El viento es una masa de aire que circula en la atmósfera e influye en los fenómenos meteorológicos. ¿Se puede ver el viento? ¿Por qué lo siento pero no lo veo? Estas y otras preguntas son comunes, pero dichas interrogantes tienen respuestas sencillas y las veremos en el siguiente artículo.
El viento es una corriente de aire que circula por la geósfera con diferentes velocidades y distintas direcciones.
En la meteorología, los vientos estudiados son los que se desplazan horizontal o verticalmente. Estos fenómenos atmosféricos se denominan corrientes por convección.
El aire que compone los vientos está formado por gases atmosféricos, como nitrógeno principalmente, oxígeno, vapor de agua y argón, pero ¿qué es lo que hace que el viento no se vea pero se sienta? Pues es porque las partículas en estado gaseoso son tan pequeñas que no pueden observarse. Los vientos pueden formar moléculas, pero las mismas se encuentran muy separadas, permitiendo que el aire tenga una densidad baja y poca masa molecular, por ese motivo puede estar esparcido en toda la atmósfera.
¿POR QUÉ PODEMOS SENTIR AL VIENTO, PERO NO LO VEMOS?
Las partículas del aire son muy pequeñas y viajan muy separadas, por ello no las podemos ver pero las podemos sentir. Cuando hay viento, dichas partículas chocan contra nuestro cuerpo y en ocasiones pueden arrastrar elementos como agua, arena, hojas, bolsas, papeles y materiales con poca masa.
FORMACIÓN DE LOS VIENTOS
Los vientos están formados por masas de aire que circulan en la atmósfera y se originan debido a las diferentes temperaturas en las superficies de la Tierra. Esto se debe a que en el planeta hay zonas donde los rayos del Sol inciden con mayor intensidad, como la de la línea tropical ecuatorial que tiende a ser la porción más ancha del planeta. En estos sectores las masas de aire se calientan, aumentando considerablemente su temperatura. Hay zonas que también reciben rayos solares, pero la radiación no llega con tanta energía, como los círculos árticos polares, en el polo norte y el polo sur; allí, las masas de aire no se calientan tan considerablemente.
Los rayos solares inciden con distintas intensidades en las distintas zonas de la Tierra.
La incidencia de los rayos solares sobre la Tierra está relacionada con la dirección en la cual la radiación solar impacta en las diversas zonas del planeta. Puede ser de dos tipos: directa o difusa. La directa, es la que impacta con la misma dirección con que fue emitida desde el Sol. La difusa, en cambio, es aquella que sufre modificaciones debido a diversos factores, como puede ser la densidad de la atmósfera. El resultado de la suma de ambas es la denominada irradiación total incidente. Ésta permite el calentamiento de las masas de aire.
Cuando el aire caliente se mueve a zonas donde la temperatura es menor, le transfiere calor al aire que circunda la zona, elevando su temperatura. Del mismo modo, cuando el aire frío ingresa en una región cálida, absorbe calor, generando un descenso en la temperatura ambiental.
En altas temperaturas las masas de aire caliente ascienden.
Cuando el aire asciende desde la superficie de la Tierra, ésta no puede quedar sin aire y es ocupada por aire menos caliente, que proviene de zonas con bajas temperaturas, de esta manera se forman los vientos, que van circulando de un lugar a otro dependiendo de las temperaturas en las diferentes regiones del planeta.
EFECTO EN EL CLIMA
El viento es un elemento meteorológico ligado al cambio térmico de la Tierra, ya que gracias al Sol muchos fenómenos atmosféricos son posibles. Esta energía solar es la responsable del calentamiento de las masas de aire, ya que los rayos solares atraviesan la atmósfera causando que las mismas asciendan y se desplacen en forma de viento.
El aire calentado sube y puede desplazarse fácilmente hacia los polos, pero a medida que éste viaja, la Tierra también se mueve debido a la rotación en su eje, lo que permite que el viento no llegue con exactitud al destino previsto. Esto causa que se desvíe a la derecha en el hemisferio norte, si el viento se dirige hacia el polo norte, o que se desplace hacia la izquierda en el hemisferio sur, si se dirige hacia el polo sur. Este efecto se denomina Fuerza de Coriolis debido a su descubridor, el ingeniero y matemático Gaspard Coriolis, que describió el desplazamiento de un cuerpo dentro de otro en rotación.
El viento que se encuentra en los polos, al ser más pesado, desciende y viaja a las zonas calientes del ecuador. La Fuerza de Coriolis permite que se desplace al hemisferio norte (noroeste) o al hemisferio sur (sureste), luego que el aire frío se calienta, asciende y se repite el ciclo del viento.
Ilustración digital que muestra la dirección de los vientos globales.
HURACÁN SANDY-2012
Se formó debido a una baja presión, en el Mar Caribe, impactando sobre el sur de New Jersey, el día 29 de octubre del año 2012. Trajo consigo tormentas, fuertes vientos y otros fenómenos meteorológicos que afectaron a más de doce estados.
Los estados de New Jersey y New York fueron los más afectados, las inundaciones y daños en la infraestructura de dichas ciudades fue elevado, llegando a perder el servicio eléctrico ocho millones y medio de personas.
Los evacuados alcanzaron a una cantidad de 23.000 personas. Mientras que el número de sobrevivientes superó a 180.000. La asistencia pública ha otorgado ayuda económica y préstamos accesibles para que las personas que perdieron sus hogares puedan reconstruirlos o construir otros.
Vivienda destruida en New Yersey por el huracán Sandy.
DIFERENTES VIENTOS EN EL MUNDO EN DISTINTAS ÉPOCAS
Dependiendo de la época del año y la frecuencia en que se dan, los vientos se clasifican en 3 tipos:
Vientos regulares o planetarios: Son vientos que se dan en diferentes direcciones, en todo el planeta, durante el año. Se desplazan del oeste hacia el este, del norte al oeste, del sur al oeste, siendo repetitivos en la misma dirección.
Este tipo de vientos incluye a los vientos alisios, vientos contralisios y vientos polares.
Vientos alisios: Son vientos regulares que viajan constantemente en sentido noroeste y sureste sobre la línea ecuatorial. Éstos causan precipitaciones debido a la humedad elevada en los países subtropicales, ésta asciende y se condensa.
Vientos contralisios: Son vientos regulares que se forman en el hemisferio norte y en el hemisferio sur, específicamente en los trópicos de cáncer y trópico de capricornio, desplazándose hacia los polos. Al ser vientos calientes, chocan con los vientos fríos de las zonas árticas causando precipitaciones.
Vientos polares o circumpolares: Son vientos regulares que se dan en las zonas árticas (polo norte y polo sur), caracterizándose por tener bajas temperaturas, siendo muy fríos y viajando en sentido circular alrededor del polo, razón por la cual son llamados circumpolares. Actualmente estos vientos se ven alterados debido al calentamiento global que afecta gran parte de los glaciares.
Las zonas árticas presentan temperaturas muy bajas.
Vientos periódicos o continentales: Son vientos que se dan en cierta época del año y se originan de acuerdo a las diferentes temperaturas entre el mar y la tierra, típicos en épocas de verano e invierno. En el día, la tierra se calienta más rápido que el agua, el aire caliente de la superficie terrestre asciende de tal manera que el aire menos caliente que se encuentra sobre el mar trae una brisa fresca. En cambio en la noche ocurre lo contrario, la tierra se enfría más rápido que el agua y provoca una brisa que viaja hacia el mar.
En el cambio de estaciones varía la temperatura del aire atmosférico.
Este tipo de vientos incluyen a las brisas y los monzones.
Brisas: Son vientos periódicos de baja intensidad, cuya periodicidad es diaria. Pueden ser de mar y tierra o de valle y montaña, dependiendo de dónde se originen. Su ciclo es estacionario entre invierno y verano.
Monzones: Son vientos periódicos más fuertes que las brisas, por lo general se originan en regiones locales y en zonas costeras. Al igual que las brisas, se forman por el calentamiento de la superficie, siendo fríos en épocas de invierno y cálidos en verano, provocando precipitaciones.
Vientos irregulares o locales: Son vientos que se producen en regiones locales pequeñas no muy extensas y se forman debido a que la superficie terrestre o masa de agua causan un movimiento de aire determinado que ocasionan daños debido a su magnitud.
Este tipo de vientos incluyen a los tornados, ciclones o huracanes y trombas.
Vista satelital del Huracán Irene.
Ciclones, huracán o tifón: Son vientos irregulares fuertes en forma de espiral que recorren la superficie terrestre, con movimientos lentos y duraderos, pudiendo afectar ciertas regiones con lluvias y vientos de hasta 300 kilómetros por hora. En el Océano Índico se le llama tifón, mientras que en el Océano Atlántico, Océano Pacífico y el Mar Caribe es denominado huracán. Cuando ocurren en los hemisferios norte y sur, cerca de los polos, son llamados ciclones.
Trombas: Son vientos irregulares que ocurren en la hidrósfera, en océanos y lagos, se originan cuando el aire caliente asciende y se une al aire húmedo, formando un torbellino de gran magnitud que se extiende desde el mar hasta las nubes en un remolino acuático, también denominado tromba marina.
Tornados: Son vientos irregulares similares a las trombas, pero que ocurren en la superficie de la Tierra, con mayor magnitud que éstas, formando un torbellino que se extiende desde el suelo hasta las nubes. Esto sucede cuando chocan frentes de aire frío con aire cálido o de aire seco con húmedo. La velocidad de los tornados alcanza hasta 500 kilómetros por hora, cambiando de dirección y destruyendo lo que encuentran a su paso.