El arte pop es un movimiento artístico, considerado el último del arte moderno. Nació a mediados del siglo XX en Estados Unidos y el Reino Unido. Está inspirado en el consumo, la publicidad y los cómics, entre otras cosas.
El arte como lo conocemos suele ser una de las formas de representar el mundo y la belleza de formas tradicionales. Durante el siglo XX, numerosos artistas se dieron a la tarea de cambiar nuestra visión del mundo, el arte y la belleza.
A principios de la década de 1950, un grupo de artistas londinenses discutían ideas y compartían sus creaciones. Fue por esa época y en esa ciudad que se fundó el Independent Group, enfocado primeramente en la producción y difusión de arte de masas. El concepto de la cultura de masas en el arte como cultura válida de estudio académico y artístico fue uno de los debates que promovía el ingeniero Eduardo Paolozzi, quien fue la cara de este movimiento y, durante la vida del grupo, promovió exposiciones de arte donde mostraba objetos encontrados como muestra de la cultura de masas. En la primera reunión del grupo, Paolozzi dio un discurso utilizando una serie de collages llamada Bunk!, que incluía varios objetos populares de la cultura norteamericana como publicidad, personajes de cómics, portadas de revistas y otros materiales gráficos de producción masiva: era una especie de collage visual a partir de todos esos elementos. Luego de esa presentación, el grupo se siguió enfocando en la cultura popular de Estados Unidos. Presentaron por primera vez su arte en la exposición This is Tomorrow en la Whitechapel Art Gallery en 1956. En 1961, presentaron el pop art al público con obras de artistas como David Hockney, Derek Boshier, Allen Jones, R.B. Kitaj y Peter Phillips.
Los collages eran famosos dentro del Arte Pop.
Este grupo fue el primero en explorar la cultura de masas como objeto artístico; rechazaban el modernismo de la época, que buscaba ser único, reflexivo, subjetivo, espiritual. Los artistas que luego se conocerían como pop buscaban mucho más la visión del arte como un producto que debe representar la cultura de la mayoría, que debe ser comprendido fácilmente por el común de la población; un arte "dado al pueblo", como dirían algunos críticos de arte y sociólogos.
El referente ya no es la naturaleza
Los artistas pop procuraron alejarse del incomprensible mundo interior de los artistas impresionistas.
El arte durante la primera mitad del siglo XX estuvo sometido a cambios intelectuales y de forma. Los artistas se preocuparon por expresar el mundo interior del artista y de la libertad de esa expresión. El nacimiento del arte abstracto trajo consigo una serie de tratados, documentos y reflexiones acerca de la espiritualidad del arte.
Antes de ellos, los artistas precedentes e incluso los autores que los inspiraron tomaban como referente los elementos naturales para contar historias y recitar poemas con sus representaciones gráficas. Muchas veces el referente era la naturaleza, las formas aparentes y las concepciones sobre los objetos que vemos. En la pintura de esa época, el retrato de alguna señorita o de una cesta de frutas eran el centro de la percepción artística para los pintores y después, a finales del siglo XIX, empezaron a tomar en cuenta otros elementos diametralmente distintos para representar la idea de belleza que tenían. Luego, esa visión de la belleza cambió para pasar a ser una más interna, más subjetiva y, en el arte pop, se procuró darla al pueblo.
EL ARTE POP
El arte pop resultaba mucho más comprensible para la gente.
El término pop art, o arte pop en español, es acreditado al crítico británico Lawrence Alloway, que en 1958 se refirió así al arte popular en su ensayo The Arts and the Mass Media (Las Artes y los Medios Masivos). Sin embargo, el movimiento nació en Londres, Inglaterra, con una obra de Richard Hamilton llamada ¿Qué es lo que hace de los hogares de hoy en día tan diferentes, tan divertidos?, un collage considerado la primera obra del arte pop.
La gran presencia de la publicidad inspiró a los artistas Pop.
El arte pop estadounidense se inició luego de que estuviese establecido en el Reino Unido, a finales de la década de 1950. A pesar de las críticas, el arte pop supo escalar posiciones dentro de la esfera artística valiéndose de sofisticaciones muy propias del arte moderno. El arte pop estadounidense fue mucho más agresivo y provocador. Su uso de la ironía hizo que las obras se destacaran del resto por su crítica social de cara al público. En 1965, se realizó una importante exposición en el Centro de Arte de Milwaukee, llamada "El Pop Art y la Tradición Estadounidense". Destacaron artistas como Jasper Johns y Robert Rauschenberg como los precursores del movimiento, y otros como Roy Lichtenstein, Andy Warhol, Roy Rosenquist y Tom Wesselmann, entre muchos más.
La repetición de imágenes como forma artística.
Los temas tratados por los artistas del arte pop eran representados en lenguaje figurativo. El principal de ellos era la sociedad de consumo. Todo lo profano para el arte fue utilizado en el arte pop para emitir sus críticas y develar la posición de los pintores. El ejemplo más claro fue el estadounidense Andy Warhol, quien realizó las obras más icónicas del arte pop a partir de fotografías. Entre las más conocidas están el retrato de Marilyn Monroe, el de Elvis Presley y la lata de sopa Campbell's. Otro de los representantes más importantes fue el también estadounidense Roy Lichtenstein quien utilizó el cómic como materia prima estética de sus obras, representadas con mucho humor y color.
El pop art refleja el estado de ánimo de una época, caracterizada por una estabilización política y económica después de la Segunda Guerra Mundial, a partir de lo cual se generaron nuevos hábitos y conductas de consumo. El cambio de vida de la sociedad, el bombardeo de información por parte de los medios masivos de comunicación, la euforia por las nuevas tecnologías, la nueva cultura de consumo y el culto a las estrellas del momento fueron punto de partida para el desarrollo de un arte diferente, nuevo, que no es más que el reflejo del espíritu de una época. Es por estos factores que el nombre alude al "arte popular". Los objetos industriales, los carteles, los embalajes, el empleo de imágenes de la cultura popular, los cómics y el dinero son algunos de los elementos de los que se sirve, acompañados muchas veces de la ironía y combinándolos o separándolos de su contexto original. La investigación de esta corriente artística se realizó por el interés de conocer las causas y consecuencias de su aparición y expansión, así como también con el motivo de desarrollar el aspecto social del movimiento.
Este arte fue bien recibido por el público.
Los artistas pop
En lo que concierne a los máximos exponentes del movimiento pop, Andy Warhol, Roy Lichtenstein, Richard Hamilton, Jim Dine, Claes Oldenburg, George Segal, Jasper Johns y Robert Rauschenberg son solo algunos de los grandes artistas que resuenan como los más significativos e influyentes de este tipo de manifestaciones artísticas. El temperamento y personalidad de cada uno de ellos determinó el estilo de su obra. Por ejemplo, Dine y Warhol son dos de los exponentes que lideran la vanguardia pop. En el caso de Dine, hace un uso extenso del collage. En sus cuadros, dibujos, collages y esculturas combina diversas técnicas introduciendo textos y palabras escritas a mano, y coloca objetos cotidianos (como batas, manos, herramientas o corazones) en entornos indefinibles. Los objetos reflejan su propio estado de ánimo, sin dejar de mostrar su pasión por lo banal y su atracción por lo cotidiano, su deseo de hacer de la vida común que todos experimentan en las sociedades urbanas e industriales, algo digno de considerarse una pieza de arte. Se diferencia de otros artistas al apartarse de la frialdad y la impersonalidad del pop art al realizar obras en las cuales se advierte su pasión personal. Es, además, uno de los creadores de los happenings, que son obras de arte que tenían la forma de eventos o manifestaciones teatrales, ofreciendo un collage de sensaciones rodeando al espectador.
Los happenings eran la forma expresiva que Dine inspiró.
Warhol, en cambio, es más enigmático e innovador. Esencialmente, busca convertir el arte en un producto de masas. Sus primeras pinturas datan de 1960 y se inspiran en los motivos de la publicidad y el cómic. Le interesan los criterios de santidad y cualidad, tanto en las personas como en los artículos de la industria del consumo.
Warhol, quien es considerado a menudo el artista más pop, declaró alguna vez que pintaba de esa forma porque quería ser una máquina, y sentía que cualquier cosa que hiciera tenía que hacerlo como tal. En otras palabras, quería ser algo que hace: no pinturas, sino productos industriales. Quizás es por eso que su campo de acción va más allá de los límites de la pintura: hizo numerosas películas y dirigió entretenimientos en un club nocturno llamado Velvet Underground.
Roy Liechtenstein, representante del movimiento, empleaba en sus obras viñetas de cómics ampliadas, dejando ver los puntos de impresión. Característico es el uso del color: tonos planos, sin modulaciones, intensos. A su vez, muchas veces las formas representadas están descriptas por una línea dura invariable, conformando y delineando las siluetas, dándoles un estilo particular y preciso a los dibujos. Estas técnicas contribuyen a la fácil identificación del objeto representado, propio del lenguaje publicitario.
Las viñetas de los cómics son comunes de encontrar dentro del arte pop.
En este caso Lichtenstein, a diferencia de Warhol, se encuentra profundamente interesado en cuestiones de estilo, aunque ese interés muchas veces es expresado en una forma extremadamente paradójica e irónica. Su primer material, como el de Warhol, fueron las tiras cómicas, pero éstas eran tratadas de una forma diferente. El artista reproducía todos los elementos que encontraba en su material: los bordes negros, los puntos generados por la impresión barata (los cuales sobredimensionaba), aludiendo a que sus técnicas parecían ser comerciales pero no lo eran. Esto permitió al artista utilizar las mismas técnicas en temas totalmente diferentes, ya no conectados con las tiras cómicas pero traducidas en su lenguaje. Tal es el caso de la serie de "Pinceladas": utilizando la misma técnica que los cómics, logra versiones congeladas y minuciosas de las marcas que un pintor expresionista abstracto habría hecho con una pasada de pincel. "A los cómics les debo los elementos de mi estilo y no los temas", declaró el artista durante una entrevista.
También, Lichtenstein realizó versiones de obras de grandes artistas: Cézanne, Mondrian y Picasso. Por un lado, parece distanciar las pinturas que elige para copiar, para que pueda dársele una connotación racional, además de mostrar cómo una misma representación varía cuando las convenciones para realizarlas son alteradas. Los cuadros de Lichtenstein pretenden objetivar y desindividualizar emociones y actitudes. Su pintura resulta perfecta y detallada, minuciosa, queriendo lograr la desaparición de sus huellas (imprecisiones, cambios). Muestra los temas tal como lo haría un diseñador gráfico o dibujante de publicidad. El lenguaje visual utilizado, así como la disposición del texto y la imagen, son tomados directamente del penetrante lenguaje publicitario, de los envoltorios y los anuncios. Lichtenstein reelabora tipográficamente los textos y unifica los colores mediante la trama adicional de un fondo estructurado previamente. Pretende simplificar tanto la línea como el color: si algo podría ser rojo, se vuelve rojo en su totalidad. De la misma manera que Warhol, Lichtenstein no se ancló solamente en la pintura sino que exploró otras formas artísticas como la escultura. Sus trabajos en tres dimensiones son en general más débiles y menos interesantes que sus cuadros, pero no dejan de poseer su particular estilo.
Al utilizar imágenes reconocibles, el trabajo del autor está hecho en el arte pop.
El arte pop de cara a la gente
El pop art no deja de ser una especie de espejo en la cual se ve reflejado el ánimo de una época muy particular, marcada por las nuevas tecnologías y los medios masivos de comunicación. Todos los artistas, con sus diferencias y similitudes, retratan objetos o situaciones de la vida diaria, a la cual el público reconoce fácilmente. En suma, éste fue el movimiento artístico de mayor cercanía con el pueblo en aquella parte del siglo XX, por reflejar sus ideas y mostrar elementos que ellos asimilaron y aceptaron por resultarles cotidianos. Y quizás a eso se debe la razón de su éxito: a pesar de que el público pudo haber interpretado mal las ironías y la crítica hacia ellos mismos, aceptaron con gusto esas llamativas y particulares obras.