La leyenda de Robin Hood ha cautivado a historiadores de todo el mundo, pero particularmente en Inglaterra se ha convertido en un personaje polémico que ha despertado diferentes opiniones en prácticamente todo el público. No es para menos, ya que el relato de sus extraordinarias aventuras describe grandes actos heroicos, asombrosas batallas y compañeros tan atractivos que resulta inevitable que permanezcan en la conciencia colectiva.
Pero como suele ocurrir con muchos de los personajes que adquieren este nivel de fama, la historia se distorsiona, la información verídica se pierde entre datos falsos y las versiones que lo describen alcanzan niveles asombrosos. El consenso general adhiere a la teoría que lo caracteriza como el jefe de una banda de proscritos que vagó por los bosques de Sherwood y Barnsdale en tiempos de Ricardo Corazón de León (finales del siglo XIV). Sus aventuras se hicieron conocidas por medio de baladas inglesas anónimas que poco a poco lo transformaron en una leyenda.
En esta misma línea, Robin Hood terminó siendo principalmente reconocido por robar a los acaudalados gobernantes y eclesiásticos y repartir el botín entre los oprimidos. Pero no podemos dejar de mencionar otras versiones que lo caracterizan simplemente como un ermitaño honrado, un hereje, un rebelde político, un guardabosque, un vulgar ladrón o una figura mitológica que ni siquiera existió. También se ha escrito que era homosexual así como también se hizo referencia a su dudosa nacionalidad inglesa.
La obra narrativa es un relato épico formado por más de treinta baladas que fueron recopiladas bajo el nombre de The gest of Robin Hood e impresa alrededor del año 1500. La historia del personaje también fue adaptada en numerosas películas como Robin Hood, producida por The Walt Disney Company, Robin Hood, príncipe de los ladrones, de Kevin Reynolds y Robin Hood, de Ridley Scott.