Limita al norte con Sudán, Etiopía y Somalia, al sur con Tanzania y el océano Índico, al este con Somalia, y al oeste con Uganda y Tanzania.

El clima de este Estado es variado: entre templado y tropical con temperaturas que van de los 10 a los 30 ºC.

La República de Kenia es un país del este africano, atravesado de norte a sur por la fosa oriental africana, que forma la cuenca del lago Turkana (al norte) y la depresión del Rift (al sur). Previamente a la Constitución de 2010, el país se encontraba dividido en 8 provincias, pero posteriormente se descentralizaron para organizarse en 47 condados dirigidos cada uno por un gobernador.

La agricultura es la principal fuente de ingresos y, sobre todo, de trabajo. Tiene que enfrentarse a la escasez de tierra fértil y a la presión demográfica. Entre los cultivos de subsistencia destacan el maíz, la mandioca, las patatas y el sorgo; y entre los productos de venta directa, el algodón, el azúcar y, sobre todo, el té y el café. La ganadería (cría bovina) es también una práctica extendida y, relacionada con ella, existe una notable industria de transformación que prepara carnes y pieles para la exportación. En el lago Magadi se halla el único recurso mineral de relieve: el carbonato sódico. Se extrae también amianto, cianita, cobre, oro y sal. Kenia es un Estado relativamente bien industrializado que se beneficia de las inyecciones de capital extranjero. Entre los sectores industriales cabe citar la industria alimentaria, del automóvil, bebidas, cemento, ingeniería, metalúrgica, química y textil. La planta de refino de Mombasa suministra crudo a Uganda, Ruanda y a parte de Burundi. Siguiendo la tónica general del sector terciario, el turismo keniano goza de buena salud, sobre todo gracias al atractivo que suponen los distintos parques nacionales (Tsavo, Meru, monte Kenia, etc.) repartidos por la geografía del país.