Limita con Austria al norte, al sur y al este con Croacia, al oeste con Italia, con el mar Adriático al suroeste y con Hungría al noreste.

El clima es básicamente alpino, salvo en las zonas próximas al mar; varía desde el templado del litoral, hasta el más extremo de las mesetas del este y de las montañas, aquí con mayores lluvias en verano.

Este Estado de la Europa balcánica se abre al mar por el golfo de Trieste a través del puerto de Koper (península de Istria). Su salida natural al mar la constituye el puerto de Trieste, en una zona poblada en parte por eslovenos, pero que pertenece a Italia. El relieve esloveno comprende los montes Karavanke, el macizo cristalino de Pohorje y las mesetas calcáreas de Notranjsko y Dosejsko. Los alpes julianos con la mayor elevación del país, el monte Triglav (2.863 m), conservan huellas de la erosión glaciar cuaternaria, con lagos como el Bled. Las formaciones kársticas, extendidas desde Liubliana hasta el litoral, están excavadas por ríos subterráneos y constituyen enormes cavidades, como las cuevas de Postojna, de 19 km de longitud. Aparte del Drava y el Sava, cabe citar el río Kolpa.

Eslovenia destacaba por ser la región más desarrollada de la antigua Yugoslavia. De hecho es el Estado con menor porcentaje de población activa empleada en el campo y con menor tasa de paro. La actividad agrícola abastece al mercado de cereales, frutas y patatas. La industria cuenta con instalaciones de siderurgia y metalurgia del aluminio que aprovechan los recursos del subsuelo, rico en carbón, bauxita, mercurio, plomo y cinc. Tras haberse incorporado el país a la OTAN y a la UE en 2004, a partir de 2006 el euro se convirtió en la moneda de curso legal.