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En un principio la pintura podía apreciarse en los muros pero pronto se manifestaría más frecuentemente en los vitrales y los códices.
El rosetón en las catedrales aporta belleza visual, no solo por sus magníficos detalles sino por la profusión de luz que ingresa y la luminosidad que brinda a los espacios oscuros.
Catedral de Ulm, Alemania.

El Arte Gótico



Hubo un tiempo en que el arte buscaba elevarse por sobre el mundanal ruido e ir al encuentro de Dios; nuestro mundo se pobló de catedrales, pinturas, esculturas e historias que aún habitan nuestros sueños y pesadillas. Disfrutemos a continuación del fascinante mundo del arte gótico.

El arte construye el mundo desde donde observa y, por lo tanto, pinta de cuerpo entero las características de una sociedad. Cuando la cosmovisión cambia, el arte va mutando hacia un nuevo estilo que termina por imponerse.

La causa del cambio desde la arquitectura romana hacia lo gótico comienza a gestarse a partir de la Alta Edad Media en la que aparece la burguesía. La vida urbana burguesa requería profusión de espacios por lo que el máximo esplendor del gótico coincidiría con el auge del comercio internacional. Las monarquías lograron centralizar el poder en centros urbanos: surgieron las villas y en ellas el campesino tomó contacto con el burgués quien le brindaría autonomía administrativa. Con ello se registró aumento demográfico y recuperación económica por lo que, sumado a la jurisdicción del rey y el impulso del comercio se reactivarían mercados, gremios, industrias y ferias. Fue un período dinámico desde el punto de vista socioeconómico, con intensos contactos con Oriente a través de las cruzadas y las rutas comerciales.


Las Cruzadas, gracias a los frecuentes contactos con Oriente, contribuirían al nacimiento de la nueva cosmovisión a través de las rutas comerciales que iban a surgir.

La cosmovisión se inclinaría no solo ante Dios sino también ante la naturaleza por lo que el arte se vuelve naturalista y, a su vez, con el surgimiento de la ciencia en esta etapa, aún imperaría Dios pero con dudas que antes no existían. Esto resulta en catedrales inacabadas, terminadas con las huellas de varios arquitectos en ellas. Dios se vuelve asequible y su rostro presenta emociones. Este redescubrimiento del hombre y la naturaleza es la antesala del Renacimiento. La teología y la filosofía coexisten merced a Santo Tomás de Aquino quien separa las aguas y dice que la primera se ocupa de Dios y la última de la naturaleza, la ciencia y el hombre. Esta época sería el comienzo de la hegemonía de las ciudades, el ascenso burgués y el humanismo en el arte: el gran cambio se daría en el Quattrocento italiano.


Santo Tomás de Aquino conciliaría la razón de fe con las ciencias, asignándole a estas últimas la tarea de ocuparse de la naturaleza y el hombre.

Origen y auge de un estilo

Desde el año 1140 y hasta finales del siglo XVI, fue el período en el que, según la zona de la que se trate, primaba el gótico. Hoy se tiene a este estilo como uno de los hitos artísticos en Europa; se lo puede apreciar en la arquitectura civil y religiosa, la escultura, los vitrales, la pintura, los manuscritos y las más diversas artes decorativas.
La élite del Renacimiento emplearía por primera vez el término gótico en sentido peyorativo para referirse al arte de la Edad Media, pues lo consideraban inferior y bárbaro comparado con el arte clásico; gótico deriva de "godo" (bárbaro).
El románico, el estilo que antecedió al gótico, era conocido por su oscuridad y recogimiento, en cambio el estilo gótico está saturado de luz, color, elevación, expresividad y naturalismo; aunque, como todo estilo, cuenta con variantes regionales.


Los vitrales son característicos de las construcciones góticas.

La escultura

Las figuras están dotadas de mayor expresividad, abandonando la deshumanización. Las imágenes se comunican entre sí expresando emociones hasta llegar al patetismo en el siglo XV. Con la escultura gótica reaparece el retrato. Existe cierta inclinación a lo satírico e incluso lo obsceno y se observa una progresiva liberación del marco arquitectónico. Adquiere importancia la escultura funeraria, donde el retrato tiene mayor realismo. En las obras que aluden a la virgen María y la crucifixión, se esculpe el amor maternal y el dolor humano; la iconografía adquiere importancia, pues las estatuas de las jambas de las fachadas no permanecen incomunicadas entre sí.


La imagen del Cristo crucificado resuma emotividad; un único clavo uniendo los pies es distintivo de la escultura gótica en este motivo.

El período protogótico se caracteriza por grandes composiciones, con escasos pliegues en los ropajes y de composición despejada creándose el tipo de rostro triangular, de mentón agudo, ojos rasgados y expresión sonriente que perduraría hasta mediados del siglo XIV.

Desde finales del siglo XIV y principios del siglo XV se alargan las figuras a las que se hace describir curvas y contracurvas cada vez más intensas. El periodo clásico tiende a la belleza ideal, a la ingenuidad y a la sencillez.

El periodo flamígero se caracteriza por la utilización de la curva y la contracurva como elemento decorativo. Con estas técnicas se consigue dar movimiento a las figuras, éstas se hacen más naturalistas, convirtiéndose los rostros en auténticos retratos. En este estilo despojado se difunde, a su vez, la escultura funeraria. En el relieve se introduce el paisaje hacia el siglo XV y sobre todo en los compartimentos de los retablos, el escenario se hace cada vez más profundo y en él se ordena el paisaje en escala decreciente en varios planos según las leyes de la perspectiva.


No solo se crean esculturas más expresivas, sino que varias componen una escena en la cual se relacionan entre sí.

La pintura

Es el arte que sufre más cambios en el gótico: pasa del muro a los vitrales y las miniaturas de los códices. La técnica más utilizada es la del temple y el óleo, de mayor colorido y acabado minucioso.

Existe una primera etapa llamada gótico lineal en el que se manifiesta una especial atracción hacia las líneas que definen los contornos. Sucede a éste el gótico italiano donde las escuelas de Siena y Florencia alcanzarían renombre. Los diferentes gremios compiten, lo que junto al desarrollo económico hacen que se despliegue y se incremente la pintura gótica. Desaparece la línea negra y se ve un avance sustancial pues conquistan con la técnica el estudio del espacio, las figuras en movimiento, la perspectiva lineal, la luz y la gradación de los colores.

La última etapa corresponde al gótico internacional, a finales del siglo XI. En este periodo las influencias italianas se funden con las francesas y flamencas, obteniendo muy buenos resultados.

Las catedrales


La presencia de gárgolas es uno de los detalles característicos de las catedrales góticas.

El arte gótico se reconoce por la primacía de la luz -reflejo de la divinidad- y la verticalidad. Su espíritu lo encarna la catedral, edificio urbano en el que se condensan todos sus elementos. Aquí predominan las plantas de cruz latina en las que se distingue la cabecera, el crucero y las naves, de tres a cinco. La cabecera tiene girola y capillas radiales y la nave central y el crucero son más anchos y altos que las laterales. Las capillas, los ábsides y las girolas dejan de ser semicirculares para hacerse poligonales.

Se utiliza un nuevo tipo de arco, apuntado u ojival. Gracias a su verticalidad, permite elevar la altura del edificio. Con estos tres elementos los arquitectos góticos revolucionaron la construcción logrando muros traslúcidos que se recubren con vitrales. Los rosetones son el marco privilegiado de los vitrales de colores, cada uno de ellos posee un armazón de hierro y un emplomado. Al existir mayor espacio libre de piedra, los vitrales adquieren gran importancia. La fachada se revaloriza, en ella se colocan las torres y las puertas; la más difundida tiene forma de H. Está formada por dos torres cuadradas, rematadas con un elemento piramidal.


Arco ojival, otro de los detalles que aluden al estilo gótico.

Poseen tres niveles: la fachada de entrada, los ventanales y el rosetón. Las puertas de acceso al templo suelen colocarse en los brazos y pies de la cruz. Los tímpanos decorados distribuyen las figuras en zonas horizontales mientras las figuras de las arquivoltas se disponen en el sentido de la curva.

La forma apuntada de la fachada suele completarse con el gablete o moldura angular que la corona. Sobre la fachada encontramos el rosetón que aporta iluminación y cromatismo al interior del templo.

En el alzado de la catedral se distinguen tres partes: la arquería, el triforio y el claristorio o ventanales.

Además de las catedrales, otras construcciones que adquieren importancia son los edificios civiles. Se levantan ayuntamientos y lonjas, sin dejar de construirse castillos y fortificaciones militares.

Arquitectura gótica en Europa

Francia es la cuna del gótico. En la fase protogótica nos encontramos edificios cistercienses como la abadía de San Denis, y Notre-Dame de París. Ya en el período clásico destacan las catedrales reales, Reims, Amiens y Chartres. Y en el período manierista destaca la Santa Capilla de París y la Catedral de Rouen. A finales del siglo XV se ponen de moda las formas ascendentes y vértices enhiestos; es el gótico flamígero, el arte volcado a lo barroco intentando, agotado el estilo, encubrir los fundamentos arquitectónicos con ornamentación.


Catedral de Rouen, Francia


Catedral de Notre-Dame durante la noche, París, Francia.

En Inglaterra el gótico presenta tres etapas: el estilo primitivo, con la catedral de Canterbury, el estilo decorativo, con la catedral de York y el estilo perpendicular, con la catedral de Westminster, entre otras.


Catedral de York, Inglaterra.

En Italia lo característico fue la arquitectura civil y podemos diferenciar un gótico más revolucionario. Hacen iglesias de derivación cisterciense, funcionales y severas, con techo de madera. En el siglo XV se embellecen y rejuvenecen estas iglesias con un toque renacentista. Los muros suelen ser de colores y presentar pinturas en la fachada; los exteriores se suelen recubrir con mármoles en franjas horizontales. Destacan el Ayuntamiento de Perusa, la Cartuja de Pavía y el Palacio Ducal Casa del Oro en Venecia.

En España el gótico tiene dos ámbitos fundamentales, el camino de Santiago y las ciudades comerciales de la Corona de Aragón. La escuela española destaca por las catedrales de León, Burgos, Toledo, Gerona, Barcelona o Sevilla. En su segunda etapa, en el siglo XII, las catedrales más importantes serían las de León, Burgos y Toledo: etapa del gótico pleno.


Interior de la catedral de León, España.

La tercera etapa ocurre en el siglo XIV. Se acaban las catedrales de Palma de Mallorca, Santa María del Mar (Barcelona) y Gerona. Son templos más austeros, la nave central es más ancha y las laterales son más altas.

En el siglo XV aparece el gótico flamígero, que en Castilla se denomina isabelino. En Castilla aparecen dos escuelas: la de Toledo y la de Burgos. En esta época la decoración se desborda, las plantas tienden a ser cuadradas de una sola nave y los soportes más delgados. El coro se desplaza a los pies y en alto. Destacamos las Lonjas de Palma de Mallorca y Valencia.

En Alemania perduran las formas románicas con elementos góticos mezclados, el estilo no alcanzaría la madurez hasta mediados del siglo XIII. Aquí se encuentra la famosa Catedral de Ulm.