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Los automóviles eléctricos pueden enchufarse en la red de electricidad corriente y demandan entre 10 y 20 kWh en un recorrido de 100 km.
Los paneles sobre el vehículo se componen de celdas fotovoltaicas.
Segway, para moverse en cortas distancias.

Vehículos del futuro



Los avances tecnológicos alcanzaron a los vehículos e idearon prototipos novedosos y eficaces. Aunque años atrás se imaginaban excéntricos modelos flotando por ciudades modernas, en escencia, las investigaciones se han centrado en transportes que proponen dejar a un lado los combustibles fósiles y adentrarse de lleno en el uso de energías alternativas.

TRANSPORTES FUTURISTAS

A mediados del siglo pasado se escribían numerosos artículos que comentaban sobre los maravillosos e increíbles automóviles que se verían pasar en el siglo XX. Se imaginaban vehículos que volaban impulsados por energía nuclear, motores que llevaban a los pasajeros hasta lo más alto de los edificios a través de la propulsión, y excéntricos modelos que transitarían modernas ciudades.

Si bien muchos de esos medios de transporte podrían existir en la actualidad, no se sospechaba que las apuestas en movilidad se centrarían en la eficiencia y en el menor impacto ecológico posible para el planeta. No solo los automóviles se ven inmersos en este futuro prometedor, sino también bicicletas, motocicletas y nuevos tipos de vehículos tanto personales como públicos.

NUEVOS COMBUSTIBLES

Hace algunos años, el uso de combustibles fósiles (como el petróleo o el gas) no eran motivos de preocupación ya que la población no reparaba en la condición de finitos que los caracteriza, ni en el daño que causaban las emisiones de carbono a la atmósfera. Por ello, cuando se pensaba en un motor moderno, era muy distinto al motor eléctrico que hoy en día gana terreno en la industria automotriz.

La crisis del petróleo de 1973 fue el hecho histórico que comenzó a cambiar la forma de ver de las industrias automovilísticas, que fueron impulsadas a crear modelos más eficientes y menos contaminantes. En aquél momento, la Organización de Países Árabes Exportadores de Petróleo decidió no exportar más el hidrocarburo a los países que habían apoyado a Israel durante la Guerra del Yom Kippur (medida que incluía a Estados Unidos y varios países de Europa Occidental). Este temor a la falta de combustible, hizo que las grandes industrias ampliaran sus investigaciones hacia el campo de los combustibles alternativos.

Si bien estos nuevos modelos ya son una realidad, aún están en etapa de desarrollo. Es decir, el estudio de las nuevas energías, y la ingeniería automotriz están en pleno auge. Cada día se perfeccionan motores capaces de abastecerse sin hidrocarburos, modelos compactos y eficaces, fáciles de estacionar en ciudades con poco espacio. Los vehículos del futuro ya son una realidad, pero en algunos años estarán aún más consolidados en las sociedades, que en muchos casos permanecen reacias al cambio.

Un largo camino hacia el cambio

- Finales del siglo XIX: la recién nacida industria automovilística dio sus primeros pasos en vehículos híbridos, con la finalidad de que los clientes se movilizaran con una energía accesible. El petróleo era escaso por la aun no desarrollada técnica para su extracción y transformación.

- Siglo XX: en los inicios de este siglo, el petróleo comienza a establecerse como la principal fuente de energía. Su extracción es intensiva y por ello desciende su valor económico. La industria automotriz se centra en motores alimentados con productos derivados del recurso fósil. Pierde importancia la investigación en alternativas energéticas.

- Mediados del 1970: por primera vez se miden las reservas de petróleo, y se calcula que a los 50 años habría escasez. Los fabricantes de vehículos comienzan a interesarse entonces en sustituir los motores de combustión interna por otros que no precisen el recurso fósil.

- Década del 1980: aparecen nuevos yacimientos petrolíferos que dejan a un lado la intención de las industrias de buscar soluciones a la falta de hidrocarburos. Pero a finales de esta década, James Hansen, un científico de la NASA, expuso que existía una relación de causa-efecto entre el aumento de la temperatura de la Tierra y la emisión de ciertos gases a la atmósfera por la acción humana. Uno de los principales causantes de esta emanación era el automóvil.

- Década de 1990: se establece una nueva preocupación, la del impacto ecológico que el uso del petróleo causa sobre el planeta Tierra y las consecuencias a futuro.

- 1997: se celebró una cumbre en la ciudad de Kioto en la que se redactó el Protocolo de Kioto, un documento que proyecta reducir las emisiones de gases del efecto invernadero. La población en general tomó conciencia acerca de la situación medioambiental.

- Desde 1997 hasta la actualidad: los fabricantes de automóviles han reparado en el desarrollo de vehículos cada vez más eficientes y menos contaminantes. Ahora, no solo en base a la preocupación de que se termine el petróleo, sino también a la de los efectos del calentamiento global.


El Protocolo de Kioto estableció la necesidad de reducir las emisiones contaminantes hacia la atmósfera.

VEHÍCULO ELÉCTRICO

A diferencia de los motores de combustión interna, que funcionan quemando combustible, un vehículo eléctrico obtiene la tracción gracias a los motores eléctricos. Este traslado puede ser proporcionado por ruedas o hélices. Se pueden utilizar motores rotativos o no rotativos, también motores lineales, inerciales, o aplicaciones del magnetismo como una forma de propulsión.

Las investigaciones de acumuladores químicos (como la batería de ión de litio), cada vez le otorgan mayor densidad de carga, por lo que permiten mover motores más potentes y permitir mayor autonomía, es decir, más tiempo de circulación sin tener que recargarlo (entre 200 y 400 kilómetros). Estos avances son los que permitirán un futuro prometedor para los vehículos eléctricos sin necesidad de apoyo de un motor de combustión de petróleo o gas.


Algunos países ya tienen puestos de recarga en las calles.

VEHÍCULO ELÉCTRICO HÍBRIDO

A diferencia del vehículo enteramente eléctrico, el híbrido combina dos tipos de motores: uno eléctrico y otro convencional o de combustión interna. Conjugados brindan un funcionamiento eficaz y a la vez reducen el gasto de combustible fósil.


Auto repostando electricidad.

La misión del motor alternativo es ayudar al de combustión cuando precise mayor potencia, o también la de impulsar por si solo el rodado en circunstancias en que la fortaleza requerida es poca. Este tipo de vehículos se clasifican en tres: híbridos en serie, híbridos en paralelo, e híbridos mixtos.

La carga eléctrica de estos automóviles puede producirse tanto enchufándolo a una red eléctrica como circulando a velocidad crucero. Si en determinado momento el vehículo detecta que la carga disponible en la batería es poca, utiliza parte de la potencia de motor de combustión que no se está utilizando, para mover el auto y a su vez incrementar la batería.

Una de las novedades de los híbridos es la posibilidad de recargar la batería a través de una desaceleración, ya sea a partir de la retención del motor, o aprovechando la energía de recarga de frenado. Esto sucede ya que la energía, que en un vehículo convencional se disiparía en forma de calor, mueve el motor eléctrico, convertido en ese momento en generador de corriente para la batería.


Los autos híbridos combinan un motor a base de energía eléctrica, y otro a base de combustible fósil.

VEHÍCULOS DE HIDRÓGENO

No solo existen automóviles clásicos impulsados por hidrógeno, sino también autobuses, bicicletas, motocicletas, trenes, carritos de golf, y vehículos no terrestres tales como aviones, barcos, submarinos y hasta cohetes espaciales.

Su fuente de energía es el hidrógeno diatómico. Las dos formas de generar la propulsión en este caso son, por combustión, o por conversión de pila de combustible. En el caso de la combustión, el hidrógeno se quema en un motor de explosión tal como sucede con la gasolina. En cambio, al referirnos a la conversión de pila de combustible, el hidrógeno se convierte en electricidad a través de pilas de combustible que funcionan como baterías. En cualquiera de los dos casos, el subproducto principal del hidrógeno consumido es el agua.


Vehículo de hidrógeno.

VEHÍCULOS SOLARES

Se trata de automóviles impulsados por un motor eléctrico alimentado por energía solar fotovoltaica que se obtiene a través de paneles solares establecidos en la superficie del vehículo. Las celdas de los paneles convierten la energía del sol en electricidad, que puede ser almacenada en baterías eléctricas o utilizada de forma directa por el motor.

Existen las llamadas "carreras solares", como la World Solar Challenge y la North American Solar Challenge. En ellas participan gran variedad de equipos especialmente entrenados para ello. Estos automóviles aún no son una forma de transporte práctica, ya que sin sol, solo pueden transitar por distancias limitadas. A su vez, las celdas son frágiles y requieren un cuidado intensivo..

AUTOS COMPACTOS

Ya no resulta raro encontrarse por las calles autos de tamaño muy pequeño que trasladan a una o dos personas en su interior. Han cobrado popularidad en las grandes ciudades por los diversos beneficios que presentan a la hora de movilizarse.

En primer lugar, el factor de la comodidad que representa conducirlos con menos probabilidades de quedar atascados en un embotellamiento. A su vez, gozan de más facilidades para aparcarlos en lugares reducidos y representan un considerable ahorro de combustible por tratarse de autos pequeños. Utilizan menos energía y esto no solo se refleja en el bolsillo, sino también en el medioambiente.

Este tipo de coche resulta atractivo para los conductores que deben desplazarse por largas distancias y viven en áreas con alta densidad de tráfico.


Los autos compactos son prácticos, por lo general coloridos, y no necesitan mucho espacio para estacionar.

VEHICULOS ANFIBIOS

La industria automotriz alemana fue la pionera de los autos anfibios, vehículos que pueden operar tanto en la tierra como en el mar. Los modelos actuales nos permitirían atravesar el campo por caminos y cuestas entre rocas, y sin transformaciones, navegar por ríos, lagos o mares.

Las investigaciones se han centrado en la creación de autos anfibios que posean motor eléctrico y a su vez uno de propulsión a chorro que le permita navegar en el agua para rescatar personas en inundaciones y tsunamis. Una compañía japonesa que se vio azotada por el maremoto que golpeó su país en 2011, ideó este prototipo compacto y ligero que con una sola carga puede recorrer más de 100 kilómetros.


Un vehículo anfibio opera en tierra y en agua.

Nuevos conceptos en movilidad personal



Bicicletas eléctricas recargándose en paradas especiales para ello.

Las ciudades actuales, repletas de automóviles y personas, promueven un tipo de desplazamiento urbano de corto o medio alcance. Para ello, los motores eléctricos son ideales. Estos prototipos se recargan en 1 o 2 horas y tienen una autonomía que supera los 20 kilómetros con una sola carga. Podemos encontrar tanto bicicletas eléctricas como pequeños vehículos denominados Segway para una o dos personas.