¿Sabías qué…?
Existe una especie de árbol parásito australiano conocido como árbol de navidad cuyas raíces pueden llegar a extenderse más de los 100 metros con el fin de buscar plantas huéspedes a las cuales quitarles sus nutrientes.
Una raíz poderosa
El sistema radicular más conocido pertenece a Rhizophora mangle, esta especie cuyo nombre común es mangle rojo posee raíces poderosas en forma de zancos que le permiten adherirse a sustratos pocos estables, por eso los vemos muy bien adaptados a las ciénagas o las costas.
Las plantas tienen una estructura básica formada por la raíz, el tallo y las hojas, de estas la raíz es la primera en emerger de la semilla y es la que mantendrá a la nueva planta firme en el suelo ayudándola además a absorber el agua y los minerales necesarios.
En el tercer estadio de este ciclo de vida se aprecia la radícula, parte del embrión que dará lugar a la raíz.
Una estructura de sostén
La raíz es un órgano vegetal que aunque esté presente en la mayoría de ellos muchas veces no lo vemos porque crece debajo de la tierra. Tiene como función principal darle sostén a la planta manteniéndola fija al sustrato.
Las plantas no presentan una sola raíz, tienen un gran número de ellas que en conjunto forman el sistema radicular o radical.
El sistema radicular es el conjunto de todas las raíces presentes en una planta.
Características generales
Las raíces crecen en dirección a la fuerza de gravedad, por lo que tienen geotropismo positivo. |
Las raíces crecen en dirección contraria a la luz, por lo que tienen fototropismo negativo. |
Función de las raíces
Tienen 2 funciones principales, una mecánica (anclaje) y otra fisiológica (absorción).
Anclaje o fijación: las raíces anclan a la planta firmemente al suelo.
Aunque el viento sople, los árboles se quedan firmes en el sustrato gracias a la presencia de sus raíces.
Absorción: absorben el agua y las sales minerales y las conducen hacia la parte alta de la planta, esta función es llevada a cabo por unos poros presentes en los pelos absorbentes de la raíz.
Ciertos tipos de raíces pueden estar modificadas para llevar acabo funciones especiales, algunas de estas pueden ser:
Partes de la raíz
Estructura básica de una raíz
Raíz principal |
Raíz central, gruesa que crece hacia abajo en dirección vertical, de ella parten raíces laterales. |
Raíz secundaria |
Brotan a partir de la raíz principal, son más finas que ella. |
Pelos absorbentes |
Extensiones en forma de filamentos muy pequeños que recubren las zonas peliferas de las raíces y tienen como función absorber agua y minerales. |
Caliptra o cofia |
Parte final que cubre el ápice de la raíz, tiene como función proteger las células meristematicas del roce con el suelo producto del crecimiento de la raíz. |
Tipos de raíces
Raíz napiforme de nabo y de zanahoria.
Raíces ramificadas de manzano.
Además de las ya nombradas anteriormente, existen plantas que tienen raíces especiales para adaptarse a otro tipo de ambientes, algunas de estas no están en contacto directo con el suelo sino con el agua o el aire, se clasifican de la siguiente manera:
Raíces adventicias: no se originan del sistema radicular proveniente del embrión, se desarrollan en otras partes de la planta como por ejemplo los nudos del tallo.
Su función es proporcionar sostén adicional. Algunas de las plantas que desarrollan raíces adventicias son el maíz y la fresa.
Raíces acuáticas: características de las plantas que viven en medios acuáticos, ríos o lagunas, estas raíces flotan dentro del agua, sin sujetarse a nada, aunque existen algunas plantas cuyas raíces tocan el fondo del cuerpo de agua. Un ejemplo de plantas con raíces acuáticas es el lirio.
Raíces chupadoras: presentes en las plantas parásitas, con sus raíces penetran el tejido de una planta hospedadora y consumen sus nutrientes. Por ejemplo, la cuscuta.
Raíces de tipo zanco: nacen de la parte final del tallo y se extienden hasta el suelo con el fin de dar sostén a las plantas que viven en suelos blandos como los pantanos. Por ejemplo, las raíces de algunas palmas.
Neumatóforos o raíces aéreas: crecen en sentido opuesto a las raíces normales, es decir, tienen geotropismo negativo, su función es absorber el aire y conducirlo al interior de las raíces principales que usualmente están sumergidas en el agua.