Existen diferentes clases de pronombres, en este caso vamos a estudiar los “personales” que son aquellas palabras que reemplazan a los sustantivos que se refieren a personas, es decir, son una manera de referirse a ellos sin nombrarlos, sin aclarar el sustantivo exacto.
Para comprender mejor este punto, veamos un ejemplo. Podemos decir: “Mi prima vive aquí”, o sencillamente: “Ella vive aquí”. También, en vez de decir: “Josefina es mi prima”, podemos afirmar: “Ella es mi prima”. En ambos casos, en la primera oración estamos utilizando el sustantivo que identifica a la persona; en cambio en la segunda, nos estamos refiriendo a la misma persona, pero sin nombrarla directamente.
Veamos a continuación los pronombres según las tres personas gramaticales:
PRIMERA PERSONA: es el emisor, aquella persona que habla.
Por ejemplo: YO cocino, NOSOTROS comemos,
NOSOTRAS leemos.
SEGUNDA PERSONA: es con quien se habla o escucha.
Por ejemplo: TÚ/VOS ven aquí y presta atención.
¿Encuentra USTED interesante lo que le digo?
USTEDES, pueden dejar de hablar.
TERCERA PERSONA: es aquella de quien se habla.
Por ejemplo: ELLOS estuvieron pintando toda la tarde.
Mientras ELLAS jugaban a las muñecas, ELLOS jugaban al fútbol.
ÉL canta y ELLA toca el piano muy bien.
¡Atención! No confundir con los artículos.
Ejemplos: El niño canta (artículo).
Él canta (pronombre personal), María y Juan plantan frutillas, tú y yo cosechamos (pronombres personales).
CLASIFICACIÓN
Existen dos grandes grupos de pronombres personales, los cuales son:
Pronombres personales átonos
Carecen de acento fónico, por lo que, para realizar sus funciones de objeto directo (OD) y objeto indirecto (OI) siempre aparecen adyacentes al verbo. Pueden estar separados de éste, solo por otro pronombre átono.
Por ejemplo: me, te, le, la, lo, se, nos, os, les, los y las.
Pronombres personales tónicos
Funcionan como sujeto, atributo o preposición. Pueden aparecer separados del verbo o solos. Cuando los pronombres mi, ti, llevan la preposición “con” se escriben juntos: él estudió conmigo, estudiaré contigo.
Por ejemplo: yo, mí, conmigo, tú, usted, tí, contigo, vos, él, ella, ello, sí, consigo, nosotras, nosotros, vosotras, vosotros, ustedes, ellos, ellas, y consigo.
Formas de los pronombres personales
¿Qué otros pronombres existen?
Demostrativos: se refieren a nombres indicando proximidad o lejanía respecto a las personas que hablan y escuchan. Éste, ése, aquél, éste, ésa, aquella, esto, eso. Por ejemplo: No me gusta esto, prefiero aquello.
Posesivos: hacen alusión a un nombre y además indican si el objeto pertenece a una o varias personas. Por ejemplo: Esta lapicera es mía.
Indefinidos: señalan una cantidad imprecisa de lo nombrado. Algo, nada, nadie, alguien, cualquiera, uno, todos, pocos, etc. Por ejemplo: Alguien escuchó esto.
Relativos: se refieren a un nombre ya citado en la oración, sin necesidad de repetirlo. Cuya, cuanta, quien, (el) que, (el) cual. Por ejemplo: Los hombres, a quienes traicionaste…
Numerales: informan con exactitud de cantidades y órdenes de colocación referidos a nombres, pero sin mencionarlos. Pueden ser:
Cardinales: uno, dos, tres, cuatro...
Ordinales: primero, segundo, tercero, cuarto...
Fraccionarios: mitad, tercio, cuarto...
Multiplicativos: doble, triple, cuádruple...
Interrogativo: expresan preguntas referidas a sustantivos.
Ejemplos: ¿Qué vas a comer?, ¿Por qué me miras?
Exclamativos: expresan sorpresa o emoción para resaltar a los sustantivos.
Ejemplos: ¡Qué de goles!, ¡Cuántos aprobaron el examen!
Usos del pronombre personal
* Para aclarar quién es el sujeto.
Dado que la forma del verbo de la tercera persona, singular y plural, puede referirse a varios sujetos (él, ella, usted, ellos, ellas, ustedes), necesitamos utilizar el pronombre personal para evitar la ambigüedad.
Ejemplo:
— ¿Conoces a al hombre que vive en la esquina?
— Sí, tiene una hermana casada.
— ¿Cuántos años tiene?
— ¿Quién? ¿Ella o él?
* Para dar énfasis.
Para enfatizar la singularidad del sujeto o para hacer una comparación implícita, se usa el pronombre personal.
Ejemplos: Yo tengo mi auto. Y tú, ¿tienes uno?
Sin lugar a dudas mi mamá es la mejor cocinera. ¡Ella sabe combinar los ingredientes!
Loísmo, laísmo y leísmo
Estos tres fenómenos se refieren a un uso incorrecto de los pronombres personales.
El loísmo es el uso de los pronombre lo/los en vez de le/les, es decir, se utilizan los pronombres de complemento directo en vez de los de complemento indirecto.
Por ejemplo:
- Lo di un auto a tu hijo. Es incorrecta la expresión, ya que lo se refiere a “a tu hijo”, que es el complemento indirecto; la forma correcta debería ser le di un auto a tu hijo.
El laísmo es un uso incorrecto de los pronombres la/las en vez de le/les; es el mismo fenómeno que el del loísmo, pero con los pronombres femeninos.
Por ejemplo:
- La prestó un collar a tu amiga. Es una frase incorrecta, ya que el pronombre la se refiere a “a tu amiga”, que es un complemento indirecto. La frase correcta debería ser le prestó un collar a tu amiga.
El leísmo es el uso de los pronombres le/les en función de complemento directo, es decir, en vez de lo/los, la/las.
La Academia acepta el uso de los pronombres de complemento indirecto le/les cuando el complemento directo es masculino y de persona, pero nunca cuando es de cosa.
Por ejemplo: encontré a tu hermano y le acompañé, es un ejemplo admisible, ya que “a tu hermano” es un complemento directo masculino y de persona; sin embargo, este vestido le compré de rebajas es una frase absolutamente incorrecta, puesto que se ha utilizado el pronombre de complemento indirecto le para referir a un complemento directo de cosa. La forma correcta debería ser este vestido lo compré de rebajas.
“Mi”sin tilde o “mí” con tilde
El “mí” con tilde es un pronombre personal que siempre lleva delante una preposición. Por el contrario, se escribe sin acento ortográfico cuando es un posesivo que, obligatoriamente, va seguido por un sustantivo.
Por ejemplo:
- A mí me gusta el chocolate. (Pronombre personal)
- Sin mí no hubiesen logrado ganar. (Pronombre personal)
- Ese hombre es mi esposo. (Posesivo)
“Tu” sin tilde o “tú” con tilde
Al igual que sucede con el caso anterior, “tú” con tilde es un pronombre personal y “tu” sin tilde es un posesivo. Por ejemplo: Tú eres más gracioso que tu perro.