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Ciclismo: el mundo sobre ruedas



Para el ser humano la bicicleta no solo fue un medio para recorrer el mundo de otra forma, sino un ejercicio saludable que también dio lugar a numerosas competencias. Este deporte, que es olímpico, constituye también una forma de descomprimir el paisaje urbano.

Sana, ecológica, sustentable y, además, económica, la bicicleta se alzó desde el siglo XIX como una alternativa de transporte en todo tipo de terreno. Pero además, dio origen a una de las disciplinas deportivas más populares de la actualidad y a feroces competencias que se juegan en todo terreno.

Un poco de historia

La historia del ciclismo está indefectiblemente conectada a la invención del transporte que nos permite su práctica, la bicicleta. No siempre la bicicleta fue como la conocemos en la actualidad, ni se realizó con el mismo material. En la antigüedad encontramos en el Antiguo Egipto y la Antigua China diseños que presentan semejanzas en su formato, contando con dos ruedas a las que conecta una barra. Otro precedente lo encontramos en el Codex Atlanticus de 1493, que se atribuye a Gian Giacomo Caprotti, un pupilo del genial Leonardo da Vinci.


Afiche de 1817 que ilustra el diseño de la draisiana.

Sin embargo, el invento más cercano a la bicicleta como la conocemos hoy en día es la draisiana, creada por el barón alemán Karl Christian Ludwig Drais von Sauerbronn. Este primer medio de transporte era un carro de dos ruedas que se encontraban una detrás de la otra, y un manubrio. Al sentarse uno sobre la montura que se ubicaba en la parte superior, se utilizaban los pies para desplazarse sobre el terreno como si se patinara, aprovechando el impulso del movimiento. Surgido en 1817, este invento tuvo aceptación y dio lugar a varios modelos de velocípedos que replicaron su éxito. Los pedales se incorporan en el 1839, una mejora del escocés Kirkpatrick Macmillan que luego se le atribuyó al también escocés Gavin Dalzell, debido a que Macmillan no había patentado su creación.


Modelo de bicicleta antigua que aún no contaba con la mejora de los pedales o las llantas.

Pero el lugar donde la bicicleta alcanzó mayor popularidad y difusión fue en Francia a mediados del siglo XIX, donde el herrero Pierre Michaux comenzó a trabajar en modelos de velocípedos a pedales que fueran más prácticos. Es así que se comenzó a desarrollar un modelo distinto al biciclo que se encontraba vigente en ese momento, por el de la bicicleta “segura” que es la base del modelo actual: las ruedas eran del mismo tamaño, los pies se encontraban al alcance del suelo, distribuyendo mucho mejor la potencia de los pedales gracias a la cadena. Esto permitía una marcha más liviana y agradable que la inestabilidad que ofrecía el biciclo. Hacia 1890, con la incorporación de un marco de diamante doble, neumáticos inflables, pedal con cadena y el mismo tamaño para las dos ruedas, se consagraba el modelo de bicicleta moderna que desplazaría definitivamente al biciclo.


Modelo de bicicleta Wanderer que data de finales del siglo XIX y comienzos del XX.

Si bien la primera competencia fue promocionada por Michaux en 1868, se trató de un evento aislado que tenía la finalidad de mostrar las capacidades de este medio de transporte. Ante esta demostración se abrieron algunos circuitos como el de Milán – Turín en 1876 (Italia), el de Lieja – Bastoña – Lieja en 1892 (Bélgica) y Paris – Roubaix en 1896 (Francia). Sin embargo, la prueba profesional más exigente y audaz fue el Tour de France, competencia que se inició en 1903 y continúa realizándose hasta nuestros días, recorriendo la geografía francesa en 6 etapas que cubren aproximadamente 1500 kilómetros. En el año 1896 se incorporaron varias pruebas de ciclismo a la primera edición de los Juegos Olímpicos en Atenas, manteniéndose vigente hasta nuestros días como una de las competencias más exigentes y prestigiosa.


El ciclista francés Octave Lapize, en una de las primeras ediciones del Tour de France en 1910.

El ciclismo y la salud

Antes de conocer en más detalle las numerosas posibilidades que nos ofrece el ciclismo, es bueno conocer los beneficios y perjuicios al practicarlo, así como la forma en que uno tiene que prepararse para andar en bicicleta.

Beneficios del ciclismo

  • Cuando se realizan salidas largas nos permitirá mejorar el tono muscular para poder resistir ejercicios prolongados, mientras que si nos manejamos en distancias cortas con un ritmo intensivo obtendremos mayor volumen muscular y potencia.
  • Al reforzarse las articulaciones con el movimiento se evita o retrasa la aparición de artrosis en zonas vulnerables como caderas o rodillas.
  • Gracias a que en el esfuerzo continuado de este ejercicio la tensión y el pulso se estabilizan, se disminuye la presión arterial entre quienes practican este deporte.
  • Su ejercitación reduce el colesterol negativo y aumenta el positivo, protegiendo los vasos sanguíneos.
  • Con el incremento en la actividad cardiocirculatoria aumenta la densidad de los capilares sanguíneos, permitiendo aprovechar mejor el oxígeno incorporado.
  • El consumo de oxígeno realizado durante el ejercicio nos permite aumentar nuestra capacidad pulmonar en la vida cotidiana.
  • Ayuda a equilibrar nuestro peso debido a que quemamos aproximadamente 600 calorías al realizarlo en una hora.
  • Al mantenerse una postura inclinada y extenderse la columna vertebral se disminuye la aparición de contracturas o hernias.
  • Durante este ejercicio se aumenta el calcio en los huesos, resultando efectivo contra la osteoporosis.

Consejos para la práctica del ciclismo

  • En primera instancia el consejo más importante, hay que utilizar siempre casco. Su uso reduce el riesgo de lesiones en la cabeza en un 85 %.
  • Al hacer un trayecto de larga distancia es imprescindible llevar una cantimplora o botella con agua para hidratarse.
  • Hacer distintos ejercicios de relajación y elongación antes de comenzar la actividad.
  • Si se van a hacer trayectos largos, luego de comer es conveniente esperar un plazo de una o dos horas para iniciar el pedaleo, debido a que es un ejercicio que no favorece la digestión.
  • A la hora de la elección del casco es ideal elegir uno que nos resulte liviano porque, de lo contrario, puede presentarse dolor en el cuello.
  • Es necesario ajustar a nuestro cuerpo el asiento, comprobando que la altura resulte cómoda y el manubrio no debe quedar por debajo del asiento.
  • Al iniciar los ejercicios es conveniente no sobre exigirse con rutinas cuya carga resulte demasiado pesada para el cuerpo. De lo contrario, es inevitable la aparición de calambres y otras molestias.
  • Recordar utilizar de noche las luces intermitentes para evitar accidentes en el tráfico.
  • Si se van a realizar ejercicios para cubrir grandes distancias, es conveniente utilizar un marco (o cuadro) liviano.

Lesiones más comunes al practicar ciclismo

  • Calambres: en el caso de que nos hayamos exigido demasiado en la práctica es común que surjan estas molestias, en particular en el gemelo o cuádriceps. Para evitarlos es importante aprender a controlar la cadencia del pedaleo mientras practicamos esta actividad.
  • Dolor de espalda: ocasionalmente también es común un dolor en la zona lumbar que se puede presentar a raíz de tirones musculares o por no abrigar bien esta zona. Una de las formas de evitar esto es saber ajustar bien el asiento y el manubrio a nuestro cuerpo y, para equilibrar el tono muscular, hacer abdominales para compensar la falta de su ejercitación al andar en bicicleta.
  • Dolor de nuca: al igual que con el dolor de espalda, es conveniente saber ajustar el manubrio y el asiento a nuestro cuerpo. Una forma de evitar que suceda esto, que en general se presenta como contracturas, es hacer una actividad de relajación como Yoga o Tai Chi Chuan.
  • Dolor de rodillas: al ser una de las partes más trabajadas en este ejercicio no es común que exista este tipo de dolencias, sin embargo, el esfuerzo excesivo y el frío pueden dar lugar a molestias en esta zona. En ese caso, al ajustar el asiento es conveniente que no se encuentre ni demasiado bajo ni demasiado alto y no sobrecargar el ejercicio las primeras veces que se salga a andar.
  • Dolores en manos y antebrazos: este tipo de dolencias son más comunes debido a que el esfuerzo de agarrar el manubrio exige un esfuerzo para el antebrazo. Lo más recomendable es saber ajustar la altura del manubrio para que no recaiga tanto peso y presión sobre los brazos al pedalear. Ocasionalmente es bueno levantarse y estirar los brazos, sobre todo cuando se cubren distancias largas.

Una bicicleta, muchos usos

Si bien el uso más común la tiene como un medio de transporte o competencia, la bicicleta no ha quedado limitada exclusivamente a esto. Aquí vemos las distintas formas en las que el ser humano practicó el ciclismo:

El ciclismo como utilidad

Cuando hablamos de este tipo de ciclismo nos referimos no solo al medio de transporte, sino a cuando se lo complementa con una actividad propia del espacio urbano. Entre los más comunes se encuentra el servicio postal, que a pesar de su antigüedad aún continúa vigente por su practicidad; instituciones como la salud o la policía también suelen usar la bicicleta, debido a que en casos de urgencia resulta más fácil transitar en lugares donde hay mucho tráfico; además se utilizan como vehículos de entrega a domicilio (delivery) y en algunos países sirven para distribuir y vender mercancía.


Por su practicidad, la bicicleta puede servir como puesto de venta y medio de transporte.

Ciclismo recreacional

Dentro del denominado ciclismo recreacional encontramos varias vertientes:

  • Cicloturismo: es una forma recreativa donde se viaja en bicicleta visitando cada uno de los lugares por los que se atraviesa. Así se combina una actividad que resulta deportiva y no competitiva debido al turismo implícito; suelen ser viajes largos que pueden llegar a extenderse por meses o años. En caso de viajes de larga distancia es conveniente llevar equipo para acampar y hacer un entrenamiento previo.
  • Salidas organizadas: consiste en salidas grupales organizadas por clubes de ciclistas; cuentan con un determinado itinerario que suele ser acordado previamente. A diferencia del cicloturismo, las distancias que se cubren suelen ser más cortas, llegando hasta los 200 km.
  • Montaña: el ciclismo de montaña se inicia en la década del setenta y su principal rasgo es que se efectúa en terrenos naturales accidentados, con cuestas empinadas y descensos veloces. Esta práctica puede ser de paseo o, en el caso de resultar competitiva, cuenta con varias especialidades entre las cuales las más conocidas son el “Cross country”, el “Downhill” y el “Maratón de montaña”.
  • Musical: por más extraño que suene, también hay intérpretes musicales que actúan sobre sus bicicletas. La Banda de Marcha y Ciclismo HHK de Haarlem, en Holanda, se caracteriza por realizar actos musicales a lo largo de varias ciudades europeas y ha obtenido gran popularidad por ello.

Los caminos del mundo

Habiendo recorrido los 5 continentes, 257 países y cubierto 593.625 kilómetros, el alemán Heinz Stucke ostenta el récord de haber cubierto la mayor distancia que un ser humano haya realizado en este medio de transporte. A través de su viaje a lo largo de 48 años, el alemán sufrió accidentes de tránsito, ataques de civiles y fuerzas militares, robos e incluso ataques por abejas (en Mozambique), pero continuó con su ruta sin ningún problema. Una prueba más de las posibilidades de la bici.

El ciclismo en la guerra

Si bien no es un medio de transporte preparado para la guerra, ha sido utilizado para realizar reconocimientos de campo y transportar soldados y provisiones a las zonas de combate. Entre los registros más importantes de este uso se encuentra la Segunda Guerra Anglo-Bóer (1899 – 1902), la Primera Guerra Mundial (1914 – 1918), algunas operaciones durante la Segunda Guerra Mundial (1939 – 1945) y la Guerra de Vietnam (1955 – 1975). Las últimas tropas en bicicleta fueron desbandadas en el año 2003, en Suiza.