Al norte limita con Polonia, al este con Ucrania, al sur con Hungría y al oeste con la República Checa.

El clima es continental-templado y se ve alterado por la altitud. Los veranos son relativamente cálidos y los inviernos fríos, nublados y húmedos.

Eslovaquia es un pequeño país en el corazón de Europa Central, unido a sus vecinos por el Danubio. En su territorio muy accidentado se extienden los Cárpatos occidentales, que alcanzan 2.655 m de altitud en los Altos Tatras. En la parte central de Eslovaquia se elevan los macizos montañosos de los Bajos Tatras y los montes Metálicos, limitados en su vertiente meridional por el río Danubio.

A pesar del proceso de industrialización de la región después de la Segunda Guerra Mundial, Eslovaquia ha conservado el papel de hermana pobre de su vecina, la República Checa. Ha existido un progreso innegable desde la economía tradicional, basada en las actividades agropecuarias (cereales y tabaco, y ganado bovino, ovino y porcino) y la explotación, dentro de una nueva economía industrial, en la que destacan la siderurgia (Košice), la petroquímica (Bratislava), la textil y las construcciones mecánicas. Destaca la producción de energía hidroeléctrica (cuenca del Váh). Existen asimismo notables recursos minerales: hierro, cobre, plata, mercurio, manganeso y antimonio.