Al espacio y más allá: un océano desconocido
Los avances científicos nos han abierto la posibilidad de explorar la última frontera inexplorada por el ser humano: el espacio exterior. Aquí nos internaremos en los avances más significativos que se hicieron para conocer que hay más allá de nuestra galaxia y la posibilidad de explorar su inmensidad.
Nuestra galaxia se llama Vía Láctea y dentro de ésta se encuentra nuestro planeta Tierra, que forma parte del Sistema Solar. La distancia que existe entre los planetas no ha sido problema para investigar si en ellos existe vida. ¿Pero qué forma de vida puede existir? ¿Qué condiciones se tienen que dar? ¿Existe otro Sistema Solar? Son preguntas que tienen respuestas controvertidas. Pero el hombre se está encargando de esclarecer el tema explorando estos lejanos horizontes, incluso ya es una posibilidad vacacionar a más de 600 años luz.
¿Por qué hay vida en nuestro planeta?
La respuesta a esta pregunta esencial, encuentra su respuesta en varios factores:
- En primera instancia debemos mencionar la distancia de la Tierra al Sol. Hay aproximadamente 150 millones de kilómetros de distancia, que son los adecuados para la vida debido a que más lejos o más cerca, la vida no sería posible como la conocemos, ya que el calor o el frío se harían insoportables. Esta fuente de energía es, además, indispensable para la supervivencia de todos los seres vivos.
- Por otro lado, la conformación de la atmósfera favoreció la proliferación de vida en nuestro planeta. El aire, que en su composición cuenta con oxígeno y nitrógeno, resulta indispensable para la vida ya que, en el caso de los seres humanos, moriríamos por no poder respirar si las concentraciones de estos gases fueran distintas a las actuales. Lo mismo sucedería con el resto de las especies del reino vegetal y animal.
- La existencia de agua es otro factor fundamental. Este elemento imprescindible para la vida, compuesto por hidrógeno y oxígeno, ocupa casi tres cuartas partes de la superficie de nuestro planeta. El hecho de que exista en su forma líquida en la superficie marca las diferencias respecto a las condiciones presentes en otros planetas o satélites conocidos.
- La biósfera es el corazón del desarrollo de la vida en la Tierra. Esta porción del planeta se ubica entre los 3000 metros de altitud y los 2000 metros de profundidad de la corteza terrestre. Es en esta franja donde se dan las condiciones de humedad, luz y temperatura adecuadas.
Zona de habitabilidad
Entendemos como zona de habitabilidad estelar a una zona donde es posible encontrar vida en función de las siguientes características:
- Si en la región en torno a una estrella se encuentra un planeta o satélite rocoso con una masa de entre 0,6 y 10 masas terrestres.
- Si la presión atmosférica allí es de 6,1 milibares en función del punto triple del agua (es decir, con la convivencia de sus tres estados).
- Si hay luminosidad y un flujo de radiación incidente.
- El cuerpo no se encuentra ni demasiado cerca ni demasiado lejos de la estrella del sistema.
Un lugar en el universo
Desde tiempos remotos el ser humano ha estudiado la posibilidad de que más allá de la frontera del cielo se encuentre otro medio donde se aloje vida. Los avances científicos han permitido que se explore esa posibilidad a través de una tecnología cada vez más sofisticada que ha llevado a disciplinas como la astronomía o la astrofísica a ser un medio para alcanzar esta finalidad.
¿Cuáles son los planetas habitables?, ¿Cuáles quizá lo fueron?, ¿Cuales contienen evidencia de poder albergar vida o ser medios habitables para el ser humano?, aquí vemos algunos de los ejemplos más conocidos y célebres:
- Marte: También llamado “el planeta rojo” por la alta concentración de óxido de hierro en su superficie; este planeta ha sido uno de los principales destinos sobre los cuales siempre se ha especulado que podría contener vida o ser colonizable debido a su proximidad con la Tierra y a que sus condiciones no resultan tan hostiles para el ser humano. Por supuesto, esto parece una mera especulación cuando se constata que el planeta rojo cuenta con temperaturas que se encuentran entre los 5 grados bajo cero de máxima y los 87 grados bajo cero de mínima y tiene una baja presión atmosférica que impide que haya agua en estado líquido en la superficie, uno de los requisitos fundamentales de la zona de habitabilidad que permitiría vida. Sin embargo, las recientes investigaciones y estudios parecen indicar lo contrario.
Más allá de las especulaciones de escritores de ciencia ficción como H.G. Wells ( con su obra La Guerra de los Mundos), Marte se encuentra parcialmente ubicado en la zona de habitabilidad debido a su ubicación en el Sistema Solar y los científicos indican que existe la posibilidad de que haya vida bajo el suelo marciano o que, en algún momento, las circunstancias fueron más propicias para la proliferación de vida. ¿Cuáles son las pruebas para afirmar esto? Se ha encontrado agua pero en estado sólido y, si bien no se la ha encontrado sobre la superficie, se cree que el planeta cuenta con condiciones para que se encuentre líquida bajo tierra. Por otro lado, existen numerosas evidencias de que existieron varios cursos de agua sobre la superficie, aunque en este momento solo quedan los rastros.
Otro elemento que parece indicar la presencia de vida es la composición de metano en la atmósfera: este gas común en nuestro planeta, por ser producido por medio de microorganismos, resulta un auténtico misterio en Marte ya que, debido a las condiciones atmosféricas, el metano debería desaparecer. Sin embargo, la presencia constante de este gas indica que podría haber microorganismos que lo producen, es decir, vida, a pesar de que aún falta discriminar si el metano es de origen geológico (inorgánico) o biológico. Otra evidencia indica la presencia de vida en meteoritos de supuesto origen marciano. En algunos de ellos se han encontrado moléculas orgánicas naturales, o fósiles microscópicos que, de ser cierto su origen, confirmarían que hay vida en ese planeta. Finalmente, otra prueba que parece indicar la posibilidad de vida son unas manchas oscuras que aparecen al principio de cada primavera y desaparecen al principio del invierno y podrían ser de origen biológico. Sin embargo, en la NASA descartaron esta teoría indicando que se trataría de géiseres de hielo subterráneo.
- Venus: Si se hablaba de Marte como poco propicio para la vida, lo de Venus parece aún menos probable con temperaturas que van de los 50 grados bajo cero de mínima a los casi 500 grados de máxima. Lo que podía hasta considerarse un hecho a finales del siglo XIX y el XX, fue rápidamente descartado por la comunidad científica, cuando se encontraron con las duras condiciones del planeta hacia mediados del siglo XX. Sin embargo, existen nuevas especulaciones que parecen abrir nuevas posibilidades: en primera instancia se encuentra la presencia de sulfuro de carbono (OCS), un gas que resulta prácticamente imposible de producir por medios inorgánicos. Otra teoría especulativa indica que podría encontrarse vida en las capas de nubes altas de la atmósfera, a pesar de que el planeta no cuenta con algo semejante a una capa de ozono para protegerse de la radiación solar.
Por otro lado, el hecho de encontrarse al filo de la zona de habitabilidad ha dado lugar a teorías especulativas más audaces, como la que indica que hace aproximadamente 4.500 millones de años el planeta contaba con un caldo primordial de vida que fue trasladado a la Tierra y Marte por meteoritos, difundiendo la vida en esos planetas.
- Europa: No describiremos el continente de nuestro planeta, sino uno de los satélites de Júpiter. Compuesto principalmente por rocas silíceas, tiene una capa externa de agua congelada de unos 100 km de espesor que se cree que cuenta con un océano donde podría haber vida. A pesar de las terribles condiciones climáticas de su superficie, que cuenta con temperaturas que van de los 160 grados bajo cero a los 370 grados bajo cero, el océano subterráneo cuenta con altas concentraciones de oxígeno que hacen altamente probable la posibilidad de vida allí. Si bien no existe ninguna certeza al respecto, se cree que las posibilidades de que haya vida allí se pueden comparar con las que hay en el Lago Vostok de la Tierra, en la Antártida.
Los exoplanetas habitables
En primera instancia aclaremos que un exoplaneta es un planeta que orbita cualquier estrella que no sea el Sol y, por lo tanto, no se encuentra en el Sistema Solar. El estudio de estos cuerpos se ha incrementado en los últimos años y, según estudios, se calcula que al menos 700 exoplanetas podrían albergar potencialmente vida.
Aquí vemos algunos de los exoplanetas más conocidos:
- Gliese 581 g (también bautizado Zarmina): Existe un fuerte debate sobre su existencia, pero de ser un hecho es una de las opciones más viables para la existencia de vida. Ubicado en el sistema planetario de la estrella enana roja Gliese 581, a 20,3 años luz de la Tierra en la constelación de Libra, fue descubierto a finales del 2010 por el astrónomo estadounidense Steven S. Vogt. Los principales argumentos para indicar que existiría vida en este planeta es que se encuentra dentro de la zona habitable de su estrella, con lo cual se da por sentado que tendría agua líquida y podría albergar alguna forma de vida. Por el estudio de su masa se deduce que es rocoso y, si tuviera un efecto invernadero semejante al de nuestro planeta, tendríamos temperaturas de entre 37 y 12 grados bajo cero.
- Gliese 667 Cc: Esta es una de las alternativas que más se asemeja a nuestro planeta y donde más propicias serían las condiciones de ser ciertas las especulaciones científicas. Con una masa 5,24 veces mayor a la Tierra y una temperatura promedio de 28 grados, se encuentra en la zona de habitabilidad y, por lo tanto, está prácticamente confirmado que contaría con agua líquida en su superficie. Aún no se encuentra validado oficialmente.
- Kepler-22 b: Ubicado a casi 600 años luz de distancia de la Tierra en la constelación de Cygnus (Cisne), es uno de los primeros planetas hallados en la zona de habitabilidad. Su radio es de dos veces el tamaño de nuestro planeta y orbita una estrella enana amarilla (Kepler 22). Se cree que su superficie contaría con mayor gravedad que la de la Tierra pero su temperatura resultaría uno de los factores más atractivos de esta “supertierra”: en caso de no poseer atmósfera es de 11 grados bajo cero pero si la tuviera sería de 22 grados centígrados. Debido a sus condiciones se cree que podría asemejarse al planeta Neptuno, es decir, puede que sea un “planeta océano”, un mundo acuático sin islas ni continentes.
- HD 85512 b: Este planeta se encuentra a 36 años luz de la Tierra, en la constelación de Vela. Orbita una estrella enana naranja (más fría que nuestro Sol) en los límites de la zona habitable. Se especula que de poseer una atmósfera semejante a la de la Tierra en su composición y un 50% de su firmamento estuviera cubierto de nubes, es un hecho que albergaría agua líquida. En función de cálculos matemáticos se cree que la temperatura efectiva de este planeta es de 24 grados centígrados, pero este cálculo puede diferir ampliamente de la temperatura superficial.
- Gliese 581 d: Ubicado en el mismo sistema que 581 g, a 20,3 años luz de la Tierra, este planeta cuenta con 7 veces la masa de la Tierra y se cree que por esta razón no sería rocoso, sino que estaría compuesto por agua, amoníaco y metano, pudiendo ser un “planeta océano”. Se encuentra dentro de la zona habitable y por eso se considera que habría agua líquida en la superficie. Se han enviado señales desde la Tierra en el 2008 y 2009, que llegarían a ese planeta en el 2029.
Vacacionar en Marte
Con los avances en el campo de la tecnología espacial, la posibilidad de emprender un viaje al espacio como una forma de turismo ha dejado de ser una especulación de los libros de ciencia ficción para transformarse en un hecho. Para ser considerado “turismo espacial” el viaje debe ser realizado a más de 100 kilómetros de altura de la Tierra, considerado el umbral con el espacio exterior.
Lejos de ser el proyecto de “multimillonarios caprichosos”, desde las agencias de turismo se está trabajando para que la posibilidad esté al alcance de la mano de un público masivo. El primero en hacerlo fue el estadounidense Dennis Tito, cuyas célebres frases al volver fueron “vengo del Paraíso”. Este disparador ha llevado a otras figuras al espacio y a buscar la posibilidad de desarrollar hoteles en el espacio o explorar otros cuerpos celestes.
Las 5 personas que ya viajaron
Dennis Tito
Fecha de nacimiento: 8 de agosto de 1940.
Nacionalidad: Estadounidense.
Profesión: Ingeniero astronáutico y aeronáutico. Master en ingeniería científica.
Fecha del viaje: 28 de abril de 2001 – 6 de mayo 2001.
Lugar de salida: Baikonur, ciudad de Kazajistán administrada por la Federación Rusa.
Costo: U$S 20 millones
Mark Shuttleworth
Nacionalidad: Sudafricana.
Profesión: Informático, empresario.
Fecha del viaje: 25 de abril del 2002 – 5 de mayo del 2002.
Costo: U$S 20 millones.
Gregory Olsen
Fecha de nacimiento: 20 de abril de 1945.
Nacionalidad: Estadounidense.
Profesión: Emprendedor, empresario.
Fecha del viaje: 1 de octubre del 2005 – 10 de octubre del 2005.
Costo: U$S 20 millones.
Anousheh Ansari
Fecha de nacimiento: 12 de septiembre de 1966.
Nacionalidad: Iraní.
Profesión: Ingeniera, empresaria.
Fecha del viaje: 18 de septiembre del 2006 – 29 de septiembre del 2006.
Costo: U$S 20 millones.
Charles Simonyi
Fecha de nacimiento: 10 de septiembre de 1948.
Nacionalidad: Húngaro.
Profesión: Ingeniero de software.
Fecha del viaje: 7 de abril del 2007 – 21 de abril del 2007 / 26 de marzo del 2009 – 8 de abril del 2009.
Costo: U$S 20 millones.