¿Sabías qué…?
El páncreas es un órgano accesorio del aparato digestivo, su función es secretar enzimas digestivas en el duodeno para descomponer proteínas, grasas y carbohidratos. También se encarga de la producción de insulina.
El hígado
Es una estructura que cumple múltiples funciones, sin embargo, la principal dentro del sistema digestivo es la de procesar los nutrientes que se absorben en el intestino delgado y digerir las grasas mediante el uso de la bilis.
Con el fin de utilizar los alimentos que consumimos, el cuerpo tiene que realizar una serie de pasos para romperlos en moléculas más pequeñas que pueda procesar, estas actividades las lleva a cabo el sistema digestivo mediante el proceso de digestión.
¿Qué es el sistema digestivo?
El sistema digestivo es un grupo de órganos que trabajan en conjunto con el fin de convertir los alimentos en energía y nutrientes básicos para todo el cuerpo. Está formado principalmente por un tubo largo y torcido que va desde la boca hasta el ano, y contiene adicionalmente órganos accesorios como el páncreas y el hígado, los cuales producen sustancias necesarias para el proceso de digestión.
El sistema digestivo está construido de forma única para llevar a cabo la función especializada de procesar los alimentos.
La digestión se define como la descomposición de los alimentos en moléculas pequeñas que puedan ser absorbidas por el torrente sanguíneo, se divide en dos etapas: digestión mecánica y digestión química. De manera general, en el proceso de digestión, el alimento entra por la boca, pasa a través de los órganos huecos del tracto gastrointestinal y llega al ano.
¿Por qué es importante el proceso de digestión?
Es de vital importancia para el funcionamiento de nuestro cuerpo, ya que degrada los alimentos en nutrientes pequeños que luego el cuerpo puede transformar en energía utilizada para, entre cosas, el crecimiento y la reparación de las células.
Los seres vivos heterótrofos, como los humanos, obtienen la energía de los alimentos.
Todos los alimentos o bebidas que entran en nuestro sistema deben ser cambiados por moléculas pequeñas antes de que la sangre los pueda absorber y los distribuya por todo el cuerpo.
El sistema digestivo descompone los alimentos en carbohidratos, proteínas, lípidos y vitaminas.
¿Cómo trabaja la digestión?
El proceso de digestión funciona movimiendo los alimentos a través del tracto gastrointestinal, a medida que pasan por allí, son mezclados con los jugos gástricos, lo que provoca que las grandes moléculas sean descompuestas en otras más pequeñas. Posteriormente, se absorben dichas moléculas en su paso por el intestino delgado y finalmente, los residuos llegan al intestino grueso y son excretados por el ano en forma de heces.
Anatomía del sistema digestivo
Boca
La boca, también conocida como cavidad oral, es el órgano donde la comida inicia su viaje a través del sistema digestivo. Dentro de ella hay una serie de órganos y estructuras accesorias que intervienen en la digestión de los alimentos, por ejemplo: la lengua, los dientes y las glándulas salivales.
El proceso de digestión inicia en la boca.
La digestión comienza cuando se ingiere el primer bocado, al masticar se rompe la comida en trozos más pequeños, los cuales son humedecidos por la saliva y empujados por la lengua y otros músculos hacia la faringe. En la boca se forma el bolo alimenticio.
Faringe
También conocida como garganta, es un tubo en forma de embudo responsable de que el bolo alimenticio pase de la boca hacia el esófago. También interviene en el proceso de respiración, por lo que contiene un tejido cartilaginoso denominado epiglotis que evita que los alimentos entren a la tráquea y sigan su ruta hacia el esófago.
La faringe forma parte del aparato digestivo y respiratorio.
Esófago
Es un tubo muscular que conecta la faringe con el estómago y es responsable de que el bolo alimenticio llegue a este último.
Los alimentos pasan al estómago gracias a una serie de contracciones musculares conocidas como ondas peristálticas.
El esófago mide aproximadamente 40 centímetros, comienza en el cuello, atraviesa el tórax y parte del abdomen. Usualmente sus paredes se encuentran unidas y solo se separan para darle paso al bolo alimenticio.
Estómago
Es un órgano muscular en forma de J que se encuentra en el lado izquierdo de la cavidad abdominal, exactamente debajo del diafragma. Este órgano actúa como un recipiente, contiene los alimentos mientras estos son mezclados con ácido clorhídrico y enzimas digestivas responsables del proceso de descomposición. Cuando el contenido del estómago está lo suficientemente procesado, se pasa al intestino delgado.
El estómago de una persona promedio es aproximadamente del tamaño de sus puños colocados uno al lado de otro.
Intestino delgado
Es un tubo muscular de aproximadamente 6 metros de longitud compuesto por tres segmentos: el duodeno, el yeyuno y el íleon. Se ubica justo debajo del estómago y ocupa gran parte de la cavidad abdominal.
Se encarga de la descomposición y absorción de nutrientes. El duodeno es el responsable de la descomposición a través del uso de enzimas liberadas por el páncreas y la bilis del hígado. Por otro lado, en el yeyuno y el íleon se lleva a cabo la absorción de nutrientes que pasarán al torrente sanguíneo.
Cuando el alimento pasa por el intestino delgado, aproximadamente el 90 % de todos los nutrientes son extraídos.
El contenido que entra al intestino delgado comienza semisólido y termina de forma líquida luego de que se mezcla con el agua, la bilis y las enzimas. Una vez que los nutrientes han sido absorbidos, los residuos se mueven hacia el intestino grueso o colon.
Intestino grueso
Es un tubo largo constituído por el ciego, el colon ascendente, el colon transverso, el colon descendente y el colon sigmoide. Es un órgano altamente especializado donde se extraen las pequeñas cantidades de nutrientes que quedan de los alimentos que ingresaron.
En el intestino grueso se elimina agua y se extraen los pocos nutrientes restantes.
A medida que los residuos pasan por el intestino grueso, es eliminada agua, se extraen nutrientes y se depositan las heces en el colon sigmoide para finalmente ser vaciadas en el recto y dar inicio al proceso de eliminación.
Recto
Es la penúltima porción del tubo digestivo, conecta al colon con el ano. La función del recto es recibir las heces del colon, cuando estas llegan allí, es enviado un mensaje al cerebro, quien entonces decide si el contenido puede ser liberado o no.
De poder ser liberado, los esfínteres se relajan, el recto se contrae y se desecha el contenido. Por otro lado si este no puede ser eliminado, el esfínter se contrae y recto se acomoda para que la sensación desaparezca.
En el recto se depositan las heces.
Ano
Es la última porción del tubo digestivo, consiste en un canal de aproximadamente 5 centímetros de longitud, conformado por los músculos del suelo pélvico y dos esfínteres anales. Su función es la excreción de los materiales de desecho provenientes de la digestión.