¿SABÍAS QUÉ?

En épocas de nidificación, las glándulas salivales del hornero se hipertrofian aumentado la secreción de saliva que ayuda a humedecer el material para la construcción del nido. Muchas veces los lugares seleccionados para el nido suelen ser un tanto insólitas: vasijas abandonadas o alambres de púas, entre otros. La construcción tarda unos 6 a 8 días dependiendo de las condiciones del terreno y de la frecuencia de las lluvias, cuando la humedad es excesiva, demora 15 días, aproximadamente.
El nido tiene dos partes: una cámara anterior, separada por un tabique de cámara de incubación o de cría. Tiene sala y tiene alcoba, dice el poema del autor Leopoldo Lugones.
La construcción del nido es digna de un buen arquitecto y está divida en tres etapas. En la primera se realiza la base, que es un disco cóncavo. En la segunda etapa se levanta la pared colocando el barro desde el centro del basamento y en el círculo, de manera que el diámetro se va estrechando a medida que la pared asciende hasta cerrar la bóveda y deja una abertura que funciona como entrada. En la tercera etapa, en la cual el hornero trabaja desde dentro. Cada nido sólo se utiliza una vez, por lo que se construye otro al año siguiente.