Los cambios recientes en América Latina se disipan entre marcados movimientos sociales y populares cada vez más participativos y protagónicos, que denotan un escenario político nuevo con gobiernos de centro-izquierda bajo una fuerte presión de la sociedad civil y de movimientos de masas. Esta nueva corriente ideológica está modificando el escenario político en las diferentes regiones de América Latina y está iniciando un proceso histórico que posee elementos de gran influencia económica, política, cultural y social permanente, enfocadas en el mediano y largo plazo.
Las sociedades siempre han estado en la búsqueda del bienestar de sus comunidades, por ello la unión y la cooperación de las mismas da origen a nuevos modelos de organización y progreso general.
Un estudio más profundo de la actual coyuntura en la región solicita un análisis historiográfico, en capacidad de lograr un balance de la lucha de las fuerzas progresistas y cómo éstas han sido parte de la identidad política y social latinoamericana. Lucha progresista que tiene que ver con elementos claves de la organización social de las regiones, además de cómo las naciones son capaces de conducirse a sí mismas y tener una presencia cultural basada en una fuerza civilizatoria propia.
Los movimientos sociales nacen desde la necesidad social de los pueblos. A finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX el flujo de inmigrantes europeos en Latinoamérica aumentó considerablemente con el estallido de la Primera Guerra Mundial. Estos inmigrantes eran básicamente artesanos y pequeños comerciantes que tenían por principal destino de asentamiento las zonas urbanas. Fueron ellos quienes trajeron las primeras ideas (como el anarquismo, por ejemplo) que influenciaron los movimientos sociales en América Latina.
Ilustración de un trabajador soviético con la bandera roja, emblema del proletariado durante la Revolución en 1920.
Origen de los movimientos sociales y la lucha campesina
Con la permanencia de pobladores europeos en territorio americano se conformaron los primeros movimientos sociales en vista de la irrupción de la industrialización y el proletariado. La consolidación y posterior instauración de los movimientos anarquistas tuvo auge en América del Sur a partir de 1917 y 1919. Durante estos años se organizaron huelgas por el sindicato de trabajadores industriales que fortalecieron el movimiento obrero, siendo Brasil (1917) el primero en convocar una huelga masivamente, luego Argentina (1918) y finalmente se sumarían a la lucha Perú y México simultáneamente (1919), consolidando raíces en la Revolución Mexicana y la conformación de las revueltas sociales por toda América Central a fin de combatir la supresión por parte de empresarios norteamericanos a campesinos y nativos de la zona.
El origen de las movilizaciones sindicales es producto de las grandes industrias y la crisis social del siglo XVIII. Debido a la expansión de las manufacturas se creó un escenario conveniente para el surgimiento de los proletarios, fuerzas sindicales con la voluntad de proveer derechos salariales y sociales a los trabajadores.
La huelga del proletariado surge en base a las necesidades colectivas salariales.
El clima de lucha política constante favoreció a la huelga general del proletariado, aunque en varias oportunidades los movimientos revelaron que sus objetivos no eran del todo concretos y que solo querían la disolución absoluta del Estado y la corrupción que empezaba a hacerse notoria, sobre todo en las grandes industrias. Durante los primeros diez años de luchas, se lograron avances importantes en el ámbito sindical, siendo las más notorias las reivindicaciones laborales, la reducción de la jornada a ocho horas por día, los aumentos salariales, las mejoras en las condiciones de trabajo y las condiciones de salud de los obreros en vista del desplazamiento de las actividades campesinas para dar paso a las grandes industrias.
La agricultura sigue siendo en la actualidad la principal fuente de producción e ingresos para las comunidades rurales de México, Perú, Argentina, Chile, Guatemala y América Central.
Sin embargo durante la huelga de del 1919 en Perú, al igual que en otras zonas de la región, las luchas fueron reprimidas sin poder acumular fuerzas para responder ante la represión. Esto tuvo como resultado una respuesta autocrítica del movimiento anarquista que los conduciría a la lucha anti capitalista y nacionalista (bolchevismo, ideología nacida en la Revolución Rusa).
El Movimiento de Trabajadores Socialistas (MTS) durante el siglo XVIII
La influencia de los movimientos huelguistas estuvo asociada a las luchas pro cívicas en la Revolución Rusa, tanto por la Revolución bolchevique de 1917 como por los procesos revolucionarios y la fructífera huelga laboral de 1905. La postura bolchevique era a su vez, vista como una forma de maximalismo, que solo estuvo vigente desde 1919 hasta 1920. Desde entonces se hicieron más notables las diferencias entre los anarquistas y el bolchevismo, y las ideologías que se mantuvieron en pie se integraron para formar los partidos comunistas.
América del Sur, centro de los principales movimientos del proletariado latino, de gran relevancia a nivel internacional durante los años ‘90.
A finales de 1920 se inició la transición del anarquismo, con una versión maximalista que desapareció con la represión de las huelgas y dio paso a los movimientos socialistas latinoamericanos, forjados en la lucha del proletariado y los sindicatos. Durante los años 20 los partidos socialistas tuvieron una importante aceptación por toda Europa; sin embargo, los partidos socialdemócratas no tuvieron gran relevancia en América Latina, a excepción de Argentina que fue el único país latinoamericano en tener una representación en el encuentro socialista internacional de finales del año 20. El movimiento obrero creció aceleradamente en todo el continente, se incorporaron nuevos métodos de la doctrina marxista a las formas de proceder política y estratégicamente, especialmente en base al comando internacional comunista.
Billete con el retrato de Benito Juaréz, presidente de México desde 1858 hasta 1864.
Los jóvenes estudiantes y obreros desde entonces han sido los protagonistas de la lucha por los beneficios salariales y las mejoras en el sistema laboral. Desde la instauración del 1ero de mayo (Día del Trabajador a nivel internacional), los movimientos han evolucionado de forma gradual en el continente, en especial durante la década del 90. Las nuevas formas de gobierno y los modos de vida han destinado a las sociedades a buscar su propia identidad, sobre todo en el territorio latinoamericano.
La evolución de las actividades económicas rurales del campo a la industrialización.
Las primeras intervenciones de los MTS se hicieron sentir en Argentina, Uruguay y Chile debido a la influencia europea de la época, fundando sus partidos socialistas a principios del año 1933. Éstos permanecieron por más de 50 años y se fortalecieron en la década del ‘90.
Santiago de Chile, ciudad capital de Chile. Sede de uno de los grandes movimientos estudiantiles del siglo XXI (La Revolución de los pingüinos).
No obstante las diferencias fueron inmediatas, dividiéndose en varios partidos con el mismo fin pero con diferencias en sus estructuras de organización, algunos de ellos fueron: Partido Comunista, Partido Socialista, Partido Radical, Partido Conservador, Partido Demócrata Cristiano, entre otros que tuvieron mayor relevancia en Chile por la influencia eurocéntrica de la época, expandiéndose más tarde por todo el continente y generando una matriz de opinión diversa tanto en la zona norte, centro y sur de las regiones, en especial en México (1994) donde nació un movimiento participe de las luchas políticas en contra del gobierno.
San Cristóbal de las Casas, palacio de gobierno de la ciudad de Chiapas tomado por el EZLN el 1ero de enero de 1994.
El Neo Zapatismo en México
El movimiento neo zapatista nace en la ciudad de Chiapas debido a la creciente arremetida de los movimientos armados contra las comunidades de la región, a las terribles condiciones de vida en la que se veían inmersos los pueblos, y a los tratados comerciales y económicos que el Estado Mexicano consolidaba con Estados Unidos. El 1 de enero de 1994 se desencadenó así una masiva movilización de varios sectores de la sociedad mexicana, y se consolidó el movimiento ciudadano y popular que buscaba el cese las hostilidades contra los pueblos autóctonos.
¿SABÍAS QUE…?
Durante 1930 ya existía una explotación de campesinos asalariados directamente subordinados a empresas norteamericanas que los organizaban en las actividades exportadoras.
El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) surge así, de la mano del Subcomandante Marcos (vocero del movimiento), como una expresión de lucha para reivindicar a los pueblos de Chiapas y sus tierras. Se trata de neo zapatismo, ya que siguen el legado de Zapata, protagonista de la Revolución Mexicana, y las ideas del marxismo-leninismo, y ciertas vertientes anarquistas. Este bagaje ha dado origen a una nueva corriente de pensamiento contemporáneo.
El EZLN cobró relevancia internacional, ya que a través de sus comunicados se han hecho oír en los más recónditos rincones del mundo. En las famosas Declaraciones de la Selva Lacandona establecen sus pedidos de un “mundo nuevo”. Es en la primera de ellas, dirigida al Pueblo de México, donde explicitan que sus acciones se orientan a la "...lucha por trabajo, tierra, techo, alimentación, salud, educación, independencia, libertad, democracia, justicia y paz”. Agregan también que buscan “lograr el cumplimiento de estas demandas básicas de nuestro pueblo formando un gobierno de nuestro país libre y democrático."
La Revolución de los Pingüinos en Chile
La movilización estudiantil del 2006 corresponde a una serie de manifestaciones organizadas por movimientos estudiantiles de secundaria acontecidas en abril y junio del presente año. Dicha movilización es conocida informalmente como la Revolución Pingüina debido al uniforme utilizado por los estudiantes durante las manifestaciones dirigidas contra las medidas educativas impuestas por el Régimen Militar.
Se estima que en la lucha social participaron más de 100.000 estudiantes de más de cien instituciones educativas del país durante la concentración del 26 de mayo del 2006. Diversas matrices de opinión surgieron en torno a la lucha estudiantil, la más notoria fue la postura de las autoridades del senado y el Ministerio de Educación, quienes enfáticamente expresaron que no se llegaría a un acuerdo hasta que los actos vandálicos, las concentraciones violentas cesaran por completo.
Estas movilizaciones estuvieron marcadas por constantes reclamos planteados por los estudiantes, como la modificación de la LOCE (Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza) implementada por Pinochet. El derecho a la participación y la aplicación de nuevos modelos educativos fue otro de los aspectos tratados durante el debate estudiantil, y una nueva organización del sistema educativo chileno que permitiese el subsidio educativo a fin de evitar la privatización de la educación en todos los sectores sociales.
Sin embargo, ante la opinión mundial el movimiento fue visto tanto de manera negativa como positiva. Los actos vandálicos devinieron en una lucha civil social armada.
¿SABÍAS QUE…?
Durante los movimientos estudiantiles en Chile en 2006, se logró consolidar el proyecto de reforma a la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza, que fue enviado por la Presidenta Bachelet al Congreso Nacional el 10 de abril de 2007.