Han sido bautizados por la prensa como “arboles artificiales” y purifican el aire como si se tratara de árboles verdaderos.
Han sido bautizados por la prensa como “arboles artificiales” y purifican el aire como si se tratara de árboles verdaderos. Los primeros dispositivos purificadores de aire ya se pueden ver en las cercanías de la ciudad de Lima, Perú.
Estas estructuras de cuatro metros de altura limpian el aire de partículas de polvo y gases, lo que es sumamente efectivo para enfrentar la contaminación. La capital peruana es una de las ciudades que más sufren la contaminación en América Latina y estos “árboles artificiales” serán sin dudas una herramienta importante para disminuir la contaminación ambiental.
El proyecto incluye la instalación y puesta en marcha de cuatrocientos purificadores de aire en las zonas más comprometidas de Lima. Cada árbol tiene la capacidad de limpiar unos 200.000 metros cúbicos de aire, liberándolo de polvo, gérmenes y lo más importante, gases contaminantes como el dióxido de carbono (CO2) que emiten los automotores, el gran responsable de la contaminación atmosférica.
Los arboles artificiales son capaces de captar el CO2 y almacenarlo bajo la superficie, liberando oxígeno al aire en el proceso. Ya han habido varios intentos por implementar esta tecnología en otros lugares con alta contaminación, en Chile y en México se descartó su uso debido a los altos costos de mantenimiento.
Pero estos nuevos árboles artificiales son viables, consumen 2,5 kilovatios de energía eléctrica, el equivalente a 25 bombillas de luz de 100 vatios y alrededor de 60 litros de agua cada cinco horas. Un costo excesivamente alto si se compara con un árbol verdadero, y es aquí donde está la gran contradicción:
Están reemplazando algo que la naturaleza nos ofrece sin costo alguno, y con mucha mayor eficiencia; por una máquina que lo imita. En otras palabras, en lugar de mantener los bosques y plantar árboles, están desarrollando tecnologías para lograr los mismos resultados.
Sería muy triste un futuro con bosques artificiales, sin bosques verdaderos. Es verdad que estos árboles artificiales cumplen la valiosa función de limpiar la atmósfera de contaminación y esto significa un gran aporte a la ecología. Pero por el bien del planeta tierra y de sus habitantes, esperamos que no sea necesario usar estos artefactos tecnológicos, y que cada vez haya más árboles verdaderos en todos los rincones del mundo.
Fuente: ecomirada