Estas islas, bordeadas por el océano Atlántico norte, tienen a su oeste San Cristóbal y Nieves, al noroeste San Bartolomé, al sur la isla de Guadalupe y por el sudoeste Montserrat.

El clima de Antigua y Barbuda es tropical cálido. Con un clima agradable durante todo el año, la temperatura máxima puede llegar a los 31 ºC y la mínima promedio es de 23 ºC.

Las precipitaciones se presentan desde junio hasta noviembre, con una media anual de 1.150 mm, junto con los huracanes o ciclones tropicales.

En cuanto a los vientos alisios, éstos soplan continuamente a lo largo de todo el año, ayudando a moderar las temperaturas. Gracias a la baja humedad que posee la isla el clima resulta realmente agradable.

Antigua, colonizada en 1632, fue denominada por Cristóbal Colón al descubrir la isla, mientras que Barbuda, colonizada en 1628, fue llamada así por las "barbas" de los líquenes que adornaban sus palmeras.

Además de Antigua y Barbuda, el país está formado por otro pequeño islote de 2 km², llamado Redonda, el cual, al igual que Barbuda, no posee ríos.

Este pequeño país antillano está integrado por tres islas de origen volcánico: Antigua de 280 km², Barbuda con unos 160,5 km² y Redonda con 1,5 km², estas dos últimas con un estatus de dependencia. La isla de Redonda se encuentra prácticamente deshabitada.

Antigua es una isla llana, cuyo punto culminante es el volcán Boggy Peak. Barbuda tiene un suelo calcáreo, prácticamente llano. El litoral de ambas está poblado de corales, y especialmente Antigua presenta unas costas muy recortadas con abundantes bahías.

El principal recurso económico es el turismo de lujo, que cuenta con una clientela principalmente estadounidense. La industria se halla poco desarrollada: existe una modesta refinería de petróleo que surte a las Antillas. La agricultura es insuficiente para sostener las necesidades internas; destacan los cultivos de algodón y caña de azúcar. Antigua y Barbuda se beneficia del alquiler de una base naval estadounidense.