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La cavidad craneana protege al cerebro; por eso, los médicos deben utilizar un escáner para observarlo.
MÉDULA ESPINAL

Es una masa cilíndrica de tejido nervioso, localizada en el canal vertebral, que mide aproximadamente 45 cm de longitud en un adulto. Está constituida por una sustancia gris y otra blanca que adoptan una distribución bastante regular. La sustancia blanca tiene la función de transportar la información nerviosa, mientras que la gris es la responsable de elaborar las respuestas adecuadas a los diferentes estímulos, además puede almacenar información.
Existen varios tipos de articulaciones pero todas tienen los siguientes componentes:

Superficie articular: zona de contacto entre los huesos.

Cartílago articular: tejido que recubre la superficie articular.

Ligamentos articulares: conjunto de fibras que unen un hueso con otro, reforzando la articulación.
Primeros auxilios: traumatismos

- Inmovilizar la zona afectada con férulas, vendas o pañuelos.- Si existe hemorragia, lo primero que debe hacerse es detenerla y luego inmovilizar.

- Las férulas deben sujetar la zona lesionada, así como la articulación superior e inferior más próximas.

- Aplicar compresas de hielo para disminuir el dolor y la hinchazón.

- Si la piel presenta ruptura, se deben tomar medidas para no infectar la zona: no respirar sobre la herida y de ser posible, enjuagar suavemente para retirar los detritos visibles y otros agentes contaminantes. No frotarla ni irrigarla con demasiada fuerza. Cubrir con apósitos estériles.

LO QUE NO SE DEBE HACER:

- Mover al accidentado sin haber inmovilizado la zona.

- Intentar poner el hueso en su lugar.

- Apretar las ligaduras excesivamente.

- Masajear el área.

El cuerpo en movimiento



Los sistemas del cuerpo humano funcionan simultáneamente para realizar las diversas actividades que diariamente efectúa el hombre. El organismo humano realiza movimientos voluntarios e involuntarios. Los primeros son los ejecutados de manera consciente, mientras que los segundos se realizan en forma automática, como los latidos cardíacos. Algunos movimientos involuntarios pueden ser controlados por un período de tiempo, por ejemplo, sostener la respiración bajo el agua.

Los sistemas del cuerpo humano se relacionan entre sí para desarrollar determinadas funciones. Para caminar, tomar un objeto o girar la cabeza, los sistemas óseo, articular y muscular trabajan en conjunto, conformando el sistema óseo-artro-muscular 1.

Sistema óseo: lo integran un conjunto de estructuras sólidas, llamadas huesos. Protege órganos vitales y también sirve como soporte de las partes blandas del organismo.

Sistema articular: está constituido por articulaciones, que son puntos de contacto entre los diversos huesos que forman el esqueleto.

Sistema muscular: está formado por el conjunto de músculos esqueléticos, cuya misión es el movimiento del cuerpo.

¿Quién coordina al sistema ósteo-artro-muscular para posibilitar la locomoción?

El sistema nervioso es quien coordina y regula las funciones del organismo, en el caso de la locomoción, dicho sistema es el responsable de la coordinación y la estimulación de los músculos para producir el movimiento. Este sistema es uno de los más complejos e importantes del organismo; tiene tres funciones básicas: la sensitiva, la integradora y la motora. La función sensitiva le permite reaccionar ante estímulos provenientes del interior del organismo (por ejemplo, el aumento de acidez en la sangre) como también del medio exterior (por ejemplo, un aroma). Esta información se analiza, se almacena y luego se decide la conducta a seguir; de este modo se cumple la función integradora. Por último, el organismo puede responder a los estímulos iniciando contracciones musculares o secreciones glandulares; debido a la función motora.

SISTEMA ÓSEO

El cuerpo humano se encuentra formado por diversos elementos blandos, como vasos sanguíneos, nervios y órganos. Por lo tanto, requiere de una estructura que lo mantenga erguido y le permita moverse. Esa estructura es el esqueleto, que está compuesto por 206 huesos rígidos y sólidos.

Los huesos se clasifican en tres tipos:

Huesos largos: permiten realizar movimientos amplios, la longitud predomina sobre el ancho. Ejemplo: los huesos de los brazos y las piernas.

Huesos cortos: tienen forma aproximadamente cúbica o cilíndrica, su ancho, espesor y longitud son casi iguales. Ejemplo: los huesos de la muñeca o las vértebras.

Huesos planos: son similares en largo y ancho, además poseen poco espesor. Sostienen las zonas del cuerpo con poca o ninguna movilidad y protegen órganos delicados. Son huesos planos, por ejemplo, los huesos del cráneo, el tórax y la pelvis.

Estructura del esqueleto

Se distinguen dos partes en el esqueleto: la axial, que comprende los huesos del cráneo, la columna vertebral, las costillas y el esternón; y la apendicular que la integran los huesos de los brazos y de las piernas.

Estructura de los huesos

El hueso es un material complejo y resistente que está compuesto por tejidos duros y blandos. El principal tejido duro es el óseo, compuesto por sustancias minerales como el calcio que le otorga firmeza. El interior de los huesos también es duro, pero tiene numerosos huecos (oquedades) en los que se encuentra la médula ósea (tejido esponjoso), que es la encargada de producir la mayoría de las células de la sangre.

Áreas del hueso:

Epífisis: cada uno de los extremos del hueso largo.

Metáfisis: zona intermedia de los huesos largos que está situada entre la zona central que se llama diáfisis y los extremos o epífisis.

Diáfisis: porción central o cuerpo de los huesos largos. Los principales huesos que poseen diáfisis son los huesos largos de las extremidades. En el ser humano tienen diáfisis el fémur y la tibia, entre otros.

Componentes:

Cartílago: tejido firme pero flexible, que cubre los extremos de los huesos en una articulación.

Hueso esponjoso: se encuentra dentro del hueso compacto y aunque no es tan duro como éste, tiene cierta resistencia.

Caña (hueso compacto): parte superficial lisa y muy dura del esqueleto.

Médula ósea: es una masa de diversos tejidos que ocupa el interior de la diáfisis y las oquedades del tejido óseo esponjoso. Hay una médula ósea roja y otra amarilla; la primera produce las células sanguíneas, y la segunda está formada por lípidos.

Periostio: es una membrana que recubre el exterior del hueso, contiene nervios y vasos sanguíneos que nutren al hueso.

Abertura: permite la entrada de vasos nutrientes.

Vasos nutrientes: conducen sustancias al interior del hueso para proporcionar nutrientes y permiten la salida de las células que se forman en él.

Funciones generales del hueso:



- Sostiene los tejidos circundantes.
- Protege órganos vitales y otros tejidos blandos del cuerpo.
- Ayuda al movimiento corporal dando inserción a músculos y proporcionando palancas.
- Fabrica las células sanguíneas: la medula ósea roja es la responsable de la producción de células sanguíneas, proceso conocido como hematopoyesis.
- Proporciona un área de almacenamiento para sales minerales, sobre todo calcio y fósforo, a fin de satisfacer las necesidades corporales.
- Almacena energía: la medula ósea amarilla almacena lípidos que son la base de reserva energética.

La importancia de la columna

La columna vertebral o espina dorsal da soporte estructural al tronco, proporciona puntos de unión para las costillas y músculos, y protege la médula espinal. Esta última función es muy importante dado que la médula espinal es la conexión principal entre el cerebro y el resto del cuerpo.

La columna está formada por 33 huesos llamados vértebras y, entre ellas, hay una especie de almohadilla de fibra y gelatina llamada disco vertebral; cada uno de éstos deja espacio a los nervios para ramificarse desde la espina dorsal hasta los puntos superficiales del cuerpo.

Debido a las múltiples y vitales funciones que cumple la columna es importante cuidarla, para eso se debe mantener una buena postura corporal y no sobre exigirla. Es nuestro sostén y una vez que empieza a sufrir deterioro, termina lesionándose. Otro factor que se debe considerar es el estrés, el cual tiene distintas manifestaciones y una de ellas es la contractura muscular.

Los problemas en la columna comenzaron hace millones de años cuando el hombre se incorporó y empezó a caminar en forma erecta. A partir de entonces la columna dejó de soportar el peso como una viga para transformarse en un pilar. Ahora, cada vez que nos paramos o sentamos la columna trabaja en contra de la gravedad para tolerar toda la estructura.

A grandes rasgos, se pueden considerar tres causas que generan dolencias sobre la columna:

- Patologías propias de la columna, es decir, enfermedades que actúan sobre la columna.

- Patologías producidas por las costumbres del paciente, por ejemplo, por su postura.

- Patologías producidas por traumatismo.

¡IMPORTANTE! ¿Cómo cuidar la columna?

  • Realizar ejercicio físico, como caminata, natación, stretching…
  • Evitar esfuerzos físicos excesivos.
  • Controlar el peso.
  • Consumir alimentos ricos en calcio.
  • Mantener buenas posturas.
  • · La columna no debe estar inclinada y se deben hacer cambios periódicos de posición.

    · Al levantar objetos pesados, no doblar la espalda sino las rodillas.

  • Procurar tener mobiliario cómodo.
  • · En caso de estar mucho tiempo sentado, elegir un asiento confortable, blando.

    · Cambiar el colchón cuando se ha deformado.

DATOS CURIOSOS

¿Cuál es el hueso más pequeño?

Se encuentra en el oído y se llama estribo. Mide entre 2,5 y 3 mm, pertenece a la cadena de huesecillos del oído medio, localizado en la caja del tímpano. Fue identificado por Giovanni Ingrassias (1510-1580), uno de los primeros expertos en huesos, es decir, osteólogo. Fue médico y enseñó anatomía en Nápoles y luego en Palermo, donde se ganó el premio del “Hipócrates siciliano” en honor del Padre de la Medicina.

¿Cuál es el hueso más largo?

Forma la pierna superior o muslo y se llama fémur. Se encuentra debajo del glúteo y detrás del cuádriceps. En la edad adulta llega a medir 46 centímetros en promedio, aunque independientemente de la edad o estatura, siempre es el hueso más largo del cuerpo humano.

Los bebés, ¿tienen más huesos?

Los bebés suelen tener más de 300 huesos al nacer, pero durante el crecimiento algunos de ellos se fusionan y se convierten en uno solo. El cráneo, el sacro, y los huesos de la cadera son algunos de los que se fusionan. Al alcanzar los 25 años, los huesos dejan de crecer y llegan al tamaño que por siempre se mantendrán. En la edad adulta solo se tienen 206 huesos.

¿Cuántas costillas tenemos?

Tenemos 24 costillas, se dividen en dos secciones de 12 costillas (izquierda y derecha) y a su vez estas se clasifican en verdaderas, falsas y flotantes.

  • Verdaderas (esternales): son las primeras 7 costillas contando de arriba a abajo. Se les dice “verdaderas” porque se unen directamente al esternón mediante su propio cartílago.
  • Falsas (Asternales): son las siguientes 3 costillas después de las esternales. Se les dice “falsas” porque se unen indirectamente al esternón, uniéndose primero al cartílago de otra costilla.
  • Flotantes: son las últimas 2 costillas después de las asternales. Se las llama así porque no están unidas al esternón.

¿CÓMO SE ENSAMBLAN LOS HUESOS ENTRE SÍ?

Se ensamblan mediante articulaciones, las mismas son estructuras que ponen en contacto dos o más huesos mediante tejidos flexibles, los cuales permiten que el esqueleto adopte distintas posturas. Las hay de distinto tipo según su función.

Articulaciones móviles: permiten gran variedad de movimientos debido a su complejidad. También se las conoce como articulaciones sinoviales, porque entre los huesos se dispone una bolsa sinovial que contiene un líquido que funciona como lubricante. Se pueden distinguir diferentes subtipos de articulaciones móviles, atendiendo al movimiento que permiten realizar:

- Artrodias (deslizamiento): se hallan en las articulaciones de la muñeca y el tobillo.

- Trocleares (flexión en un plano): se encuentran en el codo y la rodilla.

- Enartrosis (rotación): se encuentran en el hombro y la cadera.

Articulaciones semimóviles: permiten movimientos de poca amplitud. Un ejemplo claro es el de la columna vertebral, donde las vértebras están separadas por discos que confieren cierta movilidad; todo el conjunto de vértebras, discos y ligamentos permiten los movimientos de flexión, giro o extensión de la columna.

Articulaciones fijas: son las uniones de dos o más huesos que están encajados de modo tal que no hay posibilidad de movimiento. Se unen directamente entre sí mediante bordes con entrantes y salientes (dentados), formando una sutura. Una de las ubicaciones de estas articulaciones es en el cráneo.

Los ligamentos

Son bandas de tejido elástico que conectan los huesos entre sí, proporcionando estabilidad y resistencia a la articulación. Serían como los “controladores del movimiento”, para que no se sobrepasen los límites fisiológicos normales y, en consecuencia, se generen lesiones.

La flexibilidad de los mismos varía de una persona a otra; algunas los tienen más tensos y por lo tanto su movilidad es más limitada; otros, llegan a tener tanta flexibilidad y agilidad que pueden lesionarse ya que sus ligamentos no frenan el movimiento que puede causar daño.

Los contorsionistas



Son artistas capaces de adoptar posturas que resultan imposibles para la mayoría de las personas. Los movimientos consisten en doblar las articulaciones en sentido contrario o alargar el movimiento natural. Lo logran con ejercicio y disciplina.

LOS MÚSCULOS

En cada movimiento que haga el cuerpo humano, sea intencional o interno, intervienen los músculos, incluso cuando cerramos los ojos e imitamos a una estatua. Pues, nuestro corazón sigue latiendo gracias a la tarea que desempeña el músculo cardíaco, el cual se contrae involuntariamente para impulsar la sangre a todo el organismo. Y, por otro lado, existen músculos que intervienen en la digestión, un proceso que también se hace involuntariamente; en este caso, los músculos lisos amasan la comida en el tubo digestivo y recubren las paredes de otros conductos y bolsas, como las arterias o los pulmones. Por último, se distinguen los músculos esqueléticos, los cuales representan el 40 % del peso del cuerpo. Son los que nos permiten caminar, correr, sonreír, saltar, reírnos, parpadear y mucho más. Son responsables del movimiento voluntario y de la fuerza, junto con los huesos y articulaciones configurarán el aparato locomotor.

¿Cómo se unen los músculos a los huesos?

Los músculos esqueléticos cuentan con inserciones en los extremos que pueden ser de dos tipos: tendones o aponeurosis.

Tendones: son los que conectan los músculos con los huesos y transmiten la fuerza a todo el esqueleto. Son cilíndricos, de color blanco y consistencia fuerte. Están formados por fuertes fibras de tejido conjuntivo. No pueden contraerse ni relajarse.

Aponeurosis: es una variedad de tendón en forma de lámina aplanada. Se encuentran en los laterales de los músculos aplanados, principalmente en las regiones abdominal, lumbar, palmar, plantar y en algunos músculos de la cara.


Cuando los músculos trabajan consumen mucha energía; por eso, están recorridos por vasos sanguíneos que aportan oxígeno, glucosa y otras sustancias nutritivas. También se encargan de retirar los desechos.


Una tendinitis es la inflamación de un tendón. Produce dolor e inmoviliza la articulación próxima al tendón.

Dolor muscular

Los dolores musculares son comunes y pueden comprometer más de un músculo; incluso, pueden involucrar ligamentos, tendones, huesos y órganos. Generalmente están asociados al esfuerzo físico, el cual genera ácido láctico que se acumula en el músculo, pero también pueden ser signo de enfermedades que afectan a todo el cuerpo, como la gripe.

A este tipo de dolores no hay que restarles importancia; pues, no siempre se deben a esfuerzos físicos. Por este motivo se aconseja consultar al médico cuando: el dolor persiste por más de tres días, es intenso e inexplicable, se presentan signos de infección (hinchazón, enrojecimiento), se advierte circulación deficiente en el área donde se presentan los dolores, se observa algún tipo de erupción o cuando el dolor ha comenzado tras cambiar la dosis de un medicamento.

ENFERMEDADES DEL SISTEMA ÓSTEO-ARTRO-MUSCULAR

  • Artritis

Artritis significa inflamación de las articulaciones (artr = articulación, itis = inflamación), es un proceso inflamatorio que produce hinchazón y enrojecimiento de las articulaciones. Puede ser producto de más de cien enfermedades diferentes y afectar a personas de cualquier edad. Provoca dolor y rigidez pero existen diversos tratamientos para reducir el dolor y la discapacidad. En algunos casos, cuando la artritis es causada por una infección, la enfermedad se puede curar al detener la infección.

  • Artrosis

También llamada osteoartritis es una enfermedad producida por el degaste y el envejecimiento de las articulaciones. La enfermedad se desarrolla, en la mayoría de los casos, luego de los 50 años. Los síntomas más frecuentes son el dolor, que típicamente aumenta con el movimiento y mejora con el reposo, las deformaciones de las articulaciones y la limitación del movimiento articular.

  • Osteoporosis

Es una enfermedad en la cual los huesos se vuelven frágiles y más propensos a fracturarse debido a que el organismo ya no es capaz de producir suficiente hueso nuevo. Cabe recordar, que el hueso es un tejido vivo que es constantemente reemplazado por hueso nuevo. Esta enfermedad afecta tanto a hombres como mujeres, principalmente a medida que envejecen. Las causas pueden ser diversas, entre ellas: la falta de calcio, ciertas afecciones, estar postrado, tomar ciertos medicamentos, la disminución de los niveles de estrógenos en las mujeres durante la menopausia, etc.

  • Gota

Es una de las formas de artritis más dolorosas; esta enfermedad es producida por la acumulación de cristales microscópicos de ácido úrico en las articulaciones. Ataca principalmente a los hombres luego de los 30 años y ocurre, en muchas personas, en el dedo gordo del pie. A menudo, el ataque despierta a la persona cuando está durmiendo. El dedo está muy resentido, enrojecido, tibio e hinchado. Para tratar esta enfermedad es fundamental hacer reposo y seguir una dieta especial evitando las carnes rojas con el objetivo de reducir el nivel de ácido úrico en la sangre.

  • Escoliosis

La palabra escoliosis deriva del griego skoliosis, que significa "sinuoso" o "curvo". Es por definición la inclinación y rotación de los cuerpos vertebrales, una deformidad de la columna que altera la forma del cuerpo. El tipo más común es la escoliosis idiopática, o de origen desconocido, entre los niños de 10 a 12 años y al inicio de la adolescencia. Si es detectada en la niñez, el pronóstico es mejor. Por eso, se aconseja que anualmente todas las personas visiten al médico para realizar un chequeo de rutina.

TRAUMATISMOS

Son lesiones externas e internas producidas en el cuerpo humano por la acción de un agente externo violento (ejemplo: golpe, colisión).

  • Esguince

Es una lesión de los ligamentos que se encuentran alrededor de una articulación. La causa principal de esta lesión es el movimiento forzado de la articulación producto de un golpe o una caída. Las señales y los síntomas más comunes de un esguince son: dolor, hinchazón, contusión o moretón y movimiento o uso limitado de la articulación.

  • Luxaciones

Es una lesión de las articulaciones en la que los extremos de los huesos se descolocan. Ocurren cuando el ligamento es expuesto a una fuerza física violenta, como un golpe; la lesión puede ser total (luxación) o parcial (subluxación). Provoca dolores intensos e inflamación en las zonas afectadas. Las partes luxadas tienden a deformarse y son muy difíciles de mover una vez que resultan afectadas. A diferencia de lo que ocurre con los esguinces, los huesos separados no regresan a la posición inicial.

  • Fractura

Se define como la pérdida de continuidad normal de la sustancia ósea o cartilaginosa; en otras palabras, es la rotura de un hueso. Esta lesión genera dolor intenso, hinchazón, hematoma o sangrado, entumecimiento, hormigueo, limita el movimiento y, en algunos casos, puede haber ruptura de la piel.


Una fractura de pierna podría llevar dos o más meses para sanar según las características de la lesión.

LESIONES MUSCULARES

Cuando se genera una lesión parcial o total en la fibra muscular se considera que existe una lesión muscular, la cual se manifiesta con inflamación y dolor.

Estas lesiones son muy frecuentes en el mundo del deporte y, particularmente, en el fútbol. Pero también se pueden deber a causas neurológicas (accidente vascular cerebral con músculos espásticos o rígidos) o reumatológicas (como la fibromialgia).

Habitualmente mediante un examen clínico se suele diagnosticar el tipo de lesión, pero en el caso de las roturas musculares se necesita un estudio complementario para conocer el alcance de la lesión, mediante una resonancia magnética o una ecografía.

Tipo de lesiones:

Calambre: es una contracción muscular involuntaria, intensa y dolorosa de varios grupos de fibras. Causa molestia por un corto tiempo, suele aparecer al inicio de la práctica deportiva porque el músculo no está bien calentado, o al final de la misma, por fatiga y deshidratación.

Contractura: es un aumento en el tono de un grupo de fibras musculares, que al tacto se siente como un nudo. Suele aparecer de forma súbita y se mantiene varios días.

Distensión: corresponde a un sobre-estiramiento del músculo pero sin llegar a la rotura; es el famoso “tirón”. Causa dolor e inflamación.

Contusión: es un golpe en el músculo que causa un dolor difícil de determinar en un punto exacto. La zona se hincha y puede notarse la presencia de edema o moretón.

Rotura fibrilar (rotura parcial): es una rotura de un cierto número de fibras musculares que no afecta a todo el músculo, pero genera moretón. Para prevenir esta lesión hay que estirar correctamente, antes y después de la actividad física, y fortalecer por igual todos los músculos.

Rotura muscular (rotura total): se rompen fibras musculares que afectan a todo el músculo. La piel se pone roja y caliente, se advierte moretón rápidamente. Además el dolor es muy intenso. Dado que la ruptura es total, se puede apreciar un hundimiento en la zona afectada, a esto se le conoce como “signo del hachazo”. El tratamiento es operar para reparar el daño.

IMPLANTES BIÓNICOS

La medicina ha alcanzado instancias inimaginables y hoy es posible la sustitución de miembros por versiones mecánicas. Este tipo de implantes se llaman biónicos, porque en ellos se combina el sistema biológico con el electrónico; bajo este concepto es posible una prótesis activada por los nervios.

Gracias a esta nueva tecnología, las prótesis ya no son objetos inanimados sino que se integran al cuerpo de los pacientes permitiéndoles recuperar la visión, movilidad e incluso controlar los aparatos con la mente. Hacia fines de 2013 se implantó la primera mano biónica, que permitió recuperar la función de agarre y sensibilidad a un joven danés que perdió la parte inferior de su brazo en un accidente. La prótesis es un prototipo, por ello fue probada durante un mes, con excelentes resultados; aunque deben ajustarse varios parámetros aún para lograr que la mano biónica pueda ser comercializada.

La mano biónica ha sido desarrollada por Prensilia, una spin off de la Escuela Superior de Santa Ana, en Pisa (Italia), en colaboración con investigadores de Escuela Politécnica Federal de Lausana (Suiza).

1 Aparato y sistemas no son lo mismo.