Al norte limita con Letonia, al noroeste con Lituania, con Polonia al oeste, con Ucrania al sur y finalmente con Rusia al este y noreste.

Impera una cierta transición entre el clima atlántico y el continental ruso, con inviernos muy fríos (aunque más templados que el de Rusia a la misma latitud) y veranos escasamente cálidos y húmedos.

El nombre de Bielorrusia, antigua república socialista soviética integrada en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), se traduce como "Rusia blanca".

Este Estado de Europa Oriental formó parte de la URSS hasta 1991. Su relieve se caracteriza por la ausencia de niveles geográficos elevados y por una sucesión de densos bosques, predomina el bosque mixto de especies caducifolias, prados y superficies acuosas; por otro lado, un 22 % de la superficie del país se halla cubierta de pantanos y turberas, que constituyen el mayor recurso de la región. Las colinas morrénicas de Minsk, principal elemento del relieve, separan las vastas extensiones de bosques y pantanos de las cuencas del Nieman (o Niemen) y del Dviná Occidental al norte y de la región de Polesia al sur, irrigada esta última por el río Prípiat, afluente del Dniéper.

A pesar de la progresiva pérdida de protagonismo de la agricultura en la economía bielorrusa, este sector todavía ocupa cerca del 20 % de la población activa. En las extensas llanuras del país se cultivan sobre todo cereales, lino y patatas, y se cría ganado porcino y bovino. La actividad industrial todavía permanece vinculada al sector agropecuario, como es el caso de las industrias lácticas, cárnicas y azucareras. Se han desarrollado industrias madereras, mecánicas y eléctricas, así como grandes complejos petroquímicos (Nueva Pólatsk, Grodno y Saligorsk). La industria extractiva explota yacimientos de turba, potasa (Saligorsk) y petróleo. Cabe destacar la importancia del oleoducto Druzhba, que transporta crudo procedente de Rusia central.