Pedro Subercaseaux Errázuriz nació en Roma, Italia, el 10 de diciembre de 1880 y es apreciado como uno de los más grandes pintores de los hechos históricos sobresalientes de la Independencia de Chile y de Argentina.
Hijo del embajador y pintor Ramón Subercaseaux Vicuña, y de Amalia Errázuriz Urmeneta, realizó sus estudios en Europa, pasando por reconocidas academias de Alemania, Francia e Italia.
Trabajó como dibujante para El Diario Ilustrado a partir de 1902. Se encargó de las ilustraciones de las leyendas coloniales de Joaquín Díaz Garcés y de los cuentos policiales de Alberto Edwards para el Pacífico Magazine. Ya en Chile, se dedicó al dibujo y la caricatura, y desde 1906 fue caricaturista de la revista Zig Zag, con el seudónimo de Lustig, y creó la primera tira cómica chilena llamada "Las Aventuras de Federico Von Pilsener" a quien acompañaba su perro Dudelsackpfeifergeselle (experto que toca la gaita en alemán).
Fue ilustrador de la revista Pacífico Magazine, a partir de 1913. Ejecutó la decoración de varios espacios públicos en la ciudad de Santiago, como el mural que ornamenta la Bolsa de Comercio y los murales del Diario Ilustrado, de la Intendencia de Santiago.
En 1907 contrajo matrimonio con doña Elvira Lyon Otaegui, pero en 1920, durante un viaje a Europa, decidieron separarse para ingresar cada uno a la vida religiosa, decisión que toma, influido en gran medida, por el estudio que realizaba en Italia sobre San Francisco de Asís a fin de retratarlo.
En 1925, mientras se encontraba ya ingresado a la congregación Benedictina, en Inglaterra, la casa Marshall Jones Company de Boston en Estados Unidos le editó un libro con acuarelas sobre la vida de San Francisco de Asís, con texto del poeta danés Johannes Joergensen.
Retrató en vivo al Papa Pío X en el mismo Vaticano. También ilustró un libro de oraciones para niños y dibujó la vida de San Benito.
En 1938, fue enviado de regreso a Chile con la misión de fundar un monasterio de la Orden Benedictina en Santiago donde falleció el 3 de enero de 1956.
Entre sus obras históricas se encuentran retratadas con gran minuciosidad de detalles: La Expedición de Almagro a Chile, El Cabildo Abierto de Buenos Aires, El abrazo de Maipú, La Batalla de Chacabuco, La Jura de la Independencia, retratos de personajes destacados de las gestas independentistas americanas, entre muchas otras.