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CAPÍTULO 9

Capítulo 9 | ECOSISTEMAS Y RELACIONES TRÓFICAS
¿QUÉ APRENDIMOS?
Ecosistemas

En algunos lugares de nuestro planeta hay montañas, en otros desiertos, selvas u océanos, en cada uno de estos hay plantas, animales y otros seres vivos adaptados a ese entorno, el cual posee elementos no vivos que interactúan entre sí y le dan las condiciones particulares para que estos organismos puedan vivir y es esto lo que forma el ecosistema. Cada ecosistema es único, pero todos los ecosistemas tienen tres componentes básicos: autótrofos, heterótrofos y materia no viva. En cuanto a los tipos de ecosistemas, estos se pueden agrupar en ecosistemas terrestres como el bosque, la pradera, el desierto y la montaña, y los ecosistemas acuáticos cuyo principal representante es el ecosistema marino.

El desarrollo urbano, las presas, el dragado, el drenaje de tierras y
la tala de árboles contribuyen a la destrucción de los diversos ecosistemas.

Ecosistemas acuáticos vs. Ecosistemas aeroterrestres

Los ecosistemas acuáticos son aquellos dependientes del agua, que pueden clasificarse en ecosistemas marinos y ecosistemas de agua dulce. Las plantas y los animales en un ecosistema acuático muestran una amplia variedad de adaptaciones fisiológicas, estructurales y de comportamiento dentro de su ciclo de vida. Por su parte, los ecosistemas aeroterrestres se distinguen de los ecosistemas acuáticos por la menor disponibilidad de agua y la consecuente importancia del agua como factor limitante. Los cuatro principales biomas terrestres incluyen la tundra, el bosque, la pradera y el desierto.

Nuestro planeta presenta diversos tipos de ecosistema que son el resultado de la
combinación entre las condiciones geográficas y de vida silvestre para ese hábitat.

Relaciones dentro de los ecosistemas

En los ecosistemas se llevan a cabo diversos tipos de relaciones entre las especies que lo conforman. Los organismos no viven aislados de lo que les rodea, el medio influye sobre ellos directa o indirectamente, lo que condiciona sus posibilidades de sobrevivir. Para que los seres vivos cumplan con su ciclo, la naturaleza les ofrece algunos elementos denominados factores abióticos como el agua, el aire, el suelo, la luz y el calor del Sol. Si alguno de estos se alterara o llegara a faltar, todo el entorno se vería afectado e incluso los seres que habitan en él. Las relaciones entre los componentes abióticos también limitarán el espacio y el equilibrio dentro del ecosistema. Las relaciones que ocurren entre individuos de diferentes especies se llaman relaciones interespecíficas y pueden ser beneficiosas para una especie como es el caso del comensalismo, o dañinas para uno de los dos como ocurre en el parasitismo y la predación.

Los seres humanos representan una gran amenaza
para la vida de muchos seres vivos.

Redes y tramas tróficas

Una trama trófica es la secuencia en la transferencia de energía alimentaria de un organismo a otro en una comunidad ecológica. En una cadena alimentaria típica, las plantas son comidas por los herbívoros y luego éstos son comidos por los carnívoros, que a su vez son comidos por otros carnívoros. Muchas especies de animales se alimentan tanto de plantas como de animales, lo que forma un complejo sistema de cadenas alimentarias interrelacionadas conocido como red alimentaria. A los autótrofos los podemos llamar productores; mientras que a los heterótrofos podemos llamarlos consumidores. Éstos pueden ser primarios, secundarios e incluso las redes alimentarias pueden tener más de dos niveles de consumidores. Los organismos que forman el eslabón final son los descomponedores, encargados de descomponer animales muertos o restos de plantas y luego devolver los nutrientes vitales al suelo.

Entre las distintas poblaciones que se forman dentro de los
ecosistemas, se establecen relaciones alimentarias.