¿Por qué la cigüeña tiene un pico largo y fuerte, y el gallo corto y grueso? ¿Por qué el oso polar acumula grasa en el invierno? ¿Por qué las aves migran? ¿Por qué algunos árboles pierden sus hojas? ¿Por qué los seres vivos son como son y hacen lo que hacen?
Muchos interrogantes hay para responder respecto a los seres vivos, pero solamente con un concepto podemos relacionar todas las respuestas: adaptación al entorno. Los seres vivos son como son y hacen lo que hacen para sobrevivir al entorno y cuando éste cambia no tienen más remedio que adaptarse; es decir, cambiar para defenderse de esos cambios o sacar provecho de ellos.
Podemos definir adaptación como el proceso por el cual el organismo se va haciendo capaz de sobrevivir en determinadas condiciones ambientales.
Conociendo esta definición ya podemos comprender todos esos cuestionamientos. La cigüeña tiene un pico largo y fuerte para capturar pequeños vertebrados en aguas someras; el gallo posee pico corto y grueso para buscar el alimento en la tierra; el oso polar acumula grasa en invierno porque no puede cazar en verano; las aves migran buscando zonas donde las condiciones ambientales no sean tan duras; y hay árboles que pierden sus hojas para mantener la humedad.
Sorprendente, ¿cierto? Pero hay más: la capacidad de supervivencia se transmite de generación en generación mediante caracteres hereditarios. Y sabiendo esto podemos introducir un nuevo concepto: el de evolución.
La evolución es un proceso que afecta a todos los seres vivos que habitan la Tierra, incluso a nosotros, los humanos. Se prolonga durante mucho tiempo, más del que consideras, pues se extiende por miles y millones de años. Comenzó con la aparición de la vida y aún se mantiene en vigor. El objetivo es la adaptación al entorno.
Teoría fijista
Es una creencia que sostiene que las especies actualmente existentes han permanecido básicamente invariables desde la Creación. Esta teoría dominó el panorama filosófico por más de 2.000 años; su propulsor fue el filósofo griego Aristóteles. El fijismo se opone a la teoría de la evolución de las especies afirmando que los seres vivos son inmutables tal y como fueron creados.
TIPOS DE ADAPTACIONES
Adaptaciones anatómicas: son cambios morfológicos de una especie respecto a otras relacionadas. Este tipo de adaptación es muy evidente, por ejemplo, el ala de un ave es una adaptación para el vuelo.
Adaptación fisiológica: son cambios en el funcionamiento del organismo. Como ejemplo se puede citar la utilización del oxígeno disuelto en el agua por las branquias.
Adaptación de comportamiento: los organismos modifican las respuestas ante determinados estímulos. Por ejemplo, el halcón de Eleonor no cría en primavera, como la mayoría de las aves, durante este tiempo se dedica a cazar pequeñas aves migratorias. Prefiere hacerlo a finales del verano.
LAS PLANTAS LLEGAN A LA TIERRA
¿Sabías que todas las plantas terrestres evolucionaron de las algas verdes?
Para llegar a la tierra debieron desarrollar estrategias y elementos anatómicos para cumplir las mismas funciones que anteriormente desempeñaban en el agua, es decir, tuvieron que adaptarse a su nuevo entorno.
- Desarrollaron:
Las plantas en los ambientes húmedos
Las plantas que habitan en zonas de frecuentes lluvias tienen hojas anchas, una epidermis delgada y una gran cantidad de estomas (orificios o poros) que facilitan la transpiración. Sus raíces y órganos para almacenar agua no son desarrollados porque la disponibilidad de este recurso no es un problema.
Los manglares
Son especies de bosques de plantas leñosas que se desarrollan en lagunas, riberas y en costas tropicales protegidas del oleaje. Alojan gran cantidad de organismos acuáticos, anfibios y terrestres, además son el hábitat temporal de muchas especies de aves migratorias. También representan un esencial recurso en la industria de la madera.
Entre las adaptaciones se encuentran, la tolerancia a altos niveles de salinidad, raíces aéreas en forma de zancos, que les permite anclarse en suelos inestables, semillas flotantes para mayor dispersión, y estructuras especializadas que propician el intercambio de gases en el suelo limitado de oxígeno.
Plantas sumergidas
Viven sumergidas en el agua gracias a que su cuerpo está organizado en tejidos y órganos. Los tallos son flexibles, las hojas son delgadas y sin cutícula, las raíces no están desarrolladas y carecen de estomas. Estas plantas consiguen captar los pocos gases que hay disueltos en el agua porque se encuentran recubiertas por una epidermis muy delgada. Y para hacer circular el aire por toda la estructura, sus tallos tienen desarrollados espacios o cámaras aeríferas entre sus células, constituyendo un tejido denominado aerénquima.
Plantas en ambientes secos
Las plantas que viven en ambientes secos se llaman xerófitas o xerófilas, ellas lograron resistir las grandes sequías tras desarrollar una serie de mecanismos para facilitar la absorción de agua y disminuir la evaporación.
Muchas de ellas cuentan con raíces que se entierran en lo profundo para alcanzar el agua subterránea y se extienden horizontalmente para abarcar la mayor superficie. A su vez, cuentan con pelos absorbentes para captar hasta la última gota de agua de lluvias escasas.
Algunas no tienen hojas y otras poseen solo espinas para reducir la superficie por la que puedan perder líquido. En caso que tengan hojas, éstas son pequeñas y tienen la epidermis revestida por cutículas gruesas y cubiertas cerosas que también impiden que el agua se pierda. El tallo también se cubre por esta epidermis. Por otro lado, muchas de ellas almacenan agua en sus órganos, como los tallos o las hojas, adquiriendo una consistencia carnosa o jugosa.
Hace 135 millones de años aparecieron las plantas con flores. Aportaron oxígeno a la atmósfera y sirvieron de alimento a los dinosaurios.
Las primeras plantas aparecieron en los océanos ricos en nutrientes, hace más de 550 millones de años. Tardaron alrededor de 100 millones de años para colonizar la tierra.
ADAPTACIONES DE LOS ANIMALES
Encontramos animales en los ecosistemas más disímiles; donde las temperaturas son altísimas o bajísimas, donde abunda la vegetación o hay plena ausencia de ella; en la tierra, en el agua o en el aire. Cada grupo está adaptado a ambientes muy concretos y no es capaz de sobrevivir en otros.
Vivir en los polos
En las regiones polares el frío es la característica más notable, las temperaturas caen por debajo de cero y las lluvias son escasas. En este contexto los animales para sobrevivir deben elevar su metabolismo, lo cual supone un mayor consumo de energía o deben disponer de un elemento aislante. Los animales vertebrados, como el oso polar y el pingüino, lo consiguen mediante una gruesa capa de grasa subcutánea y un revestimiento de pelo o plumas.
¿Sabías que en las regiones polares no viven anfibios ni reptiles?
En los desiertos
La vegetación y la lluvia son escasas por lo que son pocos los animales y plantas que se pueden adaptar. Algunos de los animales tienen la capacidad de conseguir el agua a partir de los alimentos que consumen, por ejemplo, ingiriendo semillas. Por su parte, las aves se desplazan varios kilómetros para llegar a fuentes acuíferas.
La vida en la costa
No es tan sencillo sobrevivir en estas zonas; allí se acumula la arena arrastrada por las corrientes marinas por lo que el sustrato no es compacto. A las plantas se les dificulta desarrollarse y por lo tanto la fauna es escasa. Sin embargo, hay ciertos seres que sí pueden superar todos estos obstáculos: protozoos y diminutos invertebrados. Ellos logran vivir alimentándose de residuos orgánicos.
Por su parte, los invertebrados superiores también se han logrado adaptar. Berberechos, almejas y navajas han desarrollado un pie musculoso que les permite enterrarse rápidamente en la arena cuando se acerca un depredador o cuando la marea amenaza con arrastrarlos. Algunas especies de cangrejos también han conquistado las costas e incluso algunos pueden trepar palmeras; logran sobrevivir a condiciones hostiles porque están preparados para variar sus hábitos alimenticios.
Los bosques fríos
En medio de una vegetación dominada por las coníferas (pinos, alerces, abetos), donde las lluvias son escasas y a veces nieva, existe una enorme cantidad de masas de agua en forma de lagunas, charcas de deshielo y lagos que permiten el desarrollo de especies distintas. Encontramos: alces, renos, wapitis, castores, ardillas, urogallos, colimbos, piquituertos, linces, zorros, águilas, búhos, osos pardos, lobos, tigres de Siberia, entre otros. En este entorno todas las especies deben adaptarse para tolerar los inviernos.
Las aves y los mamíferos tienen un aislamiento bien desarrollado con plumas o piel, que con frecuencia es más espesa en el invierno que en verano. Hay una gran variedad de estrategias diferentes para evitar la estación invernal: algunas optan por migrar como es el caso del reno; otras, como ratones, se refugian en sus madrigueras en grupo para darse calor y alimentarse de las reservas que han acumulado; y otras optan por hibernar, como los osos. Por su parte las aves, que son bastante numerosas, frecuentemente migran. Se alimentan de frutos, semillas, caracoles, ranas e insectos. Las que deciden quedarse, como el urogallo, se alimenta de las agujas de coníferas.
Los bosques mediterráneos
El clima es templado cálido, los veranos son calurosos y los inviernos, suaves. Debido a las altas temperaturas y a las sequías los árboles no son muy altos, pero forman un bosque muy tupido. Este ambiente es muy sensible a la desertización. La fauna es muy variada, se encuentran: roedores, jabalíes, zorros, nutrias, conejos, cigüeñas, buitres, águilas, lagartijas, lagartos, culebras, entre otros. Los árboles no solo sirven como alimento para los animales omnívoros y herbívoros, sino que también son el refugio y el lugar de anidación de multitud de aves rapaces, entre las que se destaca el águila imperial. En los bosques también se forman matorrales, ellos son esenciales para la supervivencia de innumerables animales, principalmente aves, que durante la estación fría encuentran cobijo y alimento ahí. Esto ha dado lugar a que las aves cambien su hábito alimenticio durante el invierno para no migrar. El matorral también es fuente de alimento para los animales carnívoros.
Selva
La vegetación es tan densa que la región se vuelve impenetrable para el hombre, la temperatura es elevada y la humedad también. En este entorno los microorganismos encuentran las condiciones óptimas para desarrollarse; los animales y las plantas no necesitan pasar períodos de vida latente ya que las condiciones son muy favorables y el alimento nunca escasea.
Las únicas dificultades son el desplazamiento, por la densa vegetación, y la comunicación en un entorno donde a la luz le cuesta penetrar y la lluvia muchas veces forma pantanos. Por lo tanto, muchos animales tienen bien desarrollada la audición que es fundamental para detectar el peligro y poder comunicarse.
Los animales que habitan en el suelo tienen formas corporales aerodinámicas que les permite atravesar la vegetación. Otros, pueden volar o son excelentes trepadores. Por último, la capacidad natatoria, incluso en los primates, es esencial para sobrevivir cuando se generan inundaciones.
Mares y océanos
Las tortugas se han adaptado a la vida marina, no son buenas nadadoras pero gracias a su resistencia se desplazan miles de kilómetros por el agua.
La dieta del jaguar refleja su capacidad adaptativa. Prefiere los tapires y los capibaras, pero también se alimenta de ciervos, caimanes, tortugas, peces, serpientes e insectos.
CURIOSIDADES
¿Por qué los camellos tienen jorobas?
Muchos se habrán adelantado y seguramente dijeron “porque allí almacenan agua”. Esto es erróneo, pues allí acumulan grasa de donde extraen la energía cuando el alimento es difícil de encontrar. La confusión viene de la capacidad que tienen estos animales de consumir 100 litros de agua en 10 minutos; todos piensan que el agua se guarda en las jorobas pero lo cierto que se distribuye en el torrente sanguíneo. Cuando un camello usa su joroba de grasa para su subsistencia, el montículo flaquea y encoge.
¿Cuándo dejan de crecer las plantas?
Nunca. Las plantas crecen hasta morir a diferencia de otros seres vivos que cuando alcanzan la madurez dejan de crecer. Además tienen la facilidad de crecer en cualquier parte del planeta.
¿Por qué los loros pueden hablar?
Está es una pregunta que enloquece a cualquier científico. Algunos dicen que es por la forma en la que escucha, pero lo más aceptado es la idea de que hablan por la forma y movilidad de su lengua, que les permite articular palabras. También se cree que inciden ciertas características de su cerebro.
¿Sabes qué es?
Se llama Amorphophallus Titanum pero se la conoce como la flor más grande del mundo. Es una planta herbácea originaria de las selvas tropicales de Sumatra (Indonesia) que no solo se destaca por sus 2 metros de altura sino que también es famosa por su olor para nada agradable. Algunos dicen que tiene olor a cadáver y, otros, a pescado podrido. Tiene este aroma para atraer a los insectos que actúan como agentes polinizadores y colocan allí sus huevos.
¿Por qué los flamencos se paran en una pata?
Mucho se ha dicho sobre esto; algunos creen que es para escapar de los depredadores más rápido porque con una pata levantada ya están acortando el tiempo para remontar vuelo, otros dicen que es para favorecer la circulación de la sangre porque de ese modo limitan los efectos de la gravedad en su sistema circulatorio. Este último argumento es considerado como el más extravagante. Lo más aceptado es que se trata de una técnica que estas aves han adoptado para reducir al mínimo la pérdida de calor del cuerpo. Como el agua indefectiblemente ayuda a liberar el calor corporal, las aves se paran en una pata para conservar el calor del cuerpo. Si, en cambio, se pararan sobre las dos patas, perderían más calor de lo conveniente, en especial al pasar tanto tiempo sobre el agua.
¿Por qué los elefantes tienen grandes orejas?
Para poder regular la temperatura corporal. ¿Cómo? Dado que ellos no pueden sudar, disponen de orejas que cuentan con un sistema de venas y vasos capilares por donde pasa la sangre. Allí es enfriada y redistribuida por todo el cuerpo.