Los fósforos han permitido obtener fuego de un modo rápido. Si bien en la actualidad su uso está siendo reemplazado por chisperos eléctricos o encendedores, su empleo se mantiene en vigencia. Veamos cuál fue la historia de este invento.
La invención del actual fósforo o cerilla fue posible gracias al descubrimiento del elemento químico que lleva el mismo nombre. El fósforo, cuyo símbolo químico es P, es un no metal, muy reactivo, que se oxida espontáneamente en contacto con el oxígeno atmosférico. Fue descubierto entre 1669 y 1675, por el alquimista alemán Hennig Brand.
Por esa época Brand estaba buscando la piedra filosofal, sustancia mágica que, según la alquimia, está dotada de propiedades extraordinarias, como la capacidad de transmutar los metales en oro o plata. Por tanto, este alquimista puso en marcha un experimento: juntó orina y la dejó reposar dos semanas. Luego la calentó hasta su punto de ebullición y le quitó el agua reduciéndolo todo a un residuo sólido. Mezcló un poco de este sólido con arena, calentó fuertemente la combinación y recogió el vapor que salió de allí. Cuando el vapor se enfrió, formó un sólido blanco y cerúleo, una sustancia muy inflamable que brillaba en la oscuridad a la que llamó "fuego frío".
De acuerdo al diccionario de la Lengua Española, fósforo (también llamado mixto o cerilla) es un trozo de cerilla, madera o cartón, con cabeza de fósforo y un cuerpo oxidante, que sirve para encender fuego.
En busca del fósforo
Varios científicos intentaron fabricar un fósforo o cerilla que resultase útil para prender fuego de modo rápido. A lo largo de la historia se fueron mejorando los modelos hasta que en 1844 se presentó un fósforo seguro para el uso doméstico.
- 1680: a Robert Boyle, destacado científico irlandés, considerado uno de los fundadores de la química moderna, se le ocurrió cubrir una pequeña pieza de papel con fósforo y la cabeza de una astilla de madera con azufre; luego frotó la madera sobre el papel y creó una flama. Pero aquellos fósforos no eran como los que conocemos actualmente, tenían mal olor, eran peligrosos, caros y venenosos.
- 1805: apareció el primer fósforo moderno auto-combustible, lo inventó K. Chancel, un ayudante del profesor Louis Jacques Thénard, de París. Para realizar la cabeza del fósforo empleó una mezcla de clorato de potasio, azufre, azúcar y goma que se encendía sumergiéndolo en un recipiente con ácido sulfúrico. Nunca se comercializó por ser peligroso y costoso.
- 1817: un químico francés inventó la "cerilla etérea", era una tira de papel tratada con un compuesto de fósforo, que ardía al ser expuesta al aire. La misma estaba envasada herméticamente en un tubo de vidrio que debía romperse para generar combustión. Ardía solo unos instantes y se requería de rapidez para poder emplear el fuego.
- 1826: John Walker, químico y farmacéutico inglés, descubrió accidentalmente una cerilla de fricción. Se encontraba en un laboratorio, intentando crear un nuevo explosivo, cuando al remover una mezcla de productos químicos con un palito, observó que en el extremo de éste se había secado una gota en forma de lágrima. Para eliminarla en el acto, la frotó contra el suelo de piedra del laboratorio, y el palo ardió. El invento fue patentado por Samuel Jones, y comercializado con el nombre de "lucifers"; sin embargo, su uso no se masificó porque la llama de estos fósforos era inestable, emanaban olor desagradable y presentaban una reacción explosiva violenta.
- 1830: el químico francés Charles Sauria añadió fósforo blanco para quitar el mal olor. Su fabricación se prohibió porque el vapor del fósforo blanco es peligroso para la salud y empleados de la fábrica se vieron afectados.
- 1836: un estudiante de química húngaro, János Irinyi, desarrolló unos fósforos llamados "silentes" que ardían uniformemente. Vendió su descubrimiento al húngaro István Rómer, quien consiguió ganancias con su fabricación.
- Entre 1874 y 1925 varios países prohibieron la fabricación de fósforos con fósforo blanco debido a su toxicidad.
- 1844: el sueco Gustaf Erik Pasch inventó los fósforos de seguridad, los cuales fueron mejorados por John Edvard Lundström una década más tarde. Este último sustituyó el fósforo blanco por el rojo.
La seguridad de estos fósforos se puede notar en su cabeza, la cual está diseñada para que arda solo cuando es raspada contra la superficie de fricción que posee la caja. Esta punta contiene trisulfuro de antimonio y un agente oxidante pegado con caseína o cola. La superficie de frotamiento de la caja contiene vidrio en polvo para la fricción, fósforo rojo y cola (adhesivo). Al raspar allí el fósforo, el calor de fricción transforma el fósforo rojo en blanco, arde y prende a su vez la cabeza de la cerilla.