Mónaco, que constituye el segundo más pequeño enclave del mundo, se ubica en la Europa mediterránea, en el litoral francés (Costa Azul), entre Niza y la frontera de Italia.

Su clima, mediterráneo por excelencia, suave y soleado a lo largo de todo el año hace de Mónaco un lugar privilegiado, donde la vida es muy agradable en todas las estaciones. Se ve influido por el clima oceánico y el clima subtropical húmedo. Como resultado, los inviernos son suaves y lluviosos y los veranos cálidos y secos, moderados por la proximidad del Mediterráneo. Interludios frescos y lluviosos pueden interrumpir la seca estación veraniega, cuya longitud media es también más corta. La temperatura media en enero y febrero es de 8 °C, y de 26 °C en julio y agosto.

Mónaco es el segundo país más pequeño del mundo, y paradójicamente el primero en densidad de población. Comprende tres áreas urbanas: Mónaco propiamente dicho, Montecarlo y La Condamine. El principado es sede además de varios eventos tales como el Gran Premio de Mónaco de la Fórmula 1 así como el Masters de Montecarlo, uno de los eventos de tenis más prestigiosos del mundo. Pero sin dudas es el Casino de Montecarlo el cual se ha dedicado desde sus orígenes al arte del juego la mayor atracción de Mónaco, logrando ingresos por encima de mil millones de dólares por año.

El principal recurso económico del principado es el turismo, que acude atraído por su famoso casino y por los puertos deportivos, los hoteles de lujo, los museos y el gran premio automovilístico. Mónaco ofrece unas condiciones fiscales especiales que favorecen la instalación de algunas industrias, como las mecánicas, químicas y de aparatos de precisión, que se han emplazado en el puerto y el distrito de Fontvieille.