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El Estado



¿Qué es el Estado? A primera vista, este es un concepto fundamental para todo estudio de ciencia política así como de derecho público y constitucional. El Estado tiene hoy una importancia contundente en toda la vida pública, y aun privada, de los ciudadanos, y es el eje alrededor del cual gira todo el complejo mundo de la política. Frente al concepto de Nación importa ahora afirmar que el Estado es una institución político-jurídica que reclama, con buen resultado, el poder supremo sobre un territorio y una población determinados.

TIPOS Y FORMAS DE ESTADO

Una primera clasificación de los Estados hace referencia a la centralización y descentralización del Poder, diferenciándose entre Estados unitarios y Estados de estructura compleja, siendo estos últimos, generalmente, las federaciones y las confederaciones, así como otros tipos intermedios.


El Kremlin de Moscú, Rusia es un conjunto de edificios que incluye cuatro palacios y cuatro catedrales, agrupados en el interior de un recinto delimitado por la Muralla del Kremlin. La palabra Kremlin es frecuentemente utilizada para referirse al gobierno de la Unión Soviética.

El Derecho Internacional da también otra clasificación de los Estados, según su capacidad de obrar en las relaciones internacionales:

  • Por un lado están los Estados con plena capacidad de obrar; es decir, que pueden ejercer todas sus capacidades como Estado soberano e independiente. En este caso se encuentran casi todos los Estados del Mundo.
  • Por otro lado se encuentran aquellos Estados con limitaciones en su capacidad de obrar por distintas cuestiones. Así, dentro de esta tipología se puede observar, a su vez, una segunda clasificación de éstos:
  • 1. Estados neutrales. Aquellos que se abstienen de participar en conflictos internacionales. Esta neutralidad se va adaptando en función a si posee neutralidad absoluta por disposición constitucional o si es una neutralidad impuesta por un tratado o una sanción internacional.

    2. Estados soberanos que renuncian a ejercer sus competencias internacionales. Son Estados dependientes en materias de relaciones internacionales. Suele ser el caso de Estados que dejan o ceden las relaciones internacionales a un tercer Estado, con el que mantiene buenas relaciones.

    3. Estados libres asociados. Son Estados independientes pero en el que un tercer Estado asume una parte de sus competencias exteriores como la defensa, la economía o la representación diplomática y consular.

    4. Estados bajo administración fiduciaria. Son una especie de Estado tutelado de una forma parecida a lo que serían los Estados bajo mandato, bajo protectorado. La Sociedad Internacional protege o asume la tutela de ese Estado como medida cautelar o transitoria en tiempos de crisis.

    5. Estados soberanos no reconocidos internacionalmente. Son Estados soberanos e independientes pero al no ser reconocidos por ningún otro, tienen muy limitada su capacidad de obrar. Puede no ser reconocido bien por una sanción internacional, bien por presiones de un tercer país, o simple desinterés.


Retrato de Nicolás Maquiavelo. Fue este diplomático y teórico político italiano quien introdujo la palabra Estado en su célebre obra El Príncipe usando el término de la lengua italiana “Stato”, evolución de la palabra “Status” del idioma latín.

CONCEPCIONES ACERCA DEL ESTADO

Actualmente, existen muchos manuales que catalogan las diversas definiciones que se dan acerca del Estado. Por ello, y en un intento por buscar un criterio más bien pedagógico, podemos agrupar las diversas definiciones de la siguiente manera:

1. Concepciones del Estado tributarios de un cierto idealismo y romanticismo:

  • Para el filósofo prusiano Immanuel Kant, el Estado puede ser considerado “una variedad de hombres bajo leyes jurídicas”. De acuerdo con su idealismo, Kant considera al Estado como un organismo teleológico, constituido por las mutuas relaciones que los individuos propenden a un mismo fin, dado por el interés que todos los miembros tienen por vivir en una comunidad ordenada bajo forma jurídica.

  • Retrato de Immanuel Kant, precursor del idealismo alemán y está considerado como uno de los pensadores más influyentes de la Europa moderna y de la filosofía universal.

  • Para Georg Wilhelm Friedrich Hegel, el Estado es “la realización de la idea moral objetiva”. Es el espíritu objetivado. De ahí que los hombres solo consigan su plenitud y su moralidad en el Estado. De hecho, según este filósofo alemán, el Estado es “la conciencia de un pueblo.
  • Para Hans Kelsen, jurista vienés, “el Estado no existe en el reino de la naturaleza, o sea, en el de las realizaciones físico-psíquicas, sino en el reino del espíritu”. El Estado, específicamente, no es más que un orden normativo de la conducta humana, un esquema interpretativo. El Estado es pura y llanamente un sistema normativo vigente. Es la personificación del orden jurídico.


Imagen de G. W. F. Hegel. Considerado el máximo representante de la cumbre del movimiento decimonónico alemán del idealismo filosófico y como un revolucionario de la Dialéctica, habría de tener un impacto profundo en el materialismo histórico de Karl Marx.

Según estas concepciones, la población y el territorio no demuestran sino la validez del ordenamiento jurídico en lo personal y en lo espacial. El poder político no añade al concepto de Estado sino la vigencia de ese orden jurídico. La soberanía no es sino la unidad del sistema jurídico. Las tres ramas del poder no son sino diversos grados de producción de normas. Es verdad que el Estado moderno tiene una muy importante dimensión jurídica, pero no menos importante es la realidad sociopolítica que crea y le da vida al Estado, realidad que es estructurada jurídicamente por el Derecho.

2. Otras concepciones de Estado son tributarias de cierto materialismo:

  • Hay autores que consideran al Estado como “el conjunto de los fenómenos sociales que se manifiestan en toda comunidad humana”. Hay, entre ellos, fenómenos de mando y obediencia, clases sociales antagónicas y un mundo de interrelaciones. Sobre esta concepción hay que observar que, si bien el Estado brota de la sociedad y descansa sobre ella, es un error identificar totalmente el Estado con la sociedad. Los elementos jurídicos son más importantes y más definitorios del Estado que los simples elementos sociológicos.
  • En este enunciado se destaca la concepción marxista. Marx critica la concepción idealista del Estado que tenía Hegel ya que considera que éste habría invertido las relaciones entre lo ideal y lo real, otorgándole al Estado (que en su concepción es lo racionalmente ideal) una posición predominante frente a la sociedad civil (que es lo real). Marx y Engels conciben al Estado, y asimismo a las demás manifestaciones de la sociedad civil como “algo inmanente de la realidad social; es decir, como resultado, de las condiciones económicas de la producción.” El Estado no se sitúa sobre la sociedad, sino dentro de ella, pues procede de las relaciones capitalistas de producción.


Según Karl Marx, “el Estado no es el reino de la razón, sino de la fuerza; no es el reino del bien común, sino del interés parcial; no tiene como fin el bienestar de todos, sino de los que detentan el poder; no es la salida del estado de naturaleza, sino su continuación bajo otra forma.”

En estas condiciones el Estado no es más que un instrumento de expresión de la clase dominante, el arma de combate contra los enemigos interiores (los trabajadores) y contra los enemigos exteriores (otros Estados). La sociedad civil no es otra cosa que el “verdadero hogar y escenario” de la lucha de clases, y por causa de esta lucha de clases se arma toda la maquinaria política del Estado, con su administración de los bienes y personas, y todo su aparato represivo. En la perspectiva marxista, por consiguiente, el Estado no es más que la superestructura de la dominación política ejercida por una clase privilegiada. Una vez que se suprima dicha dominación burguesa y capitalista, entonces desaparecerá también la necesidad de un Estado y de un poder coercitivo.

Aquí también aparece el anarquismo como concepción que considera conveniente la total desaparición de los Estados, en este sentido a favor del ejercicio soberano de la libertad individual a través de asociaciones y organizaciones libres. El anarquismo sostiene que el Estado es la estructura de poder que pretende tener el monopolio del uso de la fuerza sobre un territorio y su población, y que es reconocido como tal por los Estados vecinos. De hecho, los anarquistas reconocen al Estado como una institución represora en mantener un orden económico y de poder concreto vinculado al poder público.

3. Una última concepción de Estado, en cambio, busca optar por un realismo-dialéctico: En ella se define al Estado por un elemento positivista (real) y por un elemento normativo (ideal). Hay un ser del Estado y hay un deber-ser del Estado. Ambos polos ayudan a configurarlo en su especificidad.


Para Max Weber, reconocido historiador, politólogo y sociólogo alemán, “el Estado es la coacción legítima y específica; es la fuerza bruta legitimada que mantiene el monopolio de la violencia.”

CARACTERÍSTICAS DEL ESTADO

La diversidad de valoraciones obedece al hecho de que el Estado, como forma de organización del poder, tiene potestad para estructurar las relaciones entre seres humanos en su vertiente pública y, a veces, incluso en su vertiente privada. Existen, pues, múltiples interpretaciones y análisis sobre el Estado, pero también cierto acuerdo acerca de sus características básicas:

  • La territorialidad: Lo propio del Estado es ejercer poder sobre el territorio en el que se asienta y viven sus habitantes. Ningún otro poder puede ser mayor que el del Estado, y solo de forma voluntaria un Estado puede aceptar cumplir normas o acuerdos extraterritoriales. Por ejemplo, cuando España se somete a las normas de la Unión Europea.
  • El Estado obliga a las personas que viven dentro de un mismo territorio a respetar unos preceptos jurídicos en forma de deberes y derechos. Lo cual implica que todo Estado ha de poseer una Constitución o Carta Magna que, como marco jurídico, explicita lo que se espera de la ciudadanía, y a lo que ésta tiene derecho.
  • En las sociedades democráticas el poder del Estado procede de una clase dirigente cuya autoridad siempre emana de la soberanía popular que recae en las personas que integran la Nación. La Nación es, por tanto, el sujeto político en el que reside la soberanía constituyente de un Estado, aunque también este concepto hace referencia al conjunto de personas que poseen vínculos comunes, basados en las tradiciones de carácter histórico, lingüístico y cultural.
  • Para sobrevivir, el Estado necesita determinados medios de coacción. Solamente el Estado puede usar de forma legal la fuerza para obligar a hacer cosas (o impedir que se hagan); nunca los individuos por su propia iniciativa.

Conocidas estas características, tenemos ya una definición: el Estado es una forma de organización política que ejerce un poder permanente y soberano en un territorio dado y sobre los miembros de una determinada sociedad, apoyándose para ello en el uso legal de la fuerza, con la cual mantiene la estabilidad de las estructuras de cohesión públicas y comunitarias.