Aspectos generales


Himno

Continente: América Central

Superficie: 48.670 km2

Población: 10.847.904 hab.

Población urbana: 83 %

Densidad: 220 hab./km2

División política: Se divide en 31 provincias y un Distrito Nacional

Capital: Santo Domingo

Idioma: Español

Moneda: Peso dominicano

Religión: Católica

Forma de gobierno: República presidencialista

Presidente(a) / Jefe(a) de Estado: Luis Abinader

Ciudades principales (según último censo):

Santo Domingo (cap.) - 2.581.827 hab.
Santiago de los Caballeros - 550.753 hab.
Los Alcarrizos - 245.269 hab.
La Romana - 224.882 hab.
San Pedro de Macorís - 185.255 hab.
Higüey - 147.978 hab.
San Cristóbal - 138.455 hab.
San Francisco de Macorís - 132.725 hab.
Puerto Plata - 118.496 hab.
La Vega - 104.536 hab.


Límites:

Al norte limita con el océano Atlántico, mientras que al sur con el mar Caribe o mar de las Antillas. Hacia el este República Dominicana limita con el canal de La Mona y hacia el oeste con la República de Haiti.

La longitud de sus costas es de 1.527,28 kilómetros, sin incluir sus cinco islas adyacentes y una gran cantidad de cayos e islotes que suman una longitud de costas de 139 kilómetros.


Clima:

Presenta un clima tropical con una temperatura media de 25 °C a 35 °C en la mayor parte del país, con un descenso de hasta 18 °C en épocas invernales (diciembre - febrero). La temperatura también puede descender hasta pocos grados bajo cero en los picos más altos de sus zonas montañosas.

República Dominicana también se distingue por sus precipitaciones, con lluvias presentes a lo largo de todo el año pero especialmente abundantes en la época lluviosa del país (abril - noviembre), con algunas excepciones según la zona.


Curiosidades:

La primera Catedral que se erigió en el Nuevo Mundo, dedicada a Santa María la Menor, se encuentra en Santo Domingo, capital de República Dominicana.


Acerca de:

La ubicación de República Dominicana es realmente privilegiada. La cercanía con Puerto Rico, Cuba, Estados Unidos y las Antillas Menores la ha convertido en uno de los principales destinos turísticos y en un lugar ideal para la inversión y el intercambio comercial.

República Dominicana, a pesar de su tamaño, es un país de contrastes donde los paisajes urbanos y naturales se vuelven infinitos, pasando de exuberante vegetación a un caluroso desierto, o de urbes cosmopolitas a pequeños pueblos de agricultores. Cada uno de ellos, sin embargo, deleita con su encanto a quien los visita.

Provincias

Nombre Abrev. ISO 31662 Población Sup. (km2) Bandera
Azua DO-02 214.311 2.683
Bahoruco DO-03 97.313 1.285
Barahona DO-04 187.105 1.660
Dajabón DO-05 63.955 1.021
Duarte DO-06 289.574 1.650
Elías Piña DO-07 63.029 1.396
El Seibo DO-08 87.680 1.788
Espaillat DO-09 231.938 843
Hato Mayor DO-30 85.017 1.319
Hermanas Mirabal DO-19 92.193 427
Independencia DO-10 52.589 2.007
La Altagracia DO-11 273.210 2.998
La Romana DO-12 245.433 652
La Vega DO-13 394.205 2.292
María Trinidad Sánchez DO-14 140.925 1.207
Monseñor Nouel DO-28 165.224 992
Montecristi DO-15 109.607 1.886
Monte Plata DO-29 185.956 2.602
Pedernales DO-16 31.587 2.081
Peravia DO-17 184.344 785
Puerto Plata DO-18 321.597 1.806
Samaná DO-20 101.494 863
Sánchez Ramírez DO-24 151.392 1.186
San Cristóbal DO-21 569.930 1.241
San José de Ocoa 59.544 853
San Juan DO-22 232.333 3.364
San Pedro de Macorís DO-23 290.458 1.254
Santiago DO-25 963.422 2.806
Santiago Rodríguez DO-26 57.476 1.148
Provincia Santo Domingo 2.374.370 1.254
Valverde DO-27 163.030 823
Santo Domingo DO-01 965.040 140

Historia

PRECOLONIZACIÓN

Los primeros asentamientos humanos en la isla La Española o de Santo Domingo se establecieron hacia el 4.000 a. C. con la llegada de navegantes de América Central y Suramérica que se instalaron como recolectores en las zonas costeras e interiores. Hacia el 500 a. C., grupos de agricultores de origen arahuaco, procedentes de las costas venezolanas, penetraron por los valles y zonas de playa, iniciando así una sociedad tribal, como la de los taínos, conocedora de la alfarería, que crecerá hasta la aparición de cacicazgos importantes, como los encontrados por Cristóbal Colón en 1492.


CONQUISTA Y COLONIZACIÓN

La isla de la Hispaniola (La Española), actualmente ocupada por las naciones de Haití y la República Dominicana, fue el primer lugar del Nuevo Mundo donde los españoles formaron una colonia. Como tal, sirvió de base logística para la conquista de la mayor parte del Hemisferio Occidental.

Cristobal Colón descubrió la isla el 5 de diciembre de 1492, en los días finales de su primer viaje a "las indias". Colón y sus compañeros encontraron que la isla estaba habitada por un gran población de amistosos indios taínos (arawacos), quienes le dieron la bienvenida a los exploradores.

La colonización dominicana estableció las primeras ciudades, siendo la villa de La Isabela, fundada en la costa norte de la isla, el primer asentamiento europeo estable en América.

La implantación de la Primera Real Audiencia (1511) y la esclavitud de indios y negros coincidieron con la conquista de los territorios de la llamada Tierra Firme desde los puertos de la isla de Santo Domingo, cuya economía se basó primero en el intercambio de objetos, luego en la búsqueda de oro y posteriormente, a mediados del siglo XVI, en la cría de ganado.

Entre 1605 y 1606, Felipe III, para evitar el contrabando en las zonas norte y oeste, devastó las ciudades concentrándolas en el centro de la isla. Esto produjo el abandono de reses, viviendas y terrenos, que fueron apropiados desde la isla Tortuga por aventureros, piratas, bucaneros y filibusteros. Francia, en lucha contra España, se hizo fuerte en la parte occidental, instalando la factoría de azúcar más productiva y usando esclavos negros traídos para el trabajo en las haciendas. Durante tres siglos, la piratería, el corso y las luchas en el Caribe tuvieron como punto de referencia a la isla de Santo Domingo.


ETAPA INDEPENDENTISTA

En 1777, Carlos III de España y Luis XVI de Francia establecieron la línea fronteriza por el tratado de Aranjuez, iniciándose así la división definitiva de la isla entre ambas potencias. En 1804, bajo la influencia de la Revolución Francesa, los esclavos del territorio occidental se rebelaron contra los colonos franceses y declararon la República de Haití. Para el momento, de acuerdo con el Tratado de Basilea de 1795, Francia ocupaba la parte oriental de la isla, lo que condujo a que, en 1805, se produjeran las primeras invasiones haitianas en la parte española.

En 1808, los habitantes de origen hispano, mestizos y criollos de la parte española, hoy República Dominicana, se levantaron contra Francia y entregaron el país a España. Se inauguraba una nueva etapa que la historia dominicana conocerá como la época de la España Boba, donde hubo escasa y casi nula intervención metropolitana en los asuntos de la colonia, situación que permaneció hasta 1821. Durante ese período ocurrieron varias conspiraciones orientadas a derribar el poder español, especialmente durante los años 1810, 1811 y 1812, años en que la situación económica se volvió insoportable. Algunas de ellas buscaban crear un país independiente mientras que otras buscaban la anexión a Haití u otros países. En 1812, dos años después de la malograda "conspiración de los italianos", sucedió una revuelta en la que participaron mayoritariamente personas de color, tanto esclavos como libertos. Esta trama tuvo por causa el recrudecimiento de las tensiones raciales y sociales en la colonia luego de la proclamación de la primera Constitución liberal española en ese mismo año.

El 1 de diciembre de 1821 se proclama la independencia de la parte oriental de República Dominicana, donde José Núñez de Cáceres conspira contra España, inspirado por las ideas liberales, creando así el Estado Independiente del Haití Español. Sin embargo, este período sólo duró unos tres meses, cuando el haitiano Jean Pierre Boyer intervino sobre la isla y con la idea de borrar las diferencias entre su parte este y oeste, unificó los dos pueblos, convirtiéndolos en un solo Estado. Con su llegada al poder, se abolió la esclavitud, se planteó una profunda reforma agraria y el 9 de febrero de 1822 se dio inicio a la Dominación Haitiana. Comenzando el año 1827 surgen conspiraciones contra Boyer que lo obligan a exiliarse en enero del año 1843.

En el este uno de los procesos revolucionarios contra el dominio haitiano fue el encabezado por los liberales, entre ellos Juan Pablo Duarte, Matías Ramón Mella y Francisco del Rosario Sánchez. En 1838 fundan el movimiento clandestino La Trinitaria. En ausencia de Juan Pablo Duarte, quien se encontraba refugiado en Venezuela, fueron Francisco del Rosario Sánchez, Matías Ramón Mella y Vicente Celestino Duarte quienes se encargaron de dirigir a los trinitarios. Con recursos muy pobres, haciendo circular hojas manuscritas por todo el país, bajo enorme peligro, se completaba la campaña destinada al logro de más adeptos a la causa independentista, así como la ultimación de detalles.

El más importante de estos documentos fue la célebre "Manifestación de los pueblos de la parte este de la Isla antes Española o de Santo Domingo, sobre las causas de su separación de la República Haitiana", del 16 de enero de 1844, escasos días antes de ser proclamada la República Dominicana el 27 de febrero de 1844. Es por consiguiente, el primer documento oficial de la Nación Dominicana, con el cual se inicia su colección de leyes.

Luego de organizarse la Junta Central Gubernativa el día 1 de marzo de 1844, ésta adoptó como constitución el trinitario del de ese año. El 24 de julio de 1844, la Junta Central Gubernativa dictó un decreto, a manera de Ley Electoral, convocando a los pueblos a elegir los miembros de la Asamblea Constituyente que debía redactar la nueva Constitución de la república. En principio se escogió el poblado de Guerra pero, debido a la falta de facilidades, el mismo Congreso Constituyente decretó el traslado a San Cristóbal. La Constitución fue promulgada el 6 de noviembre de 1844.


SIGLOS XX y XXI

En los años posteriores se sucedieron los choques fronterizos con Haití.

El general Pedro Santana, gran propietario, conservador y primer presidente de la república, negoció la reincorporación de su país a la Corona española. Las tropas de la antigua metrópoli tuvieron que enfrentarse a una guerra de guerrillas que se saldó con la definitiva independencia de Santo Domingo en 1865. Sin embargo, la lucha política continuó desarrollándose de forma encarnizada. En 1869, el presidente Buenaventura Báez pretendió incorporar el país a Estados Unidos.

Los desórdenes se sucedieron hasta la llegada al poder del general Ulises Heureaux, en 1882. A pesar de su despotismo, el país conoció por vez primera una etapa de paz. La producción de caña de azúcar aumentó, pero la mala gestión financiera llevó el país a la bancarrota, a la vez que el comercio exterior cayó en manos de empresas estadounidenses. Estallaron nuevos desórdenes que culminaron con el asesinato del presidente en 1899.

Las dos primeras décadas del siglo XX se caracterizaron por la inestabilidad política y la mayor implicación de Estados Unidos. Finalmente, a consecuencia de la designación de Federico Henríquez Carvajal como presidente de Santo Domingo y de su oposición a las presiones estadounidenses, Estados Unidos invadió la isla en 1916 y mantuvo la ocupación hasta 1924 y el control de sus aduanas hasta 1941.

Vencedor en las elecciones de 1930 por una cantidad de votos superior al número de votantes, el general Rafael Leónidas Trujillo había de pasar a la historia de la república y de Latinoamérica como el prototipo del dictador despótico y sanguinario. El régimen de los Trujillo no aceptó más partido que el suyo, ni concedió la más mínima libertad de prensa y electoral, y no fueron respetados los derechos humanos fundamentales. Se hizo reelegir en 1934, 1942 y 1947, ordenó la elección de su hermano Héctor Bienvenido en 1952 y 1957 y optó por Joaquín Balaguer en 1960. En 1961, cayó asesinado por un grupo de oficiales, dirigidos por Imbert Barrera.

Tras el asesinato de Trujillo en 1961, se produjo un levantamiento popular, y en julio del mismo año se vino abajo el gobierno de Balaguer. Se iniciaba el lento tránsito de la dictadura a la democracia. Las elecciones de 1963 fueron ganadas por el Partido Revolucionario Dominicano de Juan Bosch, quien asumió la presidencia en 1963, pero, después de intentar algunas reformas de tipo socializante, fue derrocado ese mismo año por el ejército. Tras un interregno de inestabilidad, estalló una rebelión militar encabezada por el coronel Duarte. Dos bandos rivales lucharon en las calles, siendo el dirigente de la facción progresista el coronel Francisco Camaño Deñó, quien se hizo cargo del poder provisionalmente hasta la intervención de Estados Unidos.

Los estadounidenses impusieron un acuerdo a los gobiernos rivales y el nombramiento de Héctor Godoy como presidente provisional. En las elecciones de 1966 resultó elegido Joaquín Balaguer, reelegido en 1970 y 1974. Las elecciones de 1978 dieron un claro triunfo a la oposición, el Partido Revolucionario Dominicano, y Antonio Guzmán fue investido presidente. Sus reformas económicas, entre ellas la nacionalización de las minas de oro, fueron continuadas por sus sucesores.

Las perspectivas de desarrollo se vieron truncadas en 1998 por los devastadores efectos del huracán Georges, que arrasó gran parte del país. En 2000 se celebraron nuevas elecciones presidenciales, en las que venció Hipólito Mejía, del Partido Revolucionario Dominicano (PRD). En 2003 el país sufrió una honda crisis económica desencadenada por el colapso de los principales bancos. Al año siguiente se celebraron nuevas elecciones presidenciales, en las que se impuso por mayoría absoluta en la primera vuelta el expresidente Leonel Fernández (PLD).

Fernández fue reelegido en los comicios de 2008. A pesar de que la Constitución, reformada en 2010, no le permitía un tercer mandato, el presidente intentó promover una cuarta postulación, objetivo que declinó ante la fuerte resistencia generada, tanto en la ciudadanía como entre sus opositores. Así, el PLD concurrió a las elecciones presidenciales de mayo de 2012 con un nuevo candidato, Danilo Medina, quien se impuso en primera vuelta al expresidente Mejía (PRD).

Luego de dos periodos presidenciales ejercidos por Medina, Luis Abinader se convierte en el siguiente mandatario de República Dominicana luego de ganar las elecciones de 2020, cargo que ha mantenido hasta la actualidad.


Economía

PBI (Nominal): 78,84 miles de millones US$
PBI Per cápita: 7.268,20 US$
 
Resumen

La agricultura y la ganadería han sido la base de la economía tradicional dominicana. Las fértiles tierras de la isla favorecen la cría de ganado vacuno y el desarrollo de cultivos como el de la caña de azúcar, base de las activas industrias azucarera y licorera. La minería es otra importante fuente de la economía nacional. Sin embargo, las principales actividades económicas del país son el turismo y las zonas francas.

Agricultura y ganadería

La variedad de microclimas y suelos benefician el cultivo de productos agrícolas como arroz, maíz y sorgo. Después de los cereales, la producción de plátanos es la de mayor importancia en la agricultura del país.

En el grupo de los productos tradicionales de exportación, sobresalen el cacao, el café, el guineo, los plátanos y la caña de azúcar, de gran importancia por el aporte de divisas que proporcionan a la economía nacional y porque generan un número considerable de puestos de trabajo; cerca de la mitad de la población activa del país está ocupada en actividades relacionadas con el sector agrario.

La explotación del ganado bovino, porcino y caprino ha permitido el desarrollo de las industrias cárnica y láctea, destinadas al consumo interno, y sirven como medio de sustento a numerosas familias dominicanas.

Industria y minería

La caña de azúcar es la base de la industria azucarera, cuyo producto llegó a ser uno de los más importantes en el comercio exterior. Asimismo, las industrias licorera y tabaquera son reconocidas en el mundo por la calidad de sus rones y cigarros, respectivamente. El país cuenta, además, con fábricas de cerveza, cemento, muebles, cartones, plásticos, pinturas y materiales de construcción, entre otras.

El 75 % de la producción industrial dominicana corresponde a la industria ligera de bienes como alimentos, tejidos, refrigeradores, estufas o acondicionadores de aire, para el consumo local.

La minería, por su parte, tiene una especial relevancia en la economía nacional (4 % de PNB), sobre todo en la estructura de las exportaciones. Los principales recursos mineros que proporciona el subsuelo dominicano son: bauxita, ferroníquel, oro, plata (minerales metálicos); mármol, yeso, sal, ámbar, larimar y otras piedras semipreciosas (no metálicos).

Turismo

Es la principal fuente de divisas del Estado y la segunda industria generadora de empleos. El sector turístico nacional cuenta con más de 54 mil habitaciones y recibe aproximadamente tres millones de turistas por año.

La industria turística del país se apoya en los recursos naturales y culturales, un gran número de equipamientos hoteleros de calidad y una excelente infraestructura de comunicaciones con aeropuertos, puertos y carreteras.

El desarrollo de la actividad se concentra en los llamados polos turísticos, como los de Macao-Punta Cana, la costa norte o Puerto Plata (Cofresí, Puerto Plata, Playa Dorada, Sosúa, Cabarete, Río San Juan), Santo Domingo-La Romana o costa Caribe (Santo Domingo, Boca Chica, Guayacanes-Juan Dolio, Casa de Campo y Bayahibe), Samaná, Jarabacoa-Constanza y Barahona, entre otros.

Cultura

Música y danzas

La música y la danza dominicanas exhiben rasgos culturales específicos, de acuerdo con la región y la influencia cultural (española, africana o indígena) que le son características. Con la música y el baile, el negro africano rinde culto a sus divinidades para propiciar bienestar en la fecundidad y en el trabajo.

Una de las expresiones más conocidas del país es la danza o ritual de palos o atabales. Los palos son de origen africano y se componen de tres tambores: la marimba, el balsié y los atabales. El toque de los palos se realiza para acompañar otros festejos religiosos de influencia africana y también de procedencia española.

El baile de los atabales está muy difundido en todo el país. Se trata de cantos y toques de tambores (palo mayor, palo mediano y alcahuete), relacionados con las fiestas del Espíritu Santo, celebradas por hermandades compuestas, donde predomina el mestizaje cultural.

El merengue

El merengue es un género musical, baile folklórico dominicano, difundido entre campesinos y urbanos desde mediados del siglo XIX, y que muchos lo consideran como el baile nacional dominicano. Sus orígenes están tanto en África como Europa, lo que hasta para el profano está claro es que el ritmo es de origen africano. Hasta los principios del siglo XX, al igual que otras músicas que no eran de salón, fue considerado música vulgar. Pese a esta campaña negativa, creada en el siglo XIX, se ha establecido como expresión de la dominicanidad, hasta el punto de que hoy es disfrutado en toda América Latina, buena parte de Europa y en otros continentes.

El merengue tradicional es aquel que se ha internacionalizado mientras que el merengue de calle no es reconocido en el exterior.

La mangulina

Aparece en el escenario dominicano a mediados del siglo XX predomina en el sur de la república. Tiene vueltas rápidas como el vals pero con mayor movimiento y variedad ya que a las vueltas siguen los pasos al frente y hacia detrás. Se dice que de esta se derivó el zapateo español.

Carabiné

Es una modificación del zapateado criollo, y un recuerdo de los bailes que se bailaban con la carabina al hombro. Algunos folkloristas señalan el hecho de que en las cercanías donde hizo su aparición el carabiné, familias procedentes de las islas Canarias habían sido asentadas anteriormente. Este tuvo algo de popularidad esta década.

La bachata

La bachata es una música popular bailable originaria de este país, considerada un híbrido del bolero rítmico con otras influencias musicales como son el pasillo, el huapango, y el son cubano, entre otros.

En su principio era considerada como música de las clases bajas, y conocida como "música de amargue". En los años 80 surge el interés por este género musical, con la expansión de los medios masivos de comunicación, con el auge del turismo, y con el esfuerzo de algunos compositores que vieron que había surgido un género diferenciado de expresión de lo popular. Autores como Juan Luís Guerra con su producción Bachata rosa y de Luís Días, aportaron una visión diferente que articulaba esta expresión musical con lo urbano marginal.

La sarandunga

La sarandunga es una fiesta ritual asociada a San Juan Bautista, celebrada durante el verano por la población negra de Baní. Consta de tres danzas: la jacana, que introduce a los danzantes mayores y ejecuta más figuras; la capitana, bailada en principio por la dueña del santo y luego por los espectadores que danzan agitando un pañuelo, y la bomba o capitana. A los bailes les sigue una procesión acompañada de cantos, denominados "moranos", que pasea a San Juan Bautista por las calles de la ciudad, casi al amanecer.

El Carnaval

En el país no existe una fiesta popular que convoque a tantas personas de los sectores populares como el Carnaval, a pesar de que en los tiempos coloniales su impacto llegaba solamente a las élites. Durante este período, las fiestas de Carnaval estuvieron vinculadas esencialmente a la culminación de grandes celebraciones religiosas, como las de San Juan Bautista y San Miguel, celebradas antes del Miércoles de Ceniza, pero esta tradición se incrementó y popularizó asociada a la celebración de las fiestas patrias de la Independencia (27 de febrero 1844) y de la Restauración (16 de agosto de 1865).

Deportes

El modelo deportivo vigente en la República Dominicana es piramidal y asociativo. El deporte de élite o federativo es el principal beneficiario de los fondos públicos, seguido por el deporte profesional, principalmente el béisbol invernal, que también cuenta con el aporte privado. La Dirección General de Deportes (DGD), creada en 1943, fue el primer organismo estatal diseñado para encargarse exclusivamente del sector deportivo.

El béisbol

El béisbol es el deporte de mayor arraigo popular entre los dominicanos. El interés en los torneos nacionales, así como el prestigio de los millonarios peloteros locales que actúan en las Grandes Ligas de Norteamérica, constituyen hechos sociales y deportivos muy valiosos para el país.

El boxeo

Este es uno de los deportes que ha otorgado mayor prestigio a la República Dominicana en el ámbito internacional. En su versión profesional ha producido trece campeones mundiales. El primero en ceñirse una faja universal fue Carlos "Teo" Cruz, el 28 de junio de 1968, frente al puertorriqueño Carlos Ortiz en la categoría de los pesos ligeros.

El baloncesto

El baloncesto de la República Dominicana obtuvo uno de sus logros más trascendentes al conquistar la medalla de oro en el Torneo Centroamericano y del Caribe de Baloncesto Superior Masculino que tuvo lugar en Panamá, dejando a la zaga a los potentes planteles de Cuba, Puerto Rico y Panamá, considerados como favoritos del evento. La figura sobresaliente de esta justa fue Hugo Cabrera. Otros jugadores destacados fueron Héctor Báez, Iván Mieses y Vinicio Muñoz.

Arte

Artesanías

Las artesanias más populares de la República Dominicana son las joyas de ambar y larimar, la cestería, la alfarería, la cerámica, la madera tallada y la pintura naif de origen haitiano.

En Santo Domingo capital se encuentra el Museo Mundo del Ámbar y exhibe diferentes piezas de ámbar extraídas en la República Dominicana así como otras piedras preciosas de otros países.

Artes plásticas

Se considera que los grupos aborígenes de la isla de Santo Domingo tuvieron la cultura más avanzada de las Antillas y que los taínos, parte del conglomerado arahuaco de origen suramericano asentado en el territorio insular, se destacaron por un arte diversificado y desarrollado. Esa producción artística anónima se fundamentó en creencias mágicorreligiosas, y en la riqueza de su mitología y sus dioses.

La primera época, que siguió al aporte de los precursores, vio aparecer, entre 1920 y 1940, una identidad en la plástica nacional y dos vertientes rectoras, una de las cuales se mantendría centrada en lo local, mientras que la otra sería más universal. La segunda época, que se prolongó de 1940 a 1960, decisivamente orientada por artistas inmigrantes europeos, fue fundamental en la gestación de una labor plástica actualizada y en la definición de un arte nacional. La tercera, marcada por el retorno a la democracia después de una dictadura de treinta años, se distinguió, entre 1960 y 1980, por la multiplicación de talentos y tendencias. La última etapa se inició en la década de 1980 con el boom comercial y una explosión cuantitativa de jóvenes artistas, situación que se vio afectada a inicios de la década de 1990 por una grave crisis económica en el mercado interno.

Actualmente, numerosas personas se interrogan sobre la situación del arte dominicano en el siglo XXI y sus oportunidades de proyección. Y lo cierto es que ningún creador dominicano del presente se conforma con un ejercicio profesional interno.

Literatura

La literatura dominicana se inicia durante la colonia, pero es a partir del siglo XIX cuando alcanza una temática nacional. Gracias a los datos aportados por el cortesano Eugenio Salazar de Alarcón en su Silva de varia poesía, se conocen las actividades poéticas desarrolladas en el período colonial por Leonor de Ovando y Elvira de Mendoza, así como las tenidas literarias de la corte del Virreinato, encabezadas por la virreina María de Toledo. A finales del siglo XVI, Francisco Tostado de la Peña escribía sonetos, y se afirma que fray Tirso de Molina, mercedario famoso por su obra de teatro El burlador de Sevilla, escribió parte de la misma en la ciudad de Santo Domingo.

En los primeros años del siglo XX la novela y el cuento dominicanos se expresan dentro de las vertientes urbana y rural, surge un conjunto de prosistas de largo aliento y honda raigambre nacional formados en el período inmediatamente anterior, entre quienes podemos nombrar al poeta, narrador y diplomático Tulio Manuel Cestero; Ulises Heureaux , quien sobresalió por sus dramas y novelas; José Ramón López, periodista, narrador y ensayista; Federico García Godoy, novelista y crítico literario; Américo Lugo, escritor prolífico, discípulo de Hostos, ensayista polémico, historiador, dramaturgo y verdadero artífice de la prosa poética.

El costumbrismo sobrevivió en la obra de Rafael Damirón, autor de las novelas y piezas de teatro. También Fernando Arturo Pellerano se destacó como autor de varias piezas de teatro de calidad irregular. Sin embargo, fueron los hermanos Pedro, Maximiliano y Camila Henríquez Ureña quienes alcanzaron el más alto grado de depuración del pensamiento dominicano en el período marcado por la primera intervención militar norteamericana.

La narrativa moderna dominicana cuenta hoy con escritores como Pedro Vergés, Andrés L. Mateo, Marcio Veloz Maggiolo, Jeannette Miller, Diógenes Valdez, Diógenes Céspedes, Efraim Castillo, Aida Cartagena Portalatín, Ángela Hernández, entre otros.

La poesía, nutrida por movimientos importantes como el postumismo y la Poesía Sorprendida, es considerada una de las producciones literarias que tuvo mayor desarrollo durante el siglo XX. Destacan las obras de Domingo Moreno Jiménez, Mariano Lebrón Saviñón, Tomás Hernández Franco, Freddy Gatón Arce, Pedro Mir -elevado al rango oficial de Poeta Nacional-, Víctor Villegas, Lupo Hernández Rueda, Manuel del Cabral y Héctor Incháustegui Cabral.

Entre las nuevas generaciones se encuentran autores como José Mármol, Plinio Chahín, Medar Serrata, Alexis Gómez Rosa y Basilio Belliard.

Biografías

Juan Pablo Duarte

Nació en la ciudad de Santo Domingo el 26 de enero de 1813. Fueron sus padres el comerciante español Juan José Duarte y la dama seibana Manuela Diez. Su familia, que había emigrado a Venezuela en 1801, cuando Toussaint Louverture ocupó la parte española de la isla, retornó al país una vez que Juan Sánchez Ramírez consumó la vuelta a España con la Reconquista. A los catorce años de edad fue enviado a estudiar a España, pero, antes de su viaje, aparte de las materias comunes a todo estudiante, había cursado Filosofía y Derecho romano con Juan Vicente Moscoso, llamado el Sócrates Dominicano.

Retornó al país imbuido de las corrientes modernas de pensamiento que tuvieron su origen en la Revolución Francesa. Hacia 1835, propuso a su amigo José María Serra la formación de una sociedad secreta para enfrentar a la dominación haitiana, a la que denominarán La Trinitaria y que quedará constituida el 18 de julio de 1838. Durante algún tiempo La Trinitaria realizó sus labores secretamente, pero, al entrar bajo sospecha de las autoridades haitianas, se vieron obligados a formar La Filantrópica, que continuó la labor bajo la fachada de la actividad teatral. No tardaron las autoridades haitianas en percatarse de los objetivos reales de la sociedad. Acosado, Duarte se vio obligado a esconderse primero y a emigrar después, sin perder el contacto con sus compañeros independentistas.

El 27 de febrero de 1844, cuando fue proclamada la República, se encontraba en Curazao. Una goleta fue enviada a buscarle y al pisar tierra dominicana, en medio de un alborozo general, recibió honores correspondientes a un Padre de la Patria. Pero tal situación duraría muy poco. Integrado a las labores directivas, fue enviado al Cibao donde se enteró de que Mella lo había proclamado presidente de la República. Santana se negó a ser reemplazado y, en lugar de esto, hizo preso a Duarte y lo expulsó del país junto a otros trinitarios. No pisará nuevamente suelo dominicano hasta marzo de 1864, luego de la anexión a España y en medio de una guerra comenzada. Los servicios que vino a rendir a su patria fueron prácticamente rechazados y sólo le fue encomendada una misión diplomática en Venezuela. Después de vivir por doce años olvidado de todos, falleció en Caracas el 15 de julio de 1876. Sus restos fueron repatriados el 27 de febrero de 1884. Entonces el pueblo le tributó los honores que no recibió en vida.

Francisco del Rosario Sánchez

Hijo de Narciso Sánchez y Olaya del Rosario, nació en Santo Domingo el día 9 de marzo de 1817. Después de recibir de su madre la enseñanza elemental y de aprender el oficio de "peinetero", pasó a recibir clases de latín y filosofía con don Nicolás Lugo, estudios que continuará con el padre Gaspar Hernández, sacerdote peruano emigrado a Santo Domingo y reconocido antihaitiano. En este período conoció a Juan Pablo Duarte, quien, junto a otros jóvenes, asistía a las clases del sacerdote. En 1838 se integró a La Trinitaria y pronto empezó a distinguirse por su laboriosidad y decisión. Estas cualidades le permitieron dirigir el movimiento cuando Duarte debió ausentarse debido a las persecuciones desatadas contra él por los haitianos.

El 27 de febrero de 1844, Francisco del Rosario Sánchez fue el encargado de leer la proclama en el baluarte de San Genaro (hoy puerta del Conde). Luego presidirá la primera Junta Central Gubernativa, hasta ser desplazado por Tomás Bobadilla.

La razón principal por la que se le reconoce como Padre de la Patria se debe, principalmente, a sus méritos como trinitario y por haber leído la proclama que declaraba el nacimiento de la República Dominicana. También por haber sido un precursor del movimiento restaurador, cuando el 1 de junio de 1861, tres meses y medio después de consumada la anexión a España, entró a territorio dominicano en compañía de José María Cabral y otros, para caer fusilado en San Juan de la Maguana el 4 de julio siguiente, junto a una veintena de compañeros. Antes, el 20 de enero de 1861, cuando era evidente que Pedro Santana y los suyos entregarían la soberanía del país, Sánchez lanzó una proclama en la que afirmaba: "Mas, si la maledicencia buscare pretextos para mancillar mi conducta, responderéis a cualquier cargo diciendo en alta voz, aunque sin jactancia, que yo soy la bandera dominicana". Aun antes, el 16 del mismo mes, había dicho en carta a Damián Báez: "Mi patria está vendida. Esto basta".

Ramón Matías Mella

Hijo de Antonio Mella Álvarez y de Francisca Castillo, nació el 25 de marzo de 1816 en la ciudad de Santo Domingo. Contaba apenas con 22 años de edad cuando, en 1838, ingresó a la sociedad secreta La Trinitaria, en la que se destacó desde el inicio. En enero de 1843 Juan Pablo Duarte le encargó la misión de trasladarse a Los Cayos, Haití, para pactar con los revolucionarios haitianos el apoyo de los patriotas dominicanos al movimiento de La Reforma. En marzo del mismo año participó en una reunión en Santo Domingo que culminó con la proclamación de apoyo a dicho movimiento.

El 12 de julio, cuando el presidente haitiano Charles Gerard inspeccionó la parte este de la isla, Mella y otros fueron apresados y enviados a Puerto Príncipe, de donde regresó en septiembre sólo para ser acusado de conspirador por el general Morisset, imputación de la que logró salir descargado. Cuatro meses después, con otros patriotas, suscribió el manifiesto del 16 de enero, consagrado por la historia como Acta de Independencia. La noche del 27 de febrero de 1844, cuando los conjurados se encontraban reunidos en la puerta de la Misericordia, Mella atinó a disparar un trabucazo ante la vacilación que amenazaba dar al traste con los propósitos independentistas. Los historiadores han recogido una tradición originada aquella noche: "No hay tiempo de retroceder -cuenta la tradición que dijo el patricio-. Habremos de ser libres o morir, es la consigna. ¡Viva la República Dominicana!" Y enseguida disparó su trabuco.

Posteriormente, los patriotas marcharon hacia el baluarte de San Genaro (hoy puerta del Conde), en donde otro patricio, Francisco del Rosario Sánchez, proclamó ante el mundo el nacimiento de la República Dominicana. Al producirse el Grito de Capotillo (16 de agosto de 1863), ya muy enfermo, ocupó la vicepresidencia de la república del gobierno de la Restauración. En este cargo se mantuvo hasta su deceso en 1864.

Rafael Trujillo

Rafael Leonidas Trujillo Molina nació en San Cristóbal el 24 de octubre de 1891. Ascendió al poder en febrero de 1930, a raíz de un golpe de Estado contra el presidente Horacio Vásquez. La acción fue encabezada públicamente por Rafael Estrella Ureña, quien ocupó la presidencia de la república a la caída de Horacio Vásquez, pero tras bastidores estaba Trujillo, jefe del Ejército. Con su ascenso al poder se inició una era de terror político, en la que proliferaron los asesinatos.

Unos de los casos más sonados fueron el de Virgilio Martínez Reyna y su esposa, quien se encontraba en avanzado estado de gestación, cometido bajo la "presidencia" de Rafael Estrella Ureña; y el de las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, salvajemente asesinadas a garrotazos en las postrimerías del régimen. Al ascender Trujillo al poder, el país estaba regido por una economía rural, pudiendo afirmarse que fue el creador de una burguesía que, bajo su amparo, creó industrias y modernizó el comercio, logrando que la economía dominicana diera un salto, aunque siempre en beneficio directo de Trujillo o de su familia.

En lo cultural el avance logrado por el país fue notable, pues aunque había tenido oportunidad de presenciar espectáculos de ópera, con frecuencia encabezados por solistas de fama mundial, fue durante su régimen cuando se crearon instituciones como la Orquesta Sinfónica, el Conservatorio de Música, la Dirección General de Bellas Artes, la Escuela Elemental de Música, la escuela de Pintura y Escultura, entre otras. A lo largo de los 31 años de dictadura trujillista se produjeron numerosas conspiraciones, todas aplastadas, muchas veces con el concurso de campesinos que llegaron a tener al dictador como un semidios. Finalmente, el 30 de mayo de 1961, fue ultimado a tiros por un grupo de conjurados, entre quienes estaban Antonio de la Maza, Modesto Díaz y Juan Tomás Díaz.

Fechas Patrias

21 de enero

Día de la Virgen de la Altagracia

En esta jornada se celebra la fiesta patronal de la Virgen de Altagracia, la madre protectora y espiritual del pueblo dominicano. En esta celebración muchos fieles devotos de esta virgen provenientes de diferentes puntos del país se acercan a rendirle culto hasta el templo ubicado en Higüey.



 
27 de febrero

Día de la Independencia

En esta fecha se recuerda aquel 27 de febrero de 1844, donde luego de una serie de batallas, los esfuerzos patrióticos al frente de Juan Pablo Duarte y Diez, Francisco del Rosario Sánchez y Matías Ramón Mella dieron sus frutos y consolidaron la proclamación de la independencia dominicana.



Imagen con los tres Padres de la Patria: Juan Pablo Duarte, Francisco del Rosario Sánchez y Matías Ramón Mella.
 
16 de agosto

Día de la Restauración

En este día se conmemora el día 16 de agosto de 1863 donde los patriotas Santiago Rodríguez, José Cabrera, Benito Monción, y Pedro Antonio Pimentel junto a otros once dominicanos lograron izar la bandera dominicana en el cerro de Capotillo en Dajabón, dando inicio de esta forma a la guerra de la Restauración de la soberanía dominicana.



 
6 de noviembre

Día de la Constitución Dominicana

En esta fecha se celebra la proclamación de la Primera Constitución Dominicana, hecho ocurrido el 6 de noviembre de 1844 en la ciudad de San Cristóbal.