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Bandera del Departamento de Chocó.

PINTURA EN LA PIEL

Los chocoes suelen pintar y dibujar líneas sobre su piel.
¿Sabías qué?
La pintura facial y corporal de los chocoes los ayuda a protegerse del sol y a mantener alejados a los insectos.

OPRESIÓN ESPAÑOLA

Muchos de los pueblos indígenas oprimidos por los españoles eran obligados a tributar.
¿Sabías qué?
Entre los instrumentos musicales que emplean los chocoes se pueden encontrar flautas, tambores, caparazones de tortuga y otros instrumentos de percusión.

CHOCOES



Al noroeste de la República de Colombia, ubicado en la región del Pacífico, se encuentra el departamento de Chocó. Éste no solo se caracteriza por su ambiente selvático, sino también por la presencia de dos etnias con una larga historia y una peculiar cosmovisión: los Emberá y los Waunana. Ambos en conjunto, desde los comienzos de la conquista, son denominados chocoes por su lugar de procedencia.


Foto de Yves Picq. CC BY-SA 3.0.


UBICACIÓN

Aunque el nombre Chocó designa el sitio más representativo de donde provienen, estas etnias pueblan otros lugares además de dicho departamento colombiano. Así, también habitan Antioquia, Risaralda, Quindío, Caldas, Cauca, Valle del Cauca, Córdoba, Putumayo, Caquetá y Nariño en Colombia, pero además se los puede encontrar en otros países, como Ecuador y Panamá.

Ya que estos pueblos habitan una zona tan extensa, la cual comprende distintos territorios y países, sus modos de vida, su cultura y su lengua no son del todo homogéneos. No obstante, el medio ambiente en el que viven -la selva tropical húmeda- siempre presenta características similares.


Los chocoes viven en territorios cubiertos por selvas tropicales.

DEPARTAMENTO DE CHOCÓ

Chocó constituye uno de los 32 departamentos que integran la República de Colombia. Al norte, limita con la República de Panamá y el mar Caribe; al este, con los departamentos de Antioquia, Risaralda, y Valle del Cauca; al sur, con el departamento Valle del Cauca; y al oeste, con el océano Pacífico.

Nombre completo: Gobernación del Chocó.
Capital: Quibdó.
Gentilicio: Chocoano/a.
Fecha de fundación: 3 de noviembre de 1947.
Superficie: 46.530 km2.
Población: 485.543 hab.
Composición étnica: 75,68% afrocolombianos, 11,9% amerindios o indígenas, 7,42% mestizos, 5% blancos.


HISTORIA

La historia de los chocoes presenta, al igual que la de todos los demás pueblos originarios, un punto de inflexión fundamental: la llegada de los españoles y la conquista de América. En efecto, este proceso, que comenzó a desarrollarse a partir del siglo XVI, fraccionó políticamente el territorio de los chocoes y socialmente a las comunidades que en éste habitaban.

En un principio, los indígenas opusieron una fuerte resistencia contra los europeos, tanto defendiéndose de los ataques de los conquistadores como operando ofensivas contra sus campamentos y poblaciones. Por otra parte, también se vieron obligados a huir, dejando atrás sus hogares, para establecerse en lugares más alejados, de difícil acceso, dentro del ambiente selvático.

La conquista del territorio y de los chocoes fue tardía con respecto a otros casos dentro del espacio americano. Esto se debe, fundamentalmente, a que la selva tropical y la resistencia indígena dificultaron en gran medida la colonización por parte de los españoles. No obstante, los conquistadores ingresaron al territorio habitado por estos pueblos originarios penetrando por tres sectores distintos: por las bocas del río Atrato, desde Panamá hacia la costa del Pacífico y descendiendo por el oeste de la cordillera Occidental.

Actualmente, y luego del fraccionamiento territorial producto de la colonización española y de las misiones llevadas a cabo por distintas congregaciones religiosas, los chocoes aún conservan su identidad cultural, la cual se mantiene cohesiva y relativamente homogénea a pesar de las divisiones y fragmentaciones que implicaron la conquista y la irrupción violenta e inesperada de los europeos. Aspectos como la lengua, la tradición de base oral, la organización social, y su cosmovisión son los que les permiten conservar su identidad.


Foto de Mauricioagudelo. CC BY-SA 3.0.
Poblado Emberá, entre la ruta y la frondosidad de los árboles.


LENGUA

Las lenguas de los Emberá y los Waunana, si bien son distintas entre sí, pertenecen a una misma familia lingüística. No obstante, la extensión territorial y sus variaciones son muy distintas: mientras que el habla de los Waunana es bastante homogéneo en todo el territorio que este pueblo originario habita, el habla de los Emberá, en cambio, presenta una gran cantidad de variaciones dialectales. Por este motivo, en ocasiones resulta muy difícil, o incluso imposible, que dos miembros de esta etnia se puedan comunicar con éxito si pertenecen a zonas distintas con dos dialectos diferentes.

Por otro lado, gran parte de los chocoes, a excepción de los más ancianos de las comunidades, hablan el español. Hoy en día, distintas políticas incluyen la educación bicultural, por eso la inmensa mayoría de los niños de estas culturas aprenden como lenguas maternas tanto el idioma de su pueblo como también el español. Además, suelen aprender inglés en los colegios, como su idioma no nativo.

Ya que la transmisión de conocimientos era de carácter oral, las lenguas chocoes carecían originalmente de un sistema de escritura hasta que fue adoptado el del español. Esto facilitó la enseñanza normal no solo de la lengua en sí, sino también de todos los contenidos académicos. Hoy en día, producto de la globalización, las culturas chocoes se encuentran con elementos que en principio eran extraños para su sociedad, como las computadoras e internet. Éstos, no obstante, son utilizados por dichos pueblos como herramientas de conocimiento, las cuales ayudan a la formación y educación de los individuos, sin dejar de lado nunca su perspectiva cultural indígena.


Foto de Ayaita. CC BY 3.0.
Mujeres Emberá bailando mientras los hombres tocan instrumentos musicales.


MODO DE VIDA

Actividades productivas

La principal tarea de los chocoes siempre ha sido la agricultura. Ésta tiene un valor cultural importantísimo para ellos, y su relevancia radica en que es la actividad que les garantiza el sustento diario. Si bien el impacto de políticas modernas, la globalización y otros factores relacionados han operado un fuerte cambio social en estos pueblos originarios, los métodos que emplean para el cultivo de la tierra siguen siendo muy similares a los tradicionales. La tierra es trabajada tanto por hombres como por mujeres y niños. Debido a que estos pueblos habitan territorios selváticos, la principal labor, la que más tiempo y esfuerzo requiere, es la de desmote, deshierbe y limpieza del suelo. Sus principales cultivos constan de: plátano, maíz, café, caña, cacao y arroz. En la Comarca Emberá-Wounaan, la agricultura está destinada casi por exclusivo al abastecimiento de alimento de estas etnias: tan solo el platano es comercializado.


El platano es una de las principales comidas de los chocoes.

Además, los chocoes obtienen carne a partir de la caza y la pesca, y no de la ganadería (la tierra se destina únicamente a las actividades agrícolas, y no a las actividades pecuarias). Para cazar, emplean perros y armas de origen europeo, como rifles y escopetas, que les facilitan su tarea. Para pescar, en cambio, usan métodos más tradicionales y elementos más rudimentarios.

En las zonas cercanas a riberas, la fabricación de medios de transporte es una de las tareas que más dedicación requiere: a diario, los hombres trabajan con distintas herramientas la madera de un único tronco de árbol. De esta manera, le dan forma a las piraguas, uno de los vehículos fundamentales para las etnias en cuestión, ya que gracias a ellas pueden movilizarse en ríos, comunicarse entre poblaciones y pescar.

LOS CHOCOES SON MUY RESPETUOSOS DEL AMBIENTE. PROTEGEN LA FAUNA Y LA FLORA PARA SU CONSERVACIÓN Y PARA SU CONSUMO DIARIO.

Por otro lado, también utilizan los recursos naturales para sus actividades agrícolas, no para su explotación intensiva, sino simplemente para su consumo. En este sentido, protegen su medio de la tala indiscriminada, la ganadería sin control y todas las demás actividades que puedan perturbarlo.

Organización social

Para los chocoes, la familia siempre ha sido la unidad social más importante, ya que es esta institución la encargada de resolver los conflictos internos que puedan surgir. Dentro de cada vivienda habita una familia, que puede ser tanto nuclear —padres e hijos— como extensa —padres, hijos, nietos y otros familiares. Por su parte, el padre es quien ejerce la autoridad familiar.

El matrimonio suele darse entre jóvenes que obtienen el consenso de sus padres. Además, el divorcio es una práctica aceptada y que no implica sanción social alguna. Suele darse cuando las parejas no logran funcionar, ya sea por maltratos, infidelidades o la imposibilidad de tener hijos. El nacimiento del primer hijo es un evento sumamente importante y esperado para los chocoes.

Hoy en día, los chocoes se organizan política y socialmente a partir de distintos organismos, los cuales desarrollan actividades que pretenden dar solución a problemas actuales que estos pueblos se ven en la obligación de atravesar.


Cestas tejidas por los nativos originarios de Panamá.


Vivienda típica étnica de Panamá.

LA COMARCA EMBERÁ-WOUNAAN

La Comarca Emberá-Wounaan es una entidad política-administrativa de la provincia de Darién, Panamá que fue creada el 8 de noviembre de 1983 y que recibe su nombre debido a que las dos comunidades que la integran pertenecen a las etnias de pobladores originarios Emberá y Waunana (Wounaan).

Físicamente se trata de una región que ocupa un tamaño total de 438 hectáreas aproximadamente, en la cual habitan poco más de nueve mil personas (según censos poblacionales del 2010). Este territorio comprende un 27% de la provincia panameña de Darién.

Políticamente la comarca está estructurada por un gobierno democrático tradicional, en el cual toda la población adulta tiene derecho al voto. Es dirigida por un Cacique General, el cual es elegido por el Congreso General y está regulada por una Carta Orgánica, la cual es una especie de ley que regula a la sociedad, haciendo un especial énfasis en el manejo de las riquezas y recursos naturales de la región, específicamente en el manejo forestal.


JAIBANISMO

Una de las figuras más importantes para estas etnias americanas es la del jaibaná, quien logra su posición no por estar predestinado de nacimiento, sino por vocación propia: cualquier chocó puede convertirse en un jaibaná. Éste es un sacerdote, curandero y chamán capaz de invocar a los jai, espíritus o esencias de las cosas. Mediante su invocación a partir de cánticos, música y ofrendas, el jaibaná es capaz de curar enfermedades y procurar buenos designios para la caza, la pesca y la agricultura. En otras palabras, el jaibaná es capaz de penetrar en la esencia de las cosas con el objetivo de entablar comunicación con ellas y así obtener los resultados perseguidos.

Para ejercer su poder curativo, el jaibaná necesita de sus bastones de madera fabricados por él mismo, tablas de curación talladas y pintadas, hojas, pintura facial y corporal, y bebidas embriagantes, como la chicha.

El jaibaná enseña a su aprendiz todo lo relativo a las plantas empleadas en rituales y a los conjuros e invocaciones necesarios para entablar contacto con los jai. Una vez que el aprendiz ha finalizado con éxito su estudio, se organiza una ceremonia en la cual recibe la consagración.

CEREMONIA DE LA PUBERTAD

Los ritos y ceremonias son muy importantes para los chocoes. En la ceremonia de jemenede o paruka, la joven mujer se convierte en adulta y asume todos los roles que le corresponden en esa cultura: debe cocinar, tejer y cuidar el hogar. Esta fiesta constituye una celebración de gran importancia, por eso se planea con días de anticipación e involucra a una gran cantidad de invitados.