Es un sector empresarial que se ocupa de comercializar diversas medicinas para el tratamiento y prevención de enfermedades. Hoy en día la farmacia es reconocida como una ciencia independiente que se encarga de la preparación, conservación, presentación y dispensación de los medicamentos.
Repaso por la historia
El hombre a lo largo de los años buscó remedios para combatir el dolor, para ello investigó y adquirió conocimientos sobre las bondades de los recursos naturales tales como las plantas y residuos de animales, entre otros. Asimismo procuró establecer las posibles causas de las enfermedades y, en un principio, se las atribuyó a los espíritus y divinidades.
De las grandes civilizaciones de la Antigüedad se destacaron las de Egipto, Mesopotamia y América precolombina (incas, mayas y aztecas) como las precursoras de la elaboración farmacéutica. Estas impulsaron el desarrollo tecnológico y el uso de la clínica aplicada a la farmacia.
Por su parte, las civilizaciones del extremo Oriente (India, China, Japón y Corea) tuvieron una visión diferente de las enfermedades, relacionándolas con el equilibrio natural, por eso desarrollaron herbarios. Estos eran libros de botánica en los que se enumeraban los productos naturales producidos a partir de plantas medicinales.
Antigua farmacia china.
En el período greco-romano el medicamento es reconocido como tal; en esa época se destacó Galeno, un médico griego del siglo II experto en preparar medicamentos. Se lo considera “el padre de la farmacia” ya que tipificó y clasificó los medicamentos. Cuando Roma venció a Grecia, no se crearon nuevas farmacias sino que se permitió que las escuelas griegas siguieran en funcionamiento. Otra obra destacada fue “Materia Médica” de Dioscórides, allí describió 600 vegetales; este libro luego se convertiría en el manual de boticarios y farmacéuticos.
Galeno.
En la época renacentista (s. XV – XVI) se evidenciaron ciertos avances; Paracelso, médico y alquimista suizo, renovó la terapéutica de Galeno. Por esos años se introdujeron remedios químicos y nació la ciencia moderna. Más adelante, en la época barroca (s. XVII - XVIII), se utilizó la tecnología química aplicada a la farmacia.
Durante los siglos XVIII (Siglo de las Luces) y XIX, la enfermedad fue definida como una problemática social y se comenzó a dar recomendaciones de higiene y prevención. En estos años se descubrió la primera vacuna, contra la viruela.
Ya en el siglo XX aparecieron las técnicas de asepsia y antisepsia; además se evidenciaron avances en el sector de la higiene pública y la síntesis de productos orgánicos.
Joseph Lister, médico y cirujano inglés, desarrolló mediante calor la práctica quirúrgica de la asepsia y la antisepsia, mejorando notablemente la situación postoperatoria de los pacientes.
En la actualidad, los medicamentos llegan a las farmacias por medio de almacenes de distribución y se elaboran en las industrias y no en las mismas farmacias como sucedía antiguamente. Estos medicamentos pasan un control de calidad y como muestra de ello llevan un sello del laboratorio correspondiente.
La industria
Las labores de investigación, desarrollo, elaboración y control de formas de dosificación de los medicamentos, actualmente la llevan a cabo las industrias farmacéuticas y biotecnológicas. Dentro de la industria, los farmacéuticos se desarrollan en algunas de las siguientes funciones: técnicos comerciales, jefes de marketing de productos, monitores de ensayos clínicos, farmacólogos, químicos farmacéuticos, bioquímicos, especialistas de registros farmacéuticos, fármaco-economía, información médica, asesores médicos, etc.
Por su parte, aquellos farmacéuticos que desarrollan su profesión en las farmacias se encargan de aconsejar al paciente en lo que se refiere a su medicación, y de asesorar a los médicos u otros profesionales sobre los medicamentos y su utilización (farmacia clínica y atención farmacéutica).
Antes de la Segunda Guerra Mundial se crearon varias compañías farmacéuticas. Por ejemplo, Allen & Hambury y Wellcome, de Londres; Merck, de Darmstadt (Alemania); y las empresas norteamericanas Parke Davis, Warner Lambert y Smithkline & French que fueron fundadas por farmacéuticos.
Por otro lado, con el auge de la industria química surgieron otras compañías, como Zeneca en el Reino Unido, Rhône-Poulenc en Francia, Bayer y Höchst en Alemania o Hoffmann-La Roche, Ciba-Geigy y Sandoz (estas dos últimas más tarde fusionadas para formar Novartis) en Suiza.
Por su parte, la belga Janssen, la norteamericana Squibb y la francesa Roussell fueron fundadas por profesionales de la Medicina.
Ciertas empresas del sector fabrican los productos químicos a gran escala y luego los preparan para su uso médico. De este modo se obtienen los fármacos dosificados, pastillas, cápsulas o sobres para administración oral, disoluciones para inyección, óvulos y supositorios.
A su vez, también hay compañías farmacéuticas que se dedican a las tareas de investigación y desarrollo con el objetivo de proveer a la sociedad de mejores y nuevos tratamientos. En esta tarea intervienen profesionales de diferentes áreas: biólogos, bioquímicos, químicos, ingenieros, microbiólogos, farmacéuticos, farmacólogos, médicos, físicos y veterinarios, entre otros.
Una gran parte de la producción farmacéutica se encuentra abocada a la fabricación de vacunas, la mayoría de ellas son inyectables aunque algunas se administran por vía oral, como la de Sabin contra la poliomielitis.
La propiedad intelectual
El Departamento de investigación y desarrollo es lo más importante en las industrias farmacéuticas, porque trabaja para satisfacer la demanda de nuevos medicamentos. Cuando consiguen la fórmula que cura una enfermedad, significa un gran avance para las compañías en el plano social y, a su vez, les permite generar nuevas utilidades. Con el objetivo de evitar la “competencia desleal”, las autoridades de la mayoría de los países establecieron leyes de propiedad intelectual. Así, se conceden patentes para los nuevos medicamentos, este título de propiedad avala al laboratorio para comerciar su fórmula durante un determinado tiempo, prohibiendo al resto de las compañías fabricarlo para competir. Al término de dicho período, la fórmula puede comenzar a ser fabricada por el resto de las compañías.
En los países con menos desarrollo, el mercado de los medicamentos genéricos se desarrolla a mayor velocidad. Estas compañías dedicadas a replicar fórmulas, lanzan al mercado medicamentos a un bajo costo. Esta situación representa una fuerte competencia para las empresas que antes disponían en forma exclusiva la producción de cierto medicamento y que incluso cuando la patente vencía seguían manteniendo el mismo ritmo de ventas gracias al previo posicionamiento del laboratorio.
Medicamentos revolucionarios
Opio
Adormidera, más conocida como planta del opio.
Es extraído de las cabezas verdes de la adormidera (Papaver somníferum). Se trata de una droga analgésica narcótica, que tuvo una utilización muy extendida en la terapéutica antigua. Tiene derivados naturales como son la morfina, codeína y pantopón; y los semi-sintéticos como la heroína, metopón y oximorfona.
Vacuna contra la viruela
Edward Jenner.
La vacuna contra la viruela fue desarrollada en 1798 por Edwar Jenner. La preparó con cepas del mismo virus presente en el ganado vacuno, que son menos agresivas. En 1885, los viajeros que partían de Montreal, ciudad asolada por una epidemia de viruela, eran inmunizados a bordo del tren.
Salvarsán
Paul Ehrlich.
El salvarsán es el nombre dado a una sustancia efectiva para la cura de la sífilis, fue descubierta por el bacteriólogo alemán Paul Ehrlich en 1910, quien fue distinguido con honores y galardones y celebrado en la prensa popular, haciéndose ganador del Premio Nobel de Medicina. A partir de 1944, el salvarsán fue destronado por un nuevo antibiótico, la penicilina, que demostró hasta la actualidad ser 100 % efectiva para el tratamiento y la curación de la sífilis en cualquiera de sus etapas clínicas, lo que no lograba el centenario salvarsán.
Insulina
La insulina es una hormona cuyo déficit provoca la diabetes mellitus y su exceso provoca hiperinsulinismo con hipoglucemia. Frederick Grant Banting, médico e investigador canadiense, fue quien descubrió junto a Charles Best esta hormona. En 1923 le fue otorgado el Premio Nobel de Fisiología y Medicina, compartido con John James Richard Macleod.
Penicilina
Alexander Fleming recibiendo el Premio Nobel de Medicina (1945).
En 1928, el bacteriólogo escosés Alexander Fleming descubrió la penicilina. Gracias a su hallazgo, todos los antibióticos a base de penicilina consiguieron salvar la vida de muchas personas en todo el mundo, es por ello que su uso se masificó.
Fleming descubrió la potencialidad de Penicillium notatum cuando observó que en una placa de cultivo desaparecía una colonia bacteriana de estafilococos y en su lugar aparecía una gran mancha del moho. Así, Fleming realizó sucesivas investigaciones sobre este hongo y finalmente determinó que el mismo tenía capacidad destructiva sobre las bacterias. En 1929 se dio a conocer la noticia en la revista The Journal, allí se publicó un artículo que hablaba de la acción antibacteriana de la penicilina, con especial referencia a su utilización en el aislamiento de la influenza tipo B.
Enovid
En 1960, un producto que revolucionó el mercado estadounidense fue la “píldora” anticonceptiva enovid. La píldora se basaba en una combinación estro-progestínica, la cual controlaba la producción de algunas hormonas femeninas hasta el punto de provocar en los ovarios una situación de “bloqueo”.
El Dr. Gregory Pincus, biólogo e investigador estadounidense, junto a Min Chueh Chang, biólogo reproductivo chino-estadounidense, fueron quienes confirmaron que la progesterona podía actuar como inhibidora de la ovulación.
Talidomida
La talidomida es un fármaco que fue comercializado entre los años 1958 y 1963. Fue un sedante para combatir la ansiedad, náuseas y vómitos de la mujer embarazada al mismo tiempo que contribuía a conciliar el sueño. Fue de venta libre y se distribuyó en 50 países con 80 nombres comerciales; a finales de los años cincuenta era el tercer fármaco más vendido del mundo.
El gran problema de la talidomida fue que producía malformaciones en el recién nacido, se calcula que aproximadamente 20.000 recién nacidos de todo el mundo sufrieron las consecuencias durante los 7 años que estuvo en el mercado el medicamento.
Reapareció en 1990 como tratamiento contra los efectos de la lepra y de otras enfermedades. Actualmente con el apoyo de la OMS (Organización Mundial de la Salud), en algunos países se utiliza para tratar la lepra.