Todos sabemos que lo primero que debemos eliminar de nuestra alimentación es el azúcar blanco y la sal refinada.
Desde que apareció el azúcar, creció en forma exponencial la cantidad de diabéticos, enfermedad considerada como el mal del siglo XX, es casi imposible escapar a su ingesta ya que se encuentra hasta en los medicamentos. La estevia (stevia) es el primer reemplazo natural y ecológico a considerar del azúcar blanco.
Curiosamente está prohibida la siembra de esta planta en Europa, increíble ya que es muy benéfica para la salud de cualquier persona, pero sin embargo si se permite la venta de cigarrillos, aspartamo y otras sustancias, en las que está comprobado al 100% que produce daños a la salud.
La estevia es una planta que por sí misma pondría al descubierto el negocio nada ético del aspartamo Splenda (edulcorante químico artificial dañino) y reduciría en buena medida el consumo de medicamentos e insulinas de producción transgénica.
La estevia consumida en fresco o en infusión actúa como regulador del nivel de azúcar en la sangre en casi todos los diabéticos tipo II y en un alto porcentaje de los de tipo I, pues su efecto medicinal actúa estimulando la actividad del páncreas. También regula la tensión y es capaz de quitar la ansiedad por la comida.
En países como Estados Unidos, Japón, Brasil, Argentina, Colombia, China, India, Australia y Tailandia, entre otros, la estevia se utiliza masivamente con gran éxito y sin ninguna contraindicación.
Los beneficios a la salud al reemplazar el azúcar por estevia son notables.
Uso medicinal de la Estevia.
De acuerdo con numerosos estudios y a partir de la experiencia con centenares de diabéticos que la están consumiendo podemos afirmar de forma clara que esta planta:
. Regula el azúcar en la sangre
. Reduce la presión arterial
. Regula el aparato digestivo en general
. Actúa favorablemente en muchas personas que sufren ansiedad
. Reduce la grasa en personas obesas
. Es antioxidante y diurética.
. Su acción antibacteriana la hace aconsejable para la caries, masticando las hojas frescas.
Fuente: diarioecologia.com
Fuente imagen: Ethel Aardvark