País situado en el extremo noroccidental de América Central, Guatemala se caracteriza por presentar una cultura autóctona muy rica, producto de la herencia maya y la influencia castellana durante la época colonial. Limita al norte y oeste con México; al este con Belice y el mar Caribe (océano Atlántico), Honduras y el Salvador, y al sur con el océano Pacífico.
DATOS GENERALES
Nombre Oficial: República de Guatemala.
Capital: Ciudad de Guatemala.
Superficie: 108.889 km2.
Población: 16.301.286 (2011).
Ciudades Principales: Antigua Guatemala, Chichicastenango, Chiquimula, Cobán, Mixco, Puerto Barrios, Quetzaltenango, San Francisco El Alto, Santa Lucía Cotzumalguapa, Villa Nueva, Zacapa.
Forma de Gobierno: república presidencialista, democrática y representativa, con un Presidente que es elegido por periodos improrrogables de cuatro años.
GEOGRAFÍA
A pesar de su relativamente pequeña extensión territorial, Guatemala cuenta con una gran estructura montañosa, a excepción del área de la costa sur y las tierras del norte en el departamento de Petén. De esta manera, dos cadenas montañosas, desde oeste y este, dividen a este país en tres regiones: las tierras altas, donde se encuentran las montañas de mayor altura; la costa pacífica, al sur de las montañas; y la región de Petén, al norte. Las tierras altas del Centro se oponen a las planicies costeras de la vertiente del Pacífico, así como a las tierras cálidas del Petén, meseta calcárea que recubre el tercio norte del país, donde se encuentra una selva tropical muy densa.
El territorio guatemalteco se encuentra definido por una topografía en su mayoría irregular, atravesado entonces por la sierra Madre, cadena montañosa de origen volcánico, cuyo punto culminante es el volcán Tajumulco (4211 m). En este panorama también se destacan los volcanes de Agua (3.776 m), Santa María (3.768 m), Fuego (3.835 m), Atitlán (3.537 m) y Pacaya (2.552 m). De este modo, en Guatemala se ha identificado la sorprendente cantidad de 324 focos eruptivos, aunque la mayor parte son pequeños conos cineríticos y de lava, en la parte sudoriental del país. De éstos, 11 volcanes están clasificados como "activos" y tres de ellos (Santiaguito, Fuego y Pacaya) han registrado erupciones en los últimos diez años.
CLIMA
Con todo, debido a la posición intercontinental del país y contar con dos masas oceánicas de gran proximidad, separadas como están por este sistema de cordilleras, se presentan varios climas y microclimas, agrupados en seis regiones climáticas: Planicies del norte, Franja transversal del norte, meseta y Altiplanos, Bocacosta, Planicie Costera del Pacífico y Zona Oriental.
La temperatura media al nivel del mar es de 27 ºC para el océano Pacífico y 28,2 ºC para el Atlántico. A partir del nivel del mar, desciende 1º C por cada 100 m de ascenso. La humedad relativa varía desde 60% en el oriente (en zona seca) hasta un 85 % en el norte, con un promedio general entre un 70-80 %.
Entre los 915 y los 2.440 metros sobre el nivel del mar, zona en la que se concentra la mayor parte de la población, los días son cálidos y las noches frías; la temperatura tiene un promedio anual de 20º C. En cambio, el clima de las regiones costeras es de características más tropicales, notándose mayor humedad en la costa Atlántica, con una temperatura cuyo promedio anual es de 28,3º C.
La estación de lluvia se presenta entre mayo y noviembre. Las precipitaciones anuales de la zona norte oscilan entre los 1.525 mm y los 2.540 mm, recibiendo la ciudad de Guatemala, en las montañas del sur, cerca de 1.320 mm de promedio.
HIDROGRAFÍA
Las aguas continentales del país drenan por tres vertientes hidrográficas: Pacífico, mar Caribe y Atlántico, con un conjunto de 38 cuencas hidrográficas. Los ríos más importantes son el Usumacinta, Motagua, Sarstún, Ixcán y Polochic, y todos ellos tienen características similares en base a las condiciones climáticas y topográficas específicas de cada vertiente. Por su parte, el territorio cuenta con numerosos lagos y lagunas, muchos de origen volcánico, como el espléndido lago de Atitlán, y el Amatitlán, con manantiales de aguas sulfurosas a altas temperaturas.
Lago de Atitlán.
UN POCO DE HISTORIA
En una mirada superficial, la historia de Guatemala parece ser mayormente definida por los españoles que dominaron el país por 300 años. Sin embargo, en términos de cronología histórica, la ocupación por parte de los españoles fue solo un breve instante al compararse con el legado que han dejados los habitantes indígenas en el país. De hecho, mucho antes de la llegada de los españoles, Guatemala fue la sede de una de las civilizaciones más desarrolladas de América: los mayas.
Por lo demás, puede decirse con mayor precisión que muchas investigaciones sugieren que grupos indígenas florecieron en Guatemala alrededor de 2.000 a. C. Los mayas surgieron de estos antiguos pueblos y establecieron una civilización sofisticada que dominó Guatemala desde el 250 hasta el 900 d. C. Cuando los españoles llegaron en el siglo XVI, la civilización maya prácticamente había desaparecido. Sin embargo, su arquitectura monumental ha sobrevivido y hoy en día todavía domina el paisaje de las selvas de Tikal y Flores.
• LA CONQUISTA
La conquista de Guatemala fue llevada a cabo por Pedro de Alvarado, enviado desde México por Hernán Cortés a fines de 1523. Poco después, y luego de enfrentamientos y alianzas con los pueblos originarios, el 25 de julio de 1524 fundó el primer asentamiento bajo el nombre de Santiago de los Caballeros de Guatemala, en honor al apóstol mayor. No obstante, debido al constante asedio que sufría por los ataques de los nativos, esta ciudad fue trasladada en 1527 al Valle de Almolonga (hoy el barrio de San Miguel Escobar en Ciudad Vieja, Sacatepéquez). En la madrugada del 11 de septiembre de 1541 esta zona fue destruida por un alud de lodo y piedras que provino de la cima del Volcán de Agua (o Volcán Hunahpú, como lo conocían los indígenas), sepultando a la entonces capital de la región y enterrando a la ciudad con la mayoría de sus habitantes. Esto obligaría a que la ciudad fuera de nuevo trasladada al cercano Valle de Panchoy, en lo que actualmente es la ciudad de Antigua Guatemala.
Imagen de Tecún Umán, gran guerrero y último mandatario de los maya-k´iche´ en Guatemala.
Durante estos años de dominación española, Guatemala fue una región de carácter estratégico que, con la conformación de la Capitanía General de Guatemala, formó parte del Virreinato de la Nueva España. Esta organización se extendía desde la región de Chiapas (en la actualidad perteneciente a México) hasta la actual Costa Rica y se mantendría hasta la constitución de las intendencias en 1787. Ahora bien, el 21 de julio de 1775 fue necesario el traslado de Antigua Guatemala, siempre vulnerable a erupciones volcánicas, inundaciones, y terremotos. Por ello, la Ciudad de Guatemala fue fundada oficialmente el 2 de enero de 1776, y lograría convertirse con los años en la ciudad más grande, importante y populosa de todo el istmo centroamericano y el Caribe.
• LA INDEPENDENCIA
La independencia de Guatemala se realizó pacíficamente. Así, aprovechando el caos político que se vivía en España, cuando se supo que la intendencia de Chiapas se había unido a México, y deseando crear relaciones comerciales con otras naciones, la burguesía criolla de aquella época decidió declarar su independencia, tanto política como económica, el 15 de septiembre de 1821. Posteriormente, se redactó el acta de emancipación política de Centroamérica.
Como en la mayoría de los países iberoamericanos, la independencia de Guatemala fue un movimiento esencialmente elitista, que no supuso una mejora inmediata de las condiciones generales de vida del pueblo guatemalteco; antes bien, fue promovida fundamentalmente por la élite económica de la región para poder enriquecerse con los nuevos lazos comerciales que se esperaban adquirir.
IDIOMA
Aunque el español es el idioma oficial, éste no es hablado por toda la población; en la práctica, es utilizado como segunda lengua, debido a que existen 21 idiomas mayas diferentes, hablados especialmente en las áreas rurales. Por otra parte, también se cuentan varias lenguas amerindias no precisamente mayas, como el xinca indígena y el garífuna, este último hablado por la población afro-descendiente en el departamento caribeño de Izabal.
La persistencia del uso de los idiomas indígenas en Guatemala es testimonio de la vitalidad cultural existente entre los varios grupos étnicos hoy en día. Así pues, el castellano fue impuesto desde que los españoles colonizaron la región en diciembre de 1523, por lo que desde esa época representa el idioma propio del poder político y de las transacciones económicas. Para adaptarse y sobrevivir dentro de las corrientes complejas de la Nación, la organización social de cualquier comunidad requiere que por lo menos alguno de sus miembros logre comunicarse en ese idioma.
Por lo demás, los Acuerdos de Paz firmados hacia diciembre de 1996 incorporaron la traducción de documentos oficiales y materiales de voto a varios idiomas indígenas y demandaron la provisión de intérpretes en casos legales para los no hispanoparlantes. El acuerdo también demandó educación bilingüe, con lo cual es común para los guatemaltecos indígenas aprender entre dos y cinco de las otras lenguas nacionales.
CULTURA
Acrópolis del Norte, en el Templo de Tikal, uno de los mayores yacimientos arqueológicos y centros urbanos de la civilización maya precolombina.
El contraste entre el estilo de vida moderno de la ciudad de Guatemala, capital y centro de la vida cultural del país, y las costumbres y tradiciones de los descendientes del pueblo maya, dotan al país de una gran diversidad artística y cultural. De hecho, Guatemala conserva numerosos tesoros arqueológicos de esta civilización, y uno de los principales lo constituye el yacimiento arqueológico de Tikal, situado en la región de Petén, y que forma parte del Parque Nacional Tikal, declarado Patrimonio de la Humanidad por UNESCO en 1979. A ello hay que añadir la influencia española, que se manifiesta en la lengua, la religión, el arte y arquitectura. En Antigua Guatemala, la capital durante el período colonial, se conservan espléndidos edificios del barroco español, como su magnífica catedral.
Catedral de San José, ubicada en la ciudad de Antigua Guatemala.
Entre los artistas guatemaltecos con renombre internacional, destacan los escritores Enrique Gómez Carrillo, discípulo de Rubén Darío, además del poeta Luis Cardoza y Aragón, Mario Monteforte Toledo y Miguel Ángel Asturias, la figura más destacada de las letras guatemaltecas, ganador en 1967 del Premio Nobel de Literatura. Por su parte, los pintores Carlos Mérida, Alfredo Gálvez Suárez y Valentín Abascal se han inspirado en la herencia indígena del país. Un notable compositor guatemalteco es José Castañeda.
ARTESANÍAS
La artesanía de Guatemala es la expresión más genuina de sus habitantes originales y gran soporte del sustento de las comunidades de este país. Por supuesto, su importancia radica en su datación desde tiempos prehispánicos. Con la llegada de los españoles en 1818, las artesanías tradicionales mesoamericanas empezaron a incorporar las técnicas y diseños europeos, sin perder su carácter netamente indígena.
Manteniendo sus antiguas características de gran colorido y elaboración, las artesanías guatemaltecas son hoy el reflejo de la riqueza histórica y cultural del país. Dotadas de una vocación al tejido y bordado de colores, las comunidades mayas distribuidas por las montañas del país se dedican sin pausa a la producción de artesanías textiles que van desde sus tradicionales huipiles y cortes (paños rectangulares que usan como faldas), pasando por una variada diversidad de bolsos, morrales e insuperables tejidos en mostacillas, hasta mantas, colchas, mantelería, chales y bufandas. También se destaca su producción en máscaras, piedras y maderas talladas.
La variedad de artesanías es impresionante y se destaca en base a su muestra en los mercados artesanales, donde se exponen productos de varias comunidades. De hecho, la elaboración artesanal guatemalteca puede encontrarse prácticamente en todo el país, aunque se estima que el 90 % de ella proviene de las regiones Centro, Altiplano Occidental y las Verapaces, región esta última ubicada entre los departamentos de Alta y Baja Verapaz.
La artesanía guatemalteca es cada vez más reconocida a nivel mundial, ya que le ha proporcionado una buena aceptación en el mercado mundial. Con base en los diseños tradicionales, los guatemaltecos desarrollan nuevas líneas en sus productos, acordes a las tendencias en el mercado, lo que ha logrado aumentar la potencialidad de este sector.
MÚSICA
La música de Guatemala reúne en sí misma una amplia gama de estilos de distintas procedencias. Por ello, a través de las diferentes etapas históricas se manifiesta una riqueza musical y cultural de características propias y de validez universal. Así, la música tradicional guatemalteca tiene orígenes en la cultura maya, cuyos elementos fueron evolucionando hacia el siglo XVI para fusionarse con elementos españoles y afro-caribeños.
Un vivo ejemplo de ello lo constituye la marimba, que representa a las tres culturas que forman parte de la base cultural guatemalteca. Este instrumento de la familia de los xilófonos ha tenido un desarrollo notable a partir del modelo cultural original, con lo cual puede distinguirse la “marimba de arco”, un instrumento portátil con un teclado diatónico provisto de resonadores de jícara; la “marimba sencilla”, que ya es estacionaria, pues se halla apoyada sobre patas de madera y ocasionalmente provista de cajas de resonancia construidas de madera; y la “marimba doble o cromática”, que posee un teclado adicional con las notas equivalentes a las teclas negras del piano, con lo cual, al sumarse al teclado original diatónico, se logra reproducir la escala cromática de doce sonidos.
MÁXIMO REPRESENTANTE
Un personaje destacado dentro de la historia de Guatemala es la líder indígena Rigoberta Menchú, activista por los derechos humanos, embajadora de buena voluntad de la UNESCO y ganadora del Premio Nobel de la Paz en 1992 y el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional en 1998.
Rigoberta Menchú.
Su infancia y su juventud estuvieron marcadas por el sufrimiento de la pobreza, la discriminación racial y la violenta represión con la que las clases dominantes guatemaltecas trataban de contener las aspiraciones de justicia social del campesinado. Por ello, mientras sus hermanos optaban por unirse a la guerrilla, inició una campaña pacífica de denuncia del régimen guatemalteco y de la sistemática violación de los derechos humanos de que eran objeto los campesinos indígenas. Ella misma personificaba el sufrimiento de su pueblo con notable dignidad e inteligencia, añadiéndole la dimensión de denunciar la situación de la mujer indígena en Hispanoamérica.