Elbibliote.com
TIENDA ONLINE
VOLVER A LOS ARTÍCULOS

Stendhal, personalidad fundacional de la corriente del realismo literario y uno de los escritores fundamentales de la literatura universal.

Rojo y negro



Obra fundamental de la corriente literaria realista, la profundidad de sus personajes y el retrato de época que hace Stendhal la llevó a ser revalorizada en el siglo XX, considerándose una de las joyas de la literatura universal.

En el artículo de la corriente literaria del Realismo que podemos ver en este mismo número, se menciona el papel fundamental que tiene Stendhal en esta corriente, al ser un precursor y haber escrito algunas de las páginas más representativas del siglo XIX. Sin embargo, su papel trascendió a la corriente donde fue enmarcado debido, principalmente, a una revalorización de su obra a lo largo del siglo XX con el auge de los estudios sobre psicología, que llevaron a clasificar gran parte de su obra como novela psicológica. El desconocimiento o la moderada repercusión que había logrado por sus contemporáneos se vio compensada cuando se reconoció el valor monumental de esta obra: Rojo y negro.

El autor

Henri-Marie Beyle, más conocido por el seudónimo de Stendhal, nació el 23 de enero de 1783 en la ciudad francesa de Grenoble. El que sería uno de los escritores más célebres del Realismo y la literatura universal nació en el seno de una familia burguesa del matrimonio entre Chérubin Beyle, que se desempeñaba como un acomodado abogado, y Henriette Gagnon. El joven escritor tuvo que sufrir la pérdida temprana de su madre a los 7 años, a quien amaba incondicionalmente, a diferencia de su padre al que repudiaba por pertenecer a un sector al que consideraba de burgueses hipócritas a los que solo les importaba su dinero. Su tutor será el abate Raillane, una figura por la cual Stendhal no sentirá más que desprecio por su hipocresía, mientras que su tía paterna Séraphie resultará una figura tirana que le impedirá integrarse a otros niños. Ante este panorama se oponía la presencia de su abuelo materno, el médico Henri Gagnon (1728 – 1813), que representaba a sus ojos “la cultura, la alegría, la luz y la diversión” y le dio a conocer su interés por la literatura. Tras el encarcelamiento de su padre en 1794 por su defensa de la monarquía y la muerte de su tía en 1797, se sentiría completamente libre para disponer de su vida.


Cherubin Beyle, padre de Stendhal y figura destacada de la burguesía francesa por la cual el escritor sentía desprecio.

En 1796, a los trece años, había ingresado a la Escuela Central de Grenoble, donde comenzó a manifestar su amor por la lógica a través de su afición a las matemáticas, pero también a la expresión artística a través de la música y la escritura. Es precisamente gracias a su desempeño en las matemáticas que finalmente puede alejarse de Grenoble, ciudad a la que siempre detestó, y asentarse para estudiar en la Escuela Politécnica de París en 1799. Sin embargo, a pesar de su entusiasmo por ingresar se ve obligado a abandonar por enfermedad. Tras reponerse ingresa en el Ministerio de Defensa, donde trabajaba su primo, Pierre Daru. Tras la ocupación de Italia por el ejército de Napoleón, adoptó a este país como su segunda patria, iniciando también una breve carrera militar donde abraza la necesidad del peligro para olvidar una infancia donde siempre había sido protegido.

En el año 1802 abandona su carrera militar pero, debido a que se encontraba prácticamente en la miseria, decidió comenzar a ejercer de diplomático. En esta etapa tendrá amoríos y enamoramientos, entre los cuales el más resonante ocurre con su tía, Madeleine Rebuffel, además de contraer sífilis por su costumbre de visitar los prostíbulos. Por otra parte conocerá a uno de los amores de su vida: Angela Pietragua. De esta forma, a pesar de reconocerse como una persona tímida, también había conquistado a numerosas mujeres. Su tarea diplomática lo llevará a conocer Alemania, Austria y Rusia ejerciendo distintas funciones. Sin embargo, tras la caída de Napoleón en 1814 decidió exiliarse en Italia, donde Milán será su residencia, ciudad adonde se había alojado con intermitencias en su etapa militar. Allí continúa cultivando sus inquietudes artísticas. Al mismo tiempo conoce en 1817 otro amor representativo de su vida, Matilde Dembowski. En este periodo comenzará a escribir artículos para publicaciones de crítica literaria y ensayos de música y pintura bajo su nombre real y el seudónimo de M. Bonet; además de acrecentar su admiración por el Romanticismo inglés, en particular por la figura de Lord Byron (1788 – 1824).


Retrato de Angela Pietragua, una de las amantes inconstantes en la tumultuosa vida amorosa de Stendhal.

El amor, cuya intensidad fue un elemento clave de su vida, encontrará en la figura de Matilde la posibilidad de plantear su teoría de “cristalización”, que será el germen de su obra Sobre el amor (1822). Sin embargo, en 1821 sufre un revés al ser acusado de integrar la sociedad secreta de los Carbonarios, debiendo abandonar Italia y radicarse nuevamente en París, donde iniciará una vida bohemia que lo tendrá como visitante asiduo de los salones y sobrevivirá en base a sus numerosos artículos literarios. Su trabajo ensayístico encuentra su cumbre en obras como Racine y Shakespeare, donde expone sus ideas respecto a la corriente del Romanticismo. Entre nuevos amoríos, en este caso con la actriz Clementine Curial, finalmente redacta su primera novela, Armancia o escenas de un salón parisino, que publica anónimamente y refiere a temas románticos y a la impotencia de su protagonista, Octavio. Este primer trabajo de 1927 será completamente rechazado por la crítica y poco comprendido en los círculos literarios. A pesar de su creciente miseria y el poco auspicioso éxito literario, logrará sobreponerse a partir de la obtención de un cargo de Cónsul, mientras escribía una de sus obras maestras: Rojo y negro, que aparece en 1831 bajo su seudónimo de Stendhal.


Retrato de Matilde Dembowski, la principal inspiración para las teorías del escritor en su obra Sobre el amor.

Rojo y negro fue mucho mejor recibida que Armancia, pero estuvo lejos de ser un éxito, siendo admirado por figuras como el célebre crítico Charles Augustin Sainte-Beuve (1804 – 1869) pero denostado por Víctor Hugo (1802 – 1885) y apenas obteniendo repercusiones entre el público literario. Esto lo llevará a dedicarse de lleno a su tarea civil a la que consideraba aburrida, comenzando a escribir numerosas obras entre las que se destacan la incompleta autobiografía Vida de Henry Brulard (un seudónimo del nombre real del autor) y la novela Lucien Leuwen. En 1836 recibe una licencia que se extiende a lo largo de tres años y le permite focalizarse en la escritura y los viajes, que darán lugar a su obra Recuerdos de un turista (1838). Su licencia finalizará en 1839 con el cambio de gobierno, perdiendo en ese momento la protección del conde Molé (1788 – 1855). Ese año publica La cartuja de Parma, una obra desde lo formal mucho más acorde a su tiempo que tuvo una recepción mucho más visible, con 1200 ejemplares vendidos en el transcurso de 18 meses. Sin embargo, la repercusión crítica será nuevamente tibia con solo otro representante del Realismo, Honoré de Balzac, elogiando su obra.


Portada del libro dos de la primera edición publicada de Rojo y negro.

Sin embargo el beneplácito de estas novedades se verá aquejado por su estado de salud: a comienzos de 1840 sufre un ataque de apoplejía que, a pesar de todo, no le impide enamorarse de una tal Earline, sobre la cual aún no hay certezas sobre su identidad real. Al mismo tiempo se encontraba finalizando otras obras que quedaron inconclusas como Rosa y verde o Lamiel. En París sufre un segundo ataque de apoplejía al salir de un encuentro con el ministro François Guizot (1787 – 1874) que resulta ser mortal, muriendo el 23 de marzo en su casa de París.

La obra

Dividida estructuralmente en dos libros que representan dos momentos del protagonista que es el auténtico eje del relato, Julien Sorel; Rojo y negro es una novela que sumerge todos sus temas en la época en que fue concebida, es decir, hacia el año 1830 en Francia. De esta forma se adapta a las características de la literatura de la corriente realista que pueden leer en este mismo número. Pero, como veremos, Rojo y negro no solo se destacó por ofrecer un fresco de la época a través de sus personajes, sino también por la hondura psicológica que encerraban sus acciones. Esto es lo que inclinó a algunos críticos a ver a Rojo y negro como la primera novela realista-psicológica del siglo XIX, preanunciando los trabajos literarios de Fiódor Dostoyevski y León Tolstoi.

Libro uno

Le rouge et le noir, como es su nombre verdadero en francés, narra la ascensión y caída de Julien Sorel, el tercer hijo de un aserrador de la pequeña ciudad de Verrieres. A pesar de su condición social, Sorel desea escalar socialmente y ese es el motivo del rechazo de sus hermanos y el desprecio de su padre, al que no le interesan las cuestiones intelectuales. Es entonces que como vehículo para ascender Julien decide unirse al clero, sector al que había logrado interesar por su memoria de los pasajes bíblicos y sus conocimientos de latín. Es así como es recomendado al alcalde Monsieur de Renal como preceptor de sus hijos, para luego iniciar su carrera eclesiástica. Sin embargo, el joven pondrá su empeño en tratar de seducir (más allá de su timidez) a la señora de Renal, iniciando una complicada relación donde su pasión se enfrentará a sus intereses, siempre atesorando su deseo de ser un nuevo Napoleón Bonaparte, héroe romántico por excelencia. De esta forma verá sus ambiciones para llegar al poder divididas por la vía militar (de donde se cree que proviene el color rojo, insignia del uniforme militar francés) y la vía religiosa (por el cual sería el color negro, representativo de la toga religiosa).


Ilustración que refiere a los pasajes de la relación de Julien con los hijos de la señora de Renal.

Sin embargo, sus planes se verán frustrados por un anónimo que se revela que fue enviado por Elisa, criada de la señora Renal que deseaba profundamente a Julien. Si bien esto será visto con indiferencia por el señor de Renal, para evitar malentendidos y confusiones decide dejar a su preceptor. Sin embargo, en su tiempo de trabajo con el señor de Renal, Julien se había convertido en una figura pública muy cotizada en el mercado por su inteligencia y su capacidad para aconsejar. Esto es lo que no le impedirá acceder al seminario de Besançon, donde a pesar de tener que soportar el desprecio de sus compañeros campesinos por su origen y ambición, logra hacerse un nombre y el favor del abate Pirard, que le ofrece ser secretario del marqués de La Mole en París, poniendo fin al primer libro.


Ilustración de un pasaje en la casa de Monsieur de Renal.

Libro dos

La vida en París le hará ingresar en el sector más acaudalado de la burguesía parisina y conocerá a la hija del marqués, Matilde, que lo cautivará por su belleza, mientras que la joven encontrará en Julien a un joven inteligente y astuto que no es parecido en nada a los pretendientes que le aburren. A pesar del orgullo de Sorel por verse junto a una figura que pertenecía a un sector que le despreciaba, se enamorara de la joven y encontrará en ella puntos en común con la señora de Renal.

La tempestuosa relación dará sus frutos, con Matilde embarazada y, a pesar de las reticencias de su padre, esto lleva a un casamiento que finalmente haría caballero a Julien. Sin embargo, sus planes se ven frustrados por la intervención de la señora de Renal, que dará a conocer al marqués el tipo de persona que es Julien, anulando la boda y dando lugar también a la furia del protagonista, que buscará venganza desesperadamente. A pesar de fallar en su atentado a la vida de la señora de Renal, nuestro protagonista se encarcela creyendo que ha muerto su antigua amante, esperando allí el día del juicio. Son numerosos los intentos de Matilde y la señora de Renal por salvarlo de la condena a muerte en la guillotina, pero se ven frustrados por el orgullo y la terquedad de Julien, quien finalmente es ejecutado.