La superficie terrestre está compuesta por rocas, éstas a su vez pueden estar formadas por uno o, la mayoría de las veces, por varios minerales. Estos últimos son sólidos de origen natural, cuya estructura interna es ordenada.
Las rocas presentan generalmente diferentes minerales en su composición.
La Tierra se divide en corteza, manto y núcleo. Estas capas a su vez pueden subdividirse en otras.
Es importante conocer la estructura interna de la Tierra para comprender los procesos geológicos que dan origen a las rocas.
Las rocas
Son sustancias sólidas que se originan mediante diversos procesos fisicoquímicos generados en el interior del planeta o en la superficie de la corteza terrestre, se forman por la unión de elementos o sustancias puras (elementos químicos o compuestos) que dan lugar a la conformación de minerales.
Todas las rocas están compuestas por minerales.
Minerales
Imaginemos una casa recién construida. La casa está hecha de arena, cemento, agua, y bloques, que forman parte de la estructura. La casa sería como una roca, y los materiales que se usaron para formarla serían los minerales. Con esta analogía se describe la composición de una roca.
Composición
Los minerales que conforman las rocas pueden ser de dos tipos:
Minerales metálicos: Son elementos químicos inorgánicos con propiedades magnéticas, siendo los principales minerales de donde se extraen metales.
Minerales no metálicos: Son elementos químicos inorgánicos que no presentan metales en su composición. Sus propiedades características son que no poseen brillo propio, no conducen la electricidad ni el calor y son muy frágiles en estado sólido.
De la combinación o unión de los minerales se forman las rocas, aunque existen también rocas formadas por un solo mineral (mono mineralógicas) y otras de origen orgánico (aquellas formadas por depósitos de componentes vivos). La clasificación de los minerales es muy variada, dependiendo de los tipos de compuestos que los compongan: sulfuros, sulfatos, óxidos, hidróxidos, carbonatos, nitratos, fosfatos, silicatos, entre otros.
Propiedades de los minerales
Los minerales pueden distinguirse mediante sus distintas propiedades físicas, algunas de ellas pueden observarse a simple vista, mientras para otras se necesita un análisis un poco más profundo.
Lo primero que podemos apreciar al observar un mineral o una roca que lo contenga es el color y el brillo que presenta.
Brillo: depende de la cantidad de luz que el mineral refleja. Puede clasificarse en metálico, vítreo, graso, perlado, sedoso o mate.
Color: corresponde a la reflexión de determinadas longitudes de onda provenientes de la luz blanca. Cuando el material refleja todas las longitudes de onda se visualiza el color blanco, si las absorbe todas podemos ver el color negro y si refleja solo alguna o algunas de ellas vemos el resto de los colores. El mismo mineral puede presentar distintos colores dependiendo de su composición.
La magnetita posee propiedades magnéticas.
Otras propiedades son:
Color de la raya Dureza Hábito Clivaje
Fractura Peso específico Transparencia Magnetismo Radiactividad
Dureza | Mineral patrón |
1 | Talco |
2 | Yeso |
3 | Calcita |
4 | Fluorita |
5 | Apatita |
6 | Ortosa |
7 | Cuarzo |
8 | Topacio |
9 | Corindón |
10 | Diamante |
Cristales de cuarzo.
En la corteza terrestre, donde se da la pedogénesis, abundan ciertos elementos químicos, unos en proporciones mayores que otros. En la siguiente tabla observaremos los elementos más abundantes en la corteza terrestre:
Elemento químico | Símbolo | Abundancia (%) |
Oxígeno | O2 | 46,71 |
Silicio | Si | 27,69 |
Aluminio | Al | 8,07 |
Hierro | Fe | 5,05 |
Calcio | Ca | 3,65 |
Sodio | Na | 2,75 |
Potasio | K | 2,58 |
Magnesio | Mg | 2,08 |
En la tabla podemos apreciar que son el oxígeno y el silicio los elementos más abundantes en la litósfera.
Tipos de rocas
Existen tres tipos de rocas: ígneas, sedimentarias y metamórficas. Sus diferencias se deben tanto a los minerales que las componen como al proceso que las origina.
Ciclo de las rocas
En la imagen se puede observar cómo a partir del magma que emerge en forma de lava se originan las rocas ígneas. Luego, en la fase superficial, por la erosión, precipitación y el viento, estas rocas se desintegran y rompen. Forman capas unas encima de otras que dan origen a las rocas sedimentarias. Éstas al estar en la fase profunda se someten a temperaturas elevadas y por la gran presión a la que están expuestas se originan rocas metamórficas, que se fusionan y convierten nuevamente en magma, repitiéndose así el ciclo.
El ciclo de las rocas o ciclo litológico es un proceso geológico importante en la formación del suelo, que se da en dos fases: una superficial y otra profunda.
En la fase superficial las rocas son alteradas por la acción de los agentes atmosféricos que favorecen la erosión. La fase profunda se da debajo de la corteza terrestre, donde los sedimentos y las rocas fundidas (magma) son afectados por la presión y altas temperaturas.
En el interior de la Tierra el calor y la presión actúan sobre las rocas fundidas, que conforman un líquido conocido como magma, éste asciende en forma de lava cuando los volcanes erupcionan; esta lava se enfría y solidifica al tener contacto con la atmósfera, formando así las rocas ígneas o volcánicas.
Las rocas ígneas son afectadas por los agentes atmosféricos y la erosión, éstos producen sedimentos que se acumulan en valles y cuencas de la superficie terrestre. Con el paso de miles de años esta acumulación de sedimentos o capas se depositan unas encima de otras, se van desprendiendo y forman rocas mucho más pequeñas, luego los sedimentos se compactan. Estos últimos forman las rocas sedimentarias, que pueden sufrir meteorización y pasar a ser nuevamente sedimentos.
El ciclo continúa, si las rocas sedimentarias están sometidas a temperaturas y presión elevada en el interior de la corteza terrestre pueden convertirse u originar rocas metamórficas. Este ciclo de las rocas forma parte de los ciclos geológicos de la Tierra, impulsados por la energía del Sol.