FICHA

Tamaño: Mide hasta 5,5 metros, siendo los machos más corpulentos que las hembras.

Peso: Los machos suelen pesar entre 1000 y 1600 kilos y las hembras entre 700 y 1200 kilos.

A este cetáceo se lo suele llamar erróneamente ballena. En el mar se distingue por el color blanco de su piel cuando alcanza la madurez sexual y por la ausencia de aleta dorsal.

Nutrición: Varía de acuerdo a su ubicación geográfica y estación del año. En la zona del Mar de Beaufort suelen comer bacalao ártico y en la zona de Groenlandia consumen gallineta nórdica, fletán negro y camarón, mientras que en la zona de Alaska el alimento frecuente es Salmón del Pacífico. También comen otras especies de peces como capelanes, eperlanos, salmones, arenques y lenguados e invertebrados como calamares, cangrejos, pulpos, gusanos, caracoles y almejas.

Locomoción: Se trata de nadadores lentos que pasan casi un 10 % del tiempo en la superficie del agua. No suelen sumergirse a grandes profundidades pero ocasionalmente pueden alcanzar a superar los 800 metros. Pueden permanecer a más de 15 minutos sumergidos en caso de ser necesario.

Reproducción: Las hembras tienen el primer parto aproximadamente a los 8,5 años. Los apareamientos ocurren entre febrero y mayo, pudiendo ocurrir excepcionalmente en otros momentos del año. Suelen tener crías cada dos o tres años.

Adaptación al entorno: Entre un 40 y 50 % de su peso corporal está conformado por grasa, que le sirve como aislante para aguas con temperaturas entre 0 y 18 C. Además, puede engrosar su epidermis durante el invierno. El tono blanco de su piel le sirve para adaptarse en el Ártico, ya que puede camuflarse en las capas de hielo para protegerse de depredadores como el oso polar y la orca. Cuentan con un compartimiento en la parte frontal de su cabeza que sirve para la ecolocación, que deforma para la emisión de sonidos que le sirven para la comunicación, movilizarse, ubicar respiraderos y cazar en aguas donde se dificulte la visibilidad. La aleta caudal, que está preparada para desplazarse con agilidad a poca profundidad, cuenta con un mecanismo de regulación de la temperatura que le permite mantener o perder calor. En lugar de una aleta dorsal tienen una cresta que se cree que le es útil para abrirse paso en las capas de hielo. Su sentido auditivo se encuentra lo suficientemente desarrollado como para escuchar sonidos que se encuentran dentro del rango de 1,2 a 120 kHZ. Al igual que todos los cetáceos, para el buceo cuenta con adaptaciones fisiológicas que le permiten conservar el oxigeno.