Un electroscopio es un instrumento sencillo que nos permite determinar la presencia de cargas eléctricas, fue creado por William Gilbert y, aunque en la actualidad esta herramienta fue remplazada por artefactos más modernos y precisos, puede ser ideal para realizar sencillos experimentos que nos ayuden a comprender un poco más sobre las cargas eléctricas.
Una vez terminado el electroscopio al acercar algún objeto cargado veremos como el papel aluminio se levanta levemente, producto de la redistribución de cargas.
Materiales:
Frasco de vidrio con tapa plástica.
Alambre metálico de cierto grosor.
Papel aluminio.
Cinta adhesiva.
Procedimiento:
Se inicia realizando un pequeño orificio en el centro de la tapa plástica del frasco, seguidamente se atraviesa con el alambre metálico y se adhiere con la cinta adhesiva; el extremo del alambre que estará en el interior del frasco se dobla en forma de L. Se corta un pequeño rectángulo de papel aluminio y se dobla por la mitad, luego se cuelga el papel aluminio en el extremo doblado del alambre y se procede a cerrar el frasco con cuidado. Seguidamente, con más papel aluminio se realiza una esfera que será insertada en el extremo externo del alambre. Con esto ya tendremos elaborado nuestro electroscopio casero, solo tenemos que acercar algún material cargado por carga estática (por medio de fricción con otro material) para ver cómo el electroscopio detecta las presencia de dichas cargas.
Como sabemos, las cargas eléctricas de igual signo se repelen, mientras que las de signo opuesto se atraen. Cuando acercamos un objeto cargado a nuestro electroscopio casero, lo estamos también cargando a él por un fenómeno llamado inducción electrostática, lo que causa que el papel aluminio dentro del frasco se separe formando un ángulo entre ellos.