¿SABÍAS QUE..?
El almirante Nelson no logró combatir en el día crucial, el 21 de octubre de 1805, ya que fue herido de muerte el 19 de octubre, por un marinero del bando enemigo.
¿SABÍAS QUE..?
La decisión de Pierre de Villenueve de dirigirse a Trafalgar el 19 de octubre, obedeció a una acción apresurada por rumores de que Napoleón lo iba a destituir.
Fue un conflicto bélico que ocurrió el 21 de octubre de 1805 entre la flota británica y la flota aliada franco-española. Esta batalla acontece en el marco de las guerras napoleónicas, que culminaría con el triunfo de Gran Bretaña marcando la decadencia militar franco-española. Es considerada la batalla naval más importante del siglo XIX.
CONTEXTO INTERNACIONAL DEL CONFLICTO
Napoleón perseguía el objetivo de invadir Gran Bretaña. Esta nación mantenía una coalición con Austria, Rusia, Nápoles y Suecia, para bloquear la influencia del mismo sobre Europa, razón por la cual ideó un plan que consistía en distraer a la flota británica a través de una invasión a las posesiones de Gran Bretaña ubicadas en el Caribe.
La invasión se desarrolló frente al cabo de Trafalgar (Cádiz, España). Debido a que España se encontraba a merced de Napoleón, el reino de España se vio obligado a apoyar económicamente con el pago de unos altos tributos al Imperio Napoleónico, y militarmente poniendo a disposición del emperador la armada real española para combatir a la flota británica. La batalla se desarrolló entre la flota británica comandada por el Almirante Horatio Nelson y la flota aliada franco-española comandada por el almirante Pierre de Villenueve.
ANTECEDENTES DEL CONFLICTO
Con la finalidad de que el almirante británico Horatio Nelson se dirigiera a la zona del Caribe para defender las posesiones británicas, las fuerzas napoleónicas comandadas por Pierre de Villenueve se unieron a las fuerzas de la flota naval española de tal forma que pusieran en marcha una maniobra marítima sobre las posesiones británicas caribeñas y así comenzar la operación militar sobre Gran Bretaña. Nelson llegaría al Caribe el 1 de junio de 1805, y la escuadra combinada franco-española, fijó rumbo a la costa atlántica francesa.
Frente a la costa norte de España, cerca del cabo de Finisterre, se desarrolló una batalla que tuvo lugar los días 22 y 23 de julio de 1805 entre el almirante Robert Cardel, perteneciente a la marina británica, y el vicealmirante Pierre de Villenueve comandando la coalición franco-española. La maniobra emprendida por Cardel hizo desistir a Villenueve de continuar hacia aguas del cantábrico, donde intuía que podía ser derrotado por la flota inglesa. Motivo por el cual, la escuadra que Napoleón esperaba para iniciar la invasión viró y tras unas reparaciones en la Coruña, se refugió en Cádiz. Esto obligó que Napoleón cambiara de estrategia y ordenó que bloquearan Nápoles, al tiempo que enviaba sustituto para Villenueve.
En teoría, las fuerzas combinadas franco-españolas estaban en superioridad numérica con 33 buques frente a los 27 buques de la flota Inglesa, pero en la práctica esto no representó una ventaja, ya que muchos de los tripulantes y navíos de la coalición franco-española, en particular la flota española, estaban en una situación deplorable. Sumando a esto, la epidemia de fiebre amarilla que había desprovisto de tripulantes a los navíos españoles, por lo cual los nuevos reclutas eran personas sin mayor preparación ni experiencia.
Los navíos españoles estaban desasistidos, por lo que muchos de sus capitanes pagaron de su bolsillo las reparaciones para dejar en condiciones a los barcos en batalla, y no quedar en vergüenza frente a los marineros franceses.
Por otro lado, la flota Inglesa estaba compuesta por marineros profesionales, la mayoría con experiencia en combate. A su vez, estaba comandada por el almirante Nelson, un militar con mucho prestigio en Europa, que batiéndose en batalla con daneses y franceses posicionó militarmente a Inglaterra en el Mediterráneo.
En la batalla de Trafalgar se puede apreciar una superioridad numérica de la armada franco-española, pero desprovista y mal atendida. Por el contrario, la armada real británica, aunque inferior en número, contaba con una flota y tripulación impecablemente atendidas y con excelentes provisiones.
Esto no afectó las estrategias militares de Villenueve, ya que a pesar de los consejos que le indicaban lo contrario, Villenueve ordenó a sus fuerzas partir de Cádiz (España) el 19 de octubre, encontrándose frente a frente con la flota Inglesa al amanecer del 21 de octubre de 1805, a pocas millas frente al cabo de Trafalgar.
Al amanecer del 21 de octubre de 1805, la flota franco-española, se encontraba frente al cabo de Trafalgar, donde comenzó a batirse en duelo con la escuadra Inglesa.
ACONTECIMIENTOS DEL CONFLICTO
La flota británica comandada por el almirante Horacio Nelson se encontraba a unas 50 millas al oeste de Cádiz. Manteniendo un sistema de provisiones ubicado en la base de Gibraltar, que le suministraba municiones militares y alimentos.
La estrategia de Nelson consistió en 2 columnas paralelas para atacar a la línea de batalla de Villenueve organizada perpendicularmente. El objetivo era que la coalición franco-española comandada por Villenueve se dividiera, para así poder atacar sus embarcaciones. Esta estrategia militar de Nelson era peligrosa por varias razones entre las que se puede contar las siguientes:
Sabiéndose en desventaja, Villenueve ordenó a su tripulación fijar rumbo con sentido Noreste hacia la línea de defensa costera de la ciudad de Cádiz, pero la falta de organización fue aprovechada por Nelson para atacar, capturar y destruir muchos de los barcos franco-españoles. Este accionar necesitó de laboriosas horas de trabajo que culminaron con la derrota franco-española, cuyos sobrevivientes se dirigieron hacia Cádiz.
Antiguo mapa que muestra la estrategia militar de Horacio Nelson: un ataque frontal y perpendicular contra el bando enemigo, que le permitió a Gran Bretaña obtener la victoria en la batalla naval de Trafalgar.
NAVÍOS DE LA COALICIÓN
ESPAÑA
Argonauta, Bahama, Monarca, Montañez, Neptuno, Príncipe de Asturias, Rayo, San Agustín, San Francisco de Asís, San Idelfonso, San Juan, Nepomuceno, San Justo, San Leandro, Santa Ana, Santísima Trinidad.
FRANCIA
Scipion, Intrépide, Formidable, Duguay-Trouin, Mont-Blanc, Héros, Bucentaure, Redoutable, Neptune, Indomptable, Fougueux, Pluton, Algésiras, Aigle, Argonaute, Achille, Berwick, Swift-Sure.
NAVÍOS DE GRAN BRETAÑA
Victory, Temeraire, Neptune, Leviathan, Britannia, Conqueror, Africa, Agamemnon, Ajax, Orion, Minotaur, Spartiate, Royal Sovereing, Belleisle, Mars, Tonnant, Bellerophon, Achilles, Colossus, Dreadnought, Polyphemus, Revenge, Swiftsure, Defiance, Thunderer, Defence, Prince.
NAVÍOS DE LA COALICIÓN | CANTIDAD |
Españoles | 15 |
Franceses | 18 |
Total de la coalición | 33 |
Navíos británicos | 27 |
El Buque HMS Victoria, buque insignia del poderío naval británico, participó activamente en la Batalla de Trafalgar.
CONSECUENCIAS DE LA BATALLA
Las pérdidas humanas fueron lamentables para la escuadra combinada, cuyo saldo final fue aproximadamente 3.200 muertos y 2.500 heridos. A ello se suman las incalculables pérdidas materiales, algunos de los más valiosos buques españoles y franceses fueron destruidos, sobre todo por ataque con artillería por la proa y popa, los puntos más débiles de las embarcaciones. Por otro lado, los británicos contabilizaron unos 400 muertos y la pérdida de algunos de sus buques menores. Aunque la muerte más significativa que tendría Gran Bretaña sería la de su Almirante Horatio Nelson, gravemente herido por un tirador de la flota combinada.
En la Batalla naval de Trafalgar fue herido de muerte Horatio Nelson, El Almirante, quien ideó la estrategia militar que dio la victoria al bando inglés el día 19 de octubre de 1805.
En lo que respecta a la situación política derivada del conflicto, se deja constancia de la supremacía naval que ostenta la armada británica y cuyo poderío e influencia militar perduró hasta bien entrado el siglo XX. Por otro lado, la destrucción de muchos de los buques españoles, desvanecería el sueño de España, de armar y modernizar su flota naval.
Muchos historiadores concuerdan que los daños y pérdidas ocasionados por la parte española contribuyeron a la derrota de España en las guerras de independencia hispanoamericanas, porque si bien es cierta la cantidad de buques perdidos por España en la batalla de Trafalgar no fue mayor a 7 embarcaciones, algunos de ellos eran los más representativos de España. A esto se suma la crisis económica que atravesaba el reino español, por los costos que implicó la guerra de Trafalgar y los conflictos internos que debían sostener en sus posesiones coloniales de ultramar desde comienzos del siglo XIX.
Esto último aunado a la gran cantidad de vidas humanas que se perdieron en la batalla de Trafalgar por parte de España y Francia, las vidas perdidas anteriormente por la epidemia de fiebre amarilla donde se calculan que murieron cerca de 60.000 personas, marcarían la decadencia del Imperio Francés. Napoleón vería frenadas sus aspiraciones imperialistas de dominación en territorio británico y, más aún, vería obstaculizado su avance hacia el norte de Europa. Los sucesivos conflictos franceses llevarían a la derrota definitiva de Napoleón años más tarde.