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En el Polo Sur crece pasto, pero este es muy poco y aislado. Solo prospera en las regiones protegidas por los vientos, por eso se forman pequeñas áreas aisladas.
Flor de Loto
La lechuga de agua se reproduce rápidamente por estolones (brotes laterales que nacen en la base del tallo) y semillas las cuales son lanzadas al fondo y en un período de 10 a 12 días emergen convertidas en nuevas plantas.

Adaptaciones de las plantas



Hay plantas de diversos colores, tamaño y aspecto. Existe una gran diversidad de especies vegetales y muchas de ellas son capaces de colonizar los ambientes más adversos.

Encontramos plantas en el Polo Sur y Norte, también en la tundra, en la taiga, en el desierto y hasta en las aguas dulces y saladas. Son seres vivos que resisten y se adaptan a las diferentes condiciones gracias al desarrollo de estructuras que les permiten sobrevivir.

Como se puede observar, las plantas viven en ambientes muy diversos pero no todas las plantas pueden hacerlo en todos los ambientes. Esto es así porque las especies se definen por ciertas características que les permiten desarrollarse en determinado nicho ecológico (hábitat).

En otras palabras, la supervivencia de las plantas está determinada por los factores abióticos a los que se adaptan. Estos factores son los distintos componentes que determinan el espacio físico; dentro de los más importantes podemos encontrar: el agua, la temperatura, la luz y el suelo.

Características generales

Todas las plantas pertenecen al Reino Plantae y se caracterizan por:

* Poseer células eucariotas.

* Ser seres pluricelulares.

* Ser macroscópicas, es decir, verse a simple vista. Aunque algunas pueden ser muy pequeñas.

* Vivir fijas al sustrato.

* Fabricar su propio alimento.

SOBREVIVIR EN EL DESIERTO

Las plantas se encuentran con dos inconvenientes principales en el desierto: la falta de agua y el calor intenso. Habitualmente caen menos de diez pulgadas de lluvia al año y en algunos casos, no llueve durante años, motivo por el cual es escasa la vegetación. Sin embargo, hay algunas plantas que se han desarrollado de modo tal que pueden vivir en ese ambiente.

Raíces: la mayoría se prolongan en lo profundo o se extienden muchísimo para alcanzar hasta la última gota de agua posible, a tal punto que no permite el crecimiento de ninguna otra a su alrededor. También tienen la capacidad de dilatarse para almacenar agua. Otras, crecen cerca de la superficie de la tierra y cuando llueve, absorben el agua.

Espinas: son formaciones agudas que crean sombras pequeñas para proteger a la planta de los rayos del Sol; les sirven para no perder agua y también como método de defensa o protección ante los animales.

Hojas suculentas: utilizadas para almacenar agua.

Enrollamiento de hojas: tiene como finalidad reducir la transpiración. La mayoría son pequeñas o se desprenden con el mismo fin.

Estomas: orificios o poros de las plantas, localizados en el envés de sus hojas. Cuando el suelo está seco, las plantas cierran sus estomas durante todo el día para evitar la pérdida de agua.

Semillas: suelen tener una cubierta química que impide la germinación y les permite mantenerse en estado latente por muchos años. Solo cuando llegan a estar expuestas a una densa lluvia, el revestimiento se rompe y la planta germina en el desierto.


La Welwitschia mirabilis del desierto Namib tiene hojas largas que son capaces de atrapar el agua del rocío y la hacen correr hacia su raíz. Están en permanente crecimiento, como el cabello, pero cuando alcanzan cierta longitud se secan.

Los cactus



Son las famosas plantas suculentas. Se caracterizan por la presencia de púas y de tejido pulposo para conservar el agua en los tallos, hojas y raíces. Se encuentran principalmente en las regiones desérticas de América Central, sur de Estados Unidos y Sudamérica.


El saguaro es un cactus gigante que alcanza los 15 m de altura. Cuando llueve se hincha a tal punto que es capaz de retener una tonelada de agua que utiliza gradualmente hasta la próxima lluvia.

Los oasis

Los oasis son parajes donde se encuentran agua y vegetación en medio de un desierto. Allí es posible hallar pequeños poblados, como ocurre en el Sáhara. Además de dar cultivos a los pobladores cercanos, sirven para abastecer a los viajeros y caravanas.

El agua puede provenir de la lluvia o de la nieve de cerros y montañas. Esta corre a través de las rocas bajo tierra y finalmente se acumula en un lugar bajo del desierto formando un oasis. Otras veces, el oasis se forma cuando existe un arroyo o un río que atraviesa el desierto y las plantas crecen a lo largo de la masa de agua.

LA FLORA DE LAS REGIONES POLARES

El Polo Norte y el Sur de nuestro planeta son las regiones polares. Ambos puntos geográficos se caracterizan por estar cubiertos, casi completamente, de hielo. Esto es así porque la luz solar del verano no alcanza a derretir la masa de nieve que se acumula durante el invierno.

Las temperaturas extremas, los largos periodos de oscuridad y luz, y el paisaje severo y riguroso convierten a estas zonas en no aptas para el desarrollo de la vida humana. No obstante, son áreas que resultan de alto interés para los científicos, quienes encuentran debajo de la gruesa capa de hielo secretos sobre la Tierra y donde muchas plantas logran sobrevivir de manera asombrosa.

La mayoría de las plantas, para desarrollarse en estas regiones, cuentan con hojas cerosas que reducen la pérdida de agua. También, ciertas especies tienen hojas y tallos pilosos, que contribuyen a disminuir la pérdida de agua y calor. Algunas poseen pelos, que son necesarios para protegerse de los rayos ultravioleta. A su vez, hay plantas que tienen células especiales cuyo citoplasma no se solidifica con el frío.

Las diferencias entre los polos Norte y Sur se demuestran en las especies que habitan ambas latitudes. Mientras que en el Polo Norte, que goza de características ambientales menos duras, existe una gran diversidad de líquenes, musgos y plantas con flores; en el Antártico, por el contrario, solo existe una especie de gramínea (la Deschampsia antarctica) y una planta con flores (la Colobathus quitensis), junto con varios cientos de especies de líquenes y algunos musgos y plantas inferiores.


En el Polo Sur predominan los líquenes cuyos organismos están constituidos por un hongo y un alga, que suele ser unicelular, unidas simbióticamente.


Los musgos y líquenes son la forma más abundante de la vida vegetal en el Polo Norte y crecen principalmente en la parte inferior de las rocas que están protegidas de los elementos.


La mayoría de las plantas del Polo Norte se reproducen a través de la división de raíces bajo la superficie como consecuencia de los fuertes vientos y temperaturas frías.

VIVIR EN EL AGUA

A las plantas que habitan en medios acuáticos como lagos, estanques, charcos o ríos se les llama macrófitas o hidrófitas. Se las puede encontrar a distintas profundidades, algunas flotan en la superficie y tienen raíces con forma de cabellera que no fijan la planta, pero absorben los nutrientes y otras viven totalmente sumergidas, como la planta del género Elodea conocida por emitir burbujas de oxígeno durante la fotosíntesis.

Tallo: es flexible y tiene la ventaja de minimizar los daños generados por los movimientos repentinos. Además, no es necesario que sea rígido y proporcione apoyo a la planta, porque el medio acuático es más denso que el aire y funciona como soporte.

Aerénquima: es un tejido especializado que se desarrolla en las raíces, hojas o tallo. Facilita el transporte de oxígeno por toda la planta; sus células dejan grandes espacios intercelulares que permiten la conducción de los gases. Algunos insectos acuáticos disponen de apéndices especializados con los cuales pueden perforar el rodaje de la planta y obtener el oxígeno almacenado en el aerénquima.

Hojas emergentes: salen del agua y se asemejan a las plantas terrestres, tanto en su aspecto externo como interno.

Hojas flotantes: son grandes, lo que les permite aprovechar de mejor modo la luz solar disponible para hacer la fotosíntesis. Generalmente disponen de una cubierta cerosa que hace que el agua ruede de la hoja y previene el crecimiento de algas, las cuales pueden inhibir la fotosíntesis.

Hojas sumergidas: tienen muchos lóbulos, conocidos como lóbulos disecados, lo cual aumenta la relación de superficie a volumen de la hoja. Entonces, al tener hojas grandes, aprovechan de mejor modo la luz solar disponible para realizar la fotosíntesis. Esto es importante en las hojas sumergidas porque la intensidad de la luz entrante disminuye hacia la profundidad.


Las plantas o algas acuáticas filtran el agua removiendo algunos químicos, sirven como refugio para los peces recién nacidos (alevines) y son usadas como substrato por muchas especies de peces y crustáceos para fijar sus huevos.

¿VIVIR SOBRE OTRA PLANTA?

Las plantas epífitas son aquellas que viven sobre otras plantas. Pueden obtener los nutrientes de la atmósfera o de la planta sobre la que están. En este último caso, se las llama parásitas. Un ejemplo de plantas epífitas son las orquídeas y las plantas trepadoras.

Espinas: las poseen en el margen de la hoja para sujetarse.

Tallos: los hay de diversas características.

Con zarcillos: tallos transformados para enrollarse alrededor de un objeto, como es el caso de la vid.

Con espinas: su finalidad es sujetar la planta y defenderse contra el ataque de los herbívoros.

Volubles: tallos flexibles que se enroscan alrededor de otras plantas.

Con raíces adherentes: tallos que desarrollan raíces aéreas para sujetar la planta a otras superficies.

Con prolongaciones: les ayudan a adherirse a la pared u otras superficies.


La hiedra tiene raíces adherentes.