Personas con riesgo de contraer neumonía
- Personas adictas al cigarrillo.
- Personas con enfermedades como el asma, la diabetes o problemas cardiacos.
- Adultos en etapa anciana, mayores a 65 años.
- Niños menores de 5 años.
Neumonía
Existen diferentes afecciones que pueden atacar a nuestro organismo. Las enfermedades respiratorias son muy comunes ya que es muy sencillo contraerlas por contacto con otra persona o con el medio ambiente. Una de las enfermedades respiratorias que se puede padecer frecuentemente es la neumonía.
La neumonía es una enfermedad que ataca a todo el sistema respiratorio, especialmente a los pulmones y a las vías respiratorias. Consiste en la inflamación de los pulmones debido a una infección producida por una bacteria, comúnmente el neumococo. La neumonía puede atacar ya sea a un pulmón completo o solo un segmento del mismo y puede ser letal si no se detecta ni es tratada a tiempo.
La neumonía afecta principalmente a los pulmones y a las vías respiratorias.
Causas
La neumonía puede ser causada por distintos agentes que están presentes en el medio ambiente:
- Peligrosas bacterias como el neumococo. Esta bacteria es una de las causas más comunes de la neumonía y se puede manifestar de dos formas: neumonía bacteriémica y la no bacteriémica, teniendo la primera un índice de mortalidad mayor.
- La presencia de algunos hongos como la cándida.
- Diferentes tipos de virus como la gripe y la varicela. La causa más frecuente de neumonía vírica se le atribuye al virus sincicial respiratorio.
El neumococo es la causa principal de la neumonía.
Tipos de neumonía
- Neumonía lobular: este tipo de neumonía consiste en la inflamación de un lóbulo de un pulmón, provocada por una infección aguda, especialmente en las vías respiratorias superiores. La neumonía lobular presenta un cuadro clínico grave y en la mayoría de los casos el paciente expulsa flema con sangre.
- Bronconeumonía: este tipo de neumonía consiste en la inflamación segmentada de los pulmones y las vías respiratorias, por lo tanto, no se ve afectado por completo el pulmón. La bronconeumonía no es tan grave como la neumonía lobular y puede ser controlada con tratamiento médico.
- Neumonía lipoide: este tipo de neumonía consiste en la acumulación de grasas en los pulmones y vías respiratorias debido a la aspiración de alimentos hacia las mismas ocasionando fuertes infecciones.
La neumonía puede afectar a todo el pulmón o solo a una parte de él.
Síntomas
- Constantes fiebres (cambios de temperatura).
- Tos (se suele expectorar una mucosidad y en casos extremos está acompañada con sangre).
- La neumonía normalmente está precedida por gripe.
- Dificultades al respirar debido al aumento de la frecuencia respiratoria.
- Taquicardia y baja presión arterial.
- Dolor de cabeza y malestar.
- Dolor torácico (abdomen y pecho).
Los síntomas más comunes de la neumonía son la fiebre y la tos.
Consecuencias
- Si la infección provocada por la neumonía entra en el torrente sanguíneo puede generar bacterias y propagarse a otros órganos.
- Las membranas que cubren los pulmones pueden inflamarse y, por lo tanto, puede acumularse líquido y producir fuertes infecciones.
- Pueden formarse abscesos en los pulmones los cuales suelen contener pus y otros líquidos.
- Se puede generar un trastorno respiratorio y provocar una obstrucción al momento de respirar. Este síndrome se conoce como “síndrome de distrés respiratorio agudo”.
- En los peores casos donde la infección es muy grave y no es tratada a tiempo, puede ocasionar hasta la muerte.
La neumonía debe ser tratada a tiempo, de lo contrario, puede ser mortal.
Tratamiento
Si el paciente se encuentra hospitalizado:
- Suministrar líquidos y antibióticos por vía intravenosa para combatir la infección.
- Oxigenoterapia, es decir, tratamiento respiratorio que consiste en la aplicación de inhalaciones de oxígeno.
Si el paciente se trata en casa:
- Tomar antibióticos. No saltarse ninguna dosis y no tomar medicamentos para el resfriado si el médico no lo autoriza.
- Colocarse un trozo de tela tibia y húmeda en la nariz sin presionar.
- Realizar respiraciones profundas cada cierto tiempo para ayudar a descongestionar los pulmones.
- Darse masajes en la zona torácica para remover la flema y expectorar con más facilidad.
- Ingerir grandes cantidades de líquido.
- Descansar lo más que se pueda.
Los antibióticos son primordiales en el tratamiento contra la neumonía.
Prevención
- Lavarse las manos con frecuencia, especialmente antes de preparar y consumir alimentos.
- Limpiar las zonas que se tocan con frecuencia como la nariz, la boca y las extremidades.
- Cubrirse la boca y la nariz al momento de estornudar con un pañuelo o trozo de tela.
- No fumar y evitar cualquier contacto con el humo del cigarrillo.
- Prevenir y tratar enfermedades como la diabetes.
- El uso de vacunas para ayudar a prevenir la neumonía. Las vacunas que deben aplicarse son: la vacuna antigripal y la vacuna antineumocócica.
El uso de vacunas ayuda a prevenir la neumonía.