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El totalitarismo se impone empleando el terror policíaco.
Los regímenes democráticos se impusieron en América y Europa luego de años de luchas, entre otras cosas, por el sufragio universal.
Jorge R. Videla.

Regímenes políticos no democráticos



Los regímenes no democráticos se caracterizan por la ausencia de garantías para ejercer los derechos humanos y la presencia de grupos reducidos que manejan el poder con un pensamiento autoritario.

Se llama régimen político al conjunto de instituciones que regulan la manera de acceder al gobierno y la forma en que se ejerce el poder. Son reglas establecidas para el juego político del que participan gobernantes, ciudadanas y ciudadanos, así como los representantes de distintos sectores de la sociedad y los partidos políticos, entre otros actores.

Estas reglas pueden encontrarse escritas o tácitas. Entre las escritas están las constituciones y demás leyes del Estado, en cambio las tácitas son las que se mantienen en base a la costumbre o por la misma práctica política.

Aquí nos interesaremos por la diferencia entre los regímenes democráticos y los no democráticos o autoritarios. Los primeros son aquellos en los que la igualdad de derechos y la libertad para participar en la vida política y social se consideran valores insustituibles. Los otros, los no democráticos, tienen en común la ausencia de garantías constitucionales y el sometimiento a pequeños grupos de poder que actúan guiados por un pensamiento autoritario.

El autoritarismo es una ideología que se basa fundamentalmente en la desigualdad entre las personas; en la jerarquización de las sociedades y la exigencia de una obediencia incondicional y un orden establecido como bien superior.

Dictadura

Sus características principales son la concentración del poder y de las funciones de gobierno en una persona o un pequeño grupo (por lo general militares) por tiempo indeterminado, la ruptura de las reglas existentes hasta entonces y el no reconocimiento de límites jurídicos. Se sostiene por métodos represivos persiguiendo, encarcelando y matando a quienes consideran sus oponentes para conseguir que la población se mantenga alejada de la política y del espacio público. En América han predominado los dictadores militares.

Democracia oligárquica

Se da cuando entran en alianza el grupo social que detenta el poder económico y político (la elite oligárquica) y los poderes políticos locales con capacidad de obtener votos. En ese caso las autoridades de gobierno son elegidas mediante el voto, pero éste se restringe a un sector o se manipula mediante el fraude. En definitiva este sistema implica un enorme desprecio por el consenso y la participación popular se ve como una amenaza al orden. Ha sido muy común en sociedades de base agraria-minera que tienen valores tradicionales y religiosos muy arraigados.

Totalitarismo

Su característica es la existencia de una ideología oficial que es impuesta a la sociedad por un partido político único. Su poder se centra en una fuerte comunión entre Estado y sociedad provocando la invasión de la política en el espacio privado. Exige la adhesión incondicional de los miembros de la sociedad, objetivo para el que emplea el terror policíaco y el adoctrinamiento a través de la propaganda, los medios y la educación.

Autoritarismo en América Latina

América Latina ha soportado en su historia una sucesión de regímenes autoritarios. Los regímenes democráticos se han visto interrumpidos repetidas veces por la irrupción de grupos que han tomado el poder por la fuerza, método denominado golpe de Estado. El poder se toma por la fuerza violando los mecanismos legales, generalmente por un sector del propio Estado con apoyo militar. Como resultado surge un gobierno de facto o "de hecho" en oposición al "de derecho".

Los regímenes autoritarios varían en su intensidad, yendo desde la restricción de algunos derechos, como el del voto o la libertad de expresión, hasta la violación sistemática de todos los derechos fundamentales y el genocidio planificado.

Los Estados liberales y el autoritarismo

El panorama político que se observa hoy en los países europeos y americanos, indica que predominan allí los regímenes democráticos. Este es el resultado de dos siglos de luchas para imponer, a partir de revoluciones liberales, gobiernos con separación de poderes, cargos electivos y derechos civiles para los ciudadanos. Pero la democracia política no se logró de un día para otro sino después de largas confrontaciones por el sufragio universal, que permite la participación en el acto eleccionario de sectores hasta entonces marginados como la clase trabajadora, la clase media y las mujeres. Esto sin contar la cantidad de situaciones en las que se erigían regímenes autoritarios tras la fachada de democráticos. Es decir, "democracias formales".

Las "democracias formales" se dieron a menudo durante el siglo XIX en América Latina. Los Estados nacionales fueron organizados por las clases dominantes -terratenientes, plantadores, mineros y comerciantes- mientras colocaban sus producciones en el mercado mundial asumiendo el rol para sus economías de exportadores de materias primas.

Estas situaciones se daban en países cuyas constituciones eran liberales y sostenían la libertad y la igualdad, pero mediante mecanismos formales e informales se imponían regímenes conservadores y autoritarios que coartaban la expresión de los sectores populares.

Un ejemplo en este sentido es el de Argentina hacia 1880, tiempo en el que se había consolidado un régimen oligárquico. Por un lado la población gozaba de sus derechos civiles, pero por otro no se le garantizaba la participación política. El Estado era gobernado por una oligarquía que se consideraba a sí misma capacitada para ordenar la sociedad y conseguir el progreso, monopolizando por tal motivo los cargos de gobierno y controlando la sucesión de los mismos como si se tratara de asuntos familiares, sirviéndose para tal fin del voto voluntario y cantado y del fraude electoral.

El régimen cayó cuando por fin se impuso la llamada Ley Sáenz Peña, ley que reconocía el voto universal masculino, secreto y obligatorio, aplicado por primera vez en las elecciones nacionales de 1916, dando lugar al comienzo de la democracia en el país, régimen que se mantendría hasta 1930.

Dictaduras latinoamericanas


La Doctrina de la Seguridad Nacional fue la excusa ideada por Estados Unidos para justificar la represión en América Latina.

La división del mundo después de la Segunda Guerra Mundial, entre Estados Unidos y sus aliados occidentales, y la Unión Soviética, originó como consecuencia lo que se llamó la Guerra Fría. En ese mundo bipolar y conflictivo, la inestabilidad política fue moneda corriente en los países no desarrollados, que conformaban por entonces el llamado "tercer mundo" y que sufrieron una sucesión de golpes de Estado y de regímenes autoritarios.

Las empresas multinacionales veían al sub-continente americano como un lugar propicio para sus inversiones pues allí podían conseguir una mayor rentabilidad como consecuencia de una mano de obra barata, la exención de cargas impositivas y la seguridad que se les daba para remitir ganancias al exterior. Pero todas estas facilidades encontraron en ocasiones la oposición de sectores que aspiraban a tener un desarrollo económico autónomo y una mejora en las condiciones de vida de la población. A la puja de intereses se sumaban los conflictos políticos internos, propios de cada país. Esto trajo como resultado en varios países la movilización de los sectores populares conformados por campesinos y obreros respaldados por estudiantes e intelectuales. En las décadas de 1960 y 1970 se formaron numerosos agrupamientos políticos, algunos de ellos con ramificaciones militares especializadas en guerra de guerrillas, que abrevaban en distintas corrientes de pensamiento, sobre todo de izquierda.

La reacción a la movilización popular fue la irrupción de dictaduras militares que tenían como objetivo desarticular las demandas sociales, terminar por la fuerza con los conflictos internos y detener el estado de movilización que existía. Se impuso entonces la llamada Doctrina de la Seguridad Nacional, que justificó el accionar coordinado de las fuerzas armadas de los países de la región. Esta doctrina identificaba como comunismo a cualquier movimiento que cuestionara el orden social. Esos movimientos eran vistos como enemigos internos que las Fuerzas Armadas tenían que eliminar. Los opositores eran negados como sujetos de derecho y podían ser sometidos a sangrientos métodos de represión. Esta doctrina fue ideada en Estados Unidos y difundida a través de la Escuela de las Américas, en Panamá, donde eran entrenados los militares latinoamericanos bajo la supervisión de agentes de la CIA1. De este modo, en nombre de la defensa nacional fueron atropellados los derechos humanos, y avasalladas las instituciones democráticas.

DICTADORES LATINOAMERICANOS DURANTE EL SIGLO XX

Augusto Pinochet Ugarte (Militar chileno, 1915-2006).

Los casi 17 años de dictadura militar presidida por el general Augusto Pinochet (1973-1990) marcarían uno de los períodos más traumáticos en la historia de Chile que, como sociedad, vivió dividida el sangriento golpe de Estado de 1973, la persecución de los considerados enemigos ideológicos, el intento del régimen de perpetuarse en el poder tras una fachada constitucional y las dos derrotas en las urnas frente a la oposición democrática. En 1990 Pinochet entregó la presidencia, pero continuó comandando el Ejército hasta 1998, cuando se convirtió en senador vitalicio. Comenzó entonces una tortuosa saga judicial iniciada en España y continuada en su propio país, que registró varios procesos de incriminación por las más graves violaciones de los Derechos Humanos y por corrupción económica. La ancianidad y una demencia dudosa fueron exitosamente argumentadas por los abogados del ex dictador, que no llegó a ser juzgado.

Jorge Rafael Videla (Militar argentino, 1925-2013).

Lideró la cúpula militar que derrocó a Isabel Perón el 24 de marzo de 1976 y se convirtió en Presidente de Argentina, gobernando con el respaldo de la llamada Junta Militar, la que conformaba junto al general Ramón Agosti y al almirante Eduardo Emilio Massera. Suspendió el Congreso y dejó el poder legislativo en una comisión de nueve hombres; suprimió el funcionamiento de las cortes, los partidos políticos y la unión de trabajadores. Cientos de personas fueron detenidas y miles "desaparecieron" en los años posteriores. Algunas fuentes estiman entre 15.000 y 30.000 el número de asesinatos. Se retiró en 1981 y fue sucedido por el General Roberto Viola. El 5 de julio de 2012, y tras un proceso que duró años, el juzgado federal 6 condenó a Jorge Rafael Videla, a 50 años de prisión por ser cómplice intelectual del robo de bebés nacidos en cautiverio. Murió en la cárcel.

Alfredo Stroessner (Militar paraguayo, 1912-1989)

En 1954 derrocó al presidente Federico Chávez Careaga en un golpe militar, asumiendo la presidencia tras unas elecciones en las que fue el único candidato. Controló el país con el apoyo del Partido Colorado y del Ejército, suprimió por la fuerza a la oposición y abolió la libertad de prensa. Fue derrocado en 1989 por un golpe militar dirigido por el general Andrés Rodríguez. Se asiló en Brasil donde murió.

Durante el Gobierno de Stroessner se calcula que cerca de 30.000 personas desaparecieron o fueron asesinadas en Paraguay. Fue condenado por asesinato y los tribunales paraguayos siguieron más de 30 procesos criminales por torturas, asesinatos y desapariciones ocurridos en la época.

1 - Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos.