Mares: ecosistemas de agua salada

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Los ecosistemas de agua salada cubren la mayor parte de nuestro planeta y albergan el 96,5 % del agua total, lo que los hace sumamente importantes para el mantenimiento de la vida en la Tierra, ya que ellos son el hábitat de un sinnúmero de especies, tanto animales como vegetales.

Agua, un recurso indispensable para la vida

El agua es una de los recursos más importantes de nuestro planeta y es además el que se encuentra en mayor cantidad. El agua tiene una influencia directa sobre la posibilidad de desarrollo de los seres vivos, al igual que el oxígeno, es esencial para que todas las formas de vida de nuestro planeta puedan existir

El agua es un elemento inorgánico, es decir, que dentro de su estructura no hay átomos de carbono, está formada entonces por dos moléculas de hidrógeno y una de oxígeno, su fórmula química es H₂O.

Puede ser dulce o salada, todo dependerá de la concentración de sales que se encuentre en ellas. El agua dulce se localiza en lagos, ríos glaciares y acuíferos, ocupa tan solo un 3,5 % del agua total; por su parte, el agua salada se localiza en los océanos y los mares, y conforma el 95,5 % del agua total del planeta.

¿Qué son los mares?

Los mares son extensiones de agua salada de menor tamaño que los océanos. En algunos casos, también son considerados zonas del océano que están cerca de las costas.

Los mares siempre se encuentran en contacto con las costas de los continentes.

Aunque los mares y los océanos estén compuestos principalmente por agua salada, presentan diferencias entre ellos, las principales son su extensión y su profundidad.

Los mares se encuentran principalmente cerca de las costas, por lo que su profundidad es menor al compararla con la de un océano. Con respecto a la extensión, son mucho menores en tamaño que los océanos, incluso, el mar más grande del mundo es mucho más pequeño que el océano ártico.

El movimiento en los mares

Los cuerpos de agua están en constante movimiento por acción del viento, por acción del Sol y la Luna, o por las diferencias de temperatura o densidad que se pueden presentar en las masas de agua. De acuerdo a esto, se distinguen los siguientes tipos:

• Olas: movimientos producidos por el viento que generan un barrido en la superficie del agua. El viento mueve las partículas de forma circular y crea ondas cuyo tamaño va a variar de acuerdo a la intensidad y la velocidad del viento.

Mientras más fuerte es el viento, más grandes son las olas.

El tamaño de las olas decrece a medida que se acercan a la orilla, esto es debido a que la profundidad disminuye, la ola se rompe y se transforma en un movimiento de vaivén.

• Mareas: cambios en el nivel del mar (pueden ser ascensos o descensos), que se producen por acción de la fuerza de gravedad que ejerce la Luna y el Sol sobre la superficie de la Tierra.

Las mareas se pueden clasificar de acuerdo a su altura. En base a esto tenemos marea alta o pleamar, y marea baja o bajamar.

- Marea alta o pleamar: altura máxima que alcanza el agua de mar.

- Marea baja o bajamar: punto de altura más bajo que alcanza el agua de mar.

Las mareas son movimientos periódicos, es decir, se produce marea alta o baja en intervalos de tiempo constantes.

• Corrientes marinas: se producen tanto en los mares como en los océanos y se definen como movimientos de agua independientes al movimiento del cuerpo de agua restante. Se pueden producir por diferencias de salinidad y temperatura entre las masas, por la acción del viento o por el movimiento de la Tierra.

Las corrientes marinas se producen principalmente en los océanos, aunque también se producen en mares de gran tamaño.

Tipos de mares

• Mares litorales: mares grandes, extensos y ampliamente abiertos que rodean los continentes. No están separados de los océanos por ninguna barrera física, sin embargo, se diferencian de ellos porque son menos profundos, la temperatura de sus aguas es mayor y las mareas son más pronunciadas. Por ejemplo, el mar de Omán.

• Mares continentales: son aquellos que se encuentran dentro de los continentes y se comunican con los océanos a través de aberturas como los estrechos. Por ejemplo, el mar báltico.

• Mares cerrados: son ecosistemas similares a los lagos, se encuentran dentro de los continentes y ocupan cuencas endorreicas, es decir, sus aguas no tienen contacto con las de otros mares, razón por la cual su concentración de sal es muy alta.

El mar Muerto es el ejemplo más representativo de mar cerrado.