El término "actividad física" se refiere a una amplia variedad de acciones y movimientos que incluyen situaciones cotidianas, tales como caminar, bailar, subir y bajar escaleras, tareas domésticas, de jardinería y otras, además de los ejercicios planificados.
Tener una vida sedentaria puede llevar al desarrollo de algunas enfermedades como: la obesidad, la diabetes, ciertos tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares y otras. La práctica regular de actividad física no solo previene estas afecciones sino que contribuye al buen control de la enfermedad cuando la misma ya se encuentra instalada.
La práctica regular de actividad física:
• Prolonga la vida y mejora la calidad de los años por vivir.
• Reduce el estrés.
• Mejora el estado de ánimo.
• Mejora la salud de los huesos.
• Conserva y mejora el equilibrio y la coordinación.
• Aumenta la flexibilidad articular.
• Ayuda a mantener la masa muscular que se pierde con la edad.
• Mejora la función cardio-respiratoria y muscular.
• Ayuda a lograr una pérdida de peso si se combina con un plan de alimentación adecuado.
• Contribuye a preservar las funciones mentales en el adulto mayor (comprensión, memoria, concentración).
• Previene el desarrollo de enfermedades como diabetes mellitus, hipertensión arterial, dislipemia, obesidad, enfermedad cardiocerebrovascular, osteoporosis, cáncer de colon y mama.
• Disminuye los valores de colesterol LDL (malo) y triglicéridos.
• Aumenta el colesterol HDL (colesterol bueno).
• Mejora los valores de presión arterial.
Por eso, se recomienda:
• Sumar al menos 30 minutos diarios de actividad física.
• Para lograrlo se puede: caminar enérgicamente, subir y bajar escaleras, bailar, andar en bicicleta, nadar, caminar en vez de usar el auto, realizar tareas domésticas y de jardinería, lavar el auto, practicar deportes.
• Comenzar en forma gradual e ir aumentando progresivamente la intensidad.
• Complementar la actividad aeróbica con ejercicios de fuerza 2 o 3 veces por semana.
• Completar la rutina con 10 minutos de ejercicios de estiramiento al finalizar.
• Al cabo de 8 semanas replantear la actividad (por ejemplo: aumentar el tiempo, la intensidad o la frecuencia).
Realizar una consulta médica antes de empezar cualquier rutina de ejercicio permite adecuar el plan de actividad física a las necesidades de cada persona.
Fuente: Ministerio de Salud – Presidencia de la Nación (Argentina)
http://www.msal.gob.ar/index.php/component/content/article/48-temas-de-salud-de-la-a-a-la-z/361-actividad-fisica