La Amazonía es considerada una de las regiones más variadas del mundo en cuanto a flora y fauna respecta. Con una amplia extensión por América del Sur, cuenta tanto con una gran diversidad de formaciones geológicas que se extienden por todo el continente, como con un sinnúmero de especies únicas que se adaptan al ecosistema, generando una gran cantidad de hábitats que interactúan entre sí para dar paso a nuevos biotipos. Flora, fauna, suelos y relieve, entre otros elementos que podemos encontrar en esta región, la convierten en un manto verde de mitos y leyendas.
Bosque húmedo la Amazonía, río Amazonas.
La biodiversidad en la Amazonía es una de las características más significativas de la región, ya que alberga la cuarta parte de la diversidad del planeta en tan solo un 7 % de la superficie total de la Tierra. La Amazonía representa una tercera parte de la extensión territorial del continente sudamericano; para ser más específicos, se extiende por nueve países. Según datos oficiales, comprende el 75 % de la superficie de Bolivia y Perú, el 60 % del Brasil, el 45 % de Ecuador y finalmente el 36 % de Colombia. Además, la Amazonía no solo se extiende por los países mencionados anteriormente, sino que también abarca una pequeña parte de la Guyana Francesa, Guyana, Surinam y Venezuela (en ella se encuentra el Macizo Guayanés, fuente de estudio y diversidad geológica de las formaciones del relieve y los suelos).
Vista del Monte Roraima, Venezuela.
Es importante destacar las formaciones de sedimentos y relieve en esta región, debido a su particularidad y especial aspecto que incluye sedimentos holocenos (sedimentos formados a partir de las precipitaciones), que datan de 10.000 años atrás. A estos los podemos encontrar particularmente en la zona sur de Brasil, debido a la cantidad de precipitaciones que se dan en la zona anualmente. Así, los sedimentos dejados por las precipitaciones hacen que los suelos sean húmedos, arcillosos y densos en su constitución. La región amazónica cuenta con los suelos más antiguos de las formaciones naturales en toda América del Sur, los cuales están ubicados en la zona de Guayana. Allí, los suelos arcillosos y las rocas constituidas durante el período precámbrico dominan el paisaje.
Zona de suelos arcillosos, Cañón Fortaleza, Sur de Brasil.
El mal uso de las regiones amazónicas ha contribuido de forma negativa a su deterioro, y en especial a la degradación progresiva de los ecosistemas que conforman la región. Esta degradación es originada, principalmente, por la deforestación masiva, causada por la producción agrícola permanente que con el paso del tiempo se hace mayor, aumentando así la magnitud de los daños.
Fauna, en río Pantanal, sur de Brasil.
La acción del hombre y la sociedad en general hacia esta región tiene como resultado una disminución acelerada de los ecosistemas que hacen vida en la Amazonía, bien sea por deforestación, métodos de producción que deterioran la calidad de vida de las especies y la modificación de las áreas de mayor convergencia natural y animal, ocasionando la extinción de las especies. Es necesario mencionar que existen más de 1.200 especies animales que conviven en la región, entre ellos, animales vertebrados, invertebrados, roedores, reptiles, peces y plantas que forman parte del bioma, sin contar las especies que están por descubrirse además de albergar una población no mayor a los 30 millones de personas que se valen de los servicios y recursos del bosque para subsistir.
Deforestación por acción del hombre y la producción agrícola.
El manto verde amazónico ofrece recursos naturales y es una fuente de desarrollo sostenible para muchas personas. Por ello es importante concientizar a la población sobre la preservación del bioma y sus bondades, con la finalidad de ejercer un manejo responsable sobre las áreas donde hay mayor explotación de recursos naturales. Esto es importante sobre todo para las comunidades que viven allí, ya que, como se mencionaba anteriormente, se valen de los recursos que provee el bosque amazónico.
Es importante hacer un uso racional y responsable de los recursos naturales para conservar el ecosistema.
Aspectos Geográficos
El clima de la Amazonía es de tipo lluvioso tropical. Grandes y amplios bosques húmedos predominan en casi toda la región. Además, es la cuenca hidrográfica más grande a nivel mundial: provee agua fundamentalmente desde el río Amazonas, el cual desemboca en el océano Atlántico, siendo esta la mayor red hidorgráfica que brinda este recurso esencial para la vida a gran parte de América del Sur. Grandes extensiones de altiplanos, macizos, relieves y ríos la conforman. Entre ellos se distinguen particularmente el escudo guayanés, que provee agua hacia el norte del Amazonas y es donde se encuentran mayor porcentaje de bosques, praderas y pantanos, el escudo o meseta hacia el sur y finalmente los Andes al oeste, donde predominan las altas cumbres.
Brasil es el país que tiene mayor porcentaje de superficie amazónica en su territorio.
Es de suma importancia mencionar que el bosque amazónico es veinte veces más extenso que la Unión Europea. Debido a su gran extensión, el bioma amazónico ayuda a preservar el equilibrio del clima global, en conjunto con el sistema fluvial que circunda por todo el bosque y que abastece, además, a unas 30 millones de personas que viven en la región. Dentro de los límites de estos bosques conviven 320 grupos indígenas, de los cuales 60 de ellos viven en aislamiento y sin contacto alguno con la civilización moderna. Estas comunidades se proveen del recurso natural más importante y esencial para la vida, el agua, por medio del río Amazonas, el cual se constituye como el río más grande del mundo en cuanto volumen y cantidad de agua vertida hacia el mar: el Amazonas, con un caudal de 219.000 metros cúbicos por segundo, representa una cuarta parte del total de las descargas fluviales a los océanos en el mundo.
La región posee una riqueza natural incalculable en cuanto a vida acuática y terrestre, que representa un 10 % de la biodiversidad a nivel mundial. De todos modos, a pesar de poseer una flora y una fauna endémica sumamente singular, muchas especies se encuentran en inminente peligro de extinción.
Vivienda a orillas del río Amazonas.
Acraea violae, especie de mariposa oriental “india”.
Debido a su gran importancia en cuanto a biodiversidad, organizaciones de protección ambiental a nivel mundial han creado una serie de cláusulas que estipulan las áreas y especies protegidas de la Amazonía, las cuales incluyen:
Algunos de estos parques albergan la mayor cantidad de especies en peligro de extinción en el mundo. A partir del año 1999 el descubrimiento de especies aumentó considerablemente. La importancia de proveer protección y seguridad radica en mantener esta abundante diversidad de especies, equilibrio y sanación del planeta.
El proceso de reproducción de las especies se lleva a cabo en base a los métodos de evolución y adaptación que presentan, teniendo como resultado formas, coloraciones y aspectos muy variados, en especial los invertebrados que poseen una particular métodos supervivencia como es el caso de la araña Avicularia geroldi, así denominada por su color azul con visos metálicos.
Especie invertebrada, tarántula negra de la selva amazónica peruana. Parque Nacional Madre de Dios.
a región amazónica, a pesar de ser extensa, diversa, y rica en recursos naturales y sublimes paisajes, no escapa a la destrucción que implica la intervención irresponsable del hombre y la mala explotación de los recursos naturales no renovables. Así, la necesidad de tierras para la producción agrícola y ganadera implica necesariamente la destrucción de bosques mediante la tala indiscriminada de árboles. En la mayoría de los países amazónicos la principal causa de la deforestación es la ganadería: el pasto amazónico es usado para la producción ganadera en un 84 %, mientras que Perú y Bolivia extraen frutas y legumbres, como la soja, de forma sostenida para el sustento de las comunidades locales a fines de incentivar la economía en la región. En este sentido, la economía juega un papel fundamental en la disminución de la calidad de vida en la región, debido a las implicaciones inmersas en ella. La incorporación de destacamentos de protección y consciencia del uso de los recursos naturales es sin duda una cuestión de fondo, las sociedades deben aprender a evitar la sobreexplotación de los recursos, a la vez que deben implementar un manejo responsable de los mismos. El Fondo Mundial para la Naturaleza, una de las organizaciones conservacionistas más importantes a nivel mundial, apunta a lo siguiente: “Un Bioma Amazónico ecológicamente saludable que mantenga sus contribuciones ambientales y culturales a las comunidades locales, a los países de la región y al mundo, dentro de un marco de equidad social, desarrollo económico inclusivo y responsabilidad global”.