Limita al norte con Angola y Zambia, al sur con la República Sudafricana, al este con Botswana y la República Sudafricana, y al oeste con el oceáno Atlántico.

El clima de Namibia es cálido y seco, con temperaturas que oscilan entre 10 y 30 ºC. En el desierto de Namib, las precipitaciones no alcanzan los 50 mm anuales.

Namibia se halla al suroeste de África. Su litoral atlántico es uno de los más solitarios del planeta. Obtuvo su independencia en 1990. Posee una de las mejores reservas naturales de África. Alberga una rica fauna aunque sus suelos son muy áridos. El relieve es predominantemente mesetario. Una gran meseta se eleva en el sector occidental (monte Brandberg, 2.606 m). Junto al litoral se abre el gran desierto de Namib (del cual se deriva la actual denominación del país), y al este y sur comprende un sector del de Kalahari. Los principales ríos son el Cunene, el Okavango y el Orange.

La principal riqueza de este país reside en sus recursos mineros: diamantes y uranio, con producciones que se sitúan entre las primeras del mundo, y cinc, cobre, litio, oro, plata, plomo, sal, etcétera. La industria minera, controlada en buena parte por empresas sudafricanas y multinacionales, supone un 90 % de las exportaciones. La pesca también conserva gran importancia y la cría de ganado (bovino, ovino) es la actividad básica en el ámbito rural. La industria se reduce en gran parte a la transformación de productos derivados de las actividades ganadera, pesquera (conservas y harina de pescado) y minera (cadmio, cobre, plomo).