Al norte y este limita con Ucrania, y al oeste y sur con Rumania.

El clima es templado, moderadamente continental. Presenta un invierno corto, con temperaturas inferiores a 0 °C, y un verano cálido y prolongado con valores termométricos de entre 21 y 24 °C. La pluviosidad aumenta de sur a norte y las cifras anuales registradas se sitúan entre los 500 y 700 mm.

Este país de la Europa Oriental, sin salida al mar, fue una de las repúblicas constituyentes de la Unión Soviética hasta 1991.

El territorio, que se extiende entre dos cursos fluviales de dirección noroeste-noreste, el bajo Dniéster y el Prut, constituye una llanura baja de loess, con suaves colinas (su elevación más alta es el monte Bălănești, con 429 m de altitud).

La economía moldava, sumergida hasta 1991 en el gran engranaje de la economía soviética, presenta una estructura anquilosada, con un claro predominio de la actividad agrícola, que emplea al 32 % de la población activa. Moldavia mantiene todavía una estrecha dependencia respecto al gobierno de Moscú, ya que este es el principal cliente de sus productos agrícolas: cereales (trigo y maíz), remolacha, tabaco y vino. Las dificultades del desarrollo industrial, fundamentalmente agroalimentario, se agravan por cuestiones políticas, ya que la región de Transnistria, en la que se concentra la mayor parte de la industria, no ha dejado de manifestar su voluntad de independencia desde la formación del Estado moldavo.