Limita al noreste con Irlanda del Norte (perteneciente al Reino Unido), al sur y al oeste con el océano Atlántico, y al este con el mar de Irlanda y el canal de San Jorge.

El clima es oceánico con abundantes precipitaciones y con temperaturas moderadas en el oeste, y más seco en el centro y en el sector oriental de la isla.

Irlanda es un país miembro de la Unión Europea, enmarcado en la isla con la que comparte su nombre, la cual está ubicada al noroeste de Europa y forma parte de las islas británicas, siendo la segunda en extensión de este archipiélago. Es la tercera isla de Europa, después de Gran Bretaña e Islandia, y la vigésima del mundo.

El sector primario de Irlanda fue durante muchas décadas el principal motor de la economía de la isla, pero en 2010 apenas empleaba al 5 % de la población activa. La ganadería (vacuna, porcina y ovina) y la agricultura (patatas, avena, cebada, centeno y trigo) cedieron el protagonismo a la industria y el sector servicios, que a finales de 2010 daban trabajo al 27 % y el 67 % de la población activa, respectivamente. La industria de derivados se concentra en la producción de lácteos, cerveza y textiles, a los que se suman otros sectores industriales de más reciente implantación: farmacéutico, electrónico, del mueble, del automóvil, del vidrio y del software. En cuanto a la minería, destacan la extracción de cinc (el país es el principal productor europeo) y de gas, y la producción de acero, aluminio y plata. Otra actividad de larga tradición fue el aprovechamiento de la turba, en especial para la generación de energía eléctrica, pero la sobreexplotación hizo desaparecer la mayoría de las turberas. Desde comienzos de la década de 1990 el sector servicios se convirtió en el más importante de la economía irlandesa, la cual alcanzó valores promedio anuales situados entre el 6 % y el 8 %. Este rápido proceso de transformación económica hizo que el país pasara a ser conocido por el apodo de "Tigre Celta", en alusión a las economías de crecimiento acelerado del Sudeste Asiático. El turismo y las exportaciones, dominadas por empresas multinacionales, pero sobre todo la construcción, subsidiaria de los sectores inmobiliario y financiero, constituyeron la clave de un despegue truncado a finales de la primera década del siglo XXI, debido a la crisis financiera declarada en 2008, que devino en recesión económica mundial. En un momento de inestabilidad del euro y como consecuencia del elevado déficit fiscal de la economía irlandesa, el país precisó de un plan de ayuda de la Unión Europea (diciembre de 2010), valorado en 85.000 millones de euros, que obligó al gobierno a la aprobación de fuertes recortes sociales.

Fiestas y tradiciones irlandesas

Irlanda es reconocida por su cultura, especialmente por sus tradiciones y costumbres, las cuales quedan reflejadas en diversos ámbitos de la vida de los irlandeses.

Entre las celebraciones de gran importancia se encuentra el Día de San Patricio, festival dedicado al santo patrón del país. Es considerado fiesta nacional en la república irlandesa y celebrado a nivel internacional los días 17 de marzo.

El origen de la fecha estaba relacionado a una festividad religiosa. Con el tiempo, se fue asociando con aspectos propios de la cultura irlandesa mediante diversos elementos o características, tales como el trébol de color verde o shamrock, y bebidas y comidas típicas. A principios del siglo XX fue declarada fiesta pública por el Parlamento de Gran Bretaña.

Entre los lugares típicos y mas concurridos por irlandeses se encuentran los pubs. Son considerados lugares de reunión social en los que se puede apreciar la música local, de tipo celta. Algunos instrumentos utilizados en la música irlandesa son el bodhran, la flauta, el arpa, el violín, el tin whistle y la uilleann pipe.

Una de las figuras a destacar, popular en Irlanda, es el leprechaun o duende verde. Se cree que, si alguna vez es capturado por un humano, tiene el poder mágico de conceder tres deseos a cambio de su liberación.

Patrimonios

Irlanda posee sitios que gozan de una protección específica, ya que son considerados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, abreviación de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

El conjunto arqueológico del valle del Boyne, ubicado en el condado de Meath, es uno de ellos. Es el yacimiento prehistórico megalítico de mayor importancia en Europa. Está compuesto por cámaras funerarias, menhires, henges y anexos. El complejo monástico de Skellig Michael, localizado en una isla rocosa en el océano Atlántico, es otro de los lugares que se encuentra en la lista de Patrimonio de la Humanidad.

Otros sitios que se encuentran incluidos en la lista indicativa de la Unesco son el parque nacional de Burren, los fuertes occidentales de piedra, La histórica ciudad de Dublín, Los campos Céide y las ciénagas del noroeste del condado de Mayo, entre otros.

Deporte

Entre los deportes característicos de Irlanda se encuentran el fútbol gaélico y el hurling. El fútbol gaélico es una de las prácticas deportivas mas populares del país. Se considera una mezcla del fútbol tradicional y el rugby. La Asociación Atlética Gaélica instauró en el país un torneo de fútbol gaélico denominado All-Ireland Football Final. Se juega en una cancha de aproximadamente 140 metros de largo y 80 de ancho, en donde se ubican dos equipos con 15 jugadores cada uno.

En cambio, el hurling es el juego nacional de Irlanda de origen celta, similar al hockey de campo. Participan 15 jugadores por equipo, los cuales utilizan un stick (bastón) o hurley y una pelota de 7 centímetros de diámetro. La función es mantener las referencias de defensa y ataque y movilizar una pequeña bola para hacer la respectiva anotación en el arco contrario.