Como arahuacos, araguacos o arawak se conoce a varios pueblos aborígenes de América que a la llegada de los españoles en el siglo XV estaban asentados en las Antillas y la región que circunda al Caribe.
Provenían de los grupos migrantes que cruzaron el estrecho de Bering hace unos 25.000 años y desde allí marcharon durante miles de años hasta llegar a Centroamérica. Con el tiempo se dio el mismo nombre a las numerosas etnias que hablaban lenguas de la familia arawak, pueblos que por lo general han habitado o habitan una zona que va desde la Florida y las Antillas a Bolivia y Paraguay, pasando por Venezuela, Perú y Brasil, haciendo de esta familia lingüística aborigen la más extendida de Sudamérica. Pero como se ha dicho, no todos los pueblos que hablan o hablaban esta lengua son arahuacos.
Entre los pueblos arahuacos propiamente dichos se contaban los taínos, cuya población se asentaba en las Antillas Mayores y Bahamas; los nepoyas de Trinidad; y los iñeris, que habitaban las Antillas Menores hasta la llegada de los caribe. Hacia el sur se extendieron hasta el norte argentino, donde llegó una parcialidad conocida como chané.
LA LENGUA
En la familia lingüística se diferencian dos grupos, las lenguas arawakas septentrionales y las meridionales. Las últimas tienen una mayor complejidad en la morfología verbal, y se cree que esto se debe a que retuvieron en mayor grado ese aspecto del proto-arawak, el antecesor común. La clasificación interna de un grupo de lenguas, en ocasiones ofrece pistas sobre cómo se extendieron los grupos humanos que las hablaban y cuáles son los focos de difusión o regiones de origen de las diversas culturas asociadas.
CARACTERÍSTICAS FÍSICAS
Sus principales características físicas eran la talla mediana, piel oscura, rostro ovalado y nariz recta y aguileña. Los hombres se vestían con el guayuco y las mujeres con túnicas o batas y faldas o pampanillas. Ellos solían pintarse el rostro y lucir grandes adornos hechos en plumas para ceremonias especiales.
HISTORIA
Los pueblos arahuacos tuvieron una suerte dispar en su historia: mientras los taínos sufrieron la invasión de los caribes y hacia el sur los chané fueron sometidos por los avá, en el actual territorio de Venezuela los caquetíos llevaban, a la llegada de los españoles, una vida pacífica en el interior de la Amazonia sin enfrentamientos ni disputas territoriales.
Con la llegada de los españoles, la situación para estos pueblos en general se agravó. Tuvieron que soportar las enfermedades que traían los colonizadores, y un sistema de esclavización que los sometía a las peores condiciones de vida imaginables. Como resultado de las atrocidades la población prácticamente desapareció de la zona del Caribe, en tanto en otras regiones sufrió un fuerte proceso de mestizaje.
Encuentro de culturas
Cristóbal Colón creyó al conocerlos que sería fácil reducirlos, pero los arahuacos resistieron dignamente la invasión a sus tierras.
Los arahuacos fueron amistosos con la expedición de Cristóbal Colón porque eran un pueblo pacífico, lo que no significa que no hayan defendido su territorio con agresividad. Según las crónicas de viaje del navegante genovés, los aborígenes les obsequiaron loros y pelotas de algodón, lanzas y otros objetos, en tanto ellos les entregaron las campanas de los halcones y artesanías de cristal. Dice entonces textual: "De buen grado negociaron todo lo que ellos poseyeron... ellos no llevaban armas y no las conocen, ya que les mostré una espada, ellos la tomaron por el borde y se cortaron por la ignorancia.... Sus lanzas están hechas de madera. Con cincuenta hombres nosotros podríamos subyugarlos a todos y hacerles hacer lo que quisiéramos".
Pero el enfrentamiento era inevitable pues ya los arahuacos en su historia habían mostrado el espíritu de lucha frente a los caribe, a quienes frenaron en su expansión. Lamentablemente para los aborígenes el enfrentamiento con los europeos tuvo un resultado trágico.
Un tiempo mejor
Los sistemas ecológicos de las grandes islas brindaron, antes de la conquista española, condiciones óptimas para el desarrollo de los pueblos de la región. Cosechas generosas y abundancia de peces favorecieron el establecimiento de poblaciones con una sólida estructura política y social. La jefatura era hereditaria y se nutría de una casta que gobernaba a otras tres, cuyo nivel menor era el que formaban los esclavos. Pero en esta sociedad matrilineal en la que la sucesión se daba por línea materna, los conflictos eran mínimos.
En cuanto a los arahuacos de Sudamérica, el choque cultural con los europeos no fue tan trágico porque sus grupos eran más pequeños además de estar dispersos. Entre ellos la estructura social también era matrilineal, aunque menos compleja.
En general los que poblaban tierras continentales comerciaron durante los siglos XVII y XVIII con ingleses y holandeses y durante este tiempo evolucionaron hacia una agricultura de plantaciones.
Siglo XX
Dado los escasos beneficios que los arahuacos percibían de sus actividades tradicionales como la agricultura, la caza y la pesca, durante el siglo XX comenzaron a tomar trabajo como asalariados. Esto ha generado la incorporación a su cultura de elementos externos, sin embargo siguen sobresaliendo por las habilidades que los distinguen desde tiempos prehispánicos, como la que muestran en alfarería, tejidos, talla en madera y metales. Actualmente la población arahuaca en Guyana se calcula en 30.000 individuos, a estos se suman los habitantes de poblaciones menores en Surinam y Guyana Francesa, además de los grupos que se encuentran dispersos por Sudamérica. A este respecto se sabe que en la costa Caribe de Venezuela y Colombia habitan los Wayúu, cuya población es de más de 300.000 personas; en tanto que en los Llanos colombianos quedan tan solo 200 Achagua, en el Meta. Otros pueblos arahuacos perduran en los Andes peruanos y en la Amazonia en Brasil, Venezuela y Colombia, donde viven, por ejemplo, los Kurripako y los Yucuna.
ORGANIZACIÓN POLÍTICA
Organizaban las islas en grupos para su mejor administración; cada isla se dividía en provincias y éstas en distritos.
Tenían un orden jerárquico que aplicaban a las islas divididas previamente en grupos; a su vez cada isla se dividía en provincias que eran gobernadas por caciques. Estas provincias se dividían en distritos que eran comandados por un subjefe y cada pueblo gobernado por una especie de alcalde.
ELEMENTOS CULTURALES
La piedra
Utilizaron instrumentos de piedra tallada, de este modo hacían sus cuchillos, hachas, e incluso figuras humanas. Este manejo de la piedra también se hizo palpable en su arquitectura, ya que construían sus viviendas con altos muros, cercándolas.
El conuco
La yuca era fundamental en la dieta de los arahuacos.
La principal actividad de los taínos en las Antillas era la explotación de pequeñas parcelas dedicadas a la agricultura de subsistencia, en su idioma “conuco”. Allí plantaban una importante variedad de especies para asegurarse de que algo prendiera. Entre estos cultivos el que utilizaban fundamentalmente en su dieta era el de mandioca o “yuca”, que crecía fácilmente en el clima tropical. Para cuidar la tierra utilizaban un sistema de terrazas que evitaban la erosión acumulando gruesas capas de cultivos. A un costado construían escalinatas, acueductos y caminos que facilitaban la tarea agrícola y el transporte de los productos.
Las artesanías
Practicaban distintas artesanías a las que dedicaban una parte importante de su tiempo. Los taínos se ocupaban de actividades creativas como la cerámica, el tejido de cestas, el tejido de algodón, instrumentos de piedra y la escultura. Los hombres y mujeres pintaban sus cuerpos y llevaban joyería hecha de oro, piedra, hueso y cáscara. Ellos también tenían tiempo para participar en banquetes informales y bailes llamados "areytos". Bebían el alcohol hecho de grano fermentado y fumaban tabaco en cigarro.
Las creencias
Creían que los espíritus del bien y del mal, a quienes adoraban, podían habitar cuerpos humanos u objetos de la naturaleza. Para relacionarse con los espíritus y controlarlos, tenían sacerdotes o chamanes llamados bohíques. Rendían culto a los muertos a quienes colocaban en bóvedas de piedra cubiertas de lajas.
EL BATÚ-FÚTBOL
Los taínos practicaban un juego en un campo rectangular delimitado por rocas al que llamaban batú. Se enfrentaban dos equipos que debían mantener en el aire una bola empleando todo el cuerpo menos las manos. La bola estaba hecha con raíces y hierbas amasadas hasta lograr una masa redondeada similar a la goma. Cada vez que tocaba el suelo se anotaba un tanto en contra del equipo al que le tocaba jugarla.
LOS CLÁSICOS RIVALES
Hasta la llegada de los españoles el principal enemigo de los taínos eran los caribes, etnia de guerreros agresivos. En las islas habitaban también los siboneyes, un pueblo dócil que posiblemente haya sido original del lugar. Ante la ofensiva de los caribes los taínos les ofrecían protección a los siboneyes a cambio de trabajo manual en lo que representaba una especie de impuesto a las acciones de defensa.