Dato arqueológico
Es cualquier resto que permita documentar la actividad humana en el pasado.
¿Sabías qué?
La tumba de Tutankamón permaneció sin ser descubierta por más de 3.000 años.
Arte Paleolítico
Si te quedaste con ganas de saber más sobre el pasado, ve a página 30 y descubre el Arte paleolítico.
¿Sabías qué?
Pompeya fue enterrada bajo lava en el año 79. Al ser descubierta, muchos siglos después, sus tesoros emergieron.
Los objetos que han sido utilizados por civilizaciones pasadas guardan valiosa información sobre la vida en otros tiempos. Estos secretos son develados por la Arqueología, que permite determinar las edades de los restos materiales que se han conservado a pesar del transcurso del tiempo.
Los datos arqueológicos se obtienen mediante un método aplicado a los hallazgos que pueden brindar información sobre actividades humanas en el pasado.
La necesidad del hombre de conocer su origen y su pasado lo motiva a investigar en todos los lugares de la Tierra para descubrir cómo vivían sus ancestros. Este estudio se ha ido perfeccionando de forma tal que dio lugar a la Arqueología, una disciplina científica que logra describir a las sociedades del pasado mediante sus restos materiales: utensilios, cerámicas, herramientas, arte rupestre, etc.
Arqueología
Según la American Anthropological Association, la Antropología comprende cuatro campos: Arqueología, Antropología biológica, Antropología cultural y Antropología lingüística.
La Antropología estudia al ser humano anatómicamente moderno, y para ello se apoya en varias ciencias.
Método arqueológico
Los datos arqueológicos se obtienen mediante un método aplicado a los hallazgos que pueden brindar información sobre actividades humanas en el pasado.
En primer lugar, los arqueólogos investigan determinadas zonas, en las que existe la posibilidad de encontrar objetos de larga data. Los principales sitios en donde se realizan las búsquedas son:
Santuario Göbekli Tepe, Turquía.
En dichos lugares pueden establecerse yacimientos arqueológicos, y en ellos se realizan las prácticas necesarias para obtener datos.
Localización
Mediante un conjunto de técnicas denominado prospección, cuyo fin es localizar los datos o yacimientos arqueológicos, se determinan las zonas de estudio.
Algunas técnicas aplicadas son:
Fotografía aérea: permite observar desde grandes distancias características del suelo que a simple vista no son posibles de distinguir. Por ejemplo, un color más claro en el suelo de lugares húmedos y con gran cantidad de vegetación implica que debajo puede encontrarse algún elemento de interés arqueológico.
Teledetección: se utiliza específicamente bajo la superficie para medir el campo magnético terrestre en determinado sitio o irregularidades en el paso de distintas clases de energía.
Métodos acústicos: mediante un aparato generador de ondas que golpea al suelo con poca intensidad se puede detectar si existen estructuras enterradas. Esto es posible porque las ondas se propagan con distinta velocidad dependiendo el material que atraviesan y de este modo se puede identificar qué es lo que hay debajo del suelo: arcilla, materias blandas, materiales duros, etc.
Las ondas de Rayleigh son superficiales, generan un movimiento elíptico y retrógrado del suelo.
Ondas de radio: mediante este tipo de ondas y un aparato conectado a una computadora se pueden observar imágenes en tres dimensiones de objetos que existen debajo del suelo. Aunque aún está en experimentación, se ha podido establecer que su funcionamiento es bueno en suelos arenosos y secos.
Prospección geofísica: es una forma de sondear el suelo mediante el uso de taladros o barras, identificando así dónde hay huecos o estructuras sólidas. Esta técnica implica que pueden dañarse algunos objetos.
En busca de tesoros
Los detectores de metales son aparatos utilizados para localizar objetos metálicos enterrados mediante la generación de un campo magnético producto del paso de una corriente eléctrica. Cuando el campo magnético se encuentra con un objeto, se modifica. Quien maniobra el aparato detecta esta variación mediante una señal que emite el aparato y procede a excavar en búsqueda del “tesoro”.
Excavación
Esta etapa tiene varias fases:
1) Planeamiento: se decide qué yacimiento excavar, se obtiene el permiso correspondiente para trabajar en dicho sitio y se determina a qué museo se enviarán los hallazgos.
2) Trabajo de campo: se delimita el sector a excavar mediante un trazado topográfico. Luego se traza una cuadrícula que servirá para indicar las coordenadas de localización de los objetos. Luego se decide qué puntos son prioritarios para comenzar el proceso de excavación y finalmente se realiza la misma.
El trazado de cuadrículas fue propuesto por Mortimer Wheeler, esto permite ubicar al hallazgo de acuerdo a coordenadas.
Recolección de materiales
Los materiales recolectados se colocan en bolsas individuales con etiquetas que faciliten luego su estudio. Los arqueólogos suelen clasificarlos en:
Materiales de manufactura humana, macrofauna, cantos, bloques, carbones, restos de talla, etc.
Puntas de flecha pertenecientes a la cultura maya.
3) Trabajo de laboratorio: se analiza el registro obtenido luego del trabajo de campo; se datan, clasifican e interpretan los materiales recolectados.
Los hallazgos deben manipularse con sumo cuidado y en condiciones de temperatura adecuadas.
En el laboratorio
Se realiza la limpieza de los materiales obtenidos en la excavación, con mucho cuidado para evitar dañar la pieza. Todos los hallazgos, excepto los restos de carbón u ocre, se limpian con agua desmineralizada y se dejan secar. Posteriormente se vuelven a guardar en una bolsa rotulada.
LAS EDADES ARQUEOLÓGICAS
Hay dos formas de organizar los datos: según una cronología relativa o una absoluta.
Cronología relativa: en ella se relacionan objetos o lo que se desea fechar con respecto a otros de la misma zona. Únicamente permite determinar si un objeto es más antiguo o más actual que otro. Algunos de los métodos utilizados para tal fin son: la estratigrafía, los depósitos cerrados y la seriación.
La estratigrafía, estudia las capas de la corteza terrestre y las ordena cronológicamente. De este modo se puede calcular la edad de los objetos encontrados en las diferentes secciones. Los depósitos, también denominados conjuntos cerrados, permiten establecer fechas de acuerdo a otros objetos contemporáneos. Por ejemplo, en los barcos hundidos, los objetos encontrados tienen gran probabilidad de tener la misma edad.
La seriación permite organizar las piezas en series según la evolución de las culturas, comenzando por los objetos más sencillos y finalizando con los más elaborados.
Cronología absoluta: Las fechas obtenidas por estos métodos son absolutas, es decir ubican al objeto en una Era, Edad o período determinado. La fecha de nacimiento de Cristo constituye un punto de referencia para situar temporalmente los hallazgos.
En ocasiones vemos a. C. en líneas de tiempo o textos que aluden a determinada época; es una abreviación y significa “antes de Cristo”.
Otra forma de establecer la fecha de un objeto es utilizando b.p., que significa before present y toma como fecha central a 1950, año en el cual se perfeccionó el método del Carbono-14.
Para obtener dataciones absolutas, se utilizan los siguientes métodos:
• Métodos radiactivos: Carbono 14, termoluminiscencia, spin electrónico, etc.
• Métodos basados en hechos, ya sean sometidos a un ritmo anual o a uno variable.
Dendrocronología
Los anillos de los árboles brindan importante información sobre su edad. Cada dos anillos se cuenta un año de vida. Las distintas especies de árboles presentan la misma forma de crecimiento de los anillos.
EDADES
La prehistoria y la historia se dividen en etapas, cuyo comienzo y fin son hechos de gran relevancia. La prehistoria comprende la etapa en la cual no hay registros escritos, ya que a partir del primer escrito hallado se determinó el comienzo de la Antigüedad. Esta última se extiende hasta la caída del Imperio Romano de Occidente, donde comienza la Edad Media, que se prolonga hasta el año 1453, fecha en la que cae el Imperio Romano de Oriente en manos de los invasores árabes. Desde allí, la Edad Moderna comienza y comprende más de trescientos años, finalizando en 1789 con la toma de la Bastilla, en el marco de la Revolución Francesa. Desde ese hecho histórico hasta la actualidad se ubica la Edad Contemporánea.
La prehistoria y la historia se dividen en etapas, cuyo comienzo y fin son hechos de gran relevancia. La prehistoria comprende la etapa en la cual no hay registros escritos, ya que a partir del primer escrito hallado se determinó el comienzo de la Antigüedad. Esta última se extiende hasta la caída del Imperio Romano de Occidente, donde comienza la Edad Media, que se prolonga hasta el año 1453, fecha en la que cae el Imperio Romano de Oriente en manos de los invasores árabes. Desde allí, la Edad Moderna comienza y comprende más de trescientos años, finalizando en 1789 con la toma de la Bastilla, en el marco de la Revolución Francesa. Desde ese hecho histórico hasta la actualidad se ubica la Edad Contemporánea.
ERAS Y PERÍODOS
Las Eras y los períodos permiten estudiar la evolución del planeta Tierra, agrupando procesos globales que a su vez pueden subdividirse.
Los eones son una categoría superior a las Eras, y éstas a su vez se pueden diversificar en períodos.
Conocer acerca de las edades, eras y períodos nos permite comprender en qué momento de la historia del planeta nos estamos ubicando y qué característica tenían los organismos que allí vivían o los objetos descubiertos y de ese modo sorprendernos con la vida pasada.