombas nucleares. El 6 de agosto, el bombardero Enola Gay lanzó la bomba Little Boy – compuesta de uranio - sobre Hiroshima. Segundo después de la detonación, casi doce kilómetros cuadrados fueron completamente destruidos. Se estima que más de 120 mil ciudadanos murieron al instante, a la vez que más de 350 mil tuvieron heridas. Frente a esto, Hirohito no pensó en capitular. Por ello, el 9 de agosto, el bombardero Bockscar arrojó la bomba Fat Man – confeccionada con plutonio - sobre Nagasaki. Gran parte de la ciudad fue arrasada. Se calcula que más de 80 mil personas fallecieron. A su vez, la URSS declaró la guerra e invadió Japón. Sin apoyo militar, con un ejército destruido y con su sociedad atemorizada, el 14 de agosto, Hirohito declaró la rendición incondicional de su imperio. El 2 de septiembre, a bordo del acorazado USS Missouri, se firmó la capitulación japonesa y, con ello, el final de la Segunda Guerra Mundial.


Capitulación japonesa en el acorazado USS Missouri.

EL MURO DE BERLÍN

El Muro de Berlín fue parte de las fronteras inter-alemanas desde el 13 de agosto de 1961 hasta el 9 de noviembre de 1989 con el que se aislaba a la mitad de la ciudad perteneciente a la República Federal Alemana (RFA) controlada por Gran Bretaña, Estados Unidos y Francia, de la socialista República Democrática Alemana (RDA). Ha sido y es considerado por muchos, la máxima representación de lo que fue la Guerra Fría; la división de Europa y el mundo en dos bloques completamente enfrentados. El muro se extendía a lo largo de 45 kilómetros que dividían la ciudad de Berlín en dos y 115 kilómetros que separaban a la parte occidental de la ciudad del territorio de la RDA. Fue uno de los símbolos más conocidos de la Guerra Fría y de la separación de Alemania.


Mapa de Berlín Oeste y Este, y los cruces fronterizos.

Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, Alemania fue dividida en dos: la oriental, ocupada por los soviéticos, y la parte occidental, dirigida por estadounidenses, franceses y británicos. Berlín, capital de Alemania y ubicada en la parte oriental del país, también fue separada. Sin embargo, la maltrecha economía soviética y la floreciente Berlín occidental hicieron que hasta el año 1961 casi 3 millones de personas dejaran atrás la Alemania Oriental para adentrarse en el capitalismo. Esto haría que, a través del pacto de Varsovia, se ordenara a la RDA que impusiera medidas de seguridad en la frontera con la RFA. El 12 de agosto comenzó la construcción del muro, operación gestada por Erch Honecker, secretario del Consejo de Defensa Nacional, siguiendo instrucciones del presidente Walter Ulbricht. Un día después, los soldados germano-orientales colocaron alambre de púas en la línea de demarcación entre Berlín Este y Oeste. Así, se instalaron barricadas en la frontera de las dos Alemania y se cerró la puerta de Brandeburgo. Lo que empezó como una cerca con alambres se convertiría rápidamente en una serie de muros de hormigón y torres de control, vigilados por guardias armados. La construcción y ampliación de las instalaciones fronterizas tenía un objetivo: evitar que los ciudadanos de Berlín Oriental y de la RDA pasaran la frontera hacia Berlín Occidental. De este modo, los controles estaban orientados hacia el interior, es decir, hacia su propia población. Esto era lo que distinguía a estas instalaciones fronterizas de otras.


Agujeros en el muro.

EL MURO EN CIFRAS

Longitud total de la frontera con Berlín Occidental: 155 km.

Frontera interurbana entre Berlín Oriental y Occidental: 43 km.

Frontera entre Berlín Occidental y la RDA (“periferia”): 112 km.

Pasos fronterizos entre Berlín Oriental y Occidental (calle/vía férrea): 8.

Pasos fronterizos entre la RDA y Berlín Occidental (calle/vía férrea): 6.

Torres de vigilancia: 302.

Bunkers: 20.

Zonas de vigilancia canina: 259.

Fosas anti-vehículos: 105,5 km.

Vallas eléctricas o de alambre de púas con alarma: 127,5 km.

Caminos de patrullaje: 124,3 km.

De acuerdo con la sección de la franja que separaba la parte oriental de la occidental de Berlín, el muro contaba con un fuerte dispositivo de seguridad. Muro externo: es el que comúnmente se conoce como Muro de Berlín. Se utilizaron 45.000 segmentos de hormigón para su construcción. Contaba con un tubo para evitar aferrarse y utilizar ganchos, una doble viga de sujeción, orificios de transporte y una fuerte armadura. Sobre el lado occidental eran frecuentes los grafitis. Fosa anti-vehículos: fue colocada para evitar que los vehículos que intentaran cruzar embistieran contra el muro occidental con el fin de derribarlo. Tan sólo en Berlín se construyeron alrededor de 95 km. Dunas: una amplia zona de la franja era un arenero repleto de trampas que además delataba a quien tratara de escapar de Berlín Oriental. La superficie lisa de la arena fina permitía detectar las huellas de pisadas de quienes trataran de atravesar la franja. Entre las trampas se hallaban minas y estacas de madera ocultas bajo la arena. Patrullas de vigilancia: la franja interior del muro era vigilada día y noche por patrullas de guardias armados. Cerca de 14.000 soldados y 600 perros se ocuparon de esta tarea. En las zonas urbanas del muro, la franja era tan ancha que había carreteras para los vehículos. Pasillo de luz: alrededor de 177 km de farolas a lo largo de todo el perímetro del muro garantizaban la iluminación para evitar las fugas nocturnas. Torres de vigilancia: conocidas como “BT11”, estos modelos de torreta octogonal comenzaron a construirse en 1969 a lo largo de la frontera urbana de Berlín. De las 302 construidas, en la actualidad quedan sólo 5 en pie. Franja de la muerte: era el primer obstáculo serio que encontraba quien intentara huir desde Berlín Oriental. Esta franja es conocida así por ser la zona del Muro en la que se abortaron la mayor parte de los intentos de fuga. Allí se encontraban barreras contra vehículos, alambradas y vallas electrificadas con alarmas. Muro interno: la primera barrera desde el lado oriental discurría a lo largo de los 68 kilómetros de frontera interurbana de Berlín. Fuera de la ciudad era una simple verja.


Fragmento del muro de Berlín.

Entre 1961 y 1988, más de 100.000 ciudadanos de la RDA intentaron huir a través de la frontera inter-alemana o el Muro de Berlín. Muchas personas murieron en el intento de superar la dura vigilancia de los guardias fronterizos de la RDA cuando se dirigían al sector occidental. De hecho, más de 600 personas fueron abatidas a tiros por soldados fronterizos de la RDA o murieron de otra forma al intentar huir. Algunos de ellos murieron ahogados, sufrieron accidentes mortales o se suicidaron al ser descubiertos. El número exacto de víctimas está sujeto a disputas y no se conoce con seguridad. La Fiscalía de Berlín considera que el saldo total es de 270 personas, incluyendo 33 que fallecieron como consecuencia de la detonación de minas. Por su parte el Centro de Estudios Históricos de Potsdam estima en 125 la cifra total de muertos en la zona del muro. Con todo, se cree que tan sólo en el Muro de Berlín perdieron la vida o murieron en relación directa con el régimen fronterizo de la RDA, por lo menos, 136 personas: 98 fugitivos que intentaron superar las instalaciones fronterizas fueron abatidos a tiros, murieron de otra forma o se suicidaron; 30 personas tanto del Este como del Oeste fueron tiroteadas o murieron de otra forma a pesar de que no tenían las intención de huir; 8 soldados fronterizos de la RDA que fueron abatidos por desertores, camaradas, fugitivos o un policía de Berlín Este. Además, murieron, por lo menos, 251 viajantes procedentes del Este y del Oeste al llevarse a cabo los controles en los pasos fronterizos de Berlín. Incontables son las personas que murieron de tristeza y desesperación por los efectos que tuvo para su vida la construcción del Muro. La caída del muro vino motivada por la apertura de fronteras entre Austria y Hungría en mayo de 1989, ya que cada vez más alemanes viajaban a Hungría para pedir asilo en las distintas embajadas de la República Federal Alemana. Este hecho, originaría enormes manifestaciones que llevaron a que, el 9 de noviembre de 1989, el gobierno de la RDA afirmara que el paso hacia el oeste estaba permitido. Ese mismo día, miles de personas se agolparon en los puntos de control para poder cruzar al otro lado y nadie pudo detenerlos, de forma que se produjo un éxodo masivo. Al día siguiente, se abrieron las primeras brechas en el muro. Los propios ciudadanos berlineses empezaron la destrucción del muro con todos los medios a su disposición (picos, martillos, etc.). El violoncelista Mstislav Rostropovitch, que había tenido que exiliarse al Oeste, fue al pie del muro a animar a los que lo demolían. La fotografía de esta anécdota se hizo célebre.


Línea del muro de Berlín.

En el marco de conservar los restos de muro existentes y transmitir su significado histórico mediante indicaciones de caminos e informaciones adicionales, se han llevado a cabo las medidas siguientes: la señalización del recorrido del muro dentro de la ciudad mediante una doble línea de adoquines en las calles. La “milla histórica Muro de Berlín” que cuenta con 30 placas informativas a lo largo del camino dentro de la ciudad. La señalización de las rutas del muro en el sistema de indicadores de caminos turísticos azules de la ciudad. Un sistema de información y orientación formado por diez pilares que informan sobre sus puntos clave. Una exposición al aire libre en el Checkpoint Charlie. El “camino del Muro de Berlín” que recorre el antiguo trazado del muro y rodea la que otrora fuera la mitad occidental de Berlín. La parte más importante que se ha mantenido en pie se encuentra en la zona conocida como East Side Gallery. Allí se pueden recorrer 1,3 kilómetros del muro decorado con impresionantes pinturas y cientos de grafitis de artistas procedentes de todo el mundo, que trataron de documentar mediante sus obras el cambio producido tras la caída del Muro de Berlín. A través de su talento, los artistas materializaron protestas y mensajes como memoria de un momento histórico importante. El centro de documentación del Muro de Berlín y el Museo del Muro del Checkpoint Charlie, situados en la cercanía inmediata del antiguo muro, informan sobre las causas políticas de la división de Berlín, intentos de fuga y destinos individuales. Otros centros de documentación sobre temas relacionados con la historia de la posguerra, la división de Alemania y la historia de la RDA, se hallan repartidos en diferentes lugares de la ciudad.


Placa que marca el lugar que ocupaba el muro.

Economía

PBI (Nominal): 3.400,00 miles de millones US$
PBI Per cápita: 41.514,00 US$
 
Resumen

La recuperación de Alemania tras la Segunda Guerra Mundial ha sido completa, y el país germano ocupa a fines del s. xx un lugar líder no sólo en la economía europea sino también en la mundial. La industria constituye el eje de la economía alemana. La industria siderúrgica, que junto con la extracción de hulla en la región de la cuenca del Ruhr lideró la Revolución Industrial en Alemania, atraviesa un período de crisis en las décadas finales del s. XX. Esta crisis se ha extendido a la industria naval y la textil, mientras que otros sectores de gran tradición en el país, como la industria química (BASF, Bayer, Hoechst), la industria automovilística (Daimler-Benz, BMW, Volkswagen), la alimentaria o la fabricación de maquinaria, mantienen su importancia. Por otra parte, ha sido fundamental el desarrollo de nuevas ramas, como la óptica y la electrónica. La agricultura reúne a una mínima parte de la población activa, a pesar de lo cual obtiene significativas producciones de patatas, cereales, remolacha azucarera y vid. Entre la cría ganadera destaca la cabaña de bovinos, objeto de una explotación intensiva. Por otra parte, al igual que en los demás países desarrollados, el sector terciario concentra el mayor porcentaje de población activa, con una próspera actividad de servicios y financiera. Asimismo, Alemania cuenta con destacadas universidades y centros de investigación que la convierten en centro cultural de primera magnitud y líder en tecnología punta. La unión de las dos Alemanias constituyó un importante punto de inflexión en la historia reciente de la economía germana, ya que la próspera economía occidental asumió la reconversión de las obsoletas estructuras económicas de la vieja República Democrática Alemana, lo que ha supuesto un sensible lastre al progreso económico germano (aumento de la inflación, déficit en la balanza de pagos). Alemania cuenta con una notable infraestructura de comunicaciones, no sólo en lo referente a las carreteras y autopistas, aeropuertos (Berlín, Colonia, Düsseldorf, Frankfurt del Main) y puertos (Bremen, Hamburgo, Rostock-Überseehafen), sino también por la completa red de comunicaciones naturales, con miles de kilómetros de aguas interiores navegables. Destaca la construcción de canales artificiales entre los ríos Rin, Main y Danubio, que ha permitido el tránsito fluvial desde el mar del Norte hasta el mar Negro.

Cultura

Tradiciones, fiestas y eventos

El carnaval

Alemania, como uno de los grandes destinos turísticos de Europa, es un país que alberga notables pasajes históricos y alberga en su interior las más variadas tradiciones y costumbres en cada una de sus ciudades y pueblos.

Esta festividad se realiza especialmente en las regiones alemanas donde la mayor parte de sus residentes son católicos y en Renania. El carnaval (“Fasching“, “Fasnacht” o “Karneval“) es una celebración que data de tiempos antiguos, destacándose especialmente en las ciudades de Colonia, Bonn, Maguncia y Düsseldorf.

En la región del sur de Alemania, el Fasnet alemánico es la celebración típica que se inicia el 11 de noviembre (la quinta estación del año), culminando el Miércoles de Ceniza. El “lunes de carnaval” se llevan a cabo interminables desfiles por sus calles, a los cuales la gente asiste disfrazada no solo con ropas típicas o tradicionales sino también con graciosas vestimentas. Se trata de una antigua costumbre para expulsar el invierno.

Ferias (Kirchweih o Kirmes)

Las Ferias se realizan en Alemania en la época de la primavera y hasta el otoño, algunas solamente durante los fines de semana, en tanto que otras permanecen abiertas durante toda la semana en los recintos feriales o en las zonas céntricas de las distintas ciudades. Hay en ellas muchos puestos de comida rápida donde se pueden tomar tentempiés y golosinas además de puestos típicos, casetas de tiro, trenes del terror, montañas rusas y espectáculos de música en vivo que se realizan en carpas o escenarios destinados a tal fin.

La Kirchweih o Kirmes tiene origen religioso y se llevaba a cabo antiguamente con motivo de la consagración de una iglesia cristiana. Esta festividad adquiere singular relevancia es las áreas rurales, donde se realizan desfiles y se lleva a cabo una ceremonia tradicional que consiste en plantar el Kirchweihbaum (árbol de la Kirchweih).

Fiestas Vinícolas

En las regiones cercanas al Rin y el Mosela, más precisamente en Baden, el Palatinado y a orillas del Meno, se llevan a cabo entre los meses de mayo y noviembre, las fiestas vinícolas y vitícolas , en las cuales las diversas cooperativas y sus representantes, escancian su vino en puestos montados en sitios públicos, ofreciendo además las especialidades de la región, con mucha música en vivo y culminando con la coronación de la reina del Vino.

Mercados navideños

Muchas son las ciudades de Alemania que celebran los mercados navideños entre los meses de noviembre y diciembre y algunos incluso hasta el día de reyes. Allí se pueden visitar la gran cantidad de puestos en los cuales se pueden adquirir adornos de navidad, joyas, velas, juguetes y muchos productos más y hasta degustar un buen vino caliente con especias (Glühwein), castañas, pan especiado y almendras tostadas.

Oktoberfest (Fiesta de la cerveza)

La Oktoberfest muniquesa es la fiesta popular más famosa a nivel mundial y que aglomera a más de 6.000.000 de visitantes cada año en la Theresienwiese. Litros y litros de cerveza son bebidos en enormes jarras de un litro, llamadas Maßkrüge, mientras se comen rosquillas y salchichas de cerdo.

Una celebración imperdible en la cual se pueden visitar dentro del inmenso recinto, gran cantidad de atracciones y montañas rusas, además de visitar gran cantidad de puestos y disfrutar de los desfiles de trajes tradicionales y conciertos de bandas. Mucha gente del lugar como así también muchos jóvenes, visten con ropas típicas para asistir a la fiesta.

Munich-Oktoberfest es una celebración mundialmente famosa y típica de Múnich y Alemania, que se inicia a mediados del mes de septiembre y hasta los primeros días de octubre, atrayendo a gran multitud de visitantes luego del tradicional espitado del barril en la explanada de Wies’n.

El Oktoberfest atrae anualmente a millones de turistas a la explanada Theresienwiese, donde durante dos semanas se puede disfrutar de una ambiente divertido y lleno de atracciones, con gran cantidad de carpas y juegos mecánicos. Música popular y trajes típicos son la característica principal de la fiesta, donde las salchichas, la cerveza y las rosquillas parecen no terminarse nunca.

Arte

El Arte alemán describe la historia de las artes visuales en Alemania. El Caballero de Bamberg es una estatua ecuestre de piedra creada por un escultor anónimo medieval en catedral de Bamberg.

La Escuela del Danubio (en alemán: Donauschule o Donaustil) es el nombre de un círculo de pintores del primer tercio del siglo 16 en Bayern y Austria. Los artistas de esta escuela son Albrecht Altdorfer y Wolf Huber.

Hans Holbein el Viejo y su hermano Segismundo Holbein pintaron obras religiosas de estilo gótico tardío. Hans el Viejo fue pionero y líder de la transformación del arte alemán desde el gótico hasta el estilo renacentista. Su hijo, Hans Holbein el Joven fue un importante pintor de retratos y obras religiosas de estilo renacentista del Norte.

El Renacimiento alemán se produjo cuando artistas alemanes viajaron a Italia para aprender más y se inspiraron en los artistas de la Renacimiento italiano. Albrecht Dürer, un artista alemán conocido de este período, trabajó inicialmente en el germánico establecido y las formas del norte, pero estaba abierto a las influencias del Renacimiento. Después de visitar Italia, Dürer regresó a Nuremberg a mediados de 1507, permaneciendo en Alemania hasta 1520.

La escuela de Düsseldorf fue un grupo de artistas que pintaron sobre todo paisajes, y que fueron influenciados por la Academia de Düsseldorf. Fundada en 1767, la influencia de la academia creció en los años 1830 y 1840 con la popularidad del movimiento nazareno. El nombre Nazareno fue adoptado por un grupo de principios del siglo XIX los pintores románticos alemanes que pretendían revivir la honradez y la espiritualidad en el arte cristiano.

La principal motivación de los nazarenos fue una reacción contra el neoclasicismo y la educación artística de rutina del sistema de la Academia. Tenían la esperanza de volver al arte que de los valores espirituales encarnados, y buscó inspiración en artistas de la Edad Media y del Renacimiento, rechazando lo que veían como el virtuosismo superficial del arte posterior.

Biedermeier se refiere al trabajo en los campos de la literatura, la música, la las artes visuales y diseño de interiores en el período comprendido entre el final de las Guerras Napoleónicas en 1815 y las revoluciones de 1848.

En el siglo XX, Plakatstil era un estilo de póster artístico que comenzó en el año 1900 y se originó fuera de Alemania. “Plakatstil” significa “estilo póster” en alemán. Los rasgos de este estilo de arte suelen ser audaces, directamente de fuentes con un diseño muy simple.

Die Brücke (El Puente) fue uno de los dos grupos de pintores alemanes fundamentales para el expresionismo, el otro es el grupo Der Blaue Reiter. Die Brücke fue un grupo de artistas del expresionismo alemán formado en Dresde en 1905. Los cuatro estudiantes de arquitectura Jugendstil (nouveau), dirigido por Hermann Obrist son:


-Fritz Bleyl (1880-1966)

-Erich Heckel (1883-1970)

-Ernst Ludwig Kirchner (1880-1938)

-Karl Schmidt-Rottluff (1884-1976)


Der Blaue Reiter (El jinete azul) se fundó en Munich, Alemania en 1911. Wassily Kandinsky, Franz Marc, August Macke, Alexej von Jawlensky, Marianne von Werefkin y otros fundaron el grupo en respuesta al rechazo de la pintura de Kandinsky del Juicio Final enuna exposición por Neue Künstlervereinigung por otro grupo de artistas del que Kandinsky había sido miembro.

El nombre de Der Blaue Reiter derivó del entusiasmo de Marc por los caballos, y del amor de Kandinsky por el color azul. Para Kandinsky, el azul es el color de la espiritualidad, y cuanto más oscuro sea el azul, más crece el deseo humano por la eternidad (véase su libro de 1911 De lo espiritual en el arte).

La Nueva objetividad, o Sachlichkeit Neue (nueva materia de naturalidad), fue un movimiento artístico que surgió en Alemania durante la década de 1920 como oposición al expresionismo. Por lo tanto, posterior a la expresionista. El término se aplica a las obras de arte de la pintura, la literatura, la música y la arquitectura. Se describe la despojada, la simplificación de estilo del edificio de la Bauhaus y la solución Weissenhof, la planificación urbana y proyectos de vivienda pública de Bruno Taut y Ernst May, y la industrialización de la familia caracterizada por la cocina de Frankfurt.

El Arte del Tercer Reich, el régimen nazi prohibió el arte moderno, que condenó como arte degenerado (del alemán: Entartete Kunst). De acuerdo con la ideología nazi, el arte moderno se desvió de la norma prescrita de la belleza clásica. Si bien la década de 1920 a 1940 se consideran el apogeo de los movimientos de arte moderno, los movimientos nacionalistas, no se resintió en conflicto que el arte abstracto, y Alemania no fue la excepción. Artistas vanguardistas alemanes estaban se consideraban enemigos del Estado y una amenaza a la nación alemana. Muchos fueron al exilio y perdieron tanto su reputación y credibilidad.

En julio de 1937, los nazis organizaron una exposición difamatoria, Entartete Kunst (Arte degenerado), en Munich, que posteriormente viajó a once ciudades en Alemania y Austria. El programa fue concebido como una condena oficial del arte moderno, e incluyó más de 650 pinturas, esculturas, grabados y libros de las colecciones de treinta y dos museos alemanes.

El expresionismo, que tuvo sus orígenes en Alemania, contenía la mayor parte de las pinturas representadas. Al mismo tiempo, los nazis presentaron la Grosse Deutsche Kunstausstellung (Gran exposición de arte alemán) en el palacio Haus der Deutschen Kunst (Casa del Arte Alemán). Esta exposición muestra el trabajo de artistas autorizados oficialmente como Arno Breker y Adolf Wissel. Al final de cuatro meses Entartete Kunst había atraído a más de dos millones de visitantes, casi tres veces y media el número que visitó el cercano Grosse Deutsche Kunstausstellung.

Deporte

El deporte constituye una parte importante de la vida alemana. Veinte y siete millones de alemanes son miembros de un club deportivo y unos de doce millones ejercen alguna actividad deportiva independientemente.

El fútbol es el deporte más popular. Con más de 6,3 millones de miembros oficiales, la Asociación Alemana de Fútbol (Deutscher Fußball-Bund) es la mayor organización deportiva del mundo en su género.

La Bundesliga ocupa el segundo lugar de atención en el seguimiento y visionado de cualquier liga deportiva profesional en el mundo. El equipo nacional alemán ganó la Copa Mundial de la FIFA en 1954, 1974 y 1990 y el Campeonato Europeo de Fútbol en 1972, 1980 y 1996. Alemania es sede de la Copa Mundial de la FIFA en 1974 y 2006 y el Campeonato de Europa en 1988.

Entre los futbolistas más exitosos y de renombre encontramos a son Franz Beckenbauer, Gerd Müller, Jürgen Klinsmann, Lothar Matthäus, y Oliver Kahn. Otros deportes de masas populares son balonmano, voleibol, baloncesto, hockey sobre hielo y tenis.

Alemania es uno de los principales países de automovilismo en el mundo. El piloto de Fórmula 1 más exitoso en la historia, Michael Schumacher, ha establecido los registros de los deportes de motor más importantes durante su carrera y ganó más campeonatos de Fórmula 1 y más carreras que ningún otro piloto desde la temporada debut en la Fórmula Uno en 1946.

Él es uno de los deportistas mejor pagados en la historia y se ha convertido en un deportista multimillonario.

Compañías como BMW y Mercedes se encuentran entre los principales equipos de patrocinio en los deportes de motor. Porsche ha ganado 16 veces las 24 Horas de Le Mans, una prestigiosa carrera anual celebrada en Francia.

Históricamente, los deportistas alemanes han sido competidores de éxito en los Juegos Olímpicos, ocupando el tercer lugar en todos los tiempos en número de medallas de los Juegos Olímpicos, combinando las medallas de Alemania Oriental y Occidental. En los Juegos Olímpicos de Verano de 2008, Alemania terminó quinto en el medallero, mientras que en los Juegos Olímpicos de Invierno de 2006 que terminó en primer lugar. Alemania ha albergado los Juegos Olímpicos de Verano en dos ocasiones, en Berlín en 1936 y en Munich en 1972. Los Juegos Olímpicos de Invierno tuvieron lugar en Alemania una vez en 1936 cuando se organizaron en las ciudades gemelas de Baviera Garmisch y Partenkirchen.

Himno: La canción de Alemania

Himno de Alemania.

Das Deutschlandlied (La Canción de Alemania) o Das Lied der Deutschen (La canción de los alemanes) es una canción cuya letra fue escrita el 26 de agosto de 1841 por August Heinrich Hoffmann von Fallersleben. La melodía proviene del "Kaiserlied" compuesto por Joseph Haydn en 1797, como himno oficial ("Gott erhalte Franz, den Kaiser") para el emperador romano-germánico de entonces, Francisco II. Fue dada a conocer por primera vez al público el 5 de octubre de 1841 en el Jungfernstieg de Hamburgo. La tercera estrofa del Lied der Deutschen es el actual himno nacional de Alemania.

Bauhaus 1919-33

Walter Gropius

La Bauhaus comenzó con una definición utópica: "La construcción del futuro" fue la de combinar todas las artes en la unidad ideal. Esto requiere un nuevo tipo de artista más allá de la especialización académica, para quien la Bauhaus ofrecería una educación adecuada. Para alcanzar este objetivo, el fundador, Walter Gropius, vio la necesidad de desarrollar nuevos métodos de enseñanza y estaba convencido de que la base de todo arte se encontraba en la artesanía: "la escuela se convertirá poco a poco en un taller". De hecho, los artistas y artesanos dirigieron clases y producciónes juntos en la Bauhaus de Weimar. Con ello se pretendía eliminar cualquier distinción entre las bellas artes y las artes aplicadas.

Silla Wassily por Marcel Breuer, miembro de la Bauhaus.

La realidad de la civilización técnica, sin embargo, dio lugar a requisitos que no sólo podían ser cumplidas por una revalorización de la artesanía. En 1923, la Bauhaus reaccionó con un programa modificado, que iba a marcar su futuro imagen bajo el lema: "el arte y la tecnología - una nueva unidad". Potencialidades industriales se aplicarían a las normas del diseño satisfactorio, observando los aspectos funcionales y estéticos. Los talleres de la Bauhaus produjeron prototipos para la producción en masa: desde una simple lámpara hasta una vivienda completa.

Edificio principal de la Bauhaus en Dessau.

Por supuesto, la pretensión educativa y social a una nueva configuración de vida y su entorno no siempre se pudo lograr. Y la Bauhaus no era la única con este objetivo, pero el nombre se convirtió en un sinónimo cercano para esta tendencia. La historia de la Bauhaus no es en modo lineal. Los cambios en el cargo de director y entre los maestros, la influencia artística de todas partes, en combinación con la situación política en la que se organizó el experimento Bauhaus, condujo a la transformación permanente. Las numerosas consecuencias de este experimento todavía fluyen hoy en la vida contemporánea.

Fuente: www.bauhaus.de

Biografías

Johann Sebastian Bach

Bach en 1715.

Johann Sebastian Bach, 1685 Eisenach - 1750 Leipzig. Considerado por muchos como el más grande compositor de todos los tiempos, nació en el seno de una dinastía de músicos e intérpretes que desempeñó un papel de terminante en la música alemana durante cerca de dos siglos y cuya primera mención documentada se remonta a 1561. Hijo de Johann Ambrosius, trompetista de la corte de Eisenach y director de la música de dicha ciudad, la música rodeó a Bach desde el principio de sus días. A la muerte de su padre en 1695, se hizo cargo de él su hermano mayor, Johann Christoph, a la sazón organista de la iglesia de San Miguel de Ohrdruf. Bajo su dirección, el pequeño Bach se familiarizó rápidamente con los instrumentos de teclado, el órgano y el clave, de los que sería un consumado intérprete durante toda su vida. Su formación culminó en el convento de San Miguel de Lüneburg, donde estudió a los grandes maestros del pasado, entre ellos Heinrich Schütz, al tiempo que se familiarizaba con las nuevas formas instrumentales francesas que podía escuchar en la corte.

Sonata nº1.

A partir de estos años, los primeros del siglo XVIII, Bach estaba ya preparado para iniciar su carrera como compositor e intérprete. Una carrera que puede dividirse en varias etapas, según las ciudades en las que el músico ejerció: Arnstadt (1703-1707), Mühlhausen (1707-1708), Weimar (1708-1717), Köthen (1717-1723) y Leipzig (1723-1750). Si en las dos primeras poblaciones, sobre todo en Mühlhausen, sus proyectos chocaron con la oposición de ciertos estamentos de la ciudad y las propias condiciones locales, en Weimar encontró el medio adecuado para el desarrollo de su talento. Nombrado organista de la corte ducal, Bach centró su labor en esta ciudad sobre todo en la composición de piezas para su instrumento músico: la mayor parte de sus corales, preludios, tocatas y fugas para órgano datan de este período, al que también pertenecen sus primeras cantatas de iglesia importantes. En 1717 abandonó su puesto en Weimar a raíz de haber sido nombrado maestro de capilla de la corte del príncipe Leopold de Anhalt, en Köthen, uno de los períodos más fértiles en la vida del compositor, durante el cual vieron la luz algunas de sus partituras más célebres, sobre todo en el campo de la música orquestal e instrumental: los dos conciertos para violín, los seis Conciertos de Brandemburgo, el primer libro de El clave bien temperado, las seis sonatas y partitas para violín solo y las seis suites para violoncelo solo.

Johann Sebastian Bach en 1750, año de su muerte.

Durante los últimos veintisiete años de su vida fue Kantor de la iglesia de Santo Tomás de Leipzig, cargo éste que comportaba también la dirección de los actos musicales que se celebraban en la ciudad. A esta etapa pertenecen sus obras corales más impresionantes, como sus dos Pasiones, la monumental Misa en si menor y el Oratorio de Navidad. En los últimos años de su existencia su producción musical descendió considerablemente a causa de unas cataratas que lo dejaron prácticamente ciego. Casado en dos ocasiones, con su prima Maria Barbara Bach la primera y con Anna Magdalena Wilcken la segunda, Bach tuvo veinte hijos, entre los cuales descollaron como compositores Wilhelm Friedemann, Carl Philipp Emanuel, Johann Christoph Friedrich y Johann Christian. Pese a que tras la muerte del maestro su música, considerada en exceso intelectual, cayó en un relativo olvido, compositores como Mozart o Beethoven siempre reconocieron su valor. Recuperada por la generación romántica, desde entonces la obra de Johann Sebastian Bach ocupa un puesto de privilegio en el repertorio. La razón es sencilla: al magisterio que convierte sus composiciones en un modelo imperecedero de perfección técnica, se une una expresividad que las hace siempre actuales.

Ludwig van Beethoven

Beethoven en el año 1804 aproximadamente.

Ludwig van Beethoven, 16 de diciembre de 1770 Bonn (Alemania) – 26 de marzo de 1827 Viena (Austria). Nacido en el seno de una familia de origen flamenco, su padre, ante las evidentes cualidades para la música que demostraba el pequeño Ludwig, intentó hacer de él un segundo Mozart, aunque con escaso éxito. La verdadera vocación musical de Beethoven no comenzó en realidad hasta 1779, cuando entró en contacto con el organista Christian Gottlob Neefe, quien se convirtió en su maestro. Él fue, por ejemplo, quien le introdujo en el estudio de Bach, músico al que Beethoven siempre profesaría una profunda devoción. Miembro de la orquesta de la corte de Bonn desde 1783, en 1787 realizó un primer viaje a Viena con el propósito de recibir clases de Mozart. Sin embargo, la enfermedad y el posterior deceso de su madre le obligaron a regresar a su ciudad natal pocas semanas después de su llegada. En 1792 viajó de nuevo a la capital austriaca para trabajar con Haydn y Antonio Salieri, y se dio a conocer como compositor y pianista en un concierto que tuvo lugar en 1795 con gran éxito. Su carrera como intérprete quedó bruscamente interrumpida a consecuencia de la sordera que comenzó a afectarle a partir de 1796 y que desde 1815 le privó por completo de la facultad auditiva. Los últimos años de su vida estuvieron marcados también por la soledad y una progresiva introspección, pese a lo cual prosiguió su labor compositiva, e incluso fue la época en que creó sus obras más impresionantes y avanzadas.

Ludwig Van Beethoven.

La tradición divide la carrera de Beethoven en tres grandes períodos creativos o estilos, y si bien el uso los ha convertido en tópicos, no por ello resultan menos útiles a la hora de encuadrar su legado. La primera época abarca las composiciones escritas hasta 1800, caracterizadas por seguir de cerca el modelo establecido por Mozart y Haydn y el clasicismo en general, sin excesivas innovaciones o rasgos personales. A este período pertenecen obras como el célebre Septimino o sus dos primeros conciertos para piano. Una segunda manera o estilo abarca desde 1801 hasta 1814, período este que puede considerarse de madurez, con obras plenamente originales en las que el compositor hace gala de un dominio absoluto de la forma y la expresión (la ópera Fidelio, sus ocho primeras sinfonías, sus tres últimos conciertos para piano, el Concierto para violín). La tercera etapa comprende hasta la muerte del músico y está dominada por sus obras más innovadoras y personales, incomprendidas en su tiempo por la novedad de su lenguaje armónico y su forma poco convencional; la Sinfonía núm. 9, la Missa solemnis y los últimos cuartetos de cuerda y sonatas para piano representan la culminación de este período y del estilo beethoveniano. En estas obras, Beethoven anticipó ya muchos de los rasgos que habían de caracterizar la posterior música romántica e, incluso, la del siglo XX.

29 de Marzo de 1827, multitudinario funeral de Beethoven en Viena.

La obra de Ludwig van Beethoven se sitúa entre el clasicismo de Mozart y Haydn y el romanticismo de un Schumann o un Brahms. No cabe duda de que como compositor señala un antes y un después en la historia de la música y refleja, quizá como ningún otro -a excepción de su contemporáneo Francisco de Goya-, no sólo el cambio entre el gusto clásico y el romántico, entre el formalismo del primero y el subjetivismo del segundo, sino también entre el Antiguo Régimen y la nueva situación social y política surgida de la Revolución Francesa. Efectivamente, en 1789 caía la Bastilla y con ella toda una concepción del mundo que incluía el papel del artista en su sociedad. Siguiendo los pasos de su admirado Mozart, Beethoven fue el primer músico que consiguió independizarse y vivir de los encargos que se le realizaban, sin estar al servicio de un príncipe o un aristócrata, si bien, a diferencia del salzburgués, él logró triunfar y ganarse el respeto y el reconocimiento de sus contemporáneos.

Karl Benz

Automóvil de Benz de 1885.

Karl Benz, 1844 Karlsruhe - 1929 Ladenburg. Diseñador del primer automóvil impulsado por un motor de combustión interna (1885). Hijo de un ingeniero ferroviario, en 1877 realizó sus primeros experimentos sobre motores de combustión, de los que dotó a un vehículo de dos ruedas. En 1883 fundó en Mannheim la casa Benz y Cía., orientada al desarrollo de los motores de combustión interna. El primer coche fabricado por la empresa, un triciclo al que se denominó Motorwagen, que actualmente se conserva en Munich, fue patentado en 1886. En 1893 construyó, con características similares al anterior, su primer vehículo de cuatro ruedas. En 1899 vio la luz el modelo inicial de su primera serie de coches de carreras. En 1926, la casa Benz y Cía. se fusionó con la Daimler Motoren Gesellschaft de Gottlieb Daimler, formando la Daimler-Benz, la firma productora de los automóviles Mercedes Benz, y primera empresa automovilística en incorporar el motor Diesel a los vehículos de pasajeros. Con anterioridad, en 1906, Benz había abandonado la empresa para fundar la K. Benz Söhne en Ladenburg, junto a sus hijos Eugen y Richard.

Marlene Dietrich

Marlene Dietrich en “No Highway in the Sky” (1951).

Maria Magdalena Dietrich von Losch, 1901 Berlín (Alemania) - 1992 París (Francia). Sus inicios en el teatro berlinés de la década de 1920 le permitieron participar con pequeños papeles en películas mudas de la época. Cuando el director Josef von Sternberg la descubrió, contó inmediatamente con ella para rodar El ángel azul (1930), y la llamaría después a Hollywood para protagonizar largometrajes de éxito como: Marruecos (1930), El expreso de Shanghai (1932) o El demonio es una mujer (1935). Además de Von Sternberg, trabajó con directores de la talla de Fritz Lang (Encubridora, 1952), Billy Wilder (Berlín-Occidente, 1948, y Testigo de cargo, 1958) o Alfred Hitchcock (Pánico en la escena, 1950). Marlene Dietrich es mundialmente conocida por su grabación de la versión inglesa del tema Lily Marlen, a petición de la Oficina Americana de Servicios Estratégicos durante la Segunda Guerra Mundial, donde destaca la sensualidad y personalidad que sabe imprimir a su interpretación.

Alberto Durero (Albrecht Dürer)

Autorretrato 1493.

Alberto Durero (Nuremberg, 1471–1528) es considerado el artista más importante del Renacimiento alemán. Su obra refleja una época de cambio a cuyo nuevo concepto del mundo confirió expresión artística. Además logró combinar, como ningún otro de sus contemporáneos, las tradiciones artísticas de la Baja Edad Media del norte de los Alpes con el Renacimiento italiano, caracterizado por un nuevo interés por el arte clásico, y redefinió el papel social y espiritual del artista bajo la influencia del pensamiento humanista. La obra de Durero ha trascendido su época y ha influido en el desarrollo del arte, sobre todo el alemán, hasta bien entrada la época moderna.

Los cuatro jinetes del Apocalipsis, pertenece a la serie de grabados El Apocalipsis.

Hijo de un orfebre de Nuremberg, Durero aprendió la técnica del grabado en metal en su niñez. Se formó como pintor en el taller de Michael Wolgemut en Nuremberg, que también diseñaba ilustraciones para grabados en madera para libros. Hacia 1495, después de su "viaje de fin de estudios" y su primera visita a Italia, Durero comenzó a hacerse un nombre en el ámbito de los "nuevos medios", es decir, con las técnicas de grabado en cobre y en madera desarrolladas en el siglo XV. Más que con los dibujos o la pintura, que dependían de sus clientes, Durero pudo desarrollar sus nuevas ideas con los grabados, que creaba según sus propios conceptos y por su cuenta. Estos grabados se estamparon en grandes cantidades y lograron una amplia difusión, por lo que el artista no sólo obtuvo importantes ingresos, sino que también se dio a conocer en toda Europa.

Adán y Eva, 1507, pintura sobre tabla.

Con grandes series de grabados en madera como El Apocalipsis (ca. 1496–98) y una parte de la Gran Pasión, Durero se convirtió en un artista famoso antes del cambio de siglo, a lo que también contribuyeron sus sensacionales grabados en cobre, con temas completamente nuevos y una técnica que rivalizaba con la pintura. En 1504 publicó el grabado Adán y Eva, en el que, siguiendo el modelo del arte clásico, intentó establecer las proporciones ideales de la figura humana. Los tres "grabados maestros" El caballero, la muerte y el diablo, San Jerónimo en su celda y Melancolía I de 1513-14 constituyen gráficamente el momento de máximo esplendor en la historia de la técnica del grabado en cobre. Después de estas obras maestras del grabado, Durero experimentó con nuevas técnicas gráficas como la punta seca y el aguafuerte y colaboró con otros artistas en grandes proyectos de grabados en madera para su protector y mecenas, el emperador Maximiliano I. En sus últimos años se concentró en sus tratados sobre la comprensión y representación gráfica de la naturaleza y sobre la teoría de las proporciones.

Fuente: Martin Sonnabend www.guggenheim-bilbao.es

Albert Einstein

Albert Einstein a los tres años, 1882.

Albert Einstein nació en Ulm, en Württemberg, Alemania, el 14 de marzo de 1879. Seis semanas más tarde, la familia se trasladó a Munich, donde más tarde comenzó sus estudios en el Luitpold Gymnasium. Más tarde, se trasladaron a Italia y Albert continuó su educación en Aarau, Suiza y en 1896 ingresó en la Escuela Politécnica Federal Suiza en Zurich para ser entrenado como un maestro en física y matemáticas. En 1901, año en que obtuvo su diploma, adquirió la nacionalidad suiza y, como no fue capaz de encontrar un puesto de enseñanza, aceptó una posición como asistente técnico en la Oficina Suiza de Patentes. En 1905 obtuvo su título de médico.

Albert Einstein 1918.

Durante su estancia en la Oficina de Patentes, y en su tiempo libre, él produjo mucho de su trabajo notable y en 1908 fue nombrado Privatdozent en Berna. En 1909 fue nombrado profesor extraordinario en Zurich, en 1911, profesor de Física Teórica en Praga, volviendo a Zurich en el año siguiente para ocupar un puesto similar. En 1914 fue nombrado Director del Instituto Kaiser Wilhelm de Física y profesor en la Universidad de Berlín. Se convirtió en ciudadano alemán en 1914 y permaneció en Berlín hasta 1933 cuando renunció a su ciudadanía por razones políticas y emigró a Estados Unidos para ocupar el puesto de profesor de Física Teórica en Princeton. Se convirtió en un ciudadano de los Estados Unidos en 1940 y se retiró de su cargo en 1945. Después de la Segunda Guerra Mundial, Einstein era una figura prominente en el Movimiento de Gobierno Mundial, se le ofreció la presidencia del Estado de Israel, a la cual se negó, y colaboró con el Dr. Chaim Weizmann en el establecimiento de la Universidad Hebrea de Jerusalén. Einstein siempre parecía tener una visión clara de los problemas de la física y la determinación para resolverlos. Tenía una estrategia propia y era capaz de visualizar las principales etapas en el camino hacia su meta. Consideraba sus principales logros como meros peldaños para el siguiente avance. Al comienzo de su trabajo científico, se dio cuenta de las insuficiencias de la mecánica de Newton y su teoría de la relatividad especial surgió de un intento de reconciliar las leyes de la mecánica con las leyes del campo electromagnético. Él se ocupó de los problemas clásicos de la mecánica estadística y problemas que se fusionaron con la teoría cuántica: esto condujo a una explicación del movimiento Browniano de las moléculas. Él investigó las propiedades térmicas de la luz con una baja densidad de radiación y sus observaciones sentaron las bases de la teoría de los fotones de luz.

Einstein y Niels Bohr.

En sus primeros días en Berlín, Einstein postuló que la interpretación correcta de la teoría especial de la relatividad también debe aportar una teoría de la gravedad y en 1916 publicó su artículo sobre la teoría general de la relatividad. Durante este tiempo también ha contribuido a los problemas de la teoría de la radiación y la mecánica estadística. En la década de 1920, Einstein se embarcó en la construcción de teorías del campo unificado, aunque continuó trabajando sobre la interpretación probabilística de la teoría cuántica, y perseveró con este trabajo en Estados Unidos. Contribuyó a la mecánica estadística por su desarrollo de la teoría cuántica de un gas monoatómico y también ha realizado una labor valiosa en relación con las probabilidades de transición atómica y la cosmología relativista. Después de su retiro, continuó trabajando para la unificación de los conceptos básicos de la física, tomando el camino contrario, la geometrización, a la mayoría de los físicos.

Einstein fue reconocido mundialmente.

Las investigaciones de Einstein son, por supuesto, bien documentadas y sus obras más importantes son la Teoría Especial de la Relatividad (1905), La Relatividad (traducciones al inglés, 1920 y 1950), Teoría General de la Relatividad (1916), Las investigaciones sobre teoría del movimiento Browniano (1926) , y La evolución de la Física (1938). Entre sus obras no científicas, Sobre el Sionismo (1930), ¿Por qué la guerra? (1933), Mi Filosofía (1934) y Fuera de mis últimos años (1950) son quizás las más importantes. Albert Einstein recibió doctorados honorarios de la ciencia, la medicina y la filosofía de muchas universidades europeas y americanas. Durante la década de 1920 dio conferencias en Europa, América y el Lejano Oriente, y fue galardonado con becas o membrecías de todas las academias científicas líderes en todo el mundo. Ganó numerosos premios en reconocimiento a su trabajo, incluyendo la Medalla Copley de la Royal Society de Londres en 1925, y la Medalla Franklin del Instituto Franklin en 1935.

Albert Einstein en su vejez.

El don de Einstein inevitablemente resultó en su situación tanto en la soledad intelectual y, para la relajación, la música jugó un papel importante en su vida. Se casó con Mileva Maric en 1903 y tuvieron una hija y dos hijos; su matrimonio se disolvió en 1919 y en el mismo año se casó con su prima Elsa Lowenthal, quien murió en 1936. Murió el 18 de abril de 1955 en Princeton, Nueva Jersey.

Fuente: MLA style: "Albert Einstein - Biographical". Nobelprize.org. Nobel Media AB 2013. Web. 16 Apr 2014. http://www.nobelprize.org/nobel_prizes/physics/laureates/1921/einstein-bio.html

Max Ernst

Les Fusains, estudio del pintor en el barrio parisino de Montmartre.

Max Ernst (1891 – 1976). Pintor de origen alemán, escultor y grabador; uno de los principales surrealistas. Nacido en Brühl, cerca de Colonia. Comenzó a estudiar filosofía en la Universidad de Bonn en 1909, pero se convirtió cada vez más preocupado por la pintura; autodidacta, pero la influencia de Van Gogh y Macke. Oficial de artillería en la Primera Guerra Mundial. Las pinturas de De Chirico ayudaron a estimular su interés por la imaginería fantástica de ensueño, y fundó el grupo Dadá de Colonia con Baargeld y Arp 1919-1921. Hizo collages y, más tarde, pinturas con combinaciones irracionales de imágenes. Su primera exposición individual fue en la Galerie Au sans Pareil, París, 1921.

Max Ernst y su esposa Dorothea Tanning en 1948.

En 1922 se trasladó a París, donde su amistad con Breton y Eluard llevó a la participación activa en el movimiento surrealista. Su descubrimiento de la técnica del frottage (frotar) en 1925 le proporcionó un medio para evocar visiones alucinatorias. Novelas e ilustraciones del collage, como La Femme 100 Têtes 1929 y Une Semaine de Bonté 1934. Hizo su primera escultura en 1934. Fue a los EE.UU. como refugiado en 1941 , viviendo primero en o cerca de Nueva York, luego en Sedona, Arizona; a partir de 1950 una vez más vivió principalmente en Francia. Fue galardonado con el primer premio de pintura en la Bienal de Venecia de 1954. Murió en París.

Fuente: www.tate.org.uk/art/artists/max-ernst-1065

Ana Frank

Estatua de Ana Frank en Ámsterdam.

Ana Frank era una de cientos de miles de niños judíos que murieron en el Holocausto. Nació en Frankfurt, Alemania en 1929, y huyó con su familia a Holanda después de la toma del poder por los nazis en 1933. Los alemanes ocuparon Ámsterdam en mayo de 1940. En julio de 1942, cuando Alemania empezó la deportación de los judíos de Holanda a los campos de exterminio de Auschwitz-Birkenau y Sobibor en la Polonia ocupada, Ana y su familia se escondieron con cuatro personas más, todos judíos. Por dos años, vivieron en un desván secreto atrás de la oficina de un negocio en la calle Prinsengracht No. 263. Amigos de la familia contrabandeaban comida y ropa para ellos, con gran riesgo a sus propias vidas. El 4 de agosto de 1944, la Gestapo (policía secreta estatal de los nazis), que había recibido la información de los vecinos holandeses, descubrió el escondite de los Frank.

Extracto del diario de Ana Frank, el 10 de octubre de 1942: "Esta es una foto de mi como me gustaría verme todo el tiempo. Así quizás tendría todavía una chance de ir a Hollywood."

Los Frank fueron arrestados por la Gestapo y enviados al campo provisional de Westerbork. De allí, en septiembre de 1944, los nazis deportaron a los Frank y a los otros cuatro arrestados, a Auschwitz-Birkenau. En diciembre de 1944, Ana y su hermana Margot fueron transferidas al campo de concentración de Bergen-Belsen cerca de Celle, en el norte de Alemania. Murieron de tifus en marzo de 1945, un mes antes de la liberación del campo. La madre de Ana fue asesinada en Auschwitz. Solo el padre de Ana, Otto, sobrevivió la guerra. Las fuerzas soviéticas liberaron a Otto en Auschwitz en enero de 1945. Mientras estuvo escondida, Ana mantuvo un diario en el cual anotaba sus miedos, esperanzas, y experiencias. Encontrado en el desván secreto después que la familia fue arrestada, el diario fue guardado para Ana por una de las personas que ayudó a esconder a los Frank. Fue publicado después de la guerra en varios idiomas. Ana Frank se ha convertido en un símbolo de la promesa perdida con los niños que murieron en el Holocausto.

Fuente: Copyright © United States Holocaust Memorial Museum, Washington, DC http://www.ushmm.org/wlc/es/article.php?ModuleId=10005849

Johann Wolfgang von Goethe

Johann W. Goethe.

Johann Wolfgang von Goethe ( 28 de agosto de 1749, en Fráncfort del Meno, Hesse, Alemania – 22 de marzo de 1832, en Weimar, Turingia, Alemania). Tradicionalmente, la vida de Goethe se ha dividido en cuatro etapas: la juventud (1749-1775), la primera estancia en Weimar (1775-1786), el viaje a Italia y el clasicismo (1786-1805), y la vejez (1805-1832). De origen patricio burgués, estudió Leyes en Leipzig y en Estrasburgo entre 1765 y 1771, ciudad esta última en la que estableció contacto con el movimiento del Sturm und Drang y con Herder. Éste le despertó la curiosidad por la poesía popular e hizo que se interesara por Shakespeare, por Homero y por el mítico Ossian de Macpherson. Con apenas vocación de abogado, regresó a su ciudad natal para ejercer la carrera, actividad que no tardaría en abandonar para iniciar entonces una época de gran fecundidad literaria y para editar los Frankfurter gelehrte Anzeigen (Cuadernos eruditos de Frankfurt). Fueron éstos el órgano programático de la joven generación progresista por algún tiempo.

Leyendo Werther de Goethe, pintura de Wilhelm Amberg.

El amor hacia Friederike Brion fue la más intensa vivencia de sus años juveniles. En Wetzlar tuvo lugar en 1772 su encuentro con otra mujer, Charlotte Buff, cuya imagen trasladaría más tarde a la famosa novela epistolar Las penas del joven Werther (1774), encarnándola en la figura de Lotte, la heroína del libro. "Diletante de acción y de conocimiento", en 1775 Goethe se instaló en Weimar, donde fallecería años más tarde. Pronto se constituiría allí un importante círculo intelectual, del que formaron parte, entre otros, Wieland, Herder, Lenz, el compositor Zelter y, posteriormente, Friedrich Schiller. Fue entonces nombrado consejero del principado, ministro seis años después, y desde este cargo trató de reformar la política interna y dotar de mayor sentido a las relaciones intergermánicas.

Goethe en la campiña romana. Óleo de Johann Heinrich Wilhelm Tischbein.

Se interesó también por las ciencias naturales y la filosofía y se ocupó de cuestiones de botánica y de óptica: La metamorfosis de las plantas (1790) y Teoría de los colores (1810), tratados que ponen de relieve su capacidad intuitiva e intelectual. En 1786 se produjo una especie de huida (viaje a Italia, que fue una experiencia decisiva para el escritor). A su retorno a Weimar, Goethe circunscribió toda su actividad pública al campo de la cultura y entre los años 1791 y 1816 dirigió el teatro de la corte de Weimar. En 1806 contrajo matrimonio con Christiane Vulpius, lo que no le impidió continuar sus devaneos amorosos. La Revolución Francesa produjo en su ánimo una fuerte sacudida, pero Goethe, en el acogedor ambiente de Weimar, fue refugiándose progresivamente en un aislamiento conformista, sin dejar por ello de interesarse por la dialéctica histórica y de aguardar lúcidamente un porvenir que veía cifrado en la idea de una libertad plena y conciliadora.

Wartburg con un monje y una monja. Cuadro pintado por Goethe el 14 de diciembre de 1807.

Goethe fue inicialmente poeta y comediógrafo y en 1773 produjo su primera obra literaria importante: el drama revolucionario Goetz de Berlichingen. Siguió a éste el célebre Werther ya citado, novela que hizo furor en su tiempo y que tiene por desenlace el suicidio final de su protagonista. De la misma época son los dramas Clavijo (1774), Urfaust (1774) y Stella (1775). Del conjunto de su producción dramática hay que citar por su significación Triunfo de la sensibilidad (1778) y los grandes dramas del período neoclásico que son Ifigenia en Táuride (1779-1786), Egmont (1788) y Torcuato Tasso (1789). Expuso Goethe su ideario a través de las novelas filosóficas Los años de aprendizaje de Wilhelm Meister (1796) y Años de vagabundeo de Wilhelm Meister (1821-1829): ambas obras constituyen el denominado género del Bildungsroman (novela de formación). Asimismo con Las afinidades electivas (1809) creó un modelo de novela psicológica. De su poesía lírica descuellan las Elegías romanas (1795), fruto de la mencionada estancia en Italia, huyendo de Weimar, que a un tiempo lo mimaba y lo asfixiaba, menguando su fervor creativo, Epigramas venecianos (1796) y Diván occidental-oriental (1819).

Fausto, obra póstuma del autor.

Al género épico-idílico se adscribe el poema Hermann y Dorotea (1797). Dejó, además, importantes ensayos sobre muy diversos temas, de los que puede citarse Winckelmann y su siglo (1805), la correspondencia con Friedrich Schiller y las memorias tituladas De mi vida: poesía y verdad (1811-1830). De igual interés resultan sus Conversaciones con Ekermann. Pero su más preciado legado es la tragedia en dos partes Fausto, a la que dedicó prácticamente toda su existencia y que resume todo su valor universal al reflejar la inquietud de su tiempo frente a la irrupción abrumadora e inevitable de una nueva época que, como todo lo desconocido, no deja de producir temor al hombre.

Hermanos Grimm

Hermanos Grimm.

Jakob Grimm (1785 Hanau - 1863 Berlín). Wilhelm Grimm (1786 Hanau - 1859 Berlín). Conocidos sobre todo por sus colecciones de canciones y cuentos populares, así como por los trabajos de Jakob en la historia de la lingüística y de la filología alemanas, eran los dos hermanos mayores de un total de seis, hijos de un abogado y pastor de la Iglesia Calvinista. Siguiendo los pasos de su padre, estudiaron derecho en la Universidad de Marburgo (1802-1806), donde iniciaron una intensa relación con C. Brentano, quien les introdujo en la poesía popular, y con F. K. von Savigny, el cual los inició en un método de investigación de textos que supuso la base de sus trabajos posteriores. Así mismo, se adhirieron a las ideas sobre poesía popular del filósofo J.G. Herder.

Portada del Diccionario Alemán de los hermanos Grimm.

Publicaron una colección de cuentos recogidos de diferentes tradiciones mundiales, generalmente conocida como Los cuentos de hadas de los hermanos Grimm (1812-1822). El gran mérito de Wilhelm fue el de mantener en esta publicación el carácter original de los relatos. Siguió luego otra colección de leyendas históricas germanas, Leyendas alemanas (1816-1818). Jakob, por su parte, volvió al estudio de la filología con un trabajo sobre gramática, La gramática alemana (1819-1837), que ha ejercido gran influencia en los estudios contemporáneos de lingüística. En 1829 se trasladaron a la Universidad de Gotinga, y de ésta, invitados en 1840 por el rey Federico Guillermo IV de Prusia, a la de Berlín, en calidad de miembros de la Real Academia de las Ciencias. Allí comenzaron su más ambiciosa empresa, el Diccionario Alemán, un complejo trabajo (del que editaron solamente el primer volumen) que ha requerido muchas colaboraciones y no se concluyó hasta comienzos de la década de 1860.

Johannes Gutenberg

Johannes Gutenberg.

Johann Gensfleisch zur Laden zum Gutenberg, 1390 - 1468 Maguncia. El orfebre alemán Johann Gutenberg, inventor de la imprenta, nació y murió en Maguncia (1390-1468). Procedía de una de las familias principales de esta ciudad. Tras varios conflictos por cuestiones gremiales se trasladó a Estrasburgo donde se dedicó a la orfebrería y a perfeccionar su invento, ultimado probablemente hacia 1440. En esta fecha regresó a Maguncia y se asoció con Johann Fust, con quien formó una sociedad comercial para el desarrollo del invento. Al no producir éste los beneficios económicos esperados por Gutenberg, su socio inició contra él un proceso judicial que ganó; como resultado, el inventor hubo de abandonar en manos de Fust el material tipográfico. Años más tarde, sin embargo, Gutenberg se vería recompensado con un título de nobleza y una pensión.

Biblia impresa por Gutenberg.

No hay documentos impresos con el nombre de Gutenberg: sus presuntos trabajos deben ser autentificados por los expertos. Hoy día se sabe, no obstante, que la Biblia de 42 líneas o de Mazarino, en latín, es obra suya. Impresa en Maguncia y acabada en 1456, consta de 1.200 páginas, tamaño folio, impresas en columnas gemelas de 42 líneas. Se hicieron alrededor de 150 copias (incluyendo 30 sobre pergamino). Al no disponer de caracteres tipográficos que le sirvieran de modelo, Gutenberg tuvo que diseñarlos siguiendo la escritura a mano de la época. Con el fin de adecuar lo más posible el texto impreso a un manuscrito, hubo de usar gran número de caracteres (un total de 290). Había algunos especiales para enlazar letras, letras dobles (ligadas) y signos de abreviación. El resultado fue ciertamente atractivo, de una gran perfección. El sistema de ligazón de las letras se abandonó pronto, pues era de difícil composición.

Gutenberg.

Pero la imprenta no bastaba para realizar lo que Gutenberg tenía en mente. Cuando estuvo impreso todo el texto, intervinieron los ilustradores, que añadieron 170 iniciales coloreadas, decoraciones en los márgenes, encabezamientos y otros adornos. Algunos títulos se imprimieron en rojo. Existen 48 ejemplares de la Biblia de 42 líneas (12 en pergamino); se la conoce también con el nombre de Biblia de Mazarino porque el primer ejemplar se halló en la biblioteca del citado cardenal.

Werner Herzog

Werner Herzog.

Werner Herzog, 1942 Munich. A partir de los veinte años, empezó a escribir, producir y dirigir varios cortometrajes y mediometrajes, para pasarse a los largos con cuatro películas próximas al cine underground e impregnadas de una personalísima imaginería visual y sonora. El éxito internacional le llegó con Aguirre, la cólera de Dios (Aguirre, der Zorn Gottes, 1972), poderoso film en el que su actor-fetiche Klaus Kinski interpreta al conquistador español. La restante filmografía de Herzog lo confirma como uno de los directores europeos más personales de las dos últimas décadas, con films como: El enigma de Caspar Hauser (Jeder für sich und Gott gegen alle, 1974), Nosferatu, vampiro de la noche (Nosferatu, Phantom der Nacht, 1978), Woyzeck (1979) o Fitzcarraldo (1982).

Hermann Hesse

Retrato de Hesse en 1905 por Ernst Würtenberger.

Hermann Hesse, 1877 Calw (Alemania) - 1962 Montagnola (Suiza). Novelista alemán que en ocasiones utilizó el seudónimo de Emil Sinclair, y obtuvo el premio Nobel en 1946. Vástago de una familia de misioneros pietistas, fue destinado al estudio de la teología y enviado en 1891 al seminario de Maulbronn. De allí se fugó en 1894 e hizo el aprendizaje de relojero en Calw. En 1895 fue aprendiz de librero en Tubinga y trabajó como tal en Basilea a partir de 1899. Después del éxito de Peter Camenzind (1904) se instaló a orillas del lago de Constanza dedicado a la literatura. En 1911 viajó a la India, más tarde se fue a vivir a Berna y finalmente a Montagnola, cerca de Lugano.

Hermann Hesse en 1925.

Peter Camenzind (1904) puede ser considerada un arquetipo del género conocido como "novela de formación", de escritura reflexiva y melancólica, sobre un joven que llega del campo a la ciudad para acabar huyendo de la cultura urbana y regresar a la naturaleza y la vida sencilla. En esa misma línea, Bajo la rueda (1906) expresa la rebelión contra la autoridad. Pero el título que marca el paso del ecuador dentro de la obra de Hesse es sin duda Demian (1919), cuyas primeras ediciones se publicaron bajo el seudónimo Emil Sinclair y con el significativo subtítulo "Una historia de juventud": escrita en medio de una profunda depresión, la novela es sin embargo un canto a la amistad, al arte y a la vida. Siddharta (1922), diametralmente distinta, recoge la experiencia del autor en la India y se convertiría, una generación más tarde, en el libro de cabecera de los "primeros hippies", difusores en Occidente de la cultura budista.

Hermann Hesse en 1927.

El lobo estepario (1927) es acaso el más célebre de los títulos de Hesse e inicia sin duda la etapa de madurez de su obra: está construido a partir de las notas póstumas del artista Harry Haller, introducidas por los comentarios de un editor, y es un lúcido análisis sobre la locura de una época en la que muere lo viejo sin que haya nacido algo nuevo. Narciso y Goldmundo (1930), situada en una imprecisa alba del Renacimiento, presenta la contraposición de Narciso, el monje ascético, y Goldmundo, el artista, en una escuela monástica, donde traban amistad. Es la confrontación entre el mundo paterno, encarnado en el logos y la ciencia, y el arte maternal, que no representa una certeza sino una búsqueda de por vida. El juego de los abalorios (1943), cierra lo que puede entenderse como una trilogía de culminación de la obra de Hesse, a través de un nuevo intento de reunión (los abalorios) del mundo de las artes y de las ciencias: un auténtico resumen de los esfuerzos anteriores del autor por reflejar la inquietante dualidad entre el pensamiento y el espíritu.

Immanuel Kant

Retrato de Immanuel Kant.

Hijo de un modesto guarnicionero, fue educado en el pietismo. En 1740 ingresó en la Universidad de Königsberg como estudiante de teología y fue alumno de Martin Knutzen, quien lo introdujo en la filosofía racionalista de Leibniz y Wolff, y le imbuyó así mismo el interés por la ciencia natural, en particular, por la mecánica de Newton. Su existencia transcurrió prácticamente por entero en su ciudad natal, de la que no llegó a alejarse más que un centenar de kilómetros cuando residió por unos meses en Arnsdorf como preceptor, actividad a la cual se dedicó para ganarse el sustento luego de la muerte de su padre, en 1746. Tras doctorarse en la Universidad de Königsberg a los treinta y un años, ejerció en ella la docencia y en 1770, después de fracasar dos veces en el intento de obtener una cátedra y de haber rechazado ofrecimientos de otras universidades, por último fue nombrado profesor ordinario de lógica y metafísica. La vida que llevó ha pasado a la historia como paradigma de existencia metódica y rutinaria. Es conocida su costumbre de dar un paseo vespertino, a diario a la misma hora y con idéntico recorrido, hasta el punto de que llegó a convertirse en una especie de señal horaria para sus conciudadanos; se cuenta que la única excepción se produjo el día en que la lectura del Émile, de Rousseau, lo absorbió tanto como para hacerle olvidar su paseo, hecho que suscitó la alarma de sus conocidos.


Universidad Albertina de Königsberg, donde Kant enseñó.

En el pensamiento de Kant suele distinguirse un período inicial, denominado precrítico, caracterizado por su apego a la metafísica racionalista de Wolff y su interés por la física de Newton. En 1770, tras la obtención de la cátedra, se abrió un lapso de diez años de silencio durante los que acometió la tarea de construir su nueva filosofía crítica, después de que el contacto con el empirismo escéptico de Hume le permitiera, según sus propias palabras, "despertar del sueño dogmático". En 1781 se abrió el segundo período en la obra kantiana, al aparecer finalmente la Crítica de la razón pura, en la que trata de fundamentar el conocimiento humano y fijar así mismo sus límites; el giro copernicano que pretendía imprimir a la filosofía consistía en concebir el conocimiento como trascendental, es decir, estructurado a partir de una serie de principios a priori impuestos por el sujeto que permiten ordenar la experiencia procedente de los sentidos; resultado de la intervención del entendimiento humano son los fenómenos, mientras que la cosa en sí (el nóumeno) es por definición incognoscible. Pregunta fundamental en su Crítica es la posibilidad de establecer juicios sintéticos (es decir, que añadan información, a diferencia de los analíticos) y a priori (con valor universal, no contingente), cuya posibilidad para las matemáticas y la física alcanzó a demostrar, pero no para la metafísica, pues ésta no aplica las estructuras trascendentales a la experiencia, de modo que sus conclusiones quedan sin fundamento; así, el filósofo puede demostrar a la vez la existencia y la no existencia de Dios, o de la libertad, con razones válidas por igual.

Kant.

El sistema fue desarrollado por Kant en su Crítica de la razón práctica, donde establece la necesidad de un principio moral a priori, el llamado imperativo categórico, derivado de la razón humana en su vertiente práctica; en la moral, el hombre debe actuar como si fuese libre, aunque no sea posible demostrar teóricamente la existencia de esa libertad. El fundamento último de la moral procede de la tendencia humana hacia ella, y tiene su origen en el carácter a su vez numérico del hombre. Kant trató de unificar ambas Críticas con una tercera, la Crítica del juicio, que estudia el llamado goce estético y la finalidad en el campo de la naturaleza. Cuando en la posición de fin interviene el hombre, el juicio es estético; cuando el fin está en función de la naturaleza y su orden peculiar, el juicio es teleológico. En ambos casos cabe hablar de una desconocida raíz común, vinculada a la idea de libertad. A pesar de su carácter oscuro y hermético, los textos de Kant operaron una verdadera revolución en la filosofía posterior, cuyos efectos llegan hasta la actualidad.

Johannes Kepler

Johannes Kepler en 1610.

Johannes Kepler, 1571 Würtemburg - 1630 Ratisbona. Hijo de un mercenario -que sirvió por dinero en las huestes del duque de Alba y desapareció en el exilio en 1589- y de una madre sospechosa de practicar la brujería, superó las secuelas de una infancia desgraciada y sórdida merced a su tenacidad e inteligencia. Tras estudiar en los seminarios de Adelberg y Maulbronn, ingresó en la Universidad de Tubinga (1588), donde cursó los estudios de teología y fue también discípulo del copernicano Michael Mästlin.

Modelo platónico del Sistema Solar que presentó Kepler en su obra Misterium Cosmographicum (1596).

En 1594, sin embargo, interrumpió su carrera teológica al aceptar una plaza como profesor de matemáticas en el seminario protestante de Graz. Cuatro años más tarde, unos meses después de contraer un matrimonio de conveniencia, el edicto del archiduque Fernando contra los maestros protestantes le obligó a abandonar Austria y en 1600 se trasladó a Praga invitado por Tycho Brahe. Cuando éste murió repentinamente al año siguiente, Kepler lo sustituyó como matemático imperial de Rodolfo II, con el encargo de acabar las tablas astronómicas iniciadas por Brahe y en calidad de consejero astrológico, función a la que recurrió con frecuencia para ganarse la vida. En 1611 fallecieron su esposa y uno de sus tres hijos; poco tiempo después, tras el óbito del emperador y la subida al trono de su hermano Matías, fue nombrado profesor de matemáticas en Linz. Allí residió hasta que, en 1626, las dificultades económicas y el clima de inestabilidad originado por la guerra de los Treinta Años lo llevaron a Ulm, donde supervisó la impresión de las Tablas rudolfinas, iniciadas por Brahe y completadas en 1624 por él mismo utilizando las leyes relativas a los movimientos planetarios que aquél estableció.

Ilustración del funcionamiento del ojo (1604).

En 1628 pasó al servicio de A. von Wallenstein, en Sagan (Silesia), quien le prometió, en vano, resarcirle de la deuda contraída con él por la Corona a lo largo de los años. Un mes antes de morir, víctima de la fiebre, había abandonado Silesia en busca de un nuevo empleo. La primera etapa en la obra de Kepler, desarrollada durante sus años en Graz, se centró en los problemas relacionados con las órbitas planetarias, así como en las velocidades variables con que los planetas las recorren, para lo que partió de la concepción pitagórica según la cual el mundo se rige en base a una armonía preestablecida. Tras intentar una solución aritmética de la cuestión, creyó encontrar una respuesta geométrica relacionando los intervalos entre las órbitas de los seis planetas entonces conocidos con los cinco sólidos regulares. Juzgó haber resuelto así un "misterio cosmográfico" que expuso en su primera obra, El misterio cosmográfico (Mysterium cosmographicum), de la que envió un ejemplar a Brahe y otro a Galileo, con el cual mantuvo una esporádica relación epistolar y a quien se unió en la defensa de la causa copernicana. Durante el tiempo que permaneció en Praga, realizó una notable labor en el campo de la óptica: enunció una primera aproximación satisfactoria de la ley de la refracción, distinguió por vez primera claramente entre los problemas físicos de la visión y sus aspectos fisiológicos, y analizó el aspecto geométrico de diversos sistemas ópticos. Pero su trabajo más importante fue la revisión de los esquemas cosmológicos conocidos a partir de la gran cantidad de observaciones acumuladas por Brahe (en especial, las relativas a Marte), labor que desembocó en la publicación, en 1609, de la Nueva astronomía (Astronomia nova), la obra que contenía las dos primeras leyes llamadas de Kepler, relativas a la elipticidad de las órbitas y a la igualdad de las áreas barridas, en tiempos iguales, por los radios vectores que unen los planetas con el Sol. Culminó su obra durante su estancia en Linz, en donde enunció la tercera de sus leyes, que relaciona numéricamente los períodos de revolución de los planetas con sus distancias medias al Sol; la publicó en 1619 en Sobre la armonía del mundo (De harmonices mundi), como una más de las armonías de la naturaleza, cuyo secreto creyó haber conseguido desvelar merced a una peculiar síntesis entre la astronomía, la música y la geometría.

Martín Lutero

Retrato de Lutero por Lucas Cranach el Viejo.

Martín Lutero 1483 – 1546 (Eisleben, Alemania). Hijo de una familia acomodada dedicada a la minería, cursó estudios en Magdeburgo y en Eisenach. Posteriormente, asistió a la Universidad de Erfurt (1501), donde se graduó en artes en 1505, año en que ingresó, a pesar de la cerrada oposición paterna, en el convento de los agustinos de esta misma ciudad. En 1507 fue ordenado sacerdote, y en 1511 se doctoró en teología, título que le permitió ejercer la docencia. Entre octubre de 1510 y marzo de 1511 residió en Roma enviado por su orden, y a su vuelta fue requerido por la Universidad de Wittenberg, en la cual fue profesor de teología. Nombrado vicario general de los agustinos en 1515, desempeñó el cargo por breve tiempo, puesto que prefirió dedicarse a la enseñanza, en especial tras serle asignada la cátedra de Escritura, que conservó hasta su muerte. Ya desde muy joven expresó su disconformidad con ciertas prácticas de la Iglesia que consideraba alejadas del espíritu de las Sagradas Escrituras, como los votos monásticos, la venta de indulgencias o la vigencia de la escolástica aristotélica.

Lutero en la Dieta de Worms.

El primer paso hacia la reforma, sin embargo, lo constituyó la redacción de las Noventa y cinco tesis del castillo de Wittenberg, escritas en 1517 y que constituyeron un serio alegato contra la decadencia de la Iglesia y las políticas de sus dirigentes. A su juicio, la Iglesia había de ser unión de una sola fe, en cuyo vértice debía reinar la figura de Jesucristo, desechando, en consecuencia, la función del Papa. Ello le valió una bula papal (Exsurge Domine, junio de 1520), a la que respondió con el escrito Adversus execrabilem Antichristi bullam, en el cual no sólo no se retractó, sino que aprovechó para ahondar todavía más en sus críticas. Ello, así como la posterior quema en la plaza pública de Wittenberg de la bula papal, motivó su condena por parte del papa León X.

Castillo de Wartburgo.

A finales de 1520 publicó la trilogía que sentaría las bases de la nueva Iglesia luterana, a partir de este momento ya claramente diferenciada de la romana. Integran dicha trilogía las siguientes obras: Manifiesto a la nobleza cristiana de Alemania, La cautividad babilónica de la Iglesia y La libertad del cristiano. En ellas propone la supresión del celibato eclesiástico, la reducción de los sacramentos a bautismo y eucaristía, la reforma del aparato eclesiástico y de los órganos de gobierno, la llamada justificación por la fe y la sustitución de la doctrina de la transustanciación por la de la consustanciación. En 1521, Lutero fue convocado a la Dieta (Concilio) de Worms por el emperador Carlos I, pero, lejos de retractarse, se alió con los príncipes imperiales y obtuvo la protección de Federico de Sajonia, en cuyo castillo de Wartburgo se encerró entre mayo de 1521 y marzo de 1522. Empleó dicho período en la traducción al alemán del Nuevo Testamento; la tarea de traductor lo mantuvo ocupado hasta 1534, fecha en que terminó de verter al alemán la Biblia entera. En 1525, y a raíz de varias disputas teológicas con Erasmo de Rotterdam, publicó De la esclavitud del arbitrio, donde expresaba sus postulados acerca del libre albedrío. En ese mismo año de 1525 contrajo matrimonio con Catalina de Bora, con quien tuvo cinco hijos.

Biblia de Lutero 1534.

Poco antes, en 1524, había estallado la guerra de los campesinos, enfrentados a la aristocracia feudal. Si bien en un principio Lutero se puso de su parte, e incluso ejerció como portavoz de sus reivindicaciones, el giro virulento que tomaron los acontecimientos le impulsó a manifestar su oposición a los sublevados, contra quienes escribió Exhortación a la paz. A partir de esta fecha, y tras su aprobación de la profesión de fe presentada por Melanchthon ante la Dieta Imperial en 1530, conocida como confesión de Augsburgo, Lutero dedicó el resto de su vida a la predicación y a la organización de la nueva Iglesia.

Thomas Mann

Mann en el comienzo de su carrera.

Thomas Mann, 1875 Lübeck (Alemania) - 1955 Zurich (Suiza). Escritor alemán, premio Nobel en 1929. Criado en Lübeck en el seno de una familia patricia, a la muerte de su padre en 1893 siguió a su madre a Munich, donde trabajó como aprendiz en una compañía de seguros. Más tarde, aprovechando en parte las relaciones de su hermano Heinrich, colaboró con varias revistas, entre ellas Simplizissimus. De 1895 a 1897 estuvo en Italia, acompañando a su hermano. En su juventud, su postura quedó reflejada en las Consideraciones de un apolítico, planteadas en gran medida contra el Zola, que había publicado precisamente Heinrich. En 1933, aprovechando una gira de conferencias, y siguiendo el consejo de sus hijos, no volvió a Alemania, sino que se exilió primero en Sanary-sur-Mer, cerca de Marsella, y luego en Küsnacht, junto a Zurich. En esa época no se definió políticamente, se mantuvo apartado de los círculos de exiliados e incluso prometió al ministerio de Propaganda alemán, en 1933, abstenerse de manifestaciones políticas, pues no quería hacer peligrar la relación con sus lectores alemanes ni la edición de José y sus hermanos. En 1938 se trasladó a California, donde residió hasta el final de la Segunda Guerra Mundial. Desde allí dio una serie de charlas radiofónicas de propaganda para la BBC bajo el apelativo común de Deutsche Hörer (1940-1945, ¡Oyentes alemanes!) y diversas conferencias de orientación antifascista. En 1947 visitó Alemania y participó en la primera reunión de posguerra del PEN-Club en Zurich. En 1952, decepcionado por la situación en Estados Unidos a raíz de la muerte de Franklin D. Roosevelt, volvió a Europa y se estableció de nuevo en Suiza, vastamente honrado a partir de allí por sus conciudadanos alemanes.

Mann en 1931.

La producción literaria de Mann fue enorme y, de entre ella, merece destacarse cronológicamente Los Buddenbrook (1901), novela subtitulada “Decadencia de una familia", que narra precisamente el progresivo declive de una estirpe hanseática en el curso del siglo XIX, sobre el fondo de los procesos de cambio sociológico producidos en esa época. Escrita bajo la influencia del radicalismo cultural de Nietzsche, en sus páginas aparece la oposición entre mundo y arte, lo que será un tema recurrente en el autor. Tonio Kröger (1903), relato publicado conjuntamente con otros varios, es la biografía de un artista, temáticamente muy cercana a Los Buddenbrook, y, según confesión del propio Mann, la obra que afectivamente le era más próxima. En la novela Alteza real (1909), el heredero de un pequeño principado alemán se casa con la hija de un millonario estadounidense, con lo que sanea el erario y, a la vez, da un sentido a su propia existencia, hasta entonces meramente decorativa: se trata de una "comedia en forma novelesca", narrada con simpática ironía. La muerte en Venecia (1913) sin duda la más acabada síntesis de la poética del autor, y una cumbre en el género de la novela breve presenta a través de sus protagonistas, el músico moribundo y el joven Tadzio, una sutil relación dialécticta entre el apogeo de la belleza y la inevitable presencia de la muerte. En La montaña mágica (1924), vasta novela comenzada en 1912, que pretendía en un principio ser una especie de sátira de La muerte en Venecia, Hans Castorp, patricio alemán internado siete años en un sanatorio pulmonar internacional suizo, vive un proceso formativo: con la excusa de las varias conversaciones que se entrecruzan en ese mundo cerrado, Mann intercala una serie de ensayos sobre múltiples cuestiones y traza un cuadro minucioso de la sociedad europea anterior a la Primera Guerra Mundial. La tetralogía José y sus hermanos (1933-1943), recreación del relato bíblico pero sin ninguna pretensión de historicidad, refleja la evolución del pensamiento del autor desde el irracionalismo del período 1914-1918, pasando por la democracia burguesa de la década de 1920 y los planteamientos condicionadamente socialistas de la de 1930, hasta su admiración por el New Deal de Roosevelt, que se hace evidente en la última de las cuatro novelas, cuyo eje gira en torno a la síntesis entre cuerpo y espíritu. En Carlota en Weimar (1939), donde se relata el reencuentro de Goethe, en la culminación de su vida, con Carlota, su amante de juventud, Mann dibuja al representante del clasicismo alemán como el artista que ha logrado la armoniosa fusión en sí mismo entre las personalidades del poeta y el ciudadano.

Thomas Mann en 1937.

Doctor Faustus (1947), considerada unánimemente su obra maestra, señala en el subtítulo que se trata de “La vida del compositor alemán Adrian Leverkühn narrada por un amigo". Centrada en el carácter ambivalente del dotado compositor, que cae en manos del diablo, refleja la decadencia y una mezcla de culpa e incapacidad de la sociedad burguesa alemana, desde fines del siglo XIX hasta la actualidad, con una madurez que elude la facilidad de las conclusiones. Confesiones del aventurero Félix Krull (1954), finalmente, es una renovación de la novela picaresca y al mismo tiempo parodia de la tradicional novela de formación" alemana. El seductor Félix, hijo de un fabricante de vinos espumosos, cambia nombre y rol social con un aristócrata en un hotel de París, donde hacía su aprendizaje" y se va, en lugar de aquel, de viaje por el mundo. El argumento reanuda un tema básico de Mann: la decadencia y la degeneración no sólo son fronterizas del crimen, sino también una posibilidad de ampliar los límites de la existencia. Como acompañamiento de su obra narrativa, aparte de un único drama, Fiorenza (1906), Thomas Mann fue asimismo autor de una ingente producción ensayística.

Karl Marx

Karl Marx en 1861.

Karl Marx (1818 Tréveris - 1883 Londres). Hijo de un abogado de formación y tendencias moderadamente ilustradas y liberales, a los diecisiete años inició la carrera de derecho en la Universidad de Bonn, pero a partir de su traslado a la de Berlín inició un progresivo viraje hacia la filosofía y la historia. El pensamiento de Hegel dominaba el ambiente intelectual berlinés, y hacia 1837 Marx formaba ya parte del grupo conocido como los hegelianos de izquierda, que aplicaba la filosofía de Hegel como un instrumento crítico para el análisis de la sociedad. Tras una serie de colaboraciones periodísticas para La Gaceta Renana; se convirtió en jefe de redacción de la misma (1842). Por aquella época tuvo conocimiento del movimiento obrero francés y británico y del socialismo y del comunismo utópicos.

Portada de El Capital.

En 1843, la censura cerró La Gaceta y Marx se sumó a la emigración política alemana en París, donde conoció a Heine, Proudhon y Engels, y se casó con Jenny von Westphalen. Publicó entonces dos escritos decisivos en la evolución de su pensamiento: Crítica de la filosofía hegeliana del derecho y Sobre la cuestión judía. Su distanciamiento respecto del sistema hegeliano era ya evidente. En 1845 se vio obligado a abandonar París rumbo a Bruselas, y dos años después se instaló en Londres. En colaboración con Engels, desarrolló las líneas principales de su materialismo dialéctico, descrito a menudo como un hegelianismo invertido, en La sagrada familia, La ideología alemana y el Manifiesto Comunista (escrito en 1847 y publicado en 1848). En estas obras formula la distinción fundamental entre superestructura (las instituciones y las formas ideológicas) e infraestructura (el sistema de relaciones de producción y apropiación del producto social), cuya relación dialéctica determina la evolución de la historia, aunque él dé prioridad a la última, que concibe como el motor de la historia; en el Manifiesto afirma que esta evolución está marcada en todo momento por la dominación de clase, y que se halla necesariamente abocada, por su propio movimiento dialéctico, a la desaparición de esta dominación en el comunismo. Dado que tal proceso es necesario, el sentido de la obra de Marx es propiciar la realización efectiva de esta tendencia, aunque era consciente de que en último término dependía de las condiciones reales, y en este sentido se enfrentó a menudo al voluntarismo revolucionario.

Marx en 1882.

En Marx, el trabajo teórico corrió siempre paralelo a la acción política y concreta: miembro de la Liga de los Comunistas, al llegar las revoluciones de 1848 pasó a Alemania, pero ante el fracaso de las revueltas volvió a Londres, adonde llegó tras ser expulsado de París. La Liga de los Comunistas se disolvió en 1850, y se entregó a la preparación del material de lo que habría de constituir El capital, que experimentaría numerosos cambios respecto a los proyectos iniciales. En 1864 se fundó en Londres la Primera Internacional y Marx pronunció el discurso inaugural, redactó los estatutos y dirigió el órgano directivo, desde el que se enfrentó a las críticas del anarquista Mijaíl Bakunin. Tras el fracaso de la Comuna parisina de 1871, la influencia de la Primera Internacional disminuyó. Engels, que se había traslado a Londres el año anterior, entró a formar parte del consejo general de la Internacional, con lo que alivió a Marx de parte de su trabajo e hizo posible que éste se retirase en 1873 de la actividad pública y dedicara los esfuerzos que le permitía su quebrantada salud a proseguir la redacción de El Capital. El fallecimiento de su mujer y el de su hija minaron las pocas fuerzas que le quedaban y precipitaron su fin.

Friedrich Nietzsche

Nietzsche en 1861.

Friedrich Wilhelm Nietzsche, 1844 Röcken - 1900 Weimar. Su abuelo y su padre fueron pastores protestantes, por lo que se educó en un ambiente religioso. Tras estudiar filología clásica en las universidades de Bonn y Leipzig, a los veinticuatro años obtuvo la cátedra extraordinaria de la Universidad de Basilea; pocos años después, sin embargo, abandonó la docencia, decepcionado por el academicismo universitario. En su juventud fue amigo de Richard Wagner, por quien sentía una profunda admiración, aunque más tarde rompería su relación con él. La vida del filósofo fue volviéndose cada vez más retirada y amarga a medida que avanzaba en edad y se intensificaban los síntomas de su enfermedad, la sífilis. En 1882 pretendió en matrimonio a la poetisa Lou Andreas Salomé, por quien fue rechazado, tras lo cual se recluyó definitivamente en su trabajo. Si bien en la actualidad se reconoce el valor de sus textos con independencia de su atormentada biografía, durante algún tiempo la crítica atribuyó el tono corrosivo de sus escritos a la enfermedad que padecía desde joven y que terminó por ocasionarle la locura. Los últimos once años de su vida los pasó recluido, primero en un centro de Basilea y más tarde en otro de Naumburg, aunque hoy es evidente que su encierro fue provocado por el desconocimiento de la verdadera naturaleza de su dolencia. Tras su fallecimiento, su hermana manipuló sus escritos, aproximándolos al ideario del movimiento nazi, que no dudó en invocarlos como aval de su ideología; del conjunto de su obra se desprende, sin embargo, la distancia que lo separa de sus postulados.

Friedrich Nietzsche alrededor de 1869.

Entre las divisiones que se han propuesto para las obras de Nietzsche, quizá la más sincrética sea la que distingue entre un primer período de crítica de la cultura y un segundo período de madurez en que sus obras adquieren un tono más metafísico, al tiempo que se vuelven más aforísticas y herméticas. Si el primer aspecto fue el que más impacto causó en su época, la interpretación posterior, a partir de Heidegger, se ha fijado, sobre todo, en sus últimas obras. Como crítico de la cultura occidental, Nietzsche considera que su sentido ha sido siempre reprimir la vida (lo dionisíaco) en nombre del racionalismo y de la moral (lo apolíneo); la filosofía, que desde Platón ha transmitido la imagen de un mundo inalterable de esencias, y el cristianismo, que propugna idéntico esencialismo moral, terminan por instaurar una sociedad del resentimiento, en la que el momento presente y la infinita variedad de la vida son anulados en nombre de una vida y un orden ultraterrenos, en los que el hombre alivia su angustia. Su labor hermenéutica se orienta en este período a mostrar cómo detrás de la racionalidad y la moral occidentales se hallan siempre el prejuicio, el error o la mera sublimación de los impulsos vitales. Si Nietzsche ataca la sociedad decadente de su tiempo y anuncia la llegada de un superhombre, no se trata de que éste posea en mayor grado la verdad sobre el mundo, sino que su forma de vivirlo contiene mayor valor y capacidad de riesgo. Otra doctrina que ha dado lugar a numerosas interpretaciones es la del eterno retorno, según la cual la estructura del tiempo sería circular, de modo que cada momento debería repetirse eternamente. Aunque a menudo Nietzsche parece afirmar esta tesis en un sentido literal, ello sería contradictorio con el perspectivismo que domina su pensamiento, y resulta en cualquier caso más sugestivo interpretarlo como la idea regulativa en que debe basarse el superhombre para vivir su existencia de forma plena, sin subterfugios, e instalarse en el momento presente, puesto que si cada momento debe repetirse eternamente, su fin se encuentra tan sólo en sí mismo, y no en el futuro.

Mies van der Rohe

Ludwig Mies van der Rohe.

Ludwig Mies van der Rohe (1886-1969), arquitecto y educador nacido en Alemania, es ampliamente reconocido como uno de los más grandes arquitectos del siglo 20. Al hacer hincapié en el espacio abierto y revelar los materiales industriales utilizados en la construcción, que ayudó a definir la arquitectura moderna.

Villa Tugendhat en Brno, República Checa.

Nacido en Aachen, Alemania, Mies pasó la primera mitad de su carrera en su país natal. Sus primeros trabajos fueron principalmente residenciales, y recibió su primera comisión independiente, la Casa Riehl, cuando tenía sólo 20 años de edad. Mies se convirtió rápidamente en una figura prominente en la vida vanguardista de Berlín y fue muy respetado en Europa por sus estructuras innovadoras, incluyendo el Pabellón de Barcelona. En 1930, fue nombrado director de la Bauhaus, la famosa escuela alemana de arte y diseño experimental, que dirigió hasta 1933, cuando se cerró la escuela bajo la presión del régimen nazi.

Casa Farnsworth en Plano, Illinois, Estados Unidos.

En 1936, cuando Earl Reed renunció como director del Departamento de Arquitectura del Instituto Armour , la escuela contrató a los líderes de la arquitectura de Chicago en la búsqueda de un nuevo director. El comité de búsqueda, encabezado por John Holabird, reclutó a Mies. La primera tarea de Mies era "racionalizar" el plan de estudios de arquitectura. Cuando Mies llegó en 1938, insistió en un enfoque de vuelta a lo básico en la educación: los estudiantes de arquitectura deben primero aprender a dibujar, a continuación, obtener un conocimiento profundo de las características y el uso de los materiales del constructor, y, finalmente, dominar los principios fundamentales del diseño y construcción. Durante estos primeros años, Mies daba clases en el espacio que ofrece el Instituto de Arte de Chicago.

Edificio Federal Kluczynski, en Chicago.

Esté o no de acuerdo con la declaración de Mies: menos es más, su contribución al paisaje urbano moderno no puede ser pasado por alto. La arquitectura de Mies se ha descrito como expresiva de la era industrial, de la misma manera que el gótico expresivo de la edad de clericalismo. Después de 20 años como director de la arquitectura en el IIT, Mies renunció en 1958 a la edad de 72 años. En 1959, el Instituto Real de Arquitectos Británicos galardonado Mies su Medalla de Oro y al año siguiente recibió la Medalla de Oro del AIA, el más alto galardón otorgado por la Asociación Americana de Arquitectos. El presidente Lyndon Johnson presentó a Mies la Medalla Presidencial de la Libertad en 1963. En 1966 Mies comenzó a sufrir de cáncer del esófago. Murió tres años más tarde en su ciudad natal adoptiva, Chicago.

Fuente: www.miessociety.org

Pieter Paul Rubens

Autorretrato.

Pieter Paul Rubens (1577 Siegen, Alemania - 1640 Amberes, Bélgica). Fue la gran figura del Barroco en la Europa septentrional. Las fuentes lo recuerdan como un gran humanista, un idealista clarividente, hombre reservado y honesto que despreció la actitud arrogante de los poderosos. Tuvo más influencia que Rembrandt a pesar de que a su pintura grandilocuente le falta algo de sinceridad. En razón de las creencias religiosas de su padre, un abogado calvinista, pasó su primera infancia en Siegen y Colonia.

La Elevación de la Cruz, lienzo central del tríptico.

En 1587, la muerte de su progenitor le permitió desplazarse a Amberes, donde estudió pintura con tres artistas poco conocidos; uno de ellos, Otto Vaenius, le indujo a realizar el tradicional viaje a Italia, que resultó decisivo para la formación del artista. A lo largo de ocho años (1600-1608), recorrió los principales centros artísticos italianos y copió obras maestras para la colección de su mentor, el duque de Mantua. Durante el período italiano produjo sus primeras obras (La exaltación de la cruz, El bautismo de Cristo), muy influidas todavía por la pintura italiana y alejadas de su estilo de madurez. Lo más relevante de esta época es seguramente la serie de retratos aristocráticos que pintó en Génova. Después de un viaje a España, adonde fue enviado por el duque de Mantua para llevarle unos presentes a Felipe III y donde realizó algunas obras, en 1608 regresó a Amberes debido a una grave enfermedad de su madre y se estableció definitivamente en esta ciudad, que sólo abandonó más adelante para la ejecución de encargos concretos.

La Adoración de los Reyes Magos, Museo del Prado.

Abrió en Amberes una casa-taller en la que, con la colaboración de numerosos ayudantes especializados, ejecutó gran número de obras en respuesta a la multitud de encargos que recibía. En las realizaciones de los años 1601-1614 (Adoración de los Magos, Anunciación, El descendimiento de la cruz), la personalidad artística de Rubens aparece ya definitivamente formada: grandiosidad y sentido dramático, dinamismo intenso, pasión por el dibujo.

La Tres Gracias.

Paulatinamente, los intereses del artista se amplían y añade el género mitológico al religioso, así como el paisaje y el género costumbrista. Mitológicas son, de hecho, algunas de sus obras más conocidas, como Las tres Gracias, el Rapto de las hijas de Leucipo, Diana y las ninfas, en las que resulta evidente la inclinación del artista hacia las musculaturas poderosas, las carnes sonrosadas y exuberantes y las tonalidades claras y alegres. Por otra parte, revalorizó el cuadro de caza y de batallas, un género muy adecuado a su preferencia por el dinamismo y las composiciones complejas, y sobresalió también como creador de escenas costumbristas (El jardín del amor) y de cartones para tapices, con grandes ciclos como la Historia de Aquiles y el Triunfo de la Eucaristía. A partir de 1620 recibió importantes encargos de varias cortes europeas, entre ellos el de la historia de María de Médicis para el palacio del Luxemburgo de París y la decoración del salón de banquetes (banquetinghouse) del palacio de Whitehall, en Londres. En estas obras destinadas a la decoración de amplios ambientes, el genio pudo dar rienda suelta a su sentido monumental y decorativo de la pintura a través de enormes frescos cargados de figuras y de motivos ornamentales, en los cuales la composición se basa en grandes líneas diagonales que añaden, si cabe, mayor sensación de movimiento al conjunto.

Autorretrato con su esposa Isabel Brant.

En su faceta de retratista, Rubens se inclinó por la idealización de los rostros y la magnificencia de las actitudes; además de personajes importantes, retrató en obras encantadoras a sus dos esposas, Isabel Brandt y Helena Fourment; la primera murió en 1626 y cuatro años más tarde, en 1630, Rubens contrajo matrimonio con la segunda, una hermosa joven a la sazón de dieciséis años, a quien conocía desde niña.

Friedrich Schiller

Friedrich Schiller.

Johann Christoph Friedrich Schiller, desde 1802 von Schiller (Marbach am Neckar, 10 de noviembre de 1759 – Weimar, 9 de mayo de 1805) sigue a Goethe en el orden de preeminencias del mundo literario alemán. Hijo de un médico cirujano militar, estudió medicina en la academia militar de Stuttgart. En franca rebeldía, Schiller se interesó por la literatura revolucionaria de la época (la del Sturm und Drang) y en 1781 estrenó el drama antiautoritario Los bandidos. Consecuencia de ello fue su huida a Mannheim y la ulterior fundación de la revista Rheinische Thalia, dedicada a la actividad teatral.

Retrato de Charlotte von Lengefeld.

Hizo entonces amistad con Charlotte von Kalb, una dama influyente y sensible, que le dio amparo e instrucción. En Dresde lo acogió el jurista Körner, que le invitó a suministrar la adecuada base ideológica y estética a su fervor y entusiasmos juveniles. En Weimar (1787) buscó la amistad de figuras como las de Herder y Goethe. Su afición profunda a la investigación de tipo histórico le permitió obtener en 1789 una cátedra en la universidad de Jena. Defensor teórico de la Revolución Francesa (que lo hizo ciudadano de honor de la República), Schiller se distanció de sus efectos prácticos y buscó refugio en el idealismo del filósofo Kant.

Schiller.

En 1790 casó con Charlotte von Lengefeld y, a través de las revistas Die Horen y Musenalmanach (período 1794-1800), colaboró asiduamente con Goethe en pro de los ideales humanistas y de una cultura nacional alemana que se fundara en ellos. Instalado definitivamente en Weimar en 1799, murió como Goethe en esta ciudad (1805) cuando estaba escribiendo la tragedia Demetrius. Dejó tras de sí una extensa obra dramática teñida algunas veces de un excesivo dogmatismo ideológico, de la que descuellan principalmente piezas escénicas como La conspiración de Fiesco en Génova (1783), Cábalas y amor (1784), Don Carlos (1787), la trilogía de Wallen stein (1798-1799), María Estuardo (1801), La doncella de Orleans (1802), La novia de Mesina (1803) y Guillermo Tell (1804), dramas todos ellos de carácter histórico en su inspiración. Fue asimismo un notable cultivador de los géneros poéticos del himno, como el titulado A la alegría, y de la balada, entre las cuales destacan El canto de la campana y El anillo de Polícrates.

Retrato de Schiller en 1804.

Entre 1800 y 1803 se publicaron dos volúmenes de sus poesías. Escribió una historia sobre el proceso de independencia llevado a cabo por los Países Bajos ante el yugo español (1788) y otra de la guerra de los Treinta Años (1791-1793) y dejó también valiosos ensayos. Entre estos últimos destacan De la gracia y la dignidad (1793), De lo sublime (1794), Cartas sobre la formación estética del hombre (1795) y, por último, Sobre la poesía ingenua y sentimental (1796). En filosofía siguió Schiller a Leibniz y a Kant y estimó el estado estético como el estado más valioso, como la forma que adopta la conciliación de lo sensible y de lo moral, conceptos fundamentales de su manera de pensar.

Hans y Sophie Scholl

Estampilla alemana de 1961 en homenaje a los hermanos Scholl.

En 1942, Hans Scholl, un estudiante de medicina de la Universidad de Munich, su hermana Sophie, Christoph Probst, Willi Graf, y Alexander Schmorell fundaron el movimiento “la rosa blanca”, uno de los pocos grupos alemanes que denunció las políticas del genocidio nazi. La tiranía nazi y la apatía de los ciudadanos alemanes frente a los “crímenes abominables” del régimen enfurecieron a los miembros idealistas de la “rosa blanca”. Muchos de ellos habían escuchado del asesinato masivo de los judíos polacos; Hans Scholl, cuando era soldado en el frente oriental, había visto de primera mano el maltrato de los judíos haciendo trabajos forzados y escuchó de la deportación de números grandes de polacos a los campos de concentración.

Monumento a La Rosa Blanca frente a la Universidad de Munich.

El grupo se amplió a una organización de estudiantes en Hamburgo, Freiburg, Berlín, y Viena. Bajo gran riesgo los miembros de la “rosa blanca” transportaron y enviaron por correo folletos mimeografiados que denunciaban el régimen. En su intento de parar la guerra, abogaron por el sabotaje de la industria de armamentos. “No nos quedaremos silenciosos,” escribieron a sus compañeros. “Somos tu remordimiento de conciencia. La rosa blanca no les dejará tranquilos!” Los estudiantes sabían que solamente la fuerza militar podía parar a los nazis y limitaron sus objetivos a conseguir “una renovación desde dentro del espíritu alemán severamente herido.” Después de la derrota del ejército alemán en Stalingrado a fines de enero de 1943, los Scholl distribuyeron folletos exhortando a los estudiantes de Munich a la rebelión. Pero el mes siguiente, un conserje en la universidad que los vio con los folletos los denunció a la Gestapo (la policía secreta estatal). El régimen ejecutó a Hans y Sophie Scholl y a Christoph Probst el 22 de enero de 1943. Oficiales también finalmente arrestaron y ejecutaron a Kurt Huber, un profesor de filosofía que había dirigido el movimiento, y al resto de los miembros de la rosa blanca.

Fuente: Copyright © United States Holocaust Memorial Museum, Washington, DC http://www.ushmm.org/wlc/es/article.php?ModuleId=10007432

Richard Wagner

Richard Wagner en su juventud.

Wilhelm Richard Wagner, (Leipzig, Reino de Sajonia, Confederación del Rin, 22 de mayo de 1813 – Venecia, Reino de Italia, 13 de febrero de 1883). Aunque Wagner prácticamente sólo compuso para la escena, su influencia en la música es un hecho incuestionable. Las grandes corrientes musicales surgidas con posterioridad, desde el expresionismo hasta el impresionismo, por continuación o por reacción, encuentran en él su verdadero origen, hasta el punto de que algunos críticos sostienen que toda la música contemporánea nace de la armonía, rica en cromatismos, en disonancias no resueltas, de Tristán e Isolda.

Wagner en Lucerna.

La infancia de Wagner se vio influida por su padrastro Ludwig Geyer, actor, pintor y poeta, que suscitó en el niño su temprano entusiasmo por toda manifestación artística. La literatura, además de la música, fue desde el principio su gran pasión, pero el conocimiento de Weber y, sobre todo, el descubrimiento de la Sinfonía núm. 9 de Beethoven lo orientaron definitivamente hacia el cultivo del arte de los sonidos, aunque sin abandonar por ello su vocación literaria, que le permitiría escribir sus propios libretos operísticos. De formación autodidacta, sus progresos en la composición fueron lentos y difíciles, agravados por una inestable situación financiera, la necesidad de dedicarse a tareas ingratas (transcripciones de partituras, dirección de teatros provincianos) y las dificultades para dar a conocer sus composiciones. Sus primeras óperas -Las hadas, La prohibición de amar, Rienzi- mostraban su supeditación a unos modelos en exceso evidentes (Weber, Marschner, Bellini, Meyerbeer), sin revelar nada del futuro arte del compositor.

Richard Wagner.

Hasta el estreno, en 1843, de El holandés errante, no encontró el compositor su voz personal y propia, aún deudora de algunas convenciones formales que en posteriores trabajos fueron desapareciendo. Tannhäuser y Lohengrin señalaron el camino hacia el drama musical, la renovación de la música escénica que llevó a cabo Wagner, tanto a nivel teórico como práctico, en sus siguientes partituras: El oro del Rin (primera parte de la tetralogía El anillo de los nibelungos) y Tristán e Isolda. En estas obras se elimina la separación entre números, entre recitativos y partes cantadas, de modo que todo el drama queda configurado como un fluido musical continuo, de carácter sinfónico, en el que la unidad viene dada por el empleo de unos breves temas musicales, los leitmotiv, cuya función, además de estructural, es simbólica: cada uno de ellos viene a ser la representación de un elemento, una situación o un personaje que aparece en el drama. No sólo en el aspecto formal fue revolucionaria la aportación wagneriana: en los campos de la melodía, la armonía y la orquestación -con el uso de una orquesta sinfónica de proporciones muy superiores a las que tenían las habituales orquestas de ópera-, sino que también dejó una impronta duradera. Su gran aspiración no era otra que la de lograr la Gesamtkunstwerk, la "obra de arte total" en la que se sintetizaran todos los lenguajes artísticos.

Wagner y su segunda esposa Cosima.

Sus ideas tuvieron tantos partidarios como detractores. Uno de sus más entusiastas seguidores fue el rey Luis II de Baviera, gracias a cuya ayuda económica el músico pudo construir el Festspielhaus de Bayreuth, un teatro destinado exclusivamente a la representación de sus dramas musicales, cuya complejidad superaba con mucho la capacidad técnica de las salas de ópera convencionales. En 1876 se procedió a su solemne inauguración, con el estreno del ciclo completo de El anillo de los nibelungos. Años antes, en 1870, el compositor había contraído matrimonio con la hija de Franz Liszt, Cosima, con quien había mantenido una tormentosa relación cuando aún estaba casada con el director de orquesta Hans von Bülow. Wagner dedicó los últimos años de su vida a concluir la composición de Parsifal.

Robert Wiene

Poster de El Gabinete del Dr. Caligari (1921).

Robert Wiene nació en Breslau,como el hijo mayor del actor de teatro exitoso Carl Wiene. Su hermano menor Conrad también se convirtió en un actor, pero Robert Wiene en un principio estudió derecho en la Universidad de Berlín. En 1908 también comenzó a actuar, al principio en pequeñas partes en el escenario. Su primera participación en el cine fue en 1912, escribió y dirigió Die Waffen der Jugend. Sus películas más memorables son la película de terror 1920 El gabinete del Dr. Caligari y Raskolnikow (1923), una adaptación de Crimen y castigo de Dostoievski, ambos de los cuales tuvieron una profunda influencia en el cine alemán de la época. Después que Hitler llegó al poder en Alemania, Wiene abandonó Berlín, y fue primero a Budapest, donde dirigió Una Noche en Venecia (1934), más tarde a Londres y finalmente a París, donde, junto con Jean Cocteau trató de producir un remake sonora de El gabinete del Dr. Caligari. Wiene murió en París diez días antes del final de la producción de una película de espías, Ultimatum, después de haber padecido cáncer. La película fue terminada por el amigo de Wiene, Robert Siodmak.

Fechas Patrias

1 de enero: Año Nuevo

Fiesta civil que celebra el inicio de un nuevo año.



Fuegos artificiales.
 
6 de enero: Epifanía

La costumbre consiste en que, el seis de enero, los niños, ayudados por sus padres, escriben con tiza en las puertas de sus casas y de las de sus familiares la siguiente inscripción: Las dos primeras cifras del año, luego “+C+M+B+” y, finalmente, las dos últimas cifras del año. Es decir, este año la inscripción sería: 20 + C + M + B + 11. Por supuesto, todo ello cantando villancicos y con buenas dosis de sano jolgorio. La inscripción se deja hasta Pentecostés o hasta que la borre la lluvia. Las letras de la inscripción son las iniciales, en latín, de “Christus Mansionem Benedicat”, es decir, Dios bendiga esta casa. Además, como la inscripción se realiza el día de la Epifanía, las letras también recuerdan, en latín, el nombre de los Reyes Magos “Caspar, Melchior et Baltassar”, en español: Gaspar, Melchor y Baltasar.



Puerta pintada en Epifanía.
 
Abril (variable): Semana Santa

La Semana Santa con el Viernes Santo, el Domingo y el Lunes de Pascua es la fiesta religiosa cristiana más importante del año eclesiástico. Es la fiesta más antigua de la Iglesia dedicada a la memoria de la crucifixión (Viernes Santo) y la resurrección de Jesucristo (Domingo de Pascua). La crucifixión y la resurrección son fundamentos de la fe cristiana, donde la muerte no es vista como el fin, sino como salvación. La fecha de la Semana Santa es siempre el primer domingo después de la luna llena de primavera. El Viernes Santo y el Lunes de Pascua son días feriados.



Descenso de Cristo de la cruz.
 
1 de mayo: Día del trabajo

El Día Internacional de los Trabajadores o Primero de Mayo, es una jornada que se ha utilizado habitualmente para realizar diferentes reivindicaciones sociales y laborales. Desde su establecimiento en la mayoría de países, por acuerdo del Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional, celebrado en París en 1889, es una jornada de lucha reivindicativa y de homenaje a los Mártires de Chicago. Estos sindicalistas anarquistas fueron ejecutados en Estados Unidos por su participación en las jornadas de lucha por la consecución de la jornada laboral de ocho horas, que tuvieron su origen en la huelga iniciada el 1 de mayo de 1886 y su punto álgido tres días más tarde, el 4 de mayo, en la Revuelta de Haymarket. En la actualidad es una fiesta reivindicativa de los derechos de los trabajadores en sentido general, y se celebra en muchos países.



Marcha de trabajadores el 1 de Mayo.
 
Mayo (Variable): Ascención de Jesucristo

La Ascensión de Jesucristo: (“Himmelfahrt”) se celebra 40 días después del Domingo de Pascua. En el centro de esta fiesta está la ascensión de Jesucristo a los cielos junto a su Padre. La Ascensión cae siempre en jueves, nueve días antes de Pentecostés.



Ascensión por Giotto di Bondone.
 
Junio (Variable): Pentecostés

El Pentecostés (“Pfingsten”), el Domingo y el Lunes de Pentecostés, se celebra 50 días después del Domingo de Pascua. El envío del Espíritu Santo en Pentecostés fue el punto de partida de la obra misionaria de los Apóstoles. Por esto, la fiesta de Pentecostés se puede considerar el aniversario de la Iglesia. El Lunes de Pentecostés es un día feriado.



Pentecostés por El Greco.
 
3 de octubre: Día de la Unidad Alemana

El 3 de octubre es el día de la reunificación oficial de las Alemanias Occidental y Oriental en 1990. Esta fiesta nacional se celebra muy modestamente si se compara con las de otros países como el Día de la República (14 de julio) en Francia o el Día de la Independencia (4 de julio) en los Estados Unidos. No hay desfiles militares, sino fiestas y celebraciones con discursos políticos en los parlamentos y en muchos ayuntamientos.



Estampa conmemorando el 3 de octubre.
 
31 de octubre: Día de la Reforma

El Día de la Reforma (en alemán: Reformationstag) es una festividad religiosa celebrada el 31 de octubre en recuerdo de la Reforma protestante, particularmente de la llevada a cabo por los luteranos y algunas otras comunidades. En este día de 1517, el monje agustino Martín Lutero clavó una propuesta a las puertas de la iglesia de Wittenberg, Alemania para debatir la doctrina y práctica de las indulgencias. Esta propuesta fue popularmente conocida como las 95 tesis, que fueron clavadas en las puertas de la Iglesia del Castillo (Schlosskirche), que se encontraba en la calle principal de Wittenberg, así la puerta de la iglesia funcionaba como un tablón público. Estas tesis estaban escritas en latín, la lengua de la Iglesia y generaron una dura controversia entre Lutero y aquellos aliados del Papa sobre una variedad de doctrinas y prácticas. Cuando Lutero y sus seguidores fueron excomulgados en 1520, nació la tradición luterana.



Puerta de la Iglesia del Castillo.
 
1 de noviembre: Día de Todos Los Santos

El Día de Todos Los Santos es una solemnidad cristiana instituida en honor de Todos los Santos, conocidos y desconocidos, según el Papa Urbano IV, para compensar cualquier falta a las fiestas de los santos durante el año por parte de los fieles. En los países de tradición católica, se celebra el 1 de noviembre; mientras que en la Iglesia Ortodoxa se celebra el primer domingo después de Pentecostés; aunque también la celebran las Iglesias Anglicana y Luterana. En ella se venera a todos los santos que no tienen una fiesta propia en el calendario litúrgico. Por tradición es un día feriado no laborable.



Todos los Santos por Fra Angelico.
 
25 de diciembre: Navidad

La Navidad (latín: nativitas, ‘nacimiento’) es una de las festividades más importantes del cristianismo, junto con la Pascua de resurrección y Pentecostés. Esta solemnidad, que conmemora el nacimiento de Jesucristo en Belén, se celebra el 25 de diciembre.



Natividad, El Greco.