Ya hemos conocido cuentos y novelas, textos a los cuales pudimos describir y conocer. Sin embargo, también hay textos que nos cruzamos cotidianamente y que quizá nos pasen inadvertidos: son los textos explicativos.
¿Qué se puede esperar más que una explicación? Esencialmente, los textos explicativos son eso. Pero definirlos correctamente implicaría indicar que un texto explicativo contiene la necesidad de hacer comprender al destinatario un fenómeno o acontecimiento. Para cumplir con esta finalidad se vale de información de conceptos, procesos o relaciones abstractas que informan y aportan conocimiento respecto a lo que hace referencia.
Todo esto, que puede sonar tan complejo, es en realidad algo que vemos a menudo en el ámbito académico, en los manuales de estudio, en diccionarios, en artículos de divulgación científica, en enciclopedias, e incluso en aquellas exposiciones orales que se dan en todo marco educativo donde se quiere dar a conocer algún tema específico. La características de un texto explicativo se pueden encontrar en la funcionalidad que cumplen: son informativos porque presentan datos o información sobre hechos, fechas, personajes, teorías, etc.; son explicativos porque la información que brindan incorpora especificaciones o explicaciones significativas sobre los datos que aportan; son directivos porque funcionan como guía de la lectura y presentan claves explícitas (introducciones, títulos, subtítulos, resúmenes) a lo largo del texto. Estas claves permiten diferenciar las ideas o los conceptos fundamentales de aquellos que no lo son.
Características de los textos explicativos
Los textos explicativos son textos que podemos encontrar principalmente en todas las ciencias, tanto en aquellas como la matemática o la física, pasando por las biológicas y finalmente en aquellas humanísticas. La razón de esto es que la funcionalidad del texto explicativo se adapta perfectamente a la finalidad de estas ciencias ya que estudia cada uno de los diferentes campos, independientemente de las características particulares que presente en cada disciplina. Esto es lógico, no podemos pretender que un texto que haga referencia al posmodernismo literario sea semejante a uno que detalla las funciones celulares o a otro que haga referencia al estudio de campo de un grupo social.
Sin embargo, existen rasgos que unen a este tipo de textos más allá de la disciplina. Esto lo podemos encontrar en la estructura, es decir, las herramientas y recursos que se utilizan para su desarrollo: predominan las oraciones enunciativas, se utiliza la tercera persona, los verbos de las ideas principales se conjugan en Modo Indicativo y el registro es formal. Recordemos estos conceptos.
Las herramientas para explicar
Pero más allá de una estructura y un estilo, el texto explicativo se vale de algunos recursos que presentan semejanzas con el texto argumentativo. Entre ellos contamos con la reformulación, la definición, la clasificación, la analogía y la ejemplificación.
Consejos para plantear un texto explicativo
A la hora de plantear este tipo de textos se aconseja seguir la siguiente estructura: