Rayo impactando en un pararrayos de una torre.
Durante una fuerte tormenta hemos visto caer poderosas descargas eléctricas alrededor, y conocemos el peligro que existe si una de ellas logra impactar sobre nuestros hogares. Los rayos son arcos voltaicos que se producen entre las nubes y el suelo, producto de una diferencia de potencia entre la atmósfera y la superficie terrestre; cuando dichas diferencias son muy grandes, se genera una descarga eléctrica en forma de rayo.
La cantidad de energía que se trasmite durante la descarga de un rayo es tan intensa que puede causar daños permanentes en los equipos electrónicos cercanos; si una persona se ve alcanzada por la descarga, no logra sobrevivir, por eso es importante poder evitarlas.
Los pararrayos fueron creados por el célebre inventor Benjamín Franklin, y están conformados por una vara metálica que está conectada a un cable conductor y en el otro extremo del cable se encuentra una varilla anclada a la tierra; la principal función del pararrayos es atraer y direccionar la descarga eléctrica hacia un lugar más seguro, esto lo consigue ionizando el aire a su alrededor con lo que brinda un camino de fácil trasmisión al rayo.
La utilidad de los pararrayos es bien conocida y es fácil ver que muchas de las edificaciones de gran altura disponen de uno como medida de seguridad.