Elbibliote.com
TIENDA ONLINE
VOLVER A LOS ARTÍCULOS

MARIQUITA SÁNCHEZ

María Josefa Petrona de Todos los Santos Sánchez de Velazco y Trillo, conocida como Mariquita Sánchez, nació en Buenos Aires el 1° de noviembre de 1786, en la calle San José -actual Florida. Era la única hija de don Cecilio Sánchez de Velazco y de doña Magdalena Trillo y Cárdenas, viuda en primeras nupcias de un riquísimo y poderoso comerciante español llamado Manuel del Arco, cuya fortuna heredó Mariquita.

Cuando adolescente Mariquita se enamoró profundamente de un pariente, con quien inició un sonado romance, el alférez de fragata Martín Jacobo Thompson, con gran oposición de su padre que le tenía previsto otro candidato, un joven de la nobleza colonial llamado Diego de Arco.

Ante la negativa de Mariquita a cumplir con los deseos de su padre, éste la confinó primero en su quinta de San Isidro y luego en la Santa Casa de Ejercicios de Buenos Aires, aunque Mariquita y Thompson continuaron encontrándose secretamente.

El día del compromiso con Arco, ante un representante del Virrey, Mariquita se negó a aceptar la boda y exigió que la dejaran casarse con Thompson logrando la autorización del Virrey tres años después.

A partir de su unión con Martin Thompson, con quién tuvo cinco hijos, la vida de Mariquita estuvo ligada a los acontecimientos públicos. Abrazó con fervor la causa de la libertad y colaboró con todas las empresas patrióticas de la Revolución de Mayo. Como anfitriona, acogió a las personalidades más destacadas de la época, atraídas por la hospitalidad graciosa y espiritual de la dueña. Los problemas más delicados eran debatidos allí, lo mismo que los temas culturales, a pesar de que en aquel entonces estos temas les eran vedados a las mujeres.

En su casa se entonó por primera vez el Himno Nacional Argentino en mayo de 1813 durante una de las tantas veladas celebradas.

Enviudó en 1819 y un año después se casó con un diplomático francés Juan Washington de Mendeville, con quien no tuvo un buen matrimonio y terminó en una separación disimulada.

En 1823 fue una de las fundadoras de la Sociedad de Beneficencia, que se encargaba de crear y administrar escuelas de mujeres y orfanatos en la provincia de Buenos Aires. Siendo su presidenta entre 1830 y 1832.

Disidente al gobierno de Rosas, se exilió durante muchos años en Montevideo, en esa época su marido fue reemplazado en Buenos Aires como cónsul y debió partir a Francia para gestionar otro destino diplomático, pero nunca más volvió. En 1850, regresó a Buenos Aires, tras la caída del régimen rosista y su casa volvió a ser el lugar elegido para las reuniones de intelectuales y políticos, retomó su trabajo en la Sociedad de Beneficencia y se enfrentó a Sarmiento por la educación de las mujeres.

Murió en su casa, el 23 de octubre de 1868. Tenía casi 82 años de una vida intensa y dedicada a la causa patriótica. Fue una de las mujeres más relevantes de la historia argentina, ferviente defensora de las mujeres, una de las personalidades más activas e influyentes dentro de la política argentina, observadora inteligente y perceptiva de la realidad política de las diferentes épocas transitadas durante su vida. Dejó una serie de escritos, cartas y hasta un diario personal que describen la vida colonial y los cambios sociales y políticos derivados de la Revolución de Mayo de 1810 y del proceso político posterior a la misma.